AMIRA LA EMPERATRIZ HÍBRIDA

****** ADOLFO ******

Soy Adolfo y soy emperador de la zona norte, soy el cuarto gobernante y el segundo de tener las tierras más extensas que hay, porque la primera era mi ex prometida, la mujer que aunque ya no está en este mundo me sigue robando los sueños, por ser confiado la perdí yo me case con otra y ella sufrió mucho quince años después mi bella, fénix se casó con el dragón sagrado.

Para que sepan lo que sucedió les resumiré parte de mi historia.

Mi nombre es Adolfo MacGregor tengo, bueno mi edad no lo puedo decir, confórmese con saber que soy inmortal, solo moriré si me autodestruyo como lo hizo Anabella mi hermosa, fénix.

Anabella y yo crecimos juntos, sus padres y los míos eran grandes amigos, aunque somos Licántropos y ellos fénix nunca hubo diferencias de especies, siempre era unión y hermandad entre todos los seres sobrenaturales e incluso los humanos.

Cuando cumplimos catorce años, nuestros padres decidieron unirnos en compromiso para cuando cumplamos diecisiete años nos casaremos, esa noticia nos alegró a los dos, nos amamos y éramos inseparables

Pasó el tiempo y ya estábamos a un mes de unir nuestras vidas y eso me emocionaba, Lindaura todo este tiempo, se había dispuesto a mejorar la tierras para nuevas cosechas, yo le había dicho que no era necesario, pero ella siempre tuvo un carácter explosivo, nunca me importo ese carácter más bien me gustaba.

Por una extraña razón, mi padre me propuso visitar a su padrino que vive en el imperio del norte, ellos poseen una de las tierras más extensas entre los cinco imperios existentes.

Me negué a acompañarlo, pero me dijo que lo hiciera como celebrar una despedida de soltero, además sería la última vez que lo haga ya que pasaría a la fila de casados.

Un día después, nos vamos rumbo al imperio Norte, sin antes de despedirme de mi bella Anabella, le prometí regresar pronto, ella se enojó mucho por mi partida y más cuando ella se ofrece acompañarme y mi padre se negó grotescamente, eso me molestó, pero ya no podía echarme para atrás.

Tras días después, mi padre y yo llegamos al imperio Norte y somos recibidos por una persona de edad que viene ser el padrino de mi padre su nombre es Luis, Sandra que es hija de Luis, que viene a ser la emperatriz viuda de ese reino, que por una extraña razón saluda muy cariñosamente a mi padre y por cierto tiene una hija casi de mi edad que me está mirando como quisiera comerme, esto sí no me estaba gustando, mi padre tiene un plan oculto para mí, debo ser más precavido, eso pensaba en ese momento.

Ya habían pasado dos días, ya tenía a la tal Mercedes prendida de mi brazo como una garrapata, no tenía forma como explicarle que soy un hombre comprometido a tan solo un mes de contraer matrimonio, lo más repugnante que puede hacer mi padre es serlo infiel a mi adorada madre, cuando lo reclamó me dice que es de hombres tener varias mujeres, que yo sea así todo un macho. Eso sí me dolió mucho.

Al tercer día de nuestra llegada, todo era un caos porque la dichosa emperatriz viuda se dispuso hacer una fiesta, para que según ella los nobles de su imperio nos conozcan, esa dichosa fiesta fue lo que destruyó mi felicidad, esa noche me drogaron con un extraño potente afrodisíaco, que los lobos no pueden resistir, ya que ellos son inmunes a esa clase de drogas, pero mi padre si sabía de uno e incluso él me habló de tener mucho cuidado.

Al siguiente día de la fiesta, amanecí desnudo en una habitación que no era a la que me habían dado, lo más indignante que a mi lado estaba Mercedes desnuda, al verme sonríe coquetamente, lo único que hago es alejarme de ella coger una sábana envolver mi cuerpo y salir de ahí, la muy desgraciada me dice que ya es tarde, me entrego su pureza y debo de ser responsable, con ella debo de casarme y no con un pájaro en llamas, no lo contesto y salgo de la habitación.

Ya es hora de volver al imperio fénix y no tengo cara para mirar a mi preciosa Anabella, lo fui infiel y me pesa en el alma, mi padre está todo sonriente y lo peor que me dice, es que seré el emperador de un imperio próspero y poderoso.

Llegamos al imperio fénix y la primera en recibirme es Anabella, pero a la hora de quererme abrazar se detiene, me mira a los ojos y veo sus lágrimas recorrer su mejilla.

_Me fuiste infiel Adolfo, porque lo hiciste, eso te preguntaría, pero no lo haré, como sabes nuestro compromiso esta roto, no puedo casarme con una persona que me fue infiel a un mes de nuestra boda.

Esas palabras fueron como un cuchillo ardiente que apuñaló mi corazón, veo a sus padres de Anabella junto a mi madre, que me miran con mucha irá, lo único que puedo pronunciar es, madre, suegros me drogaron y mi padre lo sabía, madre lo siento mucho, pero padre tiene un romance con la emperatriz del norte y ellos me hicieron esto, amo a Anabella jamás lo sería infiel, mi madre me mira con mucha tranquilidad.

- Hijo lo sé, pero pensé que tú eras diferente, tu padre y yo, no tenemos vida conyugal, vivimos juntos, pero solo estábamos unidos hasta que tú hicieras tu vida con Anabella, pero veo que él tenía otros planes para ti, ahora tienes que casarte con una hija de esa familia, aunque no la ames tienes que casarte con ella, es tu deber de cumplirla, aunque no haya sido consiente de acostarte con ella.

Con la moral en los suelos, voy en busca del amor de mi vida y así será siempre, aunque me case con otra, no la encuentro por ningún lado, pregunto a sus padres y están en la misma situación buscando a su hija, se dónde puede estar y corro al lugar pero lo que encuentro me deja sin palabras.

Ella había renacido nuevamente desde las cenizas y ahora camina frente a mi hecha una mujer de fuego, con una voz ronca y terrorífica me dice.

_Adolfo, te perdono por tu infidelidad, eres mi amigo y te amo, siempre seremos amigos y de los mejores, pienso yo que el destino nos tiene preparado algo mejor para nosotros o nuestros descendientes pienso yo, pero te engañaron y pecaste, ahora así no quieras debes hacete responsable, como todo un hombre, te deseo dicha y felicidad, ahora tienes que ir y afrontar con valentía amigo.

Ya pasó un mes, hoy sería mi boda con mi dulce Anabella, pero no resultó así, hace una semana me enteré que seré padre, eso me da alegría aunque me hubiera gustado que fuera de Anabella pero no resultó así, pero entiendo que los hijos no tienen nada que ver con los errores de los padres.