Natalia Ruttherford siendo una mujer exitosa en los negocios, hija de una familia de gran poder y prestigio, se vuelve blanco para unos asesinos quienes pretendían secuestrarla luego de que saliera de un restaurante donde se encontraba almorzando.
Tal acto fue detenido por un hombre quien la ayudo, evitando que los hombres tuvieran éxito en su secuestro. Su salvador y el hombre con quien ahora se encontraba en deuda se llamaba Vasily Vanatori, conocido como uno de los mayores asesinos de la mafia y actual líder de los Vanatori, quien como pago por la deuda de haberla salvado le encomienda una tarea temporal un tanto extraña.
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Capitulo 13. Una noche sin descanso
El reloj en la pared de la habitación marcaba las dos de la madrugada, todo el lugar se encontraba en un profundo silencio, para esa hora Natalia ya tenía todo el trabajo hecho, así que solo se iría a dormir unas horas para levantarse temprano he ir nuevamente a la oficina.
Se levantó de la silla y estiro su cuerpo, luego se volteó, miro a Misha dormido en la cama y fue a acostarse a su lado, aparto las sabana y noto que el niño estaba temblando dormido.
- O por Dios – dice asustada tocando al niño, que estaba caliente en todos lados de su cuerpo – este niño tiene fiebre – dice alterada.
Apresurada y sin tener otra idea en su cabeza, cargo al niño, salió corriendo de la habitación, salió de la mansión, fue hacia su auto y subió al niño en la parte trasera.
Rápidamente se subió al volante y trato de encender el carro, intento una y otra vez, pero sin resultados positivos.
- Porquería – dice frustrada, ¿Qué había sucedido?, cuando llego a la mansión el auto estaba bien, luego se le vino a la mente ese tipo – sí, lo más seguro es que el mal nacido pensó que huiría luego de ver el cuerpo del hombre – respiro profundo
Resignada salió del auto y cargo a Misha en sus brazos, obviamente los esbirros no harían lo que ella les pidiera, mucho menos si su jefe les dio alguna orden de no dejarla salir.
Así que la única opción era ir y hablar con el dueño de ese circo de payasos.
Determinada entro a la mansión, subió las escaleras y camino hacia la habitación de Vasily, donde como en casi todas las noches se escuchaban los gemidos de mujer, sin tomarle la menor importancia toco la puerta con fuerza hasta que el hombre decidió abrir, mostrando primero su arma justo frente a Natalia.
- Oh, es usted – le dice bajando el arma.
El hombre se encontraba totalmente desnudo, sin vergüenza exhibicionista. Al fondo sobre la cama, cubriendo su cuerpo con las sabanas se podía ver a la mujer, que hace unos momentos sus gemidos resonaban por todo el pasillo
- Su hijo tiene mucha fiebre – le dice seria y mostrándole una mirada de pocos amigos.
- ¿Entonces? – le dice despreocupado
- Usted sin duda es el peor padre de la historia – le dice furiosa por la forma tan despreocupada y desatendida en la que el hombre hablaba – le aseguro que no estaría aquí interrumpiendo sus cochinadas de no ser porque daño mi auto – le dice con furia – asi que ahora muévase, vístase y lléveme al hospital para que puedan atender a su hijo - le dice exigente
Vasily suspira y se voltea caminando hacia la cama.
- ¿Ya podemos continuar? – le dice la mujer que se encontraba impaciente esperando a que echara a la intrusa.
- Ya lárgate – le dice lanzándole el vestido a la cara – usted no se mueva de allí, estaré listo en cinco minutos – le dice señalando a Natalia.
- Pe… Pero Vasily, ¿me echaras de esa forma? – le dice la mujer indignada por el trato que estaba recibiendo del hombre.
Sin prestarle la menor de las atenciones Vasily camino hacia el baño, pero la mujer se levantó corriendo y lo tomo de la mano.
- ¡Espera!, no me trates de esta forma, yo no soy basura que puedes desechar así sin más – le dice molesta, luego se sorprendió al ver el arma del hombre en su frente.
- No sé qué tonterías estés pensando o qué imagen tengas de mí en la mente – le dice calmado, pero en su mirada se mostraba una gran intensidad - Pero, a menos de que quieras conocer el infierno antes de morir, no vuelvas a intentar darme ordenes o detenerme, así que termina de largarte ahora que todavía te tengo paciencia – le dice en voz baja.
- Pero esa mujer fue quien te dio órdenes y tú la sigues como un perro a su amo – le dice indignada, ella había sido la pareja sexual de vasily durante dos años, ¿Cómo una mujer que apenas conoce le es permitido actuar de tal forma y de ella se deshace como si de basura se tratara?
El hombre no hablo solo amartillo el arma apuntando directo hacia la mujer, quien entendió claramente que esa era una discusión en la que no estaba en posición de ganar. Así que tomo toda su ropa y salió de la habitación, no sin antes dedicarle una mirada y gesto de desprecio a Natalia al pasar por su lado.
Natalia espero a que el hombre se duchara y vistiera, luego de eso Vasily le quito al niño de los brazos, bajaron las escaleras y salieron de la mansión, subieron a una de las camionetas y el hombre condujo hacia la clínica, encargándose de todo para que el niño fuera atendido rápidamente.
Luego de hacerle una serie de estudios, pasaron al niño a una de las habitaciones donde desde allí seria atendido y podrían estar cómodos.
- Los resultados de los estudios indicaron que solo se trata de una fuerte virosis – les dice el medico revisando los papeles – ya le fue suministrado el tratamiento, la fiebre debería bajar en poco tiempo – le dice de forma amable.
- Gracias al cielo – dice Natalia aliviada después de aquel gran susto
- Es bueno que lo trajeran, ya que en niños pequeños es contraproducente que los auto-mediquen, algo que los padres por lo general suelen hacer, agravando todos los síntomas – le dice a Natalia.
- El susto que tuve al notarlo tan caliente no me dejo siquiera pensar en la auto-medicación, además prefiero que un experto se encargue de ello – le dice Natalia sonriendo mientras observa al pequeño Misha dormido de forma apacible sobre la camilla.
- Eso la convierte en una madre muy responsable y preocupada señora – le dice el doctor de forma amable – bueno ya debo irme, en recepción estará la prescripción del tratamiento, por esta noche lo dejaremos y en el día ya puede irse – le dice antes de retirarse.
Natalia se sentó en la silla al lado de la camilla del niño y comenzó a acariciar su cabello, se sentía aliviada de que no fuera nada grave lo que Misha tenía, antes de eso sentía una fuerte desesperación, era la primera vez que tenía a su cuidado una vida que no fuera la de ella misma.
- Ya puede irse, yo me encargare de todo – le dice a Vasily, quien estaba de pie frente a ella viéndola mientras acariciaba al niño.
En lugar de marcharse el hombre camino hacia el sofá de tres puestos que se encontraba al fondo y allí se acostó boca arriba.
- Esperare a que quieran irse, esta clínica no es segura para ese niño- le dice acomodándose.
Sin prestarle mayor atención al hombre, Natalia se quedó allí velando el sueño del pequeño Misha.