Victoria Casani es una chica de 24 años con poca vida social, su día a día se basa en ir a la universidad y forjar su carrera a base de esfuerzo y dedicación, ella sueña con ser arquitecta, ella vive con sus padres Carmen que es de Asendencia Mexicana y Lorenzo que es Italiano, también con su hermano mayor Gabriele, viven en la hermosa ciudad de Florencia- Italia.
Leonard Loannou tiene 38 años, es un excelente decano de diseño arquitectónico y hace poco se unió a (Università degli Studi di Firenze, UNIFI) en Florencia, el es de origen Griego, pero decidió mudarse a este nuevo país, ya que le llegó una excelente oferta de esta universidad, a la que por mucho tiempo estuvo aplicando, pero hasta hace unas semanas se le dió la oportunidad gracias a su excelente perfil profesional.
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CAPITULO 3
De ese auto se bajó un hombre bastante apuesto y elegante, con su barba bien perfilada y su cabello cuidadosamente peinado, a la vez portaba un traje hecho a la medida, pero aún así no me importo.
- Señor -- le grité, el se sorprendió pero giró en mi dirección.
- ¿me está hablando a mi?-- preguntó.
Yo miré para todos lados y luego hablé --¿acaso ve a alguien más? -- el dió una breve escaneada con sus ojos al lugar.
- ok, ya entendí, dime qué necesitas --
- ese lugar es mío, y usted fue un grosero que se metió -- dije señalando su auto parqueado.
- Lo siento niña, pero esto es un parqueadero público, el lugar es de quien se acomode primero-- me recalcó.
- si, pero yo estaba dando reversa, era obvio que iba a tomar el lugar -- en ese momento ví que otro auto liberó un espacio -- sabe que, olvídelo, tomaré aquel lugar, solo espero que esto no se vuelva a repetir -- le dije y me subí a mi auto y lo acomodé en el lugar vacío.
Fui por un poco de agua al bebedero, esa discusión me había dejado exhausta, pero admito que me ayudó a liberar un poco esos malos sentimientos que traía.
La primera clase del día era Expresión digital tridimensional, fui al salón designado para está área, la mañana transcurrió con normalidad, hasta que en la clase de sistemas ambientales, ingresó el director de la facultad, detrás de el venía un hombre, al detallarlo bien, era el mismo con el que había tenido la discusión por el parqueadero está mañana, mis manos comenzaron a sudar, entonces el director habló.
- Buenos días, lamento interrumpir su clase, pero debo hacer la respectiva presentación de su nuevo Decano de Diseño Arquitectónico, el Magíster Leonard Loannou, es una persona muy preparada y se que van a aprender mucho de el, tiene un amplio conocimiento en el área -- el director le dió la palabra al nuevo Decano, yo quería volverme chiquita, desaparecer en ese instante.
- Buenos días, cómo ya menciono el director, estoy aquí para compartir mis conocimientos y guiarlos, espero contar con su disposición para que podamos trabajar en armonía -- finalizó, favorablemente no me vio.
- Cualquier cosa que necesites, en este grupo contamos con la mejor alumna de la facultad, la señorita Victoria Casani --dijo el director, nunca desee tanto en mi vida que la tierra se abriera, me tragara y me escupiera en otro continente -- por favor póngase de pie-- insistió ya que notó que yo no me presenté.
Me paré de la silla sin levantar la cabeza -- Bienvenido Decano Leonard Loannou, aquí estoy para servirle -- dije aún sin levantar la cabeza.
- puede por favor mirarme, necesito ver el rostro de la persona con quién estoy hablando -- puntualizó y mi corazón latio con fuerza, ahora sí estoy acabada.
Levanté con mucha lentitud mi cabeza hasta que estuve completamente erguida, ví como una ligera sonrisa se dibujaba en sus labios, Pero luego recobro su postura sería.
- Perfecto, señorita Victoria Casani, cualquier inquietud espero contar con su ayuda -- lo senti como una sentencia de muerte -- ya te puedes sentar, y por favor, te espero en el receso en mi salón, es el mismo dónde impartía las clases el Decano anterior, trae tus apuntes -- finalizó y yo asentí.
- si señor -- dije y me acomodé en mi silla, ellos se fueron y la clase continuo con normalidad.
Estaba tan nerviosa, que recé durante toda la clase para que el tiempo no pasara tan rápido, pero de nada sirvió, salimos al receso, yo tomé mi bolso y me dirigí al salón del Decano, sentía mucha vergüenza por lo sucedido y por mi altanería al hablarle, pero para empezar no sabía quién era, además él me quitó de una forma muy grosera, mi lugar en el parqueadero, me fui haciendo auto terapia para no sentirme tan mal, cuando me di cuenta ya estaba frente a su puerta, toqué suavemente, desde adentro escuché una voz.
-¡Siga!-- yo abrí y pasé.
- Hola señor, aquí estoy como pidió -- le dije, el se retiró los lentes y me dió una mirada indescifrable.
- por favor acérquese -- me pidió, yo corté distancia y me pare frente a su escritorio.
- ¿aquí está bien?-- pregunté y el sonrió.
- si, está perfecto, pero primero quiero aclarar algo-- dijo-- ¿normalmente eres así de grosera?-- indagó y me dejó sorprendida su pregunta.
- ¿qu-que? ¿perdón?- no pude artícular más palabras.
- Si, hoy en el parqueadero, ¿así eres normalmente? ¿ese es el perfil de la mejor estudiante que tiene la facultad de arquitectura?-- volvió a preguntar y yo ya me estaba enojando de nuevo.
- No señor, hoy tuve mis motivos, no todos los días las personas nos levantamos felices, y hoy usted fue el culpable de que yo explotara-- dije.
-¿estás segura? A mí me parece que descargaste una irá reprimida conmigo-- me sentí mal por sus palabras, por qué en realidad si tuvo algo que ver la agresividad con la que lo enfrenté.
- Discúlpeme por lo de esta mañana, pero en parte es su culpa, señor, yo vi el parqueadero primero--
- Pero fuiste muy lenta para tomarlo y yo necesitaba llegar rápido con el director, pero me disculpo por eso -- finalmente asumió su error.
- Entonces estamos a mano --le dije.
- Estamos a mano-- repitió -- bueno, ahora sí comencemos con la razón por la que te pedí que vinieras, dame tus apuntes y necesito que me resumas brevemente lo que han visto del area--
Yo comencé a hablar mientras el ojeaba mis apuntes sin perder ningun detalle, y escuchando atentamente mis palabras, cada tanto me miraba y luego volvía a clavar sus ojos en mi cuaderno, hasta que por fin terminé de hablar.
- y eso es todo señor --
- Están bastante atrasados, pero lo que me dices no coincide con los apuntes que tienes, en este cuaderno tienes información muy relevante --
- si señor, es que esos son mis apuntes, pero la información la he ido recopilando de investigación propia, el Decano Giuseppe carecía de muchos conocimientos -- dije con sinceridad y el sonrió.
- ok, entonces ya se por donde empezar, gracias por tu tiempo -- resaltó.
- Gracias, señor, con permiso -- dije tomando mi cuaderno, sin querer toque sus dedos con los míos, sentí un corrientazo que hizo que lo soltara y callera de nuevo en el escritorio.
- ¿Estás bien?-- preguntó.
- si señor, disculpe -- le dije tomando el cuaderno, está vez más rápido y con cuidado, lo guarde en mi mochila y salí del salón a pasos rápidos.