La Villana Exiliada

Alesha estaba sentada sobre el escritorio de Ritter, leyendo una breve carta que al parecer iba dirigida a Delia, por lo visto, la chica no dudo en contactarlo para pedir su ayuda.

— así que tiene algo más importante que hacer...— menciona Alesha.

— es de mala educación leer correspondencia ajena.— Ritter le quita la carta.

— solo tenía curiosidad. Pobre su amiga, le ha mentido.— se burla.

— en realidad no, no le mentí, si tengo cosas más importantes que hacer...— Ritter la observa desde su asiento.

Pero su mano se desliza bajo la falda del vestido de Alesha.

— ya veo...¿me pregunto que es eso importante?— Alesha sostiene la mano del albino para detener lo que hacía.

— no hay nada más importante que complacerla, si me marcho, temo que pueda encontrar a otro y eso no me lo perdonaría.—

Ritter aprovecha para ponerse de pié y apoya las manos sobre el escritorio en cada costado de Alesha, para así mantenerse cerca de su rostro.

— no creo que haya otro hombre capaz de reemplazarlo, al menos no por ahora.—

Alesha pasa sus manos por el rostro de Ritter y le quitarle los lentes, aprovechando esto, Ritter atrapa los labios de la chica en un fogoso beso.

Una carta de respuesta había llegado al palacio, Delia se apresuro a abrirla al saber que era de Ritter, quizás ya tenía noticias de su padre, pero la decepción se vio en su rostro tras leer el breve contenido de la carta.

"Si la guardia del palacio lo esta buscando, mi intervención no es necesario. Yo tengo asuntos sumamente importantes que no puedo dejarlos solo para buscar a una persona."

Delia dejo la carta y comenzó a llorar, no podía creer que Ritter fuese tan cruel con ella, aun cuando es una sola persona, es su padre, Ritter lo conoce, debe sentir al menos un poco de preocupación por él. Johan, quien iba entrando a la sala, nota el estado en el que se encuentra Delia, así que la abraza para tranquilizarla.

— lord Ritter no me ayudará, dice que la guardia se puede encargar de eso...— solloza.

—¿que? ¿Como puede ser tan poco empatico? — Johan ve la carta y la lee. Esto solo le hace enojar.

No puede creer que ese hombre, quien conoce al Marqués desde su niñez, no sienta un poco de preocupación por él.

— tranquila, enviaré a todas las tropas posibles, su padre aparecerá.— promete Johan.

Aún así, Delia no puede sentirse herida ante el rechazo de Ritter, ella aún lo considera su amigo, pero al parecer, él sigue resentido por lo que paso entre ellos.

La búsqueda continuó por algunos días en el territorio del norte, hasta que finalmente dieron con el carruaje, los guardias que iban ese día con el marqués, aseguraron que ese era el carruaje, así que se busco a los alrededores y el bosque, hasta dar finalmente con un cuerpo que llevaba cuando mucho dos días de muerto, al parecer, todo parecía indicar que el marqués se había perdido en dicho bosque y optó por quitarse la vida. Delia pedía que investigarán más a fondo, no era posible que su padre no haya podido salir de ese bosque y menos llegar a quitarse la vida, así que Johan pidió que se hiciera la investigación, hasta que finalmente se llego a la conclusión de que fueron bandidos los que posiblemente estuvieron ahí hasta que el marqué murió y lo hicieron ver como un suicidio, pero a esas alturas era imposible saber que grupo de bandidos lo hizo.

— lo siento, si tan solo lo hubiese encontrado antes...— se lamenta Johan.

— no es su culpa su alteza...estaba en un territorio alejado y los caballeros no podían llegar antes.— solloza con las manos cubriendo su rostro.

— si tan solo Lord Escalante le habría ayudado, el podría haberlo encontrado antes.— menciona molesto.

— no es su culpa...entiendo que lord Ritter también tiene sus ocupaciones...—

Johan no puede hacer nada más que abrazar a Delia. Pronto será el funeral del marqués, así que para ayudar, él mismo se ha encargado de todo.

Poco después del funeral, ya en todo la capital y las afueras se sabía sobre la muerte del marqués, lo cual retraso la celebración de la boda del príncipe y Delia, ambos quedaron en guardar un mes de luto, pero Delia estaba triste, su padre ya no estará para entregarla en el altar, pero como consuelo, el emperador se ofreció a ser quien entre con ella al templo, aliviando así un poco el corazón de Delia.

Aun cuando se guarda luto, la emperatriz no suspendió las clases de Delia, ella era muy estricta respecto al aprendizaje, puesto que Delia carecía de ciertos modales.

— madre, ella está pasando por un momento difícil, después de la boda podrá seguir con todo.— le pide Johan.

— hijo, no dejaré que te haga pasar por una vergüenza en la boda. He aceptado tu matrimonio, pero a cambio ella prometió educarse, una o dos perdidas, no la deben detener, es así como debe de ser una emperatriz, mantenerse firme en los peores momentos, justo como lady Alesha Von Hansen, que salió con la frente en alto, aunque haya sido exiliada.—

La emperatriz no esta de acuerdo con lo que hizo, pero admira el orgullo que posee Alesha, pues no bajo la cabeza en ningún momento tras recibir su condena, mientras que Delia, solo llora y agacha la mirada ante todos, esperando a ser rescatada.

— madre, por favor, se que lady Von Hansen siempre te agrado, pero lo que hizo no tiene perdón.— asegura Johan.

— ¿de verdad fue ella? Sigo sin creer que fuese tan evidente al dejar las evidencias a la vista. En fin, mañana debe presentarse tu prometida a sus clases, no hay excusa.—

La emperatriz no espero a que su hijo hiciera otro reclamo, pues no pensaba cambiar y esa chica debe recibir sus clases.

****

Alesha mira el periódico de los nobles, ahí venía escrito la noticia sobre el marqués, ella sabía perfectamente que sin evidencias no podían hacer nada más, en ese momento agradece que esa época, no haya tecnología avanzada.

— se ve feliz, supongo que ya leyó el encabezado.—

— pobre marqués. Sabes, tengo otra grandiosa idea, una que servirá muy bien.— menciona Alesha con una sonrisa ladina.

Ritter se sienta a su lado en el sofá, dispuesto a escuchar su idea.

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