Un Matrimonio Por Conveniencia.

Cuando Abi sale de su habitación Lucca está esperándola detras de la puerta y no puede creer lo que ven sus ojos, es tan hermosa, esos ojos verdes, esa increíble figura que tuvo en sus manos, junto a su cuerpo, una figura que ve algo extraña, pero seguro debe ser su imaginación.

Ella se acerca a su esposo, quien está increíblemente guapo con su traje, debe ser una cena de negocios bastante importante porque van vestidos muy formal. Solo espera que el no se de cuenta de su incipiente embarazo.

—Estas bellísima, Abigail—le dice Lucca sin poder evitarlo ni sacar sus ojos de su hermosa esposa.

—Gracias Lucca, tu también estas muy guapo, te queda increíble ese traje—Abi no puede creer las palabras que salen de su boca, debería odiarlo, pero es tan hermoso...

—¿Nos vamos? — Lucca le entrega su brazo, ella lo toma y se retiran juntos hacia la cena.

Esta se lleva a cabo en uno de los restaurantes más concurridos de la ciudad, increíblemente lujoso, con bellas arañas que cuelgan del techo, magníficas pinturas que decoran sus paredes y suaves melodias que se escuchan de fondo.

El encargado de recibirlos los guía hasta la planta alta del edificio.

Cuando llegan a la mesa, se encuentran con dos hombres vestidos formalmente igual que ellos, acompañados de sus esposas, matrimonios de avanzada edad, Abi y Lucca son los más jóvenes de la noche.

—Buenas noches señor y señora Faggiolo, señor y señora Chiappero—saluda amablemente Lucca estrechando la mano de los cuatro comensales..

—Buenas noches Lucca, es un honor que hayas venido a reunirte con nosotros—manifiesta el señor Faggiolo.

—El gusto es mío, quiero presentarles a mi hermosa mujer Abigail Moreno—exclama Lucca, orgulloso de la bella esposa que tiene.

—Mucho gusto señora Chiaraviglio—saludan los hombres, besándole la mano con mucho respeto— ¿Moreno? ¿De concesionarias Moreno?

—Así es señor Faggiolo—responde Abi dulcemente.

—Con todo respeto es muy bonita tu esposa Lucca, Abigail conozco a tu padre ¿como esta Pedro?

—Muy bien señor Chiappero, muy entusiasmado con la exposición de autos—miente Abi, no puede confesarles que concesionarias Moreno esta en la Ruina, por culpa de su flamante esposo y su padre cayó en una terrible depresión.

—Estamos todos entusiasmados señora Chiaraviglio, va a ser el evento del año mundialmente, su esposo será el organizador, imagino sus nervios.

—¡Claro que si! Lastima que la organización lo aleja muchas horas de mi —acota Abi acercándose a su esposo, fingiendo amor.

—Me gusta mucho esta pareja —manifiesta la señora Chiappero—¿hace poco que están casados?

—Si, en unos días cumplimos nuestro primer mes de aniversario —Abi sigue interpretando muy bien su papel, de esposa enamorada —no veo la hora que llegue ese día.

—Falta muy poco amor— responde Lucca

—No puedo creer verte tan enamorado—exclama uno de los hombres, muy divertido —siempre dicen que las mujeres nos cambian y a ti te ha cambiado, espero que no sigas siendo tan implacable para los negocios—todos los presentes comienzan a reírse.

—¿Por que no vamos sentandonos y pedimos unas copas de vinos mientras esperamos la cena? —aconseja Lucca

—Yo quiero una botella de agua amor, no me apetece alcohol—dice Abi, sorprendiendo a su esposo.

—¿Estas bien? —le pregunta en el oído.

—Si, sabes que no tolero mucho el alcohol. No querrás llevarme borracha.

—Tienes razón— sonríe Lucca tiernamente, una sonrisa cautivadora, que le recuerda al viejo Francesco.

La cena transcurre con tranquilidad, hablan todo el tiempo de negocios, por suerte Abi se entretiene, no como las demás esposas, por más que no quiere ser la ceo de su empresa, sabe demasiado de esos temas gracias a la preparación que le dio su padre.

—Tienes razón Abigail, es una muy buena idea —la adula el señor Faggiolo

—Mi querida esposa es muy inteligente—responde Lucca, sintiéndose orgulloso, nuevamente.

—Mi padre me preparo para ser la ceo de empresas Moreno, me apasionan los negocios pero no quiero serlo, me gusta la paz, la tranquilidad, los viajes y eso es lo que mi padre no tiene

—Es verdad Abigail, el mundo empresarial es muy competitivo y machista, no me imagino lo difícil que sería para una mujer.

—Pienso lo mismo, señor Chiappero, aun así, con los conocimientos que tengo en negocios ayudo a mi padre y si mi querido esposo necesita ayuda también lo haría, pero el es Tan inteligente —Abi no puede disimular el amor en sus ojos.

—Son el uno para el otro—opina el señor Faggiolo.

—Me gane la lotería al casarme con esta bella mujer —responde Lucca sintiendo realmente, cada palabra que salió de su boca.

La cena sigue transcurriendo en paz y con temas de negocios, pero de repente Abi comienza a sentirse indispuesta, las náuseas del embarazo le juegan una mala pasada y necesita retirarse al baño.

—Enseguida regreso, iré a retocar mi maquillaje — miente Abi, para no ser descubierta, sin embargo, Lucca la conoce demasiado y se da cuenta que algo no anda bien, su rostro esta muy pálido.

—Amor déjame acompañarte—Lucca comienza a sentir preocupación por la salud de su esposa.

—Estoy bien. Solo es un momento.

—Yo la acompañaré, no te preocupes—exclama la señora Faggiolo que también se dio cuenta del malestar de Abi. Cuando la encuentra en el baño esta terminando de vómitar toda la comida y muy pálida—por el amor de Dios mujer ponte un poco de base, estas muy pálida.

—Gracias por preocuparse, señora Faggiolo.

—Por favor llamame Lucrecia. Y cuéntame ¿ estas Embarazada?

—Aun no lo sé—miente Abi, sabe que esta en estado, pero aún no se hizo la ecografia— por favor no le diga nada a mi marido, no quiero decírselo hasta que no esté segura, sino se ilusiona.

—Tienes razón. Sin embargo, déjame decirte que estoy segura que si lo estás— comenta Lucrecia con ternura —ahora acomódate el maquillaje y volvamos para no levantar más sospechas, solo dile que te sentiste mal por que había algo en la comida a lo que eres alérgica.

—Gracias Lucrecia.

Cuando ambas mujeres regresan a la mesa Lucca observa a su mujer de arriba a abajo, ya no hay rastros de malestar en ella y la palidez se fue de su rostro.

—¿Te encuentras mejor mi amor? —pregunta Lucca realmente preocupado.

—Si no te preocupes , solo había algo en la comida a lo que soy alérgica y me dio náuseas, pero estaré bien.

Finalmente la cena termina las tres parejas se despiden, Abi se pasa el número de celular con las esposas para seguir teniendo comunicación y regresan a casa.

El viaje transcurre en completa paz, en silencio, Abi está a punto de dormirse, agotada por las náuseas, cuando siente que el teléfono celular de Lucca comienza a sonar y como lo tiene conectado por Bluetooth al auto, ella nota que en la pantalla sale el nombre de Juliet. Abi no puede controlar sus celos y pregunta

—¿Quién diablos es Juliet? — ahora el pálido es Lucca, por suerte en la oscuridad de la noche no se distingue, pero este se queda callado no sabe que decir, el se caso con Abi y ni siquiera fue capaz de avisarle a Juliet, ahora no sabe que hacer....

—Juliet es mi amante....—Contesta después de varios segundos de insistencia por parte de Abi.