Letta, de 23 años, vivió consumida por el odio… y también murió por él.
Después de cumplir su misión de venganza, terminó perdiendo la vida al ser baleada por su propio enemigo.
Pero en lugar de ir al más allá, vuelve a abrir los ojos en el cuerpo de una adolescente de 17 años cuyo nombre es sorprendentemente parecido al suyo.
Lo peor es que el cuerpo en el que despertó pertenece a una auténtica delincuente: una chica que insultaba y despreciaba a sus propios padres, odiaba a su hermano menor que tenía síndrome de Savant, e incluso manipulaba a sus amigos para que intimidaran a su propio hermano mayor.
Perseguía a uno de los chicos más guapos de la escuela como una loca desesperada.
Mentía a todo el mundo diciendo que era rica, cuando en realidad era la más pobre de toda la escuela.
Letta no era santa… pero al descubrir lo que la dueña original de ese cuerpo había hecho, se dio cuenta de que existen personas mucho peores que ella.
“Con razón la dueña de este cuerpo murió… ¡era realmente basura humana! Si yo fuera Dios, jamás habría permitido que siguiera viviendo en este mundo.”
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Capítulo 13
Oh, me alegra que les guste esta obra. Lo siento, no he podido subir contenido doble en estos días porque no me he sentido bien. Pronto lo haré, si Dios quiere. Tal vez mañana.
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Letta caminaba hacia su clase enfadada. Ser adolescente de nuevo no era agradable, encontrarse con humanos inestables, con pensamientos arcaicos y nada maduros. Letta tenía que contener su ira aquí. Todos, incluso, la veían como una enemiga aquí.
Más bien, como basura de la que hay que alejarse.
Letta prefirió faltar a clases hoy porque su mente no podía adaptarse. "Tengo que vender todas las cosas inútiles de Letta para ganar dinero, para pagar esas deudas. En toda mi vida no he tenido deudas, aquí sí tengo muchas..." Murmuró Letta, de pie cerca de la pared que iba a escalar.
No era difícil para ella, pero en la parte superior de la pared había muchos cristales rotos. Se estimaba que podía morir si la escalaba sin preparación.
"¿A dónde crees que vas?" Letta retrocedió porque le jalaron el cuello de la camisa.
Letta miró quién era el culpable. Puso los ojos en blanco al ver quién era. "¿Qué quieres? No me toques sin razón", murmuró, tratando de quitar la mano del chico de su cuello, pero fue inútil. Su mano no llegaba.
"Soy el jefe del consejo estudiantil aquí", explicó.
Letta miró al chico con sorpresa, sonrió torcidamente. "Y quieres faltar a clases, ¿crees que tienes algún asunto conmigo?", le preguntó a Letta fríamente.
Letta negó con la cabeza al escucharlo. "No quiero faltar a clases. Solo estaba mirando las paredes", dijo Letta evadiendo. ¡Si la castigaban doble hoy!
Renja la miró molesto al escucharla. "La Sra. Mike hizo una denuncia de que faltaste a su clase y discutieron. Así que me asignaron buscarte y castigarte. ¿Aún quieres negarlo?", preguntó.
"No falté a clases. La Sra. Mika me echó. Pregúntale a la gente de mi clase si no me crees", Letta seguía negándose, sin querer rendirse.
Renja negó suavemente con la cabeza. "Ven conmigo primero y luego les pregunto a ellos", le dijo a Letta.
Letta negó con la cabeza al escucharlo. "Por favor, yo...". Letta se frotó la cabeza, mareada. ¿Por qué su segunda vida tenía tanto drama? Además, un drama infantil en el que el consejo estudiantil la llamaba porque quería faltar a clases.
"Letta, ven conmigo o te castigaré más de lo que he decidido", dijo Renja.
Letta suspiró suavemente, siguiendo a Renja, que tiraba del cuello de su camisa. "¿Puedes soltarme? Puedo caminar sola", murmuró Letta, mirando a Renja con fastidio.
Renja negó con la cabeza, tirando de ella como antes. "Escaparás después. Cállate, o te arrastraré con una cuerda", dijo Renja con firmeza y pereza.
"Deberías arrastrarme por el pasto. ¡Así me convierto en tu cabra!", explicó Letta, poniendo los ojos en blanco.
Renja se rió suavemente al escucharla, mirando a Letta. ¿Por qué Letta ahora se veía linda y dulce ante sus ojos? Renja negó suavemente con la cabeza, ¿cómo podía esta persona arrogante ser dulce?
Renja llevó a Letta a la sala del consejo estudiantil, allí inmediatamente tomó una bebida de la mesa y la bebió sin que Renja la invitara, tomando un bocadillo de la mesa. Renja la miró con los ojos muy abiertos. "No te dijeron que comieras", explicó Renja arrebatándole el pastel que Letta estaba comiendo.
Letta evadió, abrazando el pastel, mirando a Renja con dureza. "Tengo hambre, tampoco se acabará. Eres muy tacaño, si no me dicen que coma, ¿por qué lo pones en la mesa? ¿Solo para exhibirlo?", preguntó Letta atropelladamente.
Renja frunció los labios al escucharla. "Sí, ya lo sabes. Esto es para exhibirlo y para mí, no para ti", explicó Renja con pereza. Letta miró a Renja con una mirada burlona y tomó muchos cacahuates, metiéndolos en su boca.
Renja miró con asombro el comportamiento aleatorio de Letta ante sus ojos. Por lo general, Letta nunca se comportaba así, siempre se rendía y admitía sus errores. ¿Pero esto? Letta masticó con dificultad y bebió el agua mineral que había abierto antes.
Renja arrebató el pastel del frasco. Miró a Letta molesto. "Eres molesta", murmuró.
Letta solo la miró con pereza. Prefirió sentarse en silencio y tomar otro frasco.
Plak. Renja inmediatamente alejó sus pasteles de Letta. Letta, que fue tratada así, se quedó callada. Renja guardó los frascos de pasteles debajo de la mesa, mirando a Letta molesto. "Eres molesta, Maryk, glotona", explicó.
Letta permaneció en silencio, sin hablar. Renja, al ver el comportamiento de Letta, solo pudo suspirar y ser paciente. "No quiero andarme con rodeos. Ahora te castigaré por limpiar la sala del consejo estudiantil ahora mismo por intentar faltar a clases y faltar en la clase de la Sra. Mike...!", dijo Renja con firmeza a Letta.
Ketta negó suavemente con la cabeza. "No es así como se hace, ¿quieres que te enseñe?", preguntó Letta en voz baja.
Renja levantó una ceja, mirando a Letta con un signo de interrogación. "Tú, como jefe del consejo estudiantil, deberías preguntarme, ¿es cierto que falté a clases? ¿Es cierto que quiero faltar a clases? No puedes solo escuchar a una parte", explicó Letta, oponiéndose a Renja.
Renja quiso hablar, pero fue interrumpido por las palabras de Letta. "La Sra. Mike me dijo que saliera, me fui por el problema de que me resistí porque la Sra. Mike me estaba insultando. Me estoy defendiendo. ¿Crees que si te dicen idiota te quedarás callado? ¿Quieres que te digan idiota?", preguntó Letta.
Renja tosió. "No soy idiota".
"¡No quiero que me digan eso, yo tampoco!", exclamó Letta.
"Pero tú eres idiota. Yo no", explicó Renja con indiferencia.
Letta sintió que su pecho era atravesado por una flecha, mirando a Renja que hablaba con inocencia. "Aunque sea idiota, no es apropiado que un maestro como educador de sus hijos insulte así. Un maestro debe educar y proteger. La salud mental de una persona puede decaer si le hacen eso", explicó Letta de nuevo.
"¿No es tu salud mental resistente? Has sido rechazada muchas veces por Fajar, pero sigues persiguiéndolo. Creo que esa es una prueba suficiente de que tu salud mental está bien. ¿En serio, solo porque la Sra. Mike te dijo idiota tu salud mental decae? Que te digan barata otras personas no te importa", dijo Renja a Letta sin presión. Pero lo que dijo era cierto.
"¡Ay, siento que mi corazón se rompe en mil pedazos!", dijo Letta, tocándose el pecho, haciendo que el adolescente la mirara con pereza, mordiéndose suavemente el labio inferior para contener la risa.
"Mi salud mental ya decayó, ok. No estoy persiguiendo a Fajar ahora", dijo Letta, cerrando los ojos con fastidio. Hablar con Fajar agota más las emociones que con Mars.
Remja asintió suavemente. "Recién me doy cuenta de que también puedes decaer. Pensé que era solo un drama", explicó Renja, burlándose de Letta, que parecía muy torturada por él.
Letta suspiró suavemente. "¿Entonces ahora qué quieres hacer?", preguntó Letta.
"Limpia mi habitación ahora", explicó Renja a Letta. Letta, al escucharlo, se deslizó en la silla, cerrando los ojos con fastidio.
DIOS MÍO, ¿por qué su vida es tan dramática? Renja, al ver el comportamiento de Letta, se rió entre dientes por dentro. "Presidente del consejo estudiantil, por favor, no estoy faltando a clases. La Sra. Mike está inventando cosas. Pregúntale a mis compañeros de clase", dijo Letta, esforzándose de nuevo.
Renja asintió. "Pero sigues equivocada, porque te has resistido a la Sra. Mike", explicó Renja.
Letta allí solo se quedó callada, sin querer hablar más. Incluso miró a Renja con pereza, prefirió cruzar los brazos. No limpiaría la sala del consejo estudiantil o incluso obedecería a este jefe del consejo estudiantil, nunca, por favor, recuerden eso. ¿QUIÉN se cree Renja para que ella lo obedezca? Solo es el jefe del consejo estudiantil, ¡qué presumido! Niño pequeño, ¡qué idiota!
Ella tiene 34 años, ¡no debería estar pasando por esto!
