NovelToon NovelToon
El Loto Blanco —La Maldición Del Emperador Jade—

El Loto Blanco —La Maldición Del Emperador Jade—

Status: En proceso
Genre:Reencuentro / Amor en la guerra / Batalla por el trono / Reencarnación / Mundo mágico
Popularitas:235
Nilai: 5
nombre de autor: Xueniao

Tres reinos fueron la creación perfecta para mantener el equilibrio entre el bien y el mal.

Cielo, Tierra e Infierno vivieron en una armonía unánime durante millones de años resguardando la paz.

Pero una muerte inocente, fue suficiente para desatar el verdadero caos que amenazara por completo el equilibrio y, la existencia de todos los seres en el planeta.

NovelToon tiene autorización de Xueniao para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Tiembla BáiYù

La noche había sido demasiado larga, pero al primer indicio de luz, Lu Xiǎo estaba rectamente parado a la entrada de la puerta de la habitación esperando mis órdenes. «Toc, toc» —Pasa, supongo que ya estás mejor...

Lu Xiǎo abrió la puerta lentamente y se paró frente a mí con su mano en el pecho y la cabeza inclinada en señal de respeto. Me miró y respondió con suavidad. —Hm, siento mucho el retraso, baje la guardia un momento y descuide mi entorno. No volverá a pasar.

—Solo fue una mordedura, si realmente hubieses estado con la guardia baja, estoy seguro de que abría ha sido mucho peor «suspiro profundo». Deja la formalidad para cuando estemos delante de nuestros enemigos, Lu Xiǎo. Estás demasiado tenso estos días, necesito tu mente clara, así que soluciona tus problemas antes de llegar a BáiYù.

Lí YànYàn me miro un poco sorprendido, pero asintió dibujando una suave sonrisa en su rostro. —Lo siento, Bì xià Liú... no habrá más percances, estoy cómodo llamándole bajo su título, es mejor si nadie duda de su soberanía.

—¿Quién se atrevería? De igual forma, eres mi general, no un simple sirviente de Hēiyù, incluso Chǒu Tai se toma más libertades que tú...

—Bueno, él es...

—Chǒu Tai...

Lí YànYàn rio suavemente para sus adentros y asintió. —Mm, no creo que haya otro ser parecido a él, incluso tomándose tantas libertades con usted.

Me levante del lugar en que me encontraba, camine pasando por su lado y me detuve un momento golpeando su hombro. —Después de todo, somos familia, Lu Xiǎo. Llevamos demasiados años luchando codo a codo. Jamás te veré como un simple sirviente, eres el gran hermano que se mantiene firme ante cualquier tormento que provoque este intento de Huáng Dà Dì.

Él negó suavemente, pero no dijo palabras, camino en silencio detrás de mí. Al bajar, todos estaban preparados para el encuentro con el Wáng dé BáiYù. —Bien, es hora de irnos ¿Dónde está esa pequeña escoria podrida?

El joven dios Lí Sǒng salió de una esquina con el pequeño ser amordazado y retorciéndose entre las cadenas. Tome estás misma jalándolo con fuerza y ante el acto, el pequeño demonio cayó al suelo; el dueño de la posada se mantenía al margen cotilleando con el resto de la gente que se encontraba en el lugar, era muy temprano en la mañana para montar tal espectáculo, pero una buena forma para que el rumor de mi presencia en estas tierras, corriera más rápido.

Levante levemente mi mano dejando mi palma hacia arriba, la empuñe y al abrirla pequeñas cuencas de oro recorrieron mi palma cayendo al suelo como una pequeña lluvia dorada. Mire al dueño y camine lentamente sin soltar a la pequeña criatura que intentaba con todas sus fuerzas zafarse de las cadenas y, sin cerrar la mano, dejando que pequeñas pepas de oro cayeran como si fueran migajas de pan añejado la tendí al dueño de la posada. Este miraba atónito cómo estás pequeñas hojuelas se desparramaban por el piso dejando una larga hilera hasta él. Le di una señal con mi mano y tendió la suya; dejé caer las cuencas que no habían dejado de salir hasta aquel momento y le mire con indiferencia, demasiado vago para levantar más los parpados. —¿Es suficiente el pago?

El hombre asintió frenéticamente mirando incrédulo aun sus manos llenas y todo el piso con rastro de pequeñas hojuelas doradas que brillaba con los pequeños rayos de sol que se colaban dentro de la posada. —S-sí, claro, es suficiente, más que suficiente. Cuando Dàren quiera, puede volver, le haremos un descuento y será nuestro ¡huésped de honor!, en esta posada.

Ni siquiera pretendí escuchar lo que dijo, lo único que me importaba era que el rumor de que pisaba las tierras de BáiYù, se extendiera lo más rápido posible. —Lo único que quiero ahora, es que esparzas la noticia de que el Huáng Dà Dì de Dì Yù se encuentra en BáiYù y que tiene de mascota la escoria podrida que se atrevió a desafiar la ley.

El hombre frente a mi quedo congelado, al igual que todos los presentes al escuchar mi nombre. —Bì xià Liú H-Huó... ¿Es realmente... ¿Bì xià Liú?

Le dediqué una mirada indiferente y no necesite más para que todos comprendieran. Ni una sola palabra salió de los labios de los presentes, pero al salir de la estupefacta situación, un golpe unánime se hizo notar y todos los presentes estaban arrodillados ante mí, con la cabeza pegada al suelo y temblando de miedo. —¡Lo sentimos su Huáng Dà Dì! No sabíamos que era usted, perdónenos por no haber ofrecido un trato a su altura. Mandaré inmediatamente a alguien para Hacer lo que ha ordenado, haré que todos mis hombres anuncien su llegada.

Tiré de la cadena haciendo que la pequeña escoria se levantara un poco en el aire y miré fijamente a dueño de la posada. —No te olvides de nombrar a mi pequeña mascota, queremos que todos sepan que ni siquiera un insecto de Hēiyù, se escapa de mis manos cuando falta a la ley.

—S-si Bì xià. No lo olvidaré.

—Muy bien...

Miré en dirección a mis acompañantes, Chǒu Tai se encontraba sentado sobre una mesa comiendo frutas del platillo de algún cliente, mientas Lu Xiǎo se encontraba seriamente parado al lado de los jóvenes dioses. —Vamos, tenemos una pequeña visita que hacer al Wáng de BáiYù, ya hemos perdido demasiado tiempo.

Camino al palacio de BáiYù, mientras más avanzado, más podíamos notar el silencio en los lugares por el cuál transitábamos. Todo estaba en una misteriosa tranquilidad, pero tal como había dicho Lu Xiǎo, se podía sentir la atmósfera cargada de energía resentida, aún cuando no había rastro visible de la misma. Incluso los ciudadanos se veían tensos, asustadizos y extrañamente demacrados, algo me decía que las cosas no habían estado muy bien por éstos parajes y el sólo hecho de que el gobernante mortal no me lo haya mencionado, significaba que alguien con el suficiente poder lo tenía controlado.

Al llegar al palacio, el Wáng zhèng Wàng ya se encontraba con sus hombres en las puertas de entrada de la capital de BáiYù, con una mirada sombría y cubierta de preocupación. El que me estuviese esperando no significaba nada bueno, no era posible que los monigotes del posadero, llegaran con el recado antes que nosotros, esto estaba totalmente calculado, incluso, nuestros pequeños percances en el camino; aún así, me mantuve indiferente bajo su mirada de escudriñó y moví lentamente mis ojos hacia los suyos. —Que interesante, si el mismo Rey Zhèng Wáng nos ha salido a recibir.

El hombre frente a mí palideció y se inclinó rápidamente junto a todos sus hombres. —Huáng Dà Dì de Dì Yù. No podría estar más honrado de darle la bienvenida a las tierras de BáiYù, en persona.

Tire de la cadena del pequeño demonio haciendo que chillara y el Wàng mortal palideció visiblemente al verle, incluso algo de resignación se denotaba en su mirada. —Por favor Bì xià Liú, vamos dentro, tengo todo preparado para su llegada.

—Ya me di cuenta, Zhèng Wáng, espero que, dentro de tal información, este el actuar de estas escorias y el porqué no ha llegado ninguna misiva de esto a Hēiyù.

El hombre se hundía entre sus hombros cada vez más y asintió levemente dando la orden a sus guardias de escoltarnos con la mayor de las galas. Una vez dentro, me dio paso a sentarme en su tan afame trono y se paró frente a mí. —¿Y bien? ¿Qué tienes para mí?, espero que no falte nada Zhèng Wáng, no ha sido un viaje muy agradable y mi humor no es el mejor.

El hombre tembló visiblemente ante mí y trago pesadamente su propia saliva intentando sacar las palabras de su garganta sin titubear. —Claro, Bì xià ¡Eunuco Wen! ¡Los informes para Bì xià Liú!.

El pequeño eunuco al lado del Wàng zhèng dio la orden y tres hombres entraron con sus brazos llenos de pergaminos. Lo miré seriamente y recosté la cabeza sobre mi mano, esto estaba acabando completamente con mi poco temperamento. Le miré con molestia e indiferencia, mientras él se quedó estático frente a mí. —¿Qué pretendes jugando con mi tiempo Zhèng Wàng? ¿Realmente quieres morir? ¿O tal vez se te ha olvidado quién soy?

El viejo mortal me miro despavorido e inmediatamente se tiró al suelo rogando perdón. —¡Claro que no Huáng Dà Dì! Por favor, perdone a este inútil servidor...

Moví mis dedos perezosamente cerrando los ojos—Si valoras tu vida, entonces empieza hablar y explica este espectáculo.

El hombre aun en el suelo, levanto levemente la cabeza dejando correr sus lágrimas, mostrando lo débil de su especie. —¡Bì Xià! No tuve opción, si no intentaba ganar tiempo, mi hija y mi esposa morirán. ¡Por favor! ¡Bì xià! Soy un simple mortal sin poder alguno frente a los cielos.

Crucé mis piernas y me senté golpeando mi espalda en el respaldar mientras cruzaba mis brazos al mismo tiempo. —¿Es un dios?

El hombre me miró atónito, pero negó frenéticamente mientras se tapaba la boca con ambas manos, había hablado de más y ya no tenía escapatoria. —Paso desde hace una semana. Una extraña mujer llegó a la capital de BáiYù, se instaló como un chamán. Creaba muñecos de greda y los vendía a la gente de la ciudad como amuleto de la suerte y prosperidad, pero, resulta que con los días, esos muñecos tomaban una forma espeluznante y tenían un olor desagradable, igual al pequeño ser que traía con usted su majestad. Esas figuras de greda se transformaron duplicando su tamaño y empezaron a atacar a los habitantes. Luego de ello intentamos capturar a la mujer, pero los pequeños seres la defendían y por más que intentáramos eliminarlos, ellos no morían. Estábamos cansados de luchar sin fin contra ellos y las personas estaban aterradas. De repente, la chamana se presentó un día en el palacio junto a un extraño hombre de piel oscura y cabellos blancos. Aquel susurraba cosas al oído de aquella mujer y ella proponía tratos, los cuales me negué rotundamente aceptar. Pero el hombre susurro algo nuevamente a la mujer antes de marchar y desaparecieron entre las sombras sin dejar rastro y sin decir una sola palabra; dos días después, al despertar, mi cama estaba vacía al igual que la de mi hija y en ella solo había un hilo extraño atado a una nota que se deshizo luego de haberla leído. En la nota decía que, si no aceptaba los tratos, mi esposa y mi hija sufrirían el peor de los infiernos. Es por ello por lo que no tuve alternativa ¡Bì xià! ¡Tiene que creerme!

Mire al hombre frente a mí que no se había parado del piso y lloraba dramáticamente mientras golpeaba su cabeza contra el pavimento. Camine lentamente hacia él y me senté en el escalón más próximo a su nivel. —¿Un hombre de cabello Blanco?

—Si, Bì xià...

Sabía que no mentía, y era justamente lo que me preocupaba. Los hilos y la descripción, era la pista más contundente de que tratábamos con Déwēi, únicamente lo había visto una vez, pero me bastó con ello para saber que sería un grano en el trasero. ¿Pero, que problemas tendrá conmigo para querer ser mi enemigo? Jamás nos habíamos interpuesto el camino del otro. No había hecho nada que pudiese provocar una rivalidad, incluso le permitía andar libremente por mis tierras. Si bien nadie sabe su especie u origen, se sabe que es una entidad espiritual, jamás pensé que jugaría para las sucias ratas de los cielos, a no ser que la recompensa sea algo realmente valioso como para arriesgar su vida luchando contra mí.

Negué lentamente despertando de mis pensamientos, saque una pequeña daga de plata que escondía entre mis túnicas y mire fijamente al hombre frente a mí que tenía una cara repleta de terror. —Si tu esposa y tu hija no están muertas aun, intentaremos traerlas en una pieza, ahora necesito que te concentres y cumplas con lo acordado, tienes que ganar tiempo ¿no? Entonces vamos a hacer como si no supiera absolutamente nada y cuando esos seres lleguen, seguirás su plan al pie de la letra, un solo error y no solo tú morirás, sino que tu nación completa, ¿entendido?

Pose la cuchilla en su barbilla y lo mire con pereza obligando a mis parpados a levantarse un poco más. El hombre tembló visiblemente y asintió con nerviosismo. —Si, si, Bì xià.

—Bien, ahora trae lo que me corresponde, espero que valga la pena salvarte el trasero Zhèng Wáng.

El hombre se levantó rápidamente asintiendo y ordeno traer a los presos y dos minutos después, una hilera de cincuenta hombres estaba frente a mí. Algunos tiritando, incluso unos se orinaban ante mi presencia; otros rebeldes tratando de mantener su apariencia escupiendo el suelo ante mí. Una risa resonó entre las paredes del mediocre palacio mortal y miré con indiferencia a aquellos seres mortales que aún guardaban arrogancia dentro de ellos, podía admirar su coraje. Camine lentamente y tome la cara del hombre que acabada de escupir frente a mí. Le dediqué una leve sonrisa hundiendo mis dedos en su piel cada vez con más fuerza, hasta que un chillido de dolor y el crujido de aquella mandíbula quito todo rastro de altanería de aquel rostro, dejando solo los gritos inundados de dolor. —Bien, muy bien, veo que cada vez tenemos más basura para el Tài Shān, mis jueces estarán ansiosos de procesar sus almas en la torre Yánluó.

Todos estaban es absoluto silencio, el único ruido que se oía era el quejido del hombre al cual acababa de destrozar la mandíbula, no podía negar que me sorprendía que aún no perdiera la conciencia del dolor, pero, a decir verdad, sus gritos se volvían música para mis oídos. Eran menos que basura, escoria de la peor clase, nadie tendría una gota de misericordia por ellos si supiesen las aberraciones que han hecho; asesinos, violadores, pedófilos, traficante de niños, cada una de estas escorias, era lo peor de lo peor, ni los demonios de Dì Yù caían tan bajo como las ratas mortales.

Mire a mi alrededor, Chǒu Tai sonría divertido jugando con su abanico mientras intentaba relajar con bromas a Yáng gūniang, Lí Sǒng estaba totalmente serio desviando la mirada mientras Lu Xiǎo miraba fijamente a cada individuo que se encontraba frente a mí, atento a cualquier orden que le fuese dada. —Preparen el escenario, los mataré frente a todos, quiero a cada ciudadano de la capital de BáiYù reunido frente al escenario, incluso los niños. Que todos sepan, qué pasa cuando se rompe la ley y que es el verdadero terror.

El viejo gobernante mortal asintió palidecido y antes de siquiera abrir la boca, los ruegos de los hombres frente a mí no se hicieron esperar. Suplicas, llantos, incluso muchos intentaron suicidarse mordiendo sus lenguas, pero nada los haría escapar de su trágico destino, no los dejaría morir sin pasar por mis manos, esta es la única forma de mostrar a todos a quien realmente tienen que temer.

...

El escenario estaba preparado. Fuera del palacio, todos los ciudadanos de la capital de BáiYù estaban alrededor, temerosos, viendo expectantes a los cincuenta hombres que temblaban y lloraban rogando por sus vidas. Hombres que habían destrozado familias completas, humillado y deshonrado a seres de su propia especie, ahora se encontraban orinados, moqueando y llorando por piedad, piedad que jamás les sería concedida, no por mí.

Subí lentamente a la plataforma, el verdugo que danzaba con las cuchillas se detuvo ante mi presencia, los jóvenes dioses y mis acompañantes se posicionaron frente a mí uniéndose al público, Chǒu Tai aplaudía animadamente mientras los jóvenes dioses intentaban desviar la mirada anticipando la masacre. Mire vagamente a los presentes antes de caminar lentitud y elegir a uno de los hombres al azar. Agarre su cabeza con una sola mano y lo arrastre al medio de la plataforma. La multitud que estaba hundida en el cotilleo, quedo en sepulcral silencio cuando el grito desgarrador del hombre entre mi mano se hizo escuchar, apreté fuertemente su cabeza levantándole en el aire, aún consiente gritaba con todas sus fuerzas ante la presión ejercida. Los ciudadanos intentaron no apartar la mirada que por más que lo negasen, la curiosidad y el morbo les alimentaba. Sonríe ante la nueva atención que había adquirido y saque la pequeña cuchilla de plata que tenía dentro de mis túnicas. Aun con el hombre levantado por su cabeza, guíe mi otra mano justo a un extremo de su abdomen y enterré lentamente la cuchilla haciendo que se escapara un grito desgarrador de su boca. Lenta muy lentamente deslice la cuchilla de un extremo de su abdomen al otro, sus gritos no pararon hasta que retire la cuchillada. Sus viseras cayeron producto de la gravedad, quedando colgadas y juntos a ello, apreté fuertemente su cabeza haciendo que esta misma reventara salpicando la sangre frente a los más cercanos a la plataforma. Los ojos de aquel hombre colgaban cuál gajo de uva y la sangre se escurría deslizándose por mi mano. Los gritos y exclamaciones de horror, no se hicieron esperar de parte de los presentes, solté el cuerpo dejándole caer como un pedazo insignificante de basura y camine sobre él posicionándome frente a todos. —Bien. Ahora que tengo su atención, déjenme presentarme. Para los que tengan mala memoria o simplemente olviden quien realmente manda este plano terrenal, soy Liú Huó, El Huáng Dà Dì del Dì Yù Bān y de sus repugnantes tierras mortales, y cada escoria que se atreva a desafiar mi ley, pasara por la misma suerte de estas basuras.

Me gire lentamente jugando con la cuchilla entre mis manos, mire a los hombres restantes que aún estaban estupefacto por lo sucedido y sonreí con disfrutando la vista. —Y bien ¿Quién quiere ser el siguiente?

Los hombres frente a mí se tiraron al suelo rogando y empezaron a empujarse unos a otros evitando ser el próximo, como si eso fuese a salvarle de una muerte menos dolorosa... soy Liú Huó el gobernante de Dì Yù y la piedad, no es parte de mi ley...

Aclaración: Lí YànYàn, no es hermano consanguíneo de Lí Song, Fue adoptado por el padre de este cuando era un niño, para pagar la deuda con el padre de Lí YànYàn que murió en la guerra.

El verdadero apellido de Lí YànYàn, es Lu, por lo que cuando Liu Huo lo revivió, le dejo honrar sus verdaderas raíces y lo nombro bajo el apellido de su padre. Liu Huo, solo usa el verdadero apellido de Lí YànYàn, cuando se quiere referirse a el de una forma intima. Liu Huo ve a Lí YànYàn como su hermano, no tiene ningún interés romántico con el, pero lo siente cercano al ver que ambos vivieron un amor trágico, además lucharon juntos en la batalla de Wuya, han estado juntos mil años y lo respeta.

Por otro lado, Lí YànYàn, ve a Liu Huo como su soberano, por mas que le aprecia, no se atreve a cruzar la línea de servidumbre, porque siente que le debe demasiado, que este esta mas allá de su alcance.

Wàng: 王 (Rey)

Wáng: 望 (Esperanza)

1
Libny Aylin Rodríguez
Que bien vas...continua
Xueniao: Muchas gracias por el apoyo, espero que la historia sea de tu agrado. Sientete libre de corregir o brindar cualquier aopinion, siempre estoy abierta a las aopiniones, para poder mejorar.❤️
total 1 replies
~abril(。・ω・。)ノ♡
Esta historia me hizo recordar por qué me encanta leer. ¡Gracias por hacerme feliz! 😘
Xueniao: Gracias por el apoyo a mi pequeña historia, me alegra inmensamente que sea de tu agrado y espero que siga gustándote.❤️
total 1 replies
Felipa Bravo
Debería escribir más
Xueniao: Gracias por darle apoyo a mi historia, espero que sea de tu agrado a medida avanza.❤️
total 1 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play