Traicionada por su Prometido, Gana un Presidente

"¿Por qué, Jono?", preguntó Lia en voz baja. "¿Por qué haces esto... cuando nuestra boda es en solo una semana?"

Jono bajó la cabeza, en realidad también se sentía culpable. Todavía la amaba. Pero era demasiado tentado cuando le ofrecían algo que tentaba sus deseos.

¡PUM!

Lia golpeó la mesa. "¿¡Te pregunto por qué me haces esto!? ¡Solo tenías que decir que querías a Silvi! ¡No era necesario casarnos! ¡Listo! ¡Pero por qué te acuestas en secreto con ella!?"

Jono se revolvió el pelo. Sintiéndose frustrado.

"Yo... Perdóname, Lia... Te lo ruego... Realmente fue un lapsus... Perdóname..."

"¿¡Lapsus!?", Lia se rio amargamente. "¿¡Lo disfrutaste y lo llamas LAPSUS!?"

"Lia..." Jono trató de atraer a Lia a sus brazos. Pero Lia inmediatamente lo rechazó.

"No me toques con tus manos sucias después de sudar con mi propia amiga". Lia se rio amargamente, "Jajaja... Amiga..."

"Lia, te amo..."

"¡Tonterías con tus mentiras de amor, Jono! ¡No me lastimarías así si realmente me amaras! MALDITO BASTARDO".

El personal del hotel se paró en medio de la habitación, tratando de neutralizar la situación.

"Por favor, cálmese, señora. Por favor, no se deje llevar por las emociones".

Lia lo miró fijamente. "¿Jajaja, no me deje llevar por las emociones? ¿Qué, si fueras yo, no te emocionarías, huumm?"

El personal del hotel se quedó en silencio.

Lia sonrió levemente, "¡Ahora estás callado!", lo reprendió con cinismo.

"¡Lia!" Silvi también habló. "¡Ya basta de insultar, Lia! Esto ya ha sobrepasado los límites... No solo nos estás lastimando físicamente..."

"¡Jajajaja! ¿¡Sobrepasar los límites!? ¿¡Qué hay de ti, traidora!?", dijo Lia bruscamente. "¡Incluso te acostaste con el futuro esposo de tu propia amiga! ¡Confío en ti, Sil! ¡Pero en cambio me apuñalaste muy profundo!"

Silvi negó con la cabeza, "¿Por qué no reflexionas sobre por qué Jono vino a mí?"

"¡Porque eres una tentadora, ZORRA!", espetó Lia llena de emoción.

El rostro de Silvi se puso rojo, reprimiendo sus emociones. Sus manos estaban fuertemente apretadas sobre sus rodillas.

Lia la miró fijamente. "Parece que estás muy orgullosa de abrir tus piernas para mi prometido, ¿verdad?"

"¡Cuida tus palabras, Lia!", Silvi se puso de pie sin aceptarlo.

"¡Tú eres la que tiene que cuidar su actitud, Sil!", gritó Lia, también poniéndose de pie. "¡De verdad mereces que te llamen prostituta, huuhh! ¡No solo prostituta! ¡Eres una traidora!"

El ambiente se volvió silencioso. Pero, obviamente, hacía mucho calor allí. Los ojos de Silvi eran afilados, al igual que los ojos de Lia.

"Lia... Por favor, cálmate". Jono trató de mediar. "Lo sé... Es mi culpa..."

Lia miró a Jono y lo abofeteó de inmediato.

¡PLAK!

"¡Oye! ¡Cuidado con tu mano!", gritó Silvi, que no aceptó que Jono fuera golpeado.

"¿Qué? ¿Tú también quieres?", desafió Lia, quien inmediatamente golpeó a Silvi.

¡PLAK!

"Aaahhh", gimió Silvi. Su cuerpo se tambaleó hacia Jono, quien la atrapó de inmediato.

"¡Lia! Si realmente quieres golpear, solo golpéame a mí. ¡No seas tan grosera!", protestó Jono.

¡Plak!

Lia abofeteó de nuevo. "De hecho, te he estado golpeando desde antes. ¡Ustedes dos son iguales! ¡Repugnantes!"

Lia respiró hondo. Se peinó el cabello con los dedos hacia atrás. Estaba claro que sabía que todo esto no servía para nada. Solo sufriría más dolor.

"Ustedes se merecen el uno al otro. Ambos apuñalan por la espalda. Ambos son traidores, ambos son basura!"

Caminó hacia la puerta de salida.

****

En un país extranjero, la maleta de Lia se deslizó en el piso de mármol de un hotel de cinco estrellas. Entregó el pasaporte y la tarjeta de crédito sin decir mucho. Sus ojos estaban hinchados, su cabello atado descuidadamente. De hecho, decidió recuperarse en el extranjero en lugar de estresarse.

"Bienvenida, señorita Amalia Larasati. Su suite está en el piso 19".

La habitación del hotel era muy lujosa, incluso no podía creer que pudiera obtener una habitación tan lujosa. La vista de la nieve cubría la ciudad extranjera. Pero el frío exterior no era nada comparado con el frío dentro de su pecho.

"¿Por qué la vida tiene que ser tan cruel?"

Dejó caer su cuerpo sobre la cama, cerrando los ojos. "Haaahh, pero también es genial. Puedo disfrutar de una habitación tan buena. No es posible que se hayan equivocado de habitación, ¿verdad?"

Lia se rio entre dientes. "Ah, no es posible. Pase lo que pase, este es un hotel grande. No podrían equivocarse de habitación".

Lia arrastró los pies hacia el baño, "Ah, mejor me baño. Mi cuerpo se siente pegajoso..." Se quitó la ropa y entró en la bañera llena de agua tibia y espuma. Sus ojos estaban cerrados. Por un momento, quería olvidar.

"Olvídalo todo, Lia. Disfruta de tu día aquí. Mereces ser feliz. Olvídalo...."

Lia solo cerró los ojos y se sumergió durante mucho tiempo, de repente sintió la presencia de alguien en el baño.

"¿Por qué siento que alguien me está mirando fijamente?", pensó para sí misma, "¡No! Solo estoy sola aquí. No es posible que haya otra persona aquí. Es solo una sensación".

Lia siguió tratando de pensar positivamente, pero, gradualmente sintió que la presencia se hacía más fuerte. Abrió los ojos y al instante dio un respingo.

En frente, de hecho, había un hombre extranjero que la estaba mirando con un vaso de Vodka en la mano.

"¿Qu-quién eres? ¿Por qué entraste en mi habitación y atacaste mi privacidad?"