LA OBSESIÓN DEL MAFIOSO REENCARNADO

Angello: di que sí, yo muero de ganas por probar tus hermosos labios, quiero ser respetuoso contigo y hacerlo solo si quieres

Alana: (moría de vergüenza, pero el es mi esposo y no hay nada de malo en ello, aparte él es mío)

Angello: (su asentimiento fue mi luz verde para avanzar, la tome de la cintura y la acerque a mí, sus labios son carnosos y dulces, le di un par de besos suaves para que se acostumbrara y aprendiera, pero lo posesivo que soy salió a flote y más cuando de esos pequeños labios empezaban a salir pequeños gemidos, me le comí la boca a gusto, la disfrute tanto como quise) ohh la mía regina, simplemente eres perfecta

Alana: eres desvergonzado

Angello: preciosa no sabes de lo que te estás perdiendo, pero pronto lo sabrás, ahora ve a terminar de modelar para mi

Angello: ya basta

Alana: (su voz sonó más gruesa de lo normal su mirada me recorre de una manera que me desconcierta, como si él fuera un lobo y yo su presa) ¿no te gusto como me queda?

Angello: estás loca preciosa, ve a cambiarte antes que haga una locura

Alana: no, dime si no te gusta (tengo miedo, yo quiero gustarle tal y como soy)

Angello: la mía regina, no lo entiendes te ves demasiado hermosa y estoy a punto de saltarte encima y hacerte mía una y otra vez, así que se una buena chica y ve a cambiarte antes que cambie de opinión (no quiero asustarla, yo la deseo, pero quiero que entre nosotros haya mucho más que eso)

Alana: (me gusta su sinceridad) ya me cambié

Angello: preciosa de ahora en adelante quiero verte segura de ti misma, no quiero verte bajar la cabeza en ningún momento, tu eres hermosa tal y como eres

Alana: (mis lágrimas salieron sin previo aviso) ellos me dijeron que soy un adefesio por no ser como mi hermana

Angello: ellos se pierden la maravillosa experiencia de estar al lado de alguien como tú, además cariño en este basto mundo todos no tenemos los mismos gustos, hay hombres que le gustan las mujeres delgadas y hogareñas, y hay otros hombres como yo que me encantan las mujeres como tú, con esas bellas caderas y esas hermosas montañas que solo serán para deleitarme hasta que parta de este mundo

Alana: ¡ANGELLO!

Angello: la mía regina, pero si los ojos se hicieron para ver y tu estas como quieres condenada

Alana: hay muchas cosas que no entiendo

Angello: ya te acostumbraras, yo tengo una forma muy particular de ser, ahora vamos al pueblo hay que conseguir el local adecuado para tu negocio

Alana: (el último mes he estado ocupada en la apertura de la boutique como le puso Angello y citas con este hombre tan maravilloso, me hace sentir segura y amada, ese sentimiento solo lo había experimentado con Zamara que es como mi hermana mayor y mi querido hermano David, mi esposo me ha cautivado completamente, se ha tomado el tiempo de conocerme y saber que me gusta y que no, el problema ahora mismo es que entre en celo y justo estamos en una cita cerca de su cabaña)

Angello: ¿la mía regina estas bien?

Alana: tengo mucho calor, creo que es hora de regresar

Angello: (lo máximo que he avanzado con ella es tomarnos de la mano y abrazarla, y uno que otro delicioso beso candente que siempre me dejan con ganas de más y ahora mismo con tal de que no se vaya la estoy abrazando, sé que no le soy indiferente porque siento como su cuerpo se tensa cuando está cerca de mí, me encanta que reaccione así, significa que me desea como yo a ella, sé que dije que iba a ir con calma, pero esto me está costando horrores) me encanta tenerte así de cerca

Alana: ¿Qué haces? (me dio la vuelta y sin dejarme reaccionar me beso, soy una neófita en este tema no sé cómo comportarme o reaccionar, lo único que sé es que me encanta lo que esta haciendo)