ÉLITE II: AMOR INMORAL.

—Mmm, esto está delicioso, sigue así necesitaba mucho esto. —Dice Lia mientras recibe un masaje de su masajista privada, su madre entra y se para en la puerta mientras la observa.

—Dime por qué esa carita… —Lía la mira y suspira.

—Ah, no, ahora sí habla, te conozco, Katia ya está bien, nos vemos luego. —Le dice Gia a la masajista y está, se despide y sale.

—No lo sé, son tantas cosas… Su madre le toca su mejilla y ella se sienta para quedar frente a ella.

—Dime algo, madre, estás orgullosa de mí. —Gia sonríe asintiendo.

—Por supuesto que sí, qué ocurre. —Pregunta su madre.

—Tú te decepcionarías de mi madre … Si yo hiciera algo no muy correcto, sentirías vergüenza de mí. —Gia la abraza fuerte.

—Soy tu madre, hija y somos tu familia, te amamos jamás, óyelo bien, jamás sentiría vergüenza de ti, pero me dolería que no confiaras en mí. —Lía abraza a su madre.

—Estoy abrumada, siento que no puedo, todo se ha juntado. —Comienza.

—Te escucho.

—No me quiero casar con Alessandro, al principio era un lindo y son años juntos no quería dejarlo, pero… —sigue ella.

—Pero hay alguien más, cierto, siempre he sabido que no lo amas, pero no te importaba eso y ahora sí… Tengo razón. —Pregunta si madre y Lia asiente.

—La tienes madre… Pero … Aquí va la parte donde te vas a molestar… —Dice y baja la mirada.

—Es casado, y no sé que siento por él, solo sé que lo quiero cerca siempre. —Su madre le toma la barbilla y le levanta la cara

—No agaches la mirada ante nadie, Quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra, puedo decirte que está mal, pero si de verdad te importa no me vas a escuchar así que no te voy a juzgar.— Le dijo su madre.

—Solo habla con Alessandro y termina la relación, pero igual si se descubre todo, yo te apoyaré igual. —Lía abraza a su madre.

—Gracias por no juzgarme, mamá, te amo. —Dice Lía.

—Jamás lo haría mi niña hermosa, ahora deberías hablar con Alessandro, antes de la cena. —Ella asiente y llama a Alessandro.

—Aló Alessandro, necesito hablar contigo ahora. —Dice, pero él no quiere.

—Me verás en la cena amor, estoy preparándome para esta noche, ahora adiós. —Dijo y cortó la llamada.

—Maldición. —Murmura.

—Que sucede.

—No me dejó hablar, mamá.

—Díselo esta noche y listo. —Lía se lanza en la cama y suspira.

En otro lado está un muy molesto Nicholas con sus amigos, ellos lo quieren calmar, pero es en vano.

—Ya amigo, cálmate, la francesa no tan francesa te tiene así —Nicholas asiente.

—Sí, esa mujer supo joderme, todas las mujeres se me lanzan, todas me hacen dramas, se creen mi mujer, pero… —Comienza con un trago en la mano, lo bebe y sigue.

—Pero esa mujer no me ruega, no me hace drama, no le importa si estoy o no, y en vez de pedirme lo mismo, que me separe, me recalca que tiene prometido. —Dice molesto y los amigos se sorprenden.

—Tu no tan francesa, tiene prometido, mierda, aunque no creo que te importe, además estás casado. —Dice Tyler.

—sabes que este matrimonio jamás fue en serio, al menos no para mí si ella no hubiese inventado lo que supuestamente le hice, jamás hubiese habido boda y no tenía el poder que hoy tengo. —Responde Nicholas.

—Y la has vuelto a ver —pregunta Adrián, su otro amigo.

—Sí, claro que sí, y esta noche me invitaron a su maldito compromiso con ese monigote de mierda. —Grita y sus amigos se sorprenden.

—Qué, es Lía. —Gritan al unísono.

—Sí, es ella, esa mujer es …. Dios es como yo, pero con coño…

—No me ruega ni me busca, trato de jugar con ella, pero no, la que tiene el control es ella y me pudre verla con otro, maldición, no se va a casar. — parte el vaso contra el piso.

—Cálmate, no es justo, tú no le vas a ofrecer nada, ella merece más que ser tu amante. —Dice Tyler y él lo mira.

—Lo sé… Yo me encargaré de Verónica y de todo lo que se interponga. —Suelta, Nicholas de nuevo.

La noche cae y Lía trató de hablar con Alessandro, pero simplemente la ignoró.

Todos llegan a la cena de compromiso y la novia está en su habitación, ordenó que llevarán a Alessandro al despacho cuando llegase, pero este no quiere reunirse a solas, lo quiere hacer frente a todos

—Hija ya llegó Alessandro. —Informa su madre.

—No pide hacer que me escuchara. —Dice Lia.

—Yo te apoyo, muchas se dan golpes de pecho y juzgan, pero son peores, así que tu sal y sea lo que decidas estoy contigo. —Dice Gia y Lia abraza a su madre muy fuerte.

En la sala está Tyler, Adrián, la familia de Lía entera, incluyendo a Tomás y a su esposa, y también está Nicholas y Verónica, este último se ve guapo en un traje negro a medida, pero también está molesto y los celos lo consumen.

Los padres del novio están parados junto a su hijo, la madre de Alessandra Mireya, saluda a Lia y le lanza sus comentarios de siempre.

—Me contó mi hijo que están esperando a que termines tus contratos d modelaje, ya debes dejar de trabajar y dedicarte a tu esposo, mira a Verónica ella siempre está en casa. —Dice la señora y Lia voltea sus ojos.

—Respeto a las mujeres que se quedan en casa y se dedican a su esposo, pero yo no soy así no dejaré de trabajar. —Responde Lia.

—Eso no es de una mujer decente, la mujer es de su casa por eso tantos matrimonios acaban en terceros. —Dice la arrogante mujer.

—Señora Mireya eso no tiene nada que ver hay mujeres dedicadas e igualmente tienen su cabeza bien decorada, nada de lo que una haga evitará lo inevitable si tú pareja no te respeta— Dice irónicamente mirando al padre de Alessandro que le encanta una jovencita.

Los demás hablan de otra cosa y la noche continúa, Alessandro se para en el centro y quiere hablar, pero...

—Alessandro me permitirias un momento a solas por favor. —Pide Lia y este no acepta.

—Luego mi amor, primero quiero dejar claro publicamente que seremos oficialmente prometidos. —Saca una cajita y quiere arrodillarse, pero.

—Espera Alessandro quería hablar contigo desde temprano. —los labios de Nicholas dibujan una leve sonrisa mientras Alessandro se tensa.

—Que sucede amor no puede esperar, estoy a punto de darte el anillo.

—No me hagas la pregunta Alessandro por favor y ahora sí sígueme para hablar. —El niega y se le acerca.

—Qué estás haciendo... Vayamos a hablar. —Dice y se va con ella al despacho.

Ella entra y el cierra la puerta.

—Qué te sucede cariño, no puedes hacer esto ahora.

—Lo intenté, de verdad intenté decirte, pero no quisiste, ya no funcionamos Alessandro. —Dice y Alessandro se le acerca.

—No me dejaras en ridículo de acuerdo te deje pasar tu trabajo de espía, pero ya no más, tu vas a ser mi esposa. —Dice y la toma del brazo, pero ella se suelta.

—Entonces lo que me dijeron es cierto, hay alguien más, quien demonios te saco del operativo e rescate que nadie te ordenó, habla maldición. —Ella abrió sus ojos y se le acercó.

—Quie te hablo del operativo, habla Alessandro.

—No te lo diré saldré a decir que el compromiso se pospone, pero no sé ha acabado. —Dice firme.

—Di lo que quieras, pero no seguiré contigo. — Lia sale antes que el y llega con su familia.

—Les pido una disculpa, pero no habrá compromiso. —Dice y Alessandro se le pone por detrás.

—Por ahora, pero lo nuestro sigue igu... —Lia lo mira.

—Fui firme Alessandro, discúlpenme, pero me tengo que ir. —La joven toma el auto y sale dejando a todos ahí.

Los padres de Alessandro están molestos y la familia de lía está preocupada.