Enséñame A Amar Una Vez Más.

Enojada y frustrada, Amelia se sentó en el suelo y abrazo sus rodillas antes de esconder su rostro entre sus piernas, su cuerpo comenzó a temblar.

La expresión regodeante de Noah desapareció cuando vio a la chica en esa posición, ella... ¿Estaba llorando? Sus cejas se fruncieron y sus labios se apretaron en una línea delgada -Amelia ¿Sale agua de tus ojos?- Preguntó en voz alta, inclinando su cuerpo hacia adelante.

La chica no respondió, en su lugar, le saco el dedo medio con gran gusto, aún tenía las fuerzas para seguir maldiciendo.

Al ver que realmente se había enojado, Noah saltó de la rama y camino hacia ella con una expresión seria, cualquier rastro de juego desapareció de su rostro.

Él se detuvo a dos pasos de ella y se puso en cuclillas con seriedad, la preocupación en sus ojos era evidente ¿La había hecho llorar? Él solo se estaba divirtiendo un poco con ella como en los viejos tiempos.

-¿Estás llorando? Eres una mal perdedora...- Le preguntó antes de decirle con un tono de queja, sin embargo, antes de que pudiese terminar de hablar, la chica saltó sobre él.

Ambos cayeron pesadamente al suelo, Amelia lo atrapó por las muñecas y lo miró con una sonrisa rebosante de victoria.

-En la guerra, la mejor estrategia gana.- Dijo con arrogancia -Tienes un corazón muy débil ¿Sí vez a una niña llorar vas y te ofreces así?- Pregunto con un tono juguetón y divertido.

Noah solo se dejó ser, con la chica sentada sobre su estómago, negó con la cabeza y respondió con pereza -No soy igual de aburrido que tú, las lágrimas no son más que agua que sale luego de tanto estornudar.- Su tono fue tan contundente que Amelia casi se lo creyó.

Pero ¿Cómo podría haber un hombre que no se resistiera a las lágrimas de una dama? ¿Su trampa no funcionó?

-Solo sentí lástima por ti y me serví en bandeja de plata.- Continuó él con una expresión que decía ¿No es obvio?

-Jejeje...- Amelia se rio con enojo ¡Este mocoso incluso se negó a aceptar que ella había ganado! Ella se inclinó suavemente y acercó su rostro a la cara del chico, quien no pudo evitar ponerse rígido ante el repentino acercamiento de la joven.

De repente, Noah sintió un tirón en el cabello, él soltó un gemido de dolor y tomó la mano de Amelia, sin embargo, por temor a lastimarla no la apretó con fuerza.

-¡En la guerra todo se vale! ¡Incluso si eres mayor que yo, no puedes burlarte de mí!- Exclamó Amelia mientras tiraba del cabello negro de Noah, quién estaba sufriendo debajo de ella.

-¡Esto es un golpe bajo, Amelia! ¡Ten un poco de dignidad!- Le replicó Noah con los dientes apretados ¡Lo sabía, esta mocosa seguía siendo igual de cruel y tramposa que antes!

-¡Perdí mi dignidad desde que subiste al árbol! Ahora solo deseo disfrutar de mi venganza ¡wuajajaja..!- Exclamó Amelia, soltando una risa malvada al final.

Noah incluso se olvidó del dolor cuando escuchó esa risa tan extraña salir de la boca de Amelia ¿Era eso siquiera una risa?

Amelia, al no sentir lucha por parte del joven, bajo la cabeza y se encontró con la expresión dudosa y extraña del muchacho, por alguna razón, su risa malévola se detuvo y su rostro se puso rojo de la vergüenza.

En las películas las villanas siempre se reían así y se escuchaba genial, entonces ¿Por qué Noah la miraba como si estuviese haciendo el ridículo?

Ella le tiró con más fuerza el cabello, haciendo que Noah ignorará su sonrojó.

-¡Amelia, esto es muy bajo, incluso para ti!- Exclamó Noah con frustración, tenía ganas de llorar, pero no tenía lágrimas.

-¡No grites, nadie vendrá a salvarte!- Exclamó Amelia con una risa malvada, entrecerrando los ojos sobre el hermoso rostro del joven que sufría debajo suyo.

~Tos~Tos

Una tos seca vino desde detrás de Amelia, su expresión cambió y rápidamente se dio la vuelta, tan solo para encontrar a su madre de pie a unos metros de distancia.

Como si hubiese visto un fantasma, Amelia se puso de pie en un instante y su rostro se puso pálido, con nerviosismo escondió sus manos de la vista de su madre.

-¡Wuajajaja!- Esta vez fue el turno de Noah de soltar una risa malvada, sin embargo, a diferencia de la risa de Amelia, sonó seductora y atrapante, con un encanto extraño. Bueno, parece que a él sí le sentaban las risas malvadas.

Amelia lo miró con envidia y enojo, pues claramente se estaba burlando de ella.

Mientras lo miraba, Amelia de repente pensó en algo, en su vida pasada, nunca conoció a nadie con la apariencia ni el nombre de Noah, esta persona nunca existió en su vida anterior.

-Amelia ¿Cómo puedes tratar así a tu futuro esposo? Si así lo tratas siendo tan joven ¿Cómo lo trataras cuando sea tu marido? ¿A puro sartenazo?- Cuestiono Julia con una expresión dura en su rostro, más que enojada parecía preocupada ¿Qué tal si este yerno tan excelente se le escapaba por las groserías de su hija?

Cinco vidas no le serían suficientes para lamentarse por perderse a un yerno tan bueno.

-Tía Julia, Ami y yo solo jugábamos, no te preocupes.- Dijo Noah con una sonrisa cálida hacia la dama, quién en un futuro no muy lejano sería su suegra.

El cuerpo de Amelia sintió un escalofrío cuando escuchó el apodo tan íntimo que uso Noah con ella, sin embargo, este mocoso siempre llamó a la anfitriona de esa forma delante de los demás, ella no tenía forma de quejarse.

-Hay, mi lindo yerno, no tienes por qué defender a esta mocosa ¡La atrape con las manos en la masa!- La voz de Julia fue suave al principio, pero en su última oración subió de tono, lo que preocupó que Amelia.

-Madre, Noah y yo solo fortalecemos nuestra relación.- Explico Amelia con una sonrisa rígida.

La palabra relación no se sentía bien en su boca.