Tiempo De Venganza

Capitulo XIII: Una mala Costumbre

Estaba acomodando un poco el lugar donde pasaría una semana entera antes de que mi padre y su asquerosa familia supieran dónde estaba. Espero que todo pase como en mi vida pasada que necesiten el dinero y me busquen para sus asquerosos propósitos

Deseo acabar con todos ellos, entrar a la casa de ese conde y salvar a esas chicas, Pero si espero mucho puede que muchas de ellas estén rotas, que sus mentes no puedan seguir en pie y de nada servirá que entre a salvarlas. Ante ese pensamiento me coloco una ropa totalmente negra y me adentro al bosque yendo en dirección a donde vive ese asqueroso conde, en cuanto tengo una buena visualización de su casa, espero ver algún movimiento de esas chicas, pero nada

Lis: Demonios tendré que entrar — Me muevo en la oscuridad como una sombra y entro. Tomó a un sirviente que pensaba delante de mi con una bandeja de comida — Si eres listo me dirás donde el conde tiene a las mujeres encerradas. Espero que seas sensato y no me cause problemas no dudaré ni un segundo en acabar contigo — Un tentáculo hecho de magia negra se enrolla en su cuello dándole a entender lo que le pasará si no me habla honestamente

— Justo voy a llevarles comida — Dice muy nervioso mientras me muestra la bandeja con cuatro platos de avena — S…si me sigue las verá — Yo asiento

Lis: Camina yo te estaré vigilando — digo para desaparecer, veo como toma fuerzas y continúa su camino lo seguía de cerca hasta que entra en una habitación donde había 10 mujeres. ¿Cómo 10 mujeres comerán tan solo cuatro platos de avena? Esa era la pregunta que me hacía la cual se respondió en cuanto este dejo la bandeja en el suelo. Ellas se atacaron unas a otras solo para obtener una pequeña porción de comida

Entre en la habitación y mate al tipo, este maldito hombre las entrenaba tan asquerosamente de esta manera. Ellas al verme se asustaron un poco

Lis: No se preocupen vengo a liberarlas — Empiezo a romper las cadenas, pero ninguna se movió de su lugar — ¿Que sucede?

— No queremos huir siempre obedeceremos las órdenes del conde — decían ellas asustadas e inclinado se tanto que sus frentes tocaban el suelo — Nuestro cuerpo y alma es solo para servir al conde — Decían al mismo tiempo, déjandome completamente sorprendida

Lis: No trabajo para el conde en verdad vengo a sacarlas de este lugar — Unas de ellas alzó la mirada, a ella la reconocí es la chica de pelo azul que sirvió al conde cuando fui traída aquí

— ¿Hablas en serio? — asiento y ella se levanta — Yo fui traída ayer y aún deseo mantener mi pureza así que en verdad deseo huir antes que me ponga sus manos encima — Sonrió aliviada al escuchar eso. Eso significa que pude salvar aunque sea a una — ¿Mis hermanas pueden venir también? — Tres chicas más levantan la cabeza tímidamente

Lis: A todas la sacaré. Pero debe ser ahora antes que ese desgraciado vuelva — Las demás al ver eso se levantaran más animada y con esperanzas de poder salir de aquí. El camino de regreso fue bastante tranquilo algo que me dejó muy desconcertada

No había guardias, ni sirvientes, ni nadie alrededor es como si hubieran despejado el camino para nosotras. No sentía que fuera una trampa, pero igual estaba alerta por si pasaba algo dada la situación en la que estábamos

En cuanto salí al exterior, vi a la mayoría de los soldados dormidos en sus puestos. Al parecer les había dado algún tipo de somnifero (Este idiota pi nsa que no puedo encargarme de mi cosas yo misma), pi no con una sonrisa al ver la situación. Ma adelante en la entrada del bosque me encontré con varios carruajes y hombres vestidos de negro al igual que yo

Calixto: Mi lady — dice extendiendo su mano, esté deja un beso en el dorso de esta cuando se la entrego — Espero que hayamos sido de ayuda

Lis: Dile a ese idiota que yo puedo encargarme sola de mis batallas — Espeto sería, aunque no estaba molesta solo sentía un poco de emoción al ver porque había hecho

Calixto: le pasaré su información, pero no le aseguro que acate sus órdenes. Su alteza es simplemente muy terco para obedecer — Yo ruedo los ojos para luego soltar un largo suspiró (Como sea igual necesitaba su ayuda, ya qu no sabía qu hacer una vez que las sacará de la casa)

— ¿Su alteza? ¿Ustedes trabajan para él príncipe?

Lis: Yo no, él sí — digo señalando a Calixto — Mejor suban a los carruajes yo me tengo que ir — Veo como ellas no dudan más y empiezan a subir — ¿Que hará con las damas? — Pregunto a Calixto el cual dió la orden de que se pusieran en marcha

Calixto: Eso depende de lo que ellas quieran, seguro que algunas fueron alejadas de su familia y otras simplemente desean alejarse de estás. Se les dará una compensación y un lugar donde vivir bien así que no debe de preocuparse — Yo asiento, mientras veo como empieza a ponerse en marcha los carruajes — ¿Desea que la llevemos? — Yo dudo unos segundos — Su alteza mando un caballo para usted

Lis: Bien — me subo

Calixto: También me mandó a preguntar si la señorita estará libre para este invierno?

Lis: ¿Que hay en el invierno?

Calixto: Su alteza, el príncipe será coronado como emperador. Al parecer el príncipe desea que usted sea su acompañante, dice que se hará una pequeña tregua para ese día — yo sonrió, mientras mi mano inconscientemente se dirige a mi cuello — Ja — dirijo mi mirada a Calixto — Lo siento, es que usted y el príncipe hacen lo mismo al parecer cuando se habla del otro. He visto a su alteza tocar su collar cuando la menciono y ahora veo que usted hace lo mismo

Lis: Ah — bajo mi mano avergonzada — Es una mala costumbre que adopte. — Él asiente para luego despedirse de mi y seguir su camino. Y pues yo hago lo mismo