¿Crees en las segundas oportunidades? Pues yo no, al menos eso pensaba antes de vivir o de morir, depende del punto de vista del que lo veas.
Lo que si puedo asegurar es que es una experiencia que te hace pensar que has perdido la razón, es doloroso recordar como tu vida se va a apagado, pero lo que más duele es que a nadie le importas, ya que todos piensan que eres la mala del cuento.
Espero que con esta nueva oportunidad de vida pueda limpiar mi nombre y desenmascarar a los verdaderos villanos...
NovelToon tiene autorización de Crisbella para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo XIII La mejor opción
"Lissandro hijo ven que tu padre y yo queremos hablar contigo". Estaba llegando a la casa cuando escuché a mi mamá llamarme desde la sala.
*¿Qué estarán planeando ahora?*, pensé.
Entre en la sala y los vi muy serios a ambos. "¿En que les puedo servir?", pregunté con sarcasmo.
"Sientate que tenemos algo para decirte". Dijo mi mamá mirándome con desaprobación.
Puse los ojos en blancos a lo que mi padre mi padre me amonesto, "Sientate y respeta a tu madre. Es muy grosero de tu parte hacerle ese gesto a tu madre".
"Ya, dejen el drama y digan lo que van a decir. Tengo cosas que hacer". Respondi con fastidio y es que ellos siempre han buscado casarme con una hija de familia con buena posición social si tomar en consideración mis sentimientos, además soy muy joven para amatrarme a una aburrida niña de bien.
"Mañana iremos a visitar a la hija de Alfredo Rodriguez, en realidad visitaremos a sus dos hijas. Ese hombre es un empresario de prestigio y nos gustaría que te casaras con Carolina Rodriguez, aunque debemos visitarlas a las dos por cortesía".
Los mire con incredulidad, ellos seguían insistiendo en ese tema cuando fui claro la última vez que me presentaron a la hija debuno de sus amigos. "Ya les dije que no permitiré se metan en mi vida, no me interesa casarme con ninguna de esas muchachas insípidas, así que no insistan, ya que no iré a visitar a nadie". Dije con firmeza.
"No es tu decisión, nuestra familia necesita un heredero y siendo nuestro único hijo es tu responsabilidad. Y si te niegas suspendere todas tus tarjetas de crédito, el carro que tanto te gusta lo donare a la caridad y tendrás que empezar a trabajar para mantener tu desordenada vida". Mi padre me amenazo directamente, él no era hombre de andar con rodeos y cuando decidia algo hacia lo imposible por conseguirl. Sin poder objetar su decisión subí a mi habitación y ahí me quede toda la noche pensando la manera de salir de esta situación.
Al día siguiente mis padres me despertaron para ir a visitar a la tal Carolina, esa mujer debía ser una mojigata sin sentido común. De mala gana fui a conocerla, llegamos a la casa de los Rodriguez, este lugar estaba lleno de lujos y excentricidades de mal gusto, era obvio que la señora de la casa era una mujer sin clase. No entendía por qué mis padres me querían casar con la hija de una mujer así.
"Bienvenidos a su casa", nos recibió una mujer horrible y ordinaria sin una pizca de clase.
"Gracias por la invitación", saludo mi madre con una gran sonrisa.
"Por favor tomen asiento, en un minuto baja mi hija y mi esposo".
Un par de minutos después una hermosa joven apareció en la sala vistiendo de manera elegante y desbordando carisma. "Buenos dias", dijo con su melodiosa voz.
"Buenos días, soy Lissandro Mendoza y estoy a sus ordenes hermosa dama". Esa muchacha me había hipnotizado con su belleza, además no se parecía en nada a la ordinaria de su mamá.
"Gracias, pero por favor siéntate". Su delicadeza era como la de un cisne, al menos así la veía yo.
La conversación con ella fue fluida, era como si la conociera de toda la vida. Al salir de esa casa fuimos para a conocer a la otra hija de Alfredo, no entendía para que, si la.idea de mis padres era que enamorara a una de las hijas de ese señor no entendía por qué debía conocerlas a las dos. Si la decisión ya estaba tomada; Carolina era la elegida.
En fin llegamos donde la otra joven, pero ella no se encontraba en casa, nos quedamos hablando con la mamá de la tal Alexa, la cual era una mujer educada y muy hermosa nada que ver con Sandra. Luisa era refinada y amable, su porte era el de una mujer de clase alta y su forma de hablar dejaba en claro su educación.
Todo iba bien hasta que llego la hija de Luisa, su belleza me dejó prendado. Pero su manera de hablar y de mirarme hizo que la sangre se me helara. Era como si me odiara algo que no entendía y es que no nos conocíamos.
No paso mucho tiempo cuando tocaron a la puerta, Alexa fue a ver quien era volviendo con nada más y nada menos que Sergio Materano, el era mucho mayor que ella, pero a leguas se veía la atracción de la joven por un hombre mayor. Cuando se alejaron de la sala hice un comentario creyendo que ella no me escucharía, pero resultó que ella si escucho y su forma de reaccionar me dejo impresionado, nadie nunca me había hablado de la manera en la que ella me hablo, era obvio que me odiaba y yo ni por enterado.
Su actitud hizo que me interesara en ella mucho más que en Carolina, era la mujer que tanto había esperado, una que me costaría conquistar. Era un reto que no pensaba dejar pasar y mucho menos se la dejaría al imbecil de Sergio, Alexa seria mía y eso era una promesa.
Gracias autora por actualizar.
Ojala los malos sean destruidos