Una historia sobre un adolescente Riko que se enamora de una ramera
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**Capítulo 13: Regreso Inesperado**
**Capítulo 13: Regreso Inesperado**
El sol se filtraba a través de las cortinas de la habitación de Fabiola, iluminando el espacio con una cálida luz dorada. Era un nuevo día, y aunque las dudas y los miedos habían comenzado a disiparse, un aire de inquietud se cernía sobre ella. Había estado trabajando arduamente en su nueva colección y había encontrado una renovada confianza en su trabajo, pero una sombra del pasado parecía acecharla.
Mientras se preparaba para un día de diseño, su mente se llenaba de pensamientos sobre lo que había logrado hasta ahora. Su colaboración reciente había sido un éxito, y había recibido elogios por su creatividad. Sin embargo, la llegada de un correo electrónico inesperado cambió el rumbo de su día. Al abrir su bandeja de entrada, se encontró con un mensaje que la dejó helada.
Era de su antiguo jefe en el bar, Samuel. Había pasado tiempo desde que se habían visto, y las memorias de esa época la inundaron de nostalgia. El mensaje decía que estaba de regreso en la ciudad y que le gustaría reunirse con ella. Fabiola sintió una mezcla de emociones: curiosidad, miedo y un atisbo de incertidumbre.
"¿Por qué ahora?", se preguntó, sintiendo que el pasado y el presente estaban a punto de chocar. Había trabajado tan duro para dejar atrás esa parte de su vida, y la idea de volver a enfrentarse a Samuel la llenaba de ansiedad. Recordaba los momentos difíciles que había vivido bajo su supervisión y cómo había luchado por encontrar su voz en un mundo que a menudo parecía opresivo.
Decidida a no dejar que el miedo la dominara, decidió responder al correo. "Hola Samuel, me alegra saber de ti. Claro, estaría dispuesta a reunirme. ¿Cuándo te gustaría hacerlo?", escribió, sintiendo que su corazón latía con fuerza. No sabía qué esperar, pero sabía que tenía que enfrentarlo.
Esa noche, mientras cenaba con Fernando, decidió hablarle sobre el mensaje. "Fernando, recibí un correo de Samuel. Dice que está de regreso en la ciudad y quiere reunirse conmigo", confesó, sintiendo que la ansiedad comenzaba a apoderarse de ella de nuevo.
Fernando la miró con atención, su expresión seria. "¿Samuel? El que era tu jefe en el bar, ¿verdad? ¿Qué piensas hacer?", preguntó, su voz llena de preocupación.
"No lo sé. Quiero enfrentar este capítulo de mi vida, pero al mismo tiempo, me siento incómoda. No quiero que me arrastre de nuevo a ese mundo", respondió Fabiola, sintiendo la vulnerabilidad en su voz.
Fernando tomó su mano, su toque reconfortante. "Tienes el control, Fabiola. Solo tú decides si quieres volver a abrir esa puerta. Si sientes que es lo correcto, hazlo. Pero si te incomoda, no hay necesidad de hacerlo".
"Gracias, Fernando. Aprecio tu apoyo", dijo Fabiola, sintiendo que su corazón se llenaba de gratitud. Sin embargo, las dudas seguían acechando. ¿Qué quería Samuel? ¿Por qué había decidido volver ahora?
El día de la reunión llegó, y Fabiola se sintió nerviosa mientras se preparaba. Eligió un vestido que la hacía sentir segura y una chaqueta que la protegía del frío. Al mirar su reflejo en el espejo, recordó la mujer que solía ser: insegura, dudosa de sí misma y atrapada en un mundo que no la valoraba. Ahora, se sentía diferente, más fuerte y más decidida.
Al llegar al café donde habían acordado encontrarse, Fabiola se dio cuenta de que sus manos temblaban. Se sentó en una mesa junto a la ventana, y mientras esperaba, su mente divagaba. ¿Qué le diría a Samuel? ¿Cómo manejaría la conversación?
Cuando finalmente llegó, Samuel se veía diferente. Había pasado tiempo desde que lo había visto, y aunque su apariencia era la misma, había un aire de confianza en él que antes no tenía. Se acercó a la mesa y sonrió. "Fabiola, qué sorpresa verte. Te ves increíble", dijo, su tono amistoso pero con un matiz de incertidumbre.
"Gracias, Samuel. Es bueno verte también", respondió ella, sintiendo que el ambiente se volvía tenso. "¿Qué te trae de vuelta a la ciudad?"
Samuel se sentó y tomó un sorbo de su café. "He estado trabajando en algunos proyectos y pensé que sería bueno volver a ver a la gente con la que trabajé. He escuchado cosas increíbles sobre tu carrera. Estoy realmente orgulloso de ti", dijo, su voz sincera.
Fabiola sintió una mezcla de sorpresa y desconfianza. "Gracias, pero ha sido un viaje difícil. He tenido que luchar mucho para llegar aquí", respondió, sintiendo que debía defender su éxito.
"Lo sé, y lamento que nuestra relación profesional no haya sido la mejor. Quiero disculparme por cómo manejé las cosas en el pasado. En aquel momento, no entendía lo que significaba realmente ser un buen líder", dijo Samuel, su tono más reflexivo.
Fabiola se sintió conflictuada. Partes de ella querían aceptar sus disculpas, pero otras partes todavía estaban heridas por las experiencias pasadas. "Lo aprecio, pero no puedo olvidar lo que viví. Trabajar en el bar fue difícil, y a menudo me sentí atrapada", admitió, sintiendo que su vulnerabilidad se hacía evidente.
"Entiendo. He estado trabajando en mí mismo y en cómo trato a los demás. He aprendido que la verdadera creatividad proviene de un ambiente positivo", dijo Samuel, su sinceridad resonando en el aire.
La conversación continuó, y aunque Fabiola sentía que aún había una distancia entre ellos, comenzó a ver que Samuel había cambiado. Habló sobre sus propios desafíos y cómo había aprendido a ser un mejor líder. A medida que compartían historias, Fabiola se dio cuenta de que había algo de verdad en su transformación.
Sin embargo, mientras hablaban, la sombra de sus experiencias pasadas aún la seguía. "A veces me pregunto si realmente soy capaz de seguir adelante. A menudo siento que el pasado me persigue", confesó, sintiendo que abrirse era necesario para cerrar ese capítulo.
Samuel asintió, comprendiendo su lucha. "Es normal tener esos sentimientos. Todos lidiamos con nuestro pasado de diferentes maneras. Lo importante es que sigas avanzando y no dejes que te defina", dijo, su voz llena de empatía.
Fabiola sintió que la conversación estaba tomando un giro inesperado. A medida que Samuel hablaba sobre su propio crecimiento, se dio cuenta de que había muchas lecciones que aprender de las experiencias difíciles. "Quizás hay algo de verdad en lo que dices. Tal vez el pasado no tiene que definir mi futuro", reflexionó.
Cuando terminaron su café, Fabiola se sintió más ligera. Había enfrentado sus dudas y había hablado sobre sus experiencias. Aunque no estaba segura de qué significaba el regreso de Samuel en su vida, sabía que había dado un paso hacia la sanación.
Al regresar a casa, Fabiola se encontró con Fernando, quien la esperaba ansiosamente. "¿Cómo fue?", preguntó, su expresión llena de curiosidad.
"Fue… interesante. Hablamos sobre el pasado, y aunque todavía hay heridas, siento que he avanzado. Samuel parece haber cambiado, pero no sé qué significa eso para mí", respondió Fabiola, sintiendo una mezcla de alivio y confusión.
Fernando la abrazó, su toque reconfortante. "Lo importante es que te sientas en control de tu vida. No dejes que su regreso te arrastre de nuevo a un lugar que no quieres visitar", dijo, su voz llena de amor y apoyo.
"Lo sé, y estoy decidida a seguir adelante", respondió Fabiola, sintiendo que la determinación comenzaba a florecer dentro de ella. Había enfrentado su pasado y había encontrado una nueva perspectiva. Con Fernando a su lado, se sentía capaz de enfrentar cualquier desafío.
A medida que pasaban los días, Fabiola continuó trabajando en su colección y comenzó a sentir que su confianza estaba regresando. Aunque el regreso de Samuel había traído consigo recuerdos dolorosos, también había abierto una puerta a la reflexión y el crecimiento. A medida que se sumergía en su trabajo, se dio cuenta de que su pasión por el diseño era más fuerte que nunca.
Sin embargo, el encuentro con Samuel también hizo que Fabiola se cuestionara algunas cosas. "¿Qué significa realmente el éxito para mí? ¿Es suficiente ser reconocida en la industria, o hay algo más que debo buscar?", se preguntaba, sintiendo que el viaje hacia la autoexploración apenas comenzaba.
Un día, mientras estaba en su estudio, decidió escribir en su diario sobre sus experiencias. Comenzó a plasmar sus pensamientos sobre el pasado, el presente y sus aspiraciones para el futuro. Escribir se convirtió en una forma de liberar sus emociones y de reflexionar sobre su crecimiento personal.
"El regreso de Samuel me ha recordado que el pasado no siempre tiene que definirme. He aprendido a ser fuerte y a luchar por mis sueños. He encontrado mi voz, y no permitiré que nadie me la arrebate", anotó, sintiendo que la determinación crecía en su interior.
Con el tiempo, Fabiola comenzó a planificar su próxima colección, sintiéndose más inspirada que nunca. Decidió que quería que su trabajo reflejara su viaje y lo que había aprendido a lo largo del camino. Quería que cada prenda contara una historia, no solo la suya, sino también las historias de aquellos que habían luchado y habían encontrado su camino.
Un día, mientras trabajaba en un boceto, recibió un mensaje de Samuel. "Hola, Fabiola. Me alegra saber que estás avanzando. Me gustaría saber si estás interesada en colaborar en un proyecto. Creo que podríamos crear algo especial juntos".
La propuesta sorprendió a Fabiola. Aunque había llegado a apreciar la transformación de Samuel, aún había una parte de ella que dudaba. "¿Es esto lo que quiero? ¿Puedo confiar en él?", se preguntó, sintiendo que las inseguridades comenzaban a resurgir.
Decidida a no dejarse llevar por el miedo, decidió hablar con Fernando sobre la propuesta. "Samuel me ha ofrecido colaborar en un proyecto, pero no estoy segura de si debo aceptar", confesó, sintiendo que su corazón latía con fuerza.
Fernando la miró con atención. "¿Qué sientes al respecto? ¿Crees que sería una buena oportunidad para ti?", preguntó, su voz llena de curiosidad.
"Es complicado. Por un lado, podría ser una buena oportunidad para crecer y aprender, pero por otro lado, no estoy segura de si puedo confiar en él", respondió Fabiola, sintiendo que la incertidumbre la envolvía.
"Tal vez deberías considerar tus propios deseos y necesidades. Si sientes que esta colaboración podría beneficiarte, no dejes que el miedo te detenga. Pero también asegúrate de que no te lleve de regreso a un lugar que no quieres visitar", dijo Fernando, su apoyo incondicional resonando en su mente.
Fabiola se tomó un tiempo para reflexionar. Decidió que iba a responder a Samuel, pero lo haría con cautela. "Hola Samuel, gracias por la oferta. Me gustaría discutir más sobre la colaboración y ver si realmente podemos crear algo especial juntos. Sin embargo, necesito asegurarme de que nuestras visiones estén alineadas", escribió, sintiendo una mezcla de determinación y nerviosismo.
A medida que se preparaba para la reunión, Fabiola sintió que la ansiedad comenzaba a disiparse. Había enfrentado su pasado y había tomado el control de su vida. Aunque el regreso de Samuel había traído consigo recuerdos dolorosos, también había abierto la puerta a nuevas oportunidades.
Cuando llegó el día de la reunión, Fabiola se sintió más segura. Al sentarse con Samuel, se dio cuenta de que había crecido y aprendido tanto desde su último encuentro. "Estoy abierta a la idea de colaborar, pero quiero asegurarme de que nuestras visiones estén alineadas. No quiero volver a un entorno tóxico", dijo, sintiendo que su voz resonaba con confianza.
Samuel la miró con atención. "Entiendo completamente. He aprendido de mis errores y quiero asegurarme de que esta colaboración sea positiva para ambos. Estoy comprometido a crear un espacio donde podamos crecer juntos", respondió, su sinceridad resonando en el aire.
A medida que discutían ideas y conceptos, Fabiola sintió que la conexión se fortalecía. Aunque había una parte de ella que seguía siendo cautelosa, también se dio cuenta de que podía establecer límites y asegurarse de que su voz fuera escuchada.
La reunión fue productiva, y al final de la conversación, Fabiola se sintió emocionada por la posibilidad de trabajar juntos. Había tomado el control de su vida y estaba lista para enfrentar cualquier desafío que se presentara, incluso si eso significaba colaborar con alguien de su pasado.
Al regresar a casa, Fabiola encontró a Fernando esperándola. "¿Cómo te fue?", preguntó, su expresión llena de curiosidad.
"Fue bien. He decidido colaborar con Samuel, pero esta vez lo haré con mis propios términos. No permitiré que mi pasado me defina", respondió Fabiola, sintiendo que la determinación crecía en su interior.
"Eso suena increíble, Fabiola. Estoy orgulloso de ti. Has enfrentado tus miedos y has encontrado el camino hacia adelante", dijo Fernando, su voz llena de amor y apoyo.
Fabiola sonrió, sintiendo que su corazón se llenaba de gratitud. Había aprendido tanto sobre sí misma a lo largo de este viaje, y aunque el regreso de Samuel había traído consigo desafíos, también había abierto la puerta a nuevas oportunidades. Con Fernando a su lado, estaba lista para enfrentar cualquier cosa que la vida le presentara.