Sangre De Luz

Albus dormía con calma, Kael en la cama de al lado, la brisa suave golpeando la ventana cerrada y las hojas de los árboles danzando suavemente ante el choque del viento, todo parecía normal hasta que su sueño se vió interrumpido un hombre elegante, con los ojos brillantes, estaba frente a una mesa, comiendo una sopa de sangre que a simple vista lucía desagradable

Su mirada era fría, distante pero profundamente aterradora, levantó una copa que parecía ser jugo de granada, pero antes de darle un sorbo, lo miró fijamente y sonrió, una mueca complacida, de autoridad, burla y poder que había visto antes en él mismo

El hombre, sin preocupación se dejo ver completamente por Albus, un hombre de cabello negro, ojos rojos, ropas largas pero elegantes, dijo con una voz profunda y casi de ultra tumba– que iluso… ¿Querías verme?... bien… no volverás a ver… jamás

Acercó la mano a su dirección y desde el sueño de Albus le arrancó los ojos desde el alma, haciendo que los globos oculares originales se volvieran totalmente negros y que él despertara con un dolor indescriptible en los ojos, llorando sangre como si realmente los hubieran arrancado 

Aterrado, pasó la mano frente a su cara solo para darse cuenta que no podía ver, se frotó los ojos desesperadamente tratando de recuperar la vista de alguna manera sin conseguirlo, se sentó en la cama, no sabía si gritarle a alguien, despertar a Kael o solo quedarse callado

En eso estaba cuando la mano preocupada de Kael se posó en su hombro mientras le decía– padre… ¿qué tienes?... ¿por que tus ojos están negros?

Albus palpó la mano de Kael hasta su rostro y dijo– Kael… no puedo ver… necesito que llames a Fabián ahora… por favor 

Kael se estremeció al escuchar que Albus no podía ver y corrió al cuarto de Fabián para que viera lo que había pasado, mientras él trataba de parpadear y frotar sus ojos para recuperarlos sin lograrlo

Fabián entró con rapidez y dijo– Albus… ¿qué pasó?

Con la voz pesada y llena de Miedo respondió– … nunca antes había visto a ese sujeto… Me sorprende que pudo arrancarme el alma de mis ojos… pero es peligroso, no logré ver que quería o lo que haría… solo sé que puede controlar el alma a distancia y voluntad aún si no es la propia 

Fabián le levantó la cara para ver sus ojos profundamente negros, casi como si estuvieran vacios y preguntó– ¿arrancarte el alma?... ¿cómo puedo hacer eso?

Albus se cubrió los ojos con una venda antes de responder–... es muy peligroso… su poder… él fué quien me vendió los libros prohibidos, los secretos… pero tiene muchos más

Fabián lo ayudó a sentarse antes de decirle a Kael– busca una fresa negra…

Albus interrumpió diciendo– no… no sirve de nada… la sangre vampírica cura el cuerpo más no el alma… no podrás hacer nada

Fabián– lo conoces ¿no?... sabes al menos quien es

Albus– sé como se ve… su voz, pero nada más, parece un vampiro… pero es muy poderoso, con tan solo mover una mano es capaz de despedazar un cuerpo, trae las uñas pintadas por que nunca usa las manos directamente, su sombra es más poderosa que yo… y no es lo más fuerte que tiene

Se pasó las manos por el cabello antes de seguir– ese hombre… gobierna, los 3 clanes vampíricos más poderosos del mundo… el clan Umbrafortis, clan guerrero, los más leales y brutales, guardias de élite, viven para la obediencia y creen que el miedo es la única ley

Fabián se estremecía escuchando, temblaba aprovechando que Albus no podía ver por lo que siguió– el Clan Sanguiveritas… eruditos y estrategas, creen que la sangre es el único lenguaje real, conservan rituales antiguos y son muy fanáticos de su pureza… pero los peores son los del clan Tenebralis… oscuros, ocultistas, se especializan en artes prohibidas, experimentos con híbridos y otras razas, además de pactos místicos… para ellos ese vampiro es un dios 

Fabián se puso la mano sobre el ojo que estaba debajo de su cabello tratando de que dejara de temblar para decir– pero… ¿qué podría querer de nosotros?... ya tiene demasiado poder

Albus no respondía, ni siquiera él sabía que podría querer, sus manos temblaban, si pudo arrancar el alma de sus ojos estando tan lejos ¿que podía hacer cerca? Victor entró al cuarto después de no ver a Fabián cerca y dijo– ¿qué sucede?

Fabián lo cargó para que no viera a Albus ciego y lo llevó corriendo al cuarto donde lo puso en la cama para decirle– no es nada… vuelve a dormir… por favor

Victor– ¿cómo es que no pasa nada pero estás temblando?... no tiene mucha lógica ¿no crees?

Fabián– no preguntes… aún no… por favor

Victor notó a su padre asustado, no quería insistir y se acomodó en la cama para dormir, Fabián se fué de regreso al cuarto de Albus donde Kael trataba de aliviar el dolor en sus ojos con un poco de hielo pero el dolor no disminuía

En otro lugar, en una isla flotante, el hombre del sueño de Albus, sostenía sus ojos de alma en un fuego demoníaco que ardía,  pero no llegaba a quemar causando dolor constante a lo que sea que estuviera dentro de él

Un sirviente se le acercó diciendo– Amo, Acheron… los nigromantes encontraron de donde vino esa visión de sueño

Acheron golpeaba sus uñas pintadas de negro brillante sobre el reposabrazos de su trono antes de decir– dime todo

El sirviente respondió con calma– es el anterior rey de Lupanar… ahora Clan Eclipse, pero vive en el clan de otra persona… Clan Sangre de Luz, es probable que haya pasado por una especie de purificación

El rey miraba atentamente a su copa de jugo de granada mientras escuchaba, atentamente lo que decía su sirviente, no creía que tuviera que atacar, pero darles tiempo a que se preparen no era una opción así que dijo–... mantengan ese lugar vigilado, que nada se les pase y cuando cierren todo, antes de que algo peor suceda 

Una de las parteras de palacio se acercó a decir– amo… su hijo ha nacido

Acheron se levantó para recibir a su hijo más reciente, un bebé híbrido que había tenido con un ángel caído, lo recibió en brazos y al verlo sonrió, una sonrisa calculadora, fría pero complacida 

Acheron– ¿qué número es este?

la partera con calma dijo– híbrido de ángel, es el número 15 mil… majestad… Su nombre es Ocaso ya que nació a esa hora… su madre ha muerto

Acheron sin darle mucha importancia dijo– ¿cuántos niños logró tener?

Miró su libreta antes de responder– fueron… 15… resistió menos que la última

Acheron acariciaba – ¿cuánto falta para que dé a luz la dragona?

la partera revisó sus notas y respondió– un mes… aún le falta un mes

Acheron jugaba con las manos del bebé como un padre amoroso real, reconociendo los sentimientos de su hijo mientras decía– repíteme la lista ¿cuantos tenemos?

La partera sacó un libro del que leyó– nacidos, actualmente son

Humanos- 10 mil

Demonio menor- 13 mil

Ángel caído- 5 mil

Licantropo- 6 mil

Naga- 10 mil

Dagon menor- 20

Hechicera humana- 500

Bruja- 500

vampiro puro– 15 mil

Sirena-  3 (trillizos)

Los embarazos actuales quequedarón son 30, pero podría disminuir, considerando que es el primer embarazo de todas y no siempre se resisten sus genes 

Acheron sostenía al bebé dormido en sus brazos mientras decía– está bien… cuidaré a Ocaso por un rato, después iré a ver cómo están los otros en la guardería 

Mientras Kael ponía hielo en los ojos de Albus, tratando de calmar el dolor que sentía, Fabián había pedido a Héctor llevar a Victor a la escuela para que él y Francisco desde el clan Eclipse intentarán averiguar cómo liberar el alma sin hacer daño mayor

Héctor llegó y dijo– Fabián… me llevo a Victor…

Notó que no lo escuchaba, estaba demasiado concentrado en los libros que le había transcrito su hermano, era doloroso, ser ignorado así aunque entendiera por qué

Héctor– voy a llevar a Victor a la escuela– repitió con la esperanza de recibir una respuesta

Fabián movió la mano diciendo sí antes de volver a leer, Héctor tomó la mano de Victor y salió de la oficina con rumbo a la escuela, sin mirar atrás, sabía que no debería sentirse así de herido por la falta de palabras en Fabián, estaba ocupado, pero no podía evitarlo aún sabiendo por qué

Al llegar al colegio, Victor le dió un abrazo y recibió su mochila antes de entrar. Héctor se quedó afuera durante unos minutos más, pensando, solo era un mensajero, un ayudante cuando y asistente cuando Fabián necesitaba ayuda, nada más, lo peor era que estaba bien con eso podría aceptar ese papel con tal de estar cerca

Caminaba de regreso a casa pensando en eso cuando el aroma de comida recién hecha le llegó a la nariz, el restaurante de Sergio estaba abierto, el olor era delicioso y parecía buena idea entrar aunque fuera solo, un día llevaría ahí a Fabián 

Después de varias horas de leer y releer los libros Fabián se dio cuenta que ninguno sabía cómo devolver el alma a los ojos de Albus debido a la complejidad del conjuro con el que los habían arrancado

Albus– está bien… no se preocupen por eso, solo recuerden que lo soñé, puede ser algo malo, pero no sé quién de nosotros está en peligro o si somos todos a la vez… necesitamos que tú y francisco alcancen su poder máximo y los demás también solo para asegurarnos

David, que miraba la angustia silenciosa de Fabián, dijo tratando de calmarlo– si… quieres… puedo redactar una carta, cortez… donde le pida a ese rey que devuelva los ojos de Albus a cambio de mantenernos a raya, no molestar o tener visiones… incluso algún tipo de tregua de paz

una pequeña chispa de esperanza apareció en los ojos de Fabián antes de que dijera– ¿crees que funcione?... sería de gran ayuda David

David– no… no garantizo que funcione… pero haré la mejor carta para que lo haga

Fabián sonrió fugazmente, quería creer, pero no podía del todo, la carta fué enviada con Paloma Negra por la tarde mientras que Albus se sentía inutil por no poder ver, no podía hacer nada, dependía totalmente de sus ojos para todo

Amariel se acercó a él, era evidente que no quería salir para no ser visto, se sentó a su lado con calma, sin decir nada, solo dando apoyo, dejando que el silencio dijera todo, nadie lo veía como alguien incapaz, no lo minimizaron y su valor seguía siendo el mismo

Albus suspiró antes de decir–... no puedo hacer nada por mi mismo… de nuevo… soy una carga, antes fuí un monstruo… ahora ni siquiera puedo ayudar a limpiar

Amariel puso la mano sobre la de Albus para dar consuelo, no dijo nada, todo estaba dicho ya, él había sido despreciado por las personas que debían quererlo, sin razón alguna, siendo inocente, solo por ser diferente y curioso, tanto tiempo en la oscuridad lo había privado de sus ojos por mucho tiempo

Albus– no debería quejarme… tú has sufrido más

Amariel respondió con dulzura en la voz– es irrelevante quien haya sufrido más… todo dolor cuenta aunque lo mejor es que no exista… no cambia nada su magnitud… ahora, si tienes que lidiar con esto, estuve ciego durante mucho tiempo

Albus incrédulo pero agradecido de antemano dijo– ¿de verdad podrías… enseñarme?

Amariel– claro… te enseñare a moverte sin tus ojos… harás tu vida de nuevo no te preocupes

Albus no tenía palabras para agradecer y solo sonrió, sabiendo que sería complicado pero que daría todo de él para aprender, la calidez de la mano que lo sostenía le daba confianza 

Amariel le enseñaba a sentir relieves, curvas y sentir la proximidad de las cosas, guiando sus pasos a través de la casa, con paciencia, sabiendo que era probable que hiciera caer una que otra cosa durante su aprendizaje o que incluso se cayera él

Estaba dispuesto a levantarlo, pero Albus tenía dificultades para guiarse en el entorno a pesar de sus poderes de vampiro por lo que después de la última caída, el sonido de sus rodillas golpeando el suelo lo desesperó

Amariel con esa voz tranquila trató de calmarlo– tranquilo… 

Albus dió un golpe en el suelo con un ruido seco, estaba desesperado por su propia situación, se sentía inutil e incapaz de hacer nada, la tuberosa en su pecho y en su cabeza se cerraron como capullos avergonzados mientras él se apretaba en cabello con las manos arrodillado en el suelo

Amariel sabía lo que sentía, se sentó a su lado y trató de tocarlo, pero él le dió un empujón más que un rechazo como si se sintiera sucio, indigno de recibir cualquier tipo de cariño o consuelo ¿cómo podía aceptar algo siendo tan débil? ¿Humillado por sus propios miedos?, no tenía valor alguno

Amariel no se movía de su lugar, entendía el conflicto que sentía internamente y no quería presionarlo a que intentara sentirse de otra manera, más no lo dejó solo, en su cabeza sería un error que no cometería

Albus levantó la cabeza de sus manos, con las lágrimas en las mejillas y la voz temblando preguntó– ¿sigues aquí?

su voz dulce respondió– si, sigo aquí… entiendo que te sientas mal por que ahora eres más vulnerable pero…así como aprendiste a usar tu poder en su totalidad… puedes aprender esto, solo ten paciencia 

La tuberosa en el pecho de Albus se abrió como flor en primavera y su respiración se fué regulando poco a poco antes de responder– tienes razón… disculpa el empujón… lo intentaré de nuevo

Ver la tuberosa abrirse hizo que Amariel sonriera y se sonrojara ligeramente, las flores de Albus eran una muestra de sus emociones más puras, hermosas y reales que podía tener, su lado más humano 

Mientras tanto en el clan Eclipse, Francisco hacía cuentas para destinar fondos a diferentes lugares en el clan que lo necesitaran, Dark quien era su consejero, se acercó a él con un té de sencha y lo dejó en su escritorio 

Francisco se dio cuenta y dijo– gracias Dark… eres muy amable

Dark se sentó a su lado mirando lo que escribía en la computadora mientras bebía el té y le dijo– me parece que has revisado esas cuentas varias veces ya, ¿estoy en lo cierto?

Respondió con reconocimiento– si… es verdad… He estado tratando de centrarme en cualquier cosa… pero no puedo distraerme de que mi hermano está angustiado… algo lo tiene de nervios

Dark comentó sin querer agravar la situación–... sí… como vampiros las amenazas no dejan de llegar, no somos luz para que los seres “buenos”, nos acepten, pero tampoco tan oscuros como para que lo hagan los seres “malos”... todos quieren destruirnos de alguna manera, sin considerar que no somos totalmente algo

Levantó la cabeza para seguir– pero eso no significa que no podamos defendernos… a pesar de todo no estamos solos, nos tenemos unos a otros ¿no?

Francisco suspiró con algo de alivio, tenía razón, no estaban solos después de todo, los clanes estaban dispuestos a defender cualquier rastro de felicidad a la que se pudieran aferrar al fin y al cabo, era lo único que tenían

Fabián desde su lado, sintió el cambio en las emociones de su hermano y también pudo respirar con algo de paz, si Francisco tenía esperanza, él también podía, sus latidos se calmaron poco a poco, podía sentir como el peso en sus hombros se volvía un poco más ligero, hasta que se dió cuenta que la tormenta en su interior no lo dejaba darse cuenta que Erick estaba abrazando su espalda, preocupado por él

Le acarició las manos agradeciendo en silencio que estuviera ahí aún cuando estuvo atrapado en una tormenta interna de la que no podía salir, Erick lo miraba con tranquilidad renovada al notar que por fin estaba de vuelta, no tuvo que decir nada, cualquier otra cosa sólo reafirmará lo que ya era evidente, no estaba solo

El amanecer caía lentamente en el clan de Acheron, en el clan Progenitus, él se encargaba de papeleo en su oficina mientras sus hijos más pequeños jugaban en el jardín, hasta que una escolta entró a la oficina con Paloma Negra

El pasillo a la oficina tenía luces suaves, la habitación, era gigantesca con decoración elegante, más no lujosa, tecnología actual, un corral para bebés donde 3 niños de 1 y 2 años jugaban mientras otro recién nacido dormía en una manta suave

Héctor se fijó en 2 paredes enormes con retratos, las mujeres numeradas de la primera a la 30 mil y el lado de los hombres del primero al 30 mil 24, cada uno con su nombre y fecha de nacimiento en una placa de oro grabada en el marco

La escolta se arrodilló delante de Acheron para decir– Padre… un mensajero trae una carta del clan Sangre de Luz

Acheron se levantó lentamente de su asiento y se acercó al vampiro acariciando su cabeza en señal de aprobación antes de llegar con Paloma, su presencia imponente, su altura de casi 1. 94 metros, mirada roja casi negra y su aroma a ambar negro hacía su presencia casi insoportable para Héctor

Acheron extendió su gran mano para recibir la carta, sus uñas negras brillantes y manos perfectas, Héctor no podía aguantar la mirada, se sentía minúsculo ante él aún cuando no hacía nada

Dijo con cortesía extendiendo la carta– Soy Paloma Negra, majestad… la carta la envía el Rey Fabián

La voz de Acheron al responder hizo que Héctor se estremeciera hasta la médula– debe ser urgente si mandó a su mensajero personal… ¿no es así?

Héctor levantó la mirada por un segundo antes de volver a bajarla por el gran peso que significaba la mirada de Acheron, oscura, pero brillante, fría, calmada y serena como lava negra, con la voz débil y sumisa dijo– es… urgente sí… gracias por su atención

La sonrisa de Acheron puso a Héctor más nervioso que su seriedad, como una navaja directamente en su cuello fríamente presionada contra su piel, pero no estaba alerta, se sentía atrapado, asustado y dispuesto a caer de rodillas si eso evitaba ser atacado, esa sensación que tenía en el pasado al ser cáliz, inconfundible 

Acheron– bien… gracias

Ese “gracias” condescendiente era pesado, como una caricia helada sobre una quemadura, Acheron extendió una mano en el aire para que uno de sus tesoreros colocara sobre ella una moneda dorada, al tenerla en la mano dijo– Gracias… hijo

El tesorero hizo una reverencia mientras Acheron entregaba la moneda a Héctor en la palma de la mano, él apretó la moneda antes de irse corriendo del lugar como si escapara de un animal salvaje, su respiración agitada, su corazón latiendo a mil por hora y su cuerpo entero temblando 

Acheron leía la carta, con atención, cada palabra cortez dejaba ver la desesperación a través de cada una, entendía cada palabra, cada sentimiento, el profundo cariño con el que pedían la devolución de los ojos de Albus, pero no le convenía, él tenía mucho poder en los ojos, podía saber cosas que lo harían vulnerable a un ataque

Uno de los bebés del corral sacó su mano para rozar el pantalón de Acheron llamando su atención, su expresión seria cambió a una sonrisa antes de levantarlo con cuidado para darle un beso en la frente, aunque su expresión parecía ensayada, era creíble en su totalidad y hasta necesaria para sus niños

Después de pensarlo durante un rato, el clan Sangre de Luz era un potencial enemigo, no era muy poderoso, más tenía aliados que si, el clan Eclipse, Lirio de Humo y los demonios por lo que mantener una paz superficial era la mejor opción, pero devolverles su arma más poderosa era una mala idea

Hizo que uno de sus hijos redactara la carta de respuesta al clan para no perder tiempo mientras él arrullaba a su hijo en brazos, el redactor escribía con gran maestría, cada movimiento calculado y preciso, letra pulcra, hermosa como una postal hecha a mano

Cuando estuvo terminada, Acheron dio el visto bueno antes de llamar a uno de sus mensajeros quien también era un hijo suyo para que llevara la carta, el chico estaba vestido de negro, con zapatos especiales para evitar el ruido, una bolsa especial para el mensaje y un pase especial para subir a los transportes vampiricos de todos los lugares del planeta, lo despidio tocando su cabeza