CONQUISTANDO A UN MUJERIEGO

HENRY

Angie me está haciendo las cosas muy difíciles cada que me besa cada que la siento cerca siento que no puedo contener las ganas de hacerla la mía ella me enloquece y creo que lo sabe bien le gusta hacerme perder el control, ella está jugando con fuego.

Un fuego algo difícil de controlar y el cual apenas logro controlar con los baños de agua fría, más sin embargo, a pesar de que calme mis ganas de hacerla mía, la quiero durmiendo a mi lado.

Así que sin pensarlo dos veces camine a su habitación entre sin tocar la puerta y la vi ahí tan hermosa dormida, con sumo cuidado entro a la cama y la atraigo hacia mi pecho.

Angie se mueve levemente sobre mi pecho, pero no abre los ojos, al contrario, se acurruca en mi pecho y sigue durmiendo tranquilamente.

—Eres la mujer de mi vida —declaró tras dejar un beso en su frente y abrazarla fuerte a mi pecho.

Tras observarla dormir por un rato, yo también me quedé profundamente dormido, no desperté hasta la mañana siguiente cuando sentí los dulces labios de mi novia junto a los míos.

—Eres una aprovechada —Bromeo al abrir los ojos y la tomo de la cintura

—El aprovechado aquí es otro, ya que se me tío a mi cama sin permiso mientras yo dormía plácidamente —responde ella

—Bueno, es que pensé que te daría miedo dormir sola —explique y comencé a besarla hasta que su celular comenzó a sonar.

—Ese debe ser Martin —mi hermosa novia corre a tomar su celular y se queda hablando con su amigo en el sofá de la habitación.

Resignado salí de la cama, me acerqué a ella le di un rápido beso en los labios y me dirigí a mi habitación, y luego entro al baño en donde realizo mi rutina diaria y me arreglo para salir a correr.

Antes de salir pase por la habitación de Angie y está seguía al teléfono así que le hice señas que iría a correr y esta asintió con una gran sonrisa, creo que su amigo le dio buenas noticias, eso lo sabremos cuando regrese.

Antes de salir me tomé en licuado de proteínas y entonces si me fui a correr por los alrededores hasta llegar al parque que esta cerca de mi departamento.

El recorrido fue relativamente tranquilo, al llegar al parque comencé a realizar algunos ejercicios hasta que un grupo de chicas seme acerco, entre ella está Leila, puse mi cara de pocos amigos, pero aun así esas chicas se acercaron a coquetear conmigo.

—Hola Henry, hace días que no te veo por el club en la playa —comenta una de las chicas en tono coqueto muy cerca de mí.

—Ni me verás, ya no iré a esos lugares, o por lo menos no sola —respondí mientras me alejo un poco de ella.

—¿Por qué, te lo prohíbe tu novia? —Interviene Leila, tan venenosa como siempre, iba a responderle, pero alguien respondió por mí.

—Yo no le prohíbo nada a mí novio, si el no quiere ir a ninguno de esos lugares es porque me es fiel a mi, ahora si nos disculpan nosotros vinimos a ejercitarnos no a hablar — responde Angie y antes de que cualquiera pueda reaccionar me toma la mano y juntos comenzamos a correr al rededor de parque.

—Quita esa sonrisita tonta —me advirtió mi hermosa novia y no pude evitar abrazarla y darle un beso para luego seguir corrieron ella.

—Estás loco —comentó ella y me siguió el ritmo.

—Si estoy loco, pero por ti —le di otro beso y salí corriendo mientras ella me persigue y trata de atraparme.

Al final la cargue en mis brazos y di vueltas con ella en el césped y luego nos acostamos sobre el mirando al cielo.

—Ja, ja, ja —Angie, apenas y puede controlar su risa.

—Tu amigo te dio buenas noticias —me senté en el césped y ella hizo lo mismo.

—Si, en cuanto Fabricio y Claudia, consigan la información que necesitamos y escojamos el país a donde iremos el viajará para ir adelantando todo —responde mi hermosa Angie.

—Tienes un buen amigo —comente y la abrace

—El mejor, te va a caer muy bien en cuanto lo conozcas —expresa Angie.

—Mientras eso pasa que te parece si vamos al departamento, te preparó un delicioso desayuno y luego te invito al cine o a donde tu quieras —propuse mientras le doy pequeños besos en sus labios.

—Me parece perfecto, vamos —ambos nos colocamos de pie y volvimos caminado al departamento.

El camino al departamento se nos acorto al regresar pues estábamos juntos y riendo mucho así que se nos hizo muy corto.

Al llegar, encontramos una nota de Fabricio, donde nos informa que se fue a reunir con Claudia y que nos contará cuando vuelva, así que yo envié a mi hermosa novia a ducharse, mientras yo le preparo el desayuno.