Mi Bella Mentirosa.

(Jazziel)

Es una lástima, que tenga novia.

Pero eso era de esperarse, ya que un hombre como Él, sería imposible que este solo.

Aquí, vengo ya con su orden, la siliconuda, únicamente pidió una margarita; y Mi Caballero, pidió un Sándwich y un Frappe.

Sirvo la orden y justo cuando estoy sirviendo; el teléfono de la Kardashian Italiana, suena con llamada.

—Perdona Amor, ahora vuelvo.— Le dice a Alex y se levanta la boluctuosa Mujer, con un trasero que no sé cómo es que le cabe en el pantalón de cuero que lleva.

Alex, ni siquiera la vuelve a ver, sus ojos están fijos en mí.

—Así que señorita Elizabeth Andrade, eres española.—Me dice con una mirada inquisitiva.

—Alex, supongo que sabes que no soy española—Le digo lo más serena que puedo, para no demostrar ningún sentimiento.

—Así es, sé perfectamente que no eres Española, también sé que si trabajas aquí, es por qué no estás de paso en Italia.

Supongo, que así como me mentiste en eso, seguramente no me dijiste tu nombre real.

Eres una mentirosa...

En que más me mentiste, acaso lo del maldito bastardo que te choco también fue un invento, para atraer mi atención...

Para después besarme y dejarme pensando 15 malditos días en Ti.—Me dice en tono tajante y déspota, continuando...

Porqué veo que te gustan los hombres mayores, pues estaba esperando a mi amiga, y te vi llegar con otro tipo, que fácilmente te dobla la edad.

¿Por qué lo haces?... Acaso es por dinero, porque yo tengo y muchísimo.

Yo puedo darte todo el dinero que tú quieras; todo...

Porqué ¿sabes que? Me gustó tu beso, y no he dejado de pensarte en estos 15 días. Así que solo debes decir que sí.

Solo me quedo viendo, sin poder creerlo; Alex, que de Príncipe se convirtió en un perfecto, imbécil.

No le digo nada, solo lo observo decepcionada, él no es, en quien estuve pensando durante estas dos semanas, ni con quien estuve soñando.

Así que es mejor, que deje de escuchar las idioteces que está diciendo.

Cuando estoy por retirarme, me toma la mano... Haaaa de nuevo esta electricidad en mi cuerpo entero, esta sensación, que jamás he sentido con nadie, me desconcentra y volteo a ver a Alex a los ojos, me quedo perdida en ellos por varios segundos hasta que el imbecil sigue hablando... me dice.

No me responderás, Preciosa.

Mira, Soy un reconocido abogado y empresario, soy socio de una de las más grandes constructoras del mundo. Así que por dinero, no tendrías que preocuparte, solo tienes que estar conmigo y besarme como lo hiciste...

Por favor pequeña responderme.

A pesar de lo maravilloso que se siente el contacto de su piel, trato de quitar mi mano, Alex hace un poco de presión quiere seguirla teniendo entre la suya.

Mi corazón llora por dentro, mi mente me dice que es como la mayoría de hombres estúpidos, y mi cuerpo no quiere hacer caso y quiere seguir sintiendo esta sensación tan agradable... me quedo viendo sus ojos y mi cordura vuelve.

—Así que este es Bruno Villavicencio, un completo idiota, con falta de cerebro.—Le digo con voz serena y evidente decepción.

era de esperarce, que fueras abogado, sabes los abogados, me caen mal...por mentirosos" Abogado tenías que ser"

Sabes que, Yo también estuve 15 días pensando en Un Guapísimo Caballero que me ayudo a escapar de un idiota maleducado.

Pero tal parece que perdí mi tiempo, no eres real, y sabes que Bruno... que bueno que descubrí lo que realmente eres, así no estoy pensando en un desgraciado falto de cerebro.

Sabes una vez una persona sabia me dijo.

Que los besos transforman, y sacan lo que realmente eres y yo hace 15 días pensé haber besado a un príncipe, pero no vi, que realmente bese a un sapo asqueroso, eso es lo que eres y espero no tener que volverte a ver en mi vida.

Ahora con tu permiso Bruno Villavicencio, me retiro porque, aquí viene tu chica plástica, que tengas buen provecho "Bruno" yo tengo más mesas que atender.

Como pude, controle mis emociones, me fui a dentro y le pedí a mi compañera atendiera la mesa, del sapo.

Y yo voy a atender una de las de ella, sin explicarle mucho me dijo que sí, cosa que agradezco, ya que no quiero volver a cruzarme con este imbécil bien hecho.

Después de 1 hora en la que ya no me dirigí a la mesa ni volví a ver al sapo.

Veo, que se levantó y se va, jamás deja de verme, su rostro está serio, sé que le molesto lo que le dije. Pero a mí me dolieron en el corazón sus palabras.

digo para mis adentros, pero lo que no entiendo eso por qué me duele, esto es increíble, este hombre es causa de sentimientos en mí que no puedo entender, porque me duele mucho, pensar en lo que me dijo.

Me duele que crea, eso de mí.

Hubiera podido decirle que es mi primo, pero alguien así de imbécil no merece ninguna explicación.

Después de las horas de trabajo, que se me hicieron eternas, y tristes, me voy a cambiar de ropa, ya es hora de salir.

Sebas ya debe estar esperándome en el parqueo.

Sebastián es mi primo mayor, tiene 33 años, son mis únicos primos, ya que Mamá era hija única y Papa solo tiene una hermana Mayor que él, Papa es solo 10 años mayor que Sebastián, pero aun así, Sebas los respeta mucho, Yo agradezco mucho por tenerlos, son una gran bendición para nosotros.

Y estoy super orgullosa de ellos, son muy inteligentes, exitosos e igual de guapos, Papá les contó lo del hombre mafioso, y lo del Caballero al rescate, Sebas me regaño, por lo del beso y me dijo que hay hombres que se aprovechan y que debo tener cuidado.

Se que mis dos primos me quieren por igual, pero Sebastian es muy sobreprotector.

Fue Sebas el que convenció Papá de comprarme un carro, también se ofreció a llevarme al autobús.

Sebastián en Publicista y Lic en Relaciones internacionales.

Y eso le ha abierto muchas puertas en Italia.

Fue él, quien nos ayudó con la compra de nuestra bella casa.

Salgo y veo a mi Primo rrecostado en su lujoso carro, con las manos en los bolsillos del pantalón ya sin corbata y sin saco, tiene las mangas de su camisa arrolladas, pues ya va para su casa; su esposa lo debe estar esperando, ella está embarazada así que pronto seré tía y eso me emociona.

Me acerco a Él, y como siempre me abraza con mucho afecto, y me da un beso en la frente.

—Como estas mi niña. —Me dice aun abrazándome.

—Bien Sebas, gracias por venirme a traer.

Ya mañana iré con Santi a ver el carro.

—Quiero que tengas mucha precaución, Prince, por favor.

Pero, tampoco quiero que andes con inseguridad, lo que le pasó a Elizabeth tu Madre, te debe ayudar a ser cuidadosa, pero no manejar tu vehículo con miedo ¿de acuerdo? Ahora vamos que no quiero que llegues muy noche a casa.

—Oki.

Mi primo me mira, y me dice.

—¿Todo, está bien princesa?

Si, Sebas, solo estoy cansada.

Le digo porque no quiero contarle sobre el imbecil; conociendo a mi Primo es capas de ir a buscarlo para ponerlo en su lugar...