EL PESO DEL AMOR #EllaMayorQueÉl

#ESTEBAN

La visita sorpresa de mi padre arruinó la posibilidad de tener a Ella entre mis brazos. Él siempre está ocupado en sus funciones, hace de profesor enseñando a los nuevos ingresantes del cuerpo de oficiales de la policía.

Regrese a mi departamento molesto.

-Por lo que veo ya estabas por estrenar el departamento que te regale con esa mujer que está como agua para el chocolate. Me dijo ni bien atravesé la puerta.

-¿A qué viniste? Siempre estás ocupado. Le consulte molesto.

-Estas enojado porque no te deje mojar la dona. Me respondió mirando su celular.

-Dime que quieres. Estoy ocupado y quiero usar el poco tiempo libre para dormir.

-Enseñame a usar este aparato, querías que me actualice, me compré este de última generación. Me comenta enseñándome su celular.

-¿Eso era? Me friego la cabeza, una vez más solo aparece cuando necesita de mi ayuda.

-Existen miles de tutoriales, personas que te explican cómo usar eso. Déjame descansar. Le dije retirándome a dormir.

No sé cuánto paso, siento que se sienta al borde de la cama.

-Esta no era la que estuvo aquí. Me dice mostrándome un vídeo y veo en el a Ella, ofreciéndose como asistente en tecnología que ayudaría a todo aquel a poder hacer trámites vía internet por una mínima suma que no le será un gasto más bien una inversión para su aprendizaje.

-Si es ella. Le respondí.

-¿Qué tipo de relación tienen? Me pregunta.

-Ninguna. Le respondí

-Eso no parecía cuando llegue, se los veía incómodos con mi presencia. Me cuenta.

-No podemos ser nada, es la hija de mi jefe. Le comento.

Él me mira con sorpresa.

-Asi que te acuestas con la hija de tu jefe para subir el rango.

-No es así, lo que me gane fue por mérito propio. Le aclaré enseguida.

-Se nota la química entre los dos, lo vi en ese momento que charlamos, fue breve, pero lo descifre. Insiste.

-No hay nada entre nosotros. Le repito se que solo quiere sacarme información sobre mi vida personal para ir con el chisme a mi vieja.

-¿Qué impide que lo haya? Pregunta.

-Atraviesa por un divorcio, tiene dos bebés. Le respondo.

-¿Ya se divorcio o está en que lo hará?.

-Si, se divorcio, solo espera la respuesta del juez sobre la tenencia de sus bebés.

-¿Por qué se divorcio?

-El marido la engaño, tenía una relación con otra mujer casada y una hija de dos años, como la edad de su varón, con esa otra mujer. Le respondo tapándome la cabeza con la almohada.

-¿Cómo es eso? Insiste.

Suspire molesto lanzando la almohada.

-Ella, trabaja de moto mandado y lo descubrió, dió la casualidad que debía entregar un pedido en ese domicilio y ahí estaba su marido con la otra. Después se las arreglo para conseguir pruebas de ADN, resultando que su esposo era el padre de esa bebé.

-Ja, cuando engañas a una mujer, atájate que te hundirá al fondo del océano con grilletes en los tobillos, sin que te lo espere.

-Al menos ella tuvo valentía. Le respondo.

-Si lo dices por mi, ya eso lo aclare con tu madre, jamás la engañaría adrede, esa mujer solo inventó todo, porque la rechace, no tengo tiempo para mí propia familia, mira que voy a tener tiempo para otra relación. Me dijo enérgico.

-Si eso tenemos comprobado que eres un adicto a tu trabajo. Le respondí con ironía.

-Ya vas a empezar con tus reclamos de hijo. Mejor le pido a esta joven que me ayude con el celular. Me responde.

-Haras una obra de bien, ella se procura solo por sus hijos, el exmarido era tacaño al estar con ellos, ahora peor al no estar más con ellos.

-Estas muy bien informado de su vida, siendo que no tienen nada. Me dice con sarcasmo.

-Te dije que es la hija de mi jefe y él lo comenta.

Veo que le envía un mensaje a Ella y sonríe.

-¿Ya te respondió? Le pregunto.

-Si, me dijo que prende su computadora y me guía.

-Bueno ya que vas a estar entretenido, déjame dormir. Le pido.

Entre sueños lo escuchaba reír y comentaba en voz alta lo que quería, al parecer le enviaba audio o no sé, me entró curiosidad y a decir verdad sentí celos, por lo que me levanto a ver qué hace.

Mi viejo no escribía, hablaba en el micrófono y solo escribía de manera automática, se ve que Ella le enseño.

-¿Qué haces? Le consulto.

-Ya despertaste. Quería comprobar que tanto sabe y le solicite ayuda con unos trámites de documentación con el banco. La verdad que me sorprendió, ella me supo guiar mejor que esos que están para ello en el banco, siempre me duele la cabeza cada vez que debo ir, pero ahora como me guío, los trámites lo haré desde donde esté. Me cuenta entusiasmado.

-Bienvenido al siglo veintiuno, ya era hora que aprendas. Le comento.

-Bueno, fue grato visitarte. Me dijo anunciando que se iba.

-Nos vemos. Le dije al despedirlo.

Cuando mi viejo se fue, contacte a Ella, solo quería poder hablar con ella de algún modo, parezco un loco obsesionado, pero quería tener algún contacto de alguna manera.

#Me guías para recuperar fotos de mi celular que borre. Le escribí.

Ella a los pocos minutos me respondió, me pidió el modelo de mi celular y con base en eso fue guiándome, actúe como un cero en tecnología, solo para retenerla, aunque eso significó que debía pagar por su atención, pero valía la pena, de paso aprendí cosas de mi celular que ni yo sabía.

Al terminar suspiré, quería escuchar su voz, quería poder al menos oírla unos minutos, por lo que use la excusa de saber si necesitaba algo. La llamé pero no respondió la llamada, solo me escribió.

# Disculpa Esteban, no puedo hablar estoy disfónica.

Me escribió.

# ¿Sigues en lo de tu padre?

Pregunté.

# Vine a casa por unos remedios.

Me respondió.

# Espérame, te llevo algo.

Le puse.

# Bien

Fue su respuesta.

Me aliste presuroso y salí dirigiéndome a su casa.

Al llegar ingresé como dueño de casa y solo golpee su puerta de entrada.

Ella me atendió, ví sus mejillas rojas y apenas una leve voz.

-Hola.

-Se te escucha mal, debería llevarte al doctor. Le dije.

Ella me hizo gesto con la mano de que no.

-Solo tomaré este remedio que me estoy preparando. Debo estar con mis bebés. Me respondió en un susurro.

Ella preocupada por sus bebés dejaba de lado su propio bienestar.

-No, vamos, yo te llevo, no puedes estar así. Tus bebés están con Beth ¿Cierto? Le pregunto.

-Si. Me dijo forzado.

Me aproxime posando mi mano en su frente y como sospeche tenía fiebre, sus mejillas rojas la delataban.

-Vamos. Le indique decidido señalando que apague la cocina.

La subí en mi vehículo, Ella que se sentía apenada por su condición. Llegamos al sanatorio y solicité un especialista que pueda revisarla.

-SI, ESPERE AHI, MIENTRAS RELLENA LOS DATOS DE LA PACIENTE EN ESTE FORMULARIO. Me indico una señora de baja estatura y figura rellena, tenía los ojos pequeños oscuros, con una mirada fría e inquisidora.

-Ella debes rellenar con tus datos. Le señale, ella tomo la birome y escribió todo lo que le solicitaba, ahí me enteré cuando cumplía años, y describió los síntomas de su disfonía, lo que sentia.

Me lo paso y le di a la secretaria del especialista.

-PUEDE PASAR, ELLA SOLÁ. Se le escucho al médico.

-Vamos, te acompaño. La lleve del brazo, ella me miro con sorpresa pero no me rechazó.

- TOME ASIENTO. Le señalo el doctor, leyó lo que tenía sobre ella, se acomodó los lentes y se sentó ante Ella.

-ABRA LA BOCA Y SAQUE LA LENGUA. Le indico mientras le revisaba el cuello con su mano.

- HA TENIDO, RESFRÍO, GRITADO DE MAS, ALGO QUE CREA QUE PRODUJO SU DISFONÍA. Le pregunto.

- No. Solo paso por mucha tensión. Le dijo en un susurro.

- ESTRES. SI, ES POSIBLE. LE DARE UNA MEDICACIÓN, LE ANOTARE QUE HAGA GÁRGARAS, Y EVITE HABLAR, DEJE QUE SE RELAJE SUS CUERDAS BUCALES Y SI EN TRES DIAS NO MEJORA, SE LE HARÁ UN ESTUDIO MÁS A FONDO. Le dijo el doctor.

- Doctor, le sentí temperatura. Le digo al médico.

El saco un termómetro y le coloco a Ella bajo el brazo, mientras esperaba realizó las recetas, busco las pastillas y anoto las indicaciones del tratamiento. Regreso hacia Ella sacándole el termómetro.

-Si tiene un poco, pero no es para preocuparse. Comento como si nada.

Nos entregó las recetas y los remedios.

- Eso es todo. Nos despidió.

-Debes tomar este medicamento ahora. Le digo a Ella.

-Bien. Respondió suave.

-No hables en lo posible, no te esfuerces. Toma asiento ahí, te traeré agua. Le digo señalando el lugar donde hay una máquina dispensadora.

-VAYA, MIRA NADA MÁS. NO ME SUPERAS Y VIENES A MI TRABAJO. Escucho la voz de una mujer conocida, me giro encontrándome con la causante de que sea un catador de mujeres y no me comprometa.

- NO TENIA IDEA, NO ESTOY AQUÍ POR TI. Le respondí.

- POR FAVOR RECONOCE, ME EXTRAÑAS, LA VERDAD QUE ESTAS MÁS LINDO AHORA, ESTOY DISPUESTA A VOLVER CONTIGO.

- JA, BAJA DE TU NUBE, NI LOCO REGRESO CONTIGO. ERES UNA NINFÓMANA, NINGUN COMPAÑERO DEL CURSO SE SALVO DE TI.

-SE QUE TE GUSTABA.

- OLVIDATE, YA ERES PASADO. Le afirmó enérgico.

-SI NO ME ENCONTRABAS EN LA CAMA CON OTRO, NOS CASÁBAMOS, SOLO ERA UNA DESPEDIDA DE MI SOLTERIA, TU TAMBIÉN TENIAS LO TUYO Y NO TE DECIA NADA.

"Mentira ella era la única, pero no le diré nunca, que siga creyendo que había otra"

-AGRADEZCO AL QUE ESTUVO ESE DIA, O HABRIA COMETIDO EL MAYOR ERROR DE MI VIDA, SIENDO TAN JOVEN.

-NO TE HAGAS EL DIFICIL, QUIEN SE FIJARIA EN TI, NO ERES NADA. NUNCA NADIE TE VA A AMAR. Me grito desaforada, cuando estaba por pegarme una cachetada, veo que Ella le atajo la mano y le lanzo el vaso de agua que yo sostenía en mi mano.

Me tomo del brazo alejándome de mi ex que me destruyó en su momento y solo Gastón sabe toda la historia.

-ELLA, SIENTO QUE PRESENCIES ESO. Le dije, ella se giro poso un beso en mis labios y me acaricio la mejilla brindándome una sonrisa.

-Eres muy especial, no creas en lo que ella dijo. Me susurro en el oído.

-DEBO CONFESARTE QUE ANTES NO ME TOMABA EN SERIO LAS RELACIONES, EN REALIDAD NUNCA ME COMPROMETIA, PERO CONTIGO ESTOY DISPUESTO. Le confieso.

-Ahora no es el momento. Me susurro.

-SE QUE NO CONFIAS PORQUE SOY POLICIA...

-No es eso. Me dijo y su voz se le fue.

-No hables, vamos. Le digo dándole un beso en los labios.

La lleve hasta la casa de su padre.

-Gracias. Me dijo.

La sostuve del mentón despidiéndome al darle otro beso más intenso, me sentía comodo al besarla, mi auto tenía polarizado y de afuera nadie veía nada, menos de noche. Ella se puso colorada, se apartó bajando del auto.

Suspiré mirando como ingresaba a la casa, regrese a mi departamento y me encontré con Gastón que me esperaba.

-Al fin llegas. Me dice serio.

-¿Qué cuentas? Le pregunto.

-Tu dime, te vi con la hija del jefe. Me comenta cruzado de brazos.

-¿Dónde? Le pregunté.

-No se si recuerdas que el jefe me solicitó patruyar, imagina mi sorpresa ver quién llegó a la casa de la hija de él y a los pocos minutos salir con ella. Me comenta.

-La lleve al médico, tiene disfonía por estrés. Le comenté.

-Y eso es parte de tus funciones, o solo por placer. Me consulta.

-¿Cuál es tu problema? ¿Por qué te importa tanto?

-Te conozco, te estás interesando mucho en ella, y sabes que no irás a ningún lado, son de mundos diferentes. No quiero verte destruido como paso hace tiempo.

-Eso fue diferente, encontré a mi prometida cogiendo con Julián en nuestra cama, con Julián que se declaraba g@y. Le digo serio.

-Al menos debería hacerte sentir mejor saber que Julián tiene a su pareja, estar con tu ex, solo afirmó su inclinación. Me dice sarcástico.

-Pasa, encarguemos algo para comer. Le digo.

-Ella ofrece ser asistente para los que tengan dificultad en hacer trámites vía internet. Me comenta.

-Si, mi padre solicito su atención. Le respondí.

-Cuidado, conociendo como es tu padre. Me dice a modo de burla.

-Te crees cómico ahora. Le respondo molesto.

-Vine porque quiero tu consejo. Me dice carraspeando.

Lo miro con sorpresa.

-¿Tú quieres un consejo?

-Calla y escucha. ¿Cómo sabes que te gusta de verdad alguien?, en este caso una mujer claro. Me consulta carraspeando.

-¿Quién es? Le pregunto.

-Eso no importa. Me dice serio.

-Si, claro que importa, dependiendo de quién es, sabré si solo te atrae por lo físico, o en verdad por algo más.

-Es Beth. Me dice en un susurro.

-No es para vos.

-¿Por qué?

-Beth tiene los pies sobre la tierra y tú eres un inmaduro.

-Ahora te burlas, mejor me voy.

-No, quédate, ya no me burlo, solo cuéntame cómo paso, asi entender todo.

-Bien, escucha sin hacer conjeturas como acostumbras.

-¿Dónde está la diversión?

Él suspiro pesado, hice gesto que me callaba y me acomode a escuchar lo que tenía para decirme.