El Hilo Del Destino.

Después de terminar el helado se fueron al veterinario para que revisaran manchas.

El veterinario les dió a los niños una tarjeta de vacunas con unos papeles que los hacían responsables del animalito que estaba en perfecto estado.

Veterinario: Manchas tiene buena salud y la dieta que le están dando es la correcta, muchos piensan que por ser un conejo solo come zanahorias y lechugas, cuando ellos comen todo tipo de verduras y frutas, pero en la carpeta de información que tienen los niños está especificado que alimentos pueden hacerle daño y cuáles no pueden repetirse con frecuencia.

Ian: ¿Podemos sacarlo al parque?.

Veterinario: Pueden hacerlo, pero traten de que no se moje y estén al pendiente de que no tenga pulgas.

Si ven algún cambio en manchas no duden en traerlo para un chequeo.

Emma: Gracias doctor.

Veterinario: De nada princesa, los veo luego.

Todos salieron del consultorio y fueron en busca del auto ya dentro de él.

Matthew: Bueno ya sabemos que manchas está bien y le pusieron todas sus vacunas.

¿Que quieren hacer?

Emma: Quiero ir a la galería de arte que abrieron está semana en el museo del centro.

Ian: Pero después haremos algo que a mí me guste.

Matthew: Estoy de acuerdo, pero la última palabra la tiene su madre, ella es la que manda.

Karina: 3 contra 1 eso es muy bajo de su parte son una mayoría no creo poder decir que no.

Matthew: Te vas a divertir, lo prometo.

Karina: Vamos a esa galería de arte entonces.

De verdad que ellos parecían una familia, cualquiera que los mirara piensa que son unos padres amorosos con unos niños hermosos.

La galería fue divertida, Emma está emocionada porque era arte contemporáneo y muchas obras eran famosas.

Ella les daba un pequeño resumen de las que llamaban su atención.

Matthew: Dios como es que puedes almacenar tanta información, definitivamente tengo una futura historiadora a mi lado.

Emma: Es que es muy divertido saber cosas.

Karina: A veces se me olvidan que son unos genios, quiero que vivan sus etapas lo más normales posible aunque ellos a veces lo hagan difícil.

Por eso están en esa escuela que es mas cara que una común porque es para genios, los querían poner en grados mayores, pero quiero que estén con niños de su edad al menos por un tiempito y luego se van a los grados mayores.

No es que quiera reprimirlos o algo por el estilo, pero no quería que crecieran más rápido de lo que ya lo hacen.

Matthew: Tranquila, tienes mi total apoyo, estos niños son unos genios y merecen ser reconocidos y tener la mejor educación del mundo.

Karina: Matthew hay que ser sinceros no puedes hacerte cargo de eso.

Matthew: No seas así, sé que no son mis hijos, pero son mis amigos y quiero ayudar a que tengan lo mejor de lo mejor.

Ian puede trabajar para mí tiene buen potencial y quisiera que estuviera al mando de mi seguridad, confío en él y en sus capacidades solo dame y dale la oportunidad.

Karina: Déjame pensarlo, es que eso solo es un niño.

No quiero que se exponga.

Matthew: No lo hará, trabajará desde mi oficina y nadie sabrá que él es el que está detrás de la seguridad cibernética.

Yo me encargaré de que nadie sepa hasta que tenga la edad suficiente para hacerlo.

Karina: Está bien, lo voy a pensar y te daré respuesta pronto.

Solo no le digas nada aún, no quiero crear falsas esperanzas en él.

Matthew: Está bien, todo se hará como tú digas.

Al terminar de conversar ven a los niños caminar hacia ellos.

Emma: Mamá, tengo sed.

Karina: Creo que enfrente hay una cafetería, vamos.

Todos salieron de la galería y fueron a la cafetería donde bebieron y comieron, ya era tarde cuando llegaron al apartamento de Karina.

Karina: Bueno me voy a poner a cocinar, me esperan un rato mientras hago algo rápido.

Matthew: No Karina, debes estar cansada ¿que tal si pedimos una pizza? Yo invito.

Niños: Siiii!

Matthew pidió la pizza y comieron entre risas al terminar los niños se habían quedado dormidos en el sofá.

Matthew: Voy a subirlos a su cuarto.

Karina: Yo voy a recoger todo por aquí.

Matthew llevo a los niños a dormir y cuando bajo Karina estaba lavando algunos platos.

Matthew: Pásame los platos que yo los seco y los pongo en su lugar.

Karina: No es necesario, la verdad hiciste mucho al invitar la cena.

Matthew: No fue nada, anda déjame ayudarte antes de irme.

Karina: Está bien.

Karina le pasó los platos y Matthew los iba secando y colocando en su lugar al terminar un tenedor cayó y ambos se agacharon para tomarlo, sus manos rosaron creando así que una corriente eléctrica recorriera si cuerpo.

Sus ojos no dejaban de verse y otra esa sensación de que el mundo a su alrededor se esfumaba apareció de nuevo.

Los ojos de Matthew fueron directo a los labios de Karina y ellos hizo lo mismo ambos querían probar los labios del otro, pero no sabía por dónde empezar, Matthew fue acercado su rostro al de ella y ella también se acercó al de él y unieron sus labios en un beso tierno y dulce, ambos regresaron a la realidad y se separaron ninguno dijo nada.

Hasta el Matthew decidió romper el silencio.

Matthew: La verdad no quiero disculparme por ese beso, lo disfruté y no tenemos por qué sentirnos culpables.

Karina: La verdad es que yo también lo disfruté y no me siento culpable, pero tenemos que ser cuidadosos no quiero que los niños se sientan confundidos por lo apresurado.

Matthew: De mi parte no lo sabrán, después de todo ni nosotros mismo sabemos lo que va a pasar, solo quiero dejarme llevar y saber hasta dónde llegaremos y si vas a querer llegar conmigo.

Karina: Vamos a dejarnos llevar por el tiempo, tanto tú cómo yo aún estamos heridos y tenemos que sanar para no dañar.

Matthew: Estoy de acuerdo contigo, ¿puedo venir mañana?.

Quiero salir contigo y los niños al zoológico.

Karina: Está bien, te espero.