La Sustituta

Mauricio Lombardi

Y dale con que soy gay, encima la guinda del pastel es que me cree sumiso, ¿Será así como me ven los demás o solo ella?

Conté hasta diez de manera ascendente y descendente para calmarme. Un hombre curioso y perseverante como yo no sé quedaría jamás con dudas. Ambos estábamos en esto y ahora comenzaría a conocer a ésta multifacética mujer de la que soy esposo.

La trama de la novela es exquisita, no me cabe dudas que quien la escribió sabe del tema y ha interpretado tanto el papel de sumisa como de dominante.

La única que sufre es Allegra y yo más disfruto la lectura aunque me desconcentra su actitud y los mil resoplidos que emite en párrafos más subidos de tono.

Creí que estaba excitada o avergonzada con la novela pero está furiosa. No tiene ni idea de éstas prácticas solo para valientes y yo creyendo que era una mujer con agallas.

Ella sufre la lectura y falla porque debe de meterse en personaje y así imaginar las posibles fallas o incongruencias que puedan encontrarse. Yo encontré una muy marcada pero ella por no mirar bien no es capaz de verla.

-Estas haciendo un trabajo pésimo Allegra, de verdad

-Ahora soy pésima y debo meterme en el personaje, ¿Algo más?

-Hay una falla tremenda aquí y no la ves por no imaginar la situación, ahí fallas

-Bueno dime cuál

-No

-No quiero leer de nuevo ésta mierda, si no me vas a ayudar entonces no me molestes

Una idea cruzó por mí mente y me divertiría haciéndola meter en personaje, eso era sabido

-Te ayudo con mis métodos

-Lo que sea- puso los ojos en blanco y volvió a resoplar por enésima vez

Tomé mí corbata y me la metí en el bolsillo sin que lo notara porque seguía mirando la pantalla buscando el error. Alejé su computadora, la volteé sin delicadeza y me senté sobre su cadera

-Me aplastas, quítate

-Quitame tu, solo te estoy ayudando

-Ayudando cuando no puedo ni leer, vaya forma- intentó golpearme pero tomé sus manos y las até con fuerza

Me levanté un poco de encima de ella y la movi más arriba en la cama para poder atar sus manos al espaldar de la cama porque no dejaba de moverse e intentar golpearme

-Sueltame animal

-Estoy ayudándote, ahora quédate quieta y relájate

-No puedo hacer eso así que me sueltas

-Como sumisa habría que amordazarte, eres insoportable y hablas mucho

-A ti te faltaron varias nalgadas de pequeño

La escena descrita era demasiado fácil, David ataba a Lorena a la cama y ella estaba nerviosa, no tanto como Allegra ni tan loca, se sentaba sobre sus caderas y comenzaba a tocarla y romper su ropa. Ella de la impresión quería resistirse y empujarlo con sus piernas que lograban rodearlo mientras el comenzaba a marcar su pecho y cuello.

Era más que obvio que si yo hacía lo que David, Allegra no podría rodearme con sus piernas porque yo estaría sentado sobre su cadera.

-Intenta relajarte y haz lo que te diga, si así no encuentras el error deberías cambiar de trabajo

-Ahora me das órdenes, cuando me sueltes te pateare el trasero

-Pensandolo bien podría atar éstas fuertes piernas de futbolista- acaricié una logrando que volviera a resoplar y me insultara- Pero no lo haré, la escena describe que Lorena está como tú y David como yo, él rompe su ropa

-Ni se te ocurra- sonreí perversamente y tragó saliva nerviosa.

Su ropa tenía botones y había observado que llevaba puesto ropa interior de estilo deportiva así que comencé a desabotonar la prenda rozando su piel con toda intención

-Para, deja mí ropa, escúchame bestia- se sacudía nerviosa pero sus movimientos eran mínimos debido a la posición de ambos

Puse mí boca en el nacimiento de su pecho y me pegó con su cabeza así que apreté su cuello despacio pero la mantuve quieta con un agarre firme y volví a mí tarea. No le dejaría marcas pero ganas no me faltaban para vengarme de alguna forma de tanto que me había molestado

-Ahora no peleas tanto, no eres rival para mí pero volviendo al tema que nos compete. Intenta apartarme con tus piernas o enrollarlas en mí, ¿Puedes?

-No

-Ahi está la falla, Lorena lo hizo y la posición no lo permitía- comencé a soltarla

-Tienes razón pero deberías habermelo dicho y no hacer todo esto

-¿No era que me iba el collarcito y las nalgadas? Así y todo bien nerviosa te has puesto- me burlé de ella