Al sorprender a una pareja en pleno acto, Kumala Rasya Putri(Kurap) se ve obligada a firmar un acuerdo absurdo con aquel hombre. Pandu Nugraha Andaksa(Panu) debe contener su ira cada vez que se enfrenta a Rasya, quien pone a prueba su paciencia una y otra vez.
Entonces, ¿terminarán atrapados en un matrimonio como en cualquier novela? ¿O habrá una sorpresa inesperada que logre que ambos se enamoren mutuamente?
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Capítulo 1
En una habitación de hotel, se veía a dos personas de diferente género compitiendo en gemi*dos y gruñi*dos para alcanzar un clímax de placer. El hombre bombeaba el cuerpo de la mujer sin cesar, mientras que la mujer gemí*a sin parar desde abajo.
Cuando el hombre sintió que estaba a punto de alcanzar el clímax, sus movimientos se volvieron cada vez más espasmódicos. Sin embargo, antes de que su amiguito vomitara, se escuchó que la puerta de la habitación se abría con mucha fuerza, deteniendo los movimientos del hombre repentinamente.
"Lo siento, no sabía que estaban en eso". Rasya parecía muy nerviosa, al ver la escena que acababa de presenciar en vivo, ya que hasta ahora solo la había visto en videos en su teléfono celular.
Rasya miró la puerta de la habitación del hotel con el número 212. Luego, se golpeó la frente por haberse equivocado de habitación. Mientras que el hombre que no pudo llegar al clímax, finalmente se vio obligado a sacar a su amiguito porque ya no estaba de humor.
"¡Qué descarado!" gritó el hombre. Rasya se cubrió la cara cuando el hombre se giró hacia ella sin ropa.
"¿Podrías cubrirte primero, tío? Estás contaminando mis ojos puros", dijo Rasya. Espió entre sus dedos y vio que el hombre se cubría con una manta.
"¿Qué necesitas aquí? ¡Estás interrumpiendo mi actividad!" bramó Pandu, mientras que Cecilia, la compañera de dúo de Pandu en la cama, miraba a Rasya con agudeza.
"Lo siento, tío. Ya me equivoqué de habitación. Debería haber entrado en la habitación 211, pero en cambio entré en la habitación 212 de Wiro Sableng. También vi una escena que contaminó mis ojos puros como una chica de veinte años", balbuceó Rasya. Pandu, al oírla, solo exhaló con rudeza.
"¡Eres muy ruidosa!" se quejó Pandu. Caminó hacia la puerta donde estaba Rasya. Al ver que la distancia de Pandu se acercaba, Rasya parecía muy nerviosa. Con movimientos lentos, Rasya retrocedió.
"¿Qué vas a hacer, tío?" Rasya parecía cada vez más nerviosa, especialmente al ver la sonrisa en los labios de Pandu y la mirada aguda en los ojos del hombre, como si quisiera devorarla viva.
"¡Por supuesto, dar una lección a una pequeña alborotadora como tú!" Rasya tragó saliva con dificultad.
"En ese caso, quiero escapar primero. ¡Hasta luego, tío guapo!" gritó Rasya. Sin embargo, antes de cerrar la puerta de la habitación, Rasya sacó la lengua hacia Pandu para burlarse de él. "¡No olvides afeitarte el pelo de las axilas, tío! ¡Cuerpo de abdominales, pero el pelo de las axilas es como una selva!" se burló Rasya.
"Qué atrevid—"
¡Brak!
Antes de que el grito de Pandu terminara, Rasya ya había cerrado la puerta con mucha fuerza, incluso haciendo que Pandu diera un salto.
"¡Maldita chica!" maldijo Pandu mientras pateaba la puerta con fuerza. Sentía que la ira de Pandu ya había subido a la coronilla. Se dio la vuelta y vio a Cecilia sentada en el borde de la cama todavía sin ropa.
"¡Ponte la ropa!" ordenó Pandu.
"Cariño, todavía no hemos terminado", dijo Cecilia con una voz muy sensual.
"¿Crees que todavía estoy excitado después de que haya una pequeña alborotadora?" preguntó Pandu con énfasis. El cuerpo de Cecilia se encogió un poco porque sabía cómo era un Pandu Nugraha Andaksa cuando estaba enojado.
"¡Ponte la ropa y vete de aquí inmediatamente o arruinaré tu vida!" repitió Pandu con mucha firmeza.
Cecilia se apresuró a ponerse la ropa y salió de la habitación sin arreglar su maquillaje que ya estaba desordenado. Después de que la puerta de la habitación se cerró herméticamente, Pandu dejó caer su cuerpo en la cama con rudeza. Cogió el teléfono que estaba tirado en la mesita de noche y llamó a Arga, el asistente personal de Pandu.
"¡Hola, Ga! Mira las cámaras de seguridad alrededor de la habitación del hotel donde me hospedo ahora y busca a la pequeña alborotadora que se ha atrevido a molestarme. ¡Asegúrate de que esté frente a mí en tres veces veinticuatro horas!" ordenó Pandu sin rodeos. Después, colgó la llamada abruptamente.
¡Ya verás! ¡No dejaré que te escapes!
Hola, aquí de nuevo con Othor Kalem. No olvides dar tu apoyo, chicos.
Que tengan un buen día.
