Esta es una historia de amor entre Milo y Camus, es algo muy fuera de los que los conocimos como caballeros, pues, en este mundo son dos jóvenes que tiempo a tiempo van descubriendo su amor en esta historia Milo será el salvador de Camus, pues, él no tiene una vida como quisiera con sus padres, ya que al ser especial lo desprecian es por qué él nació siendo un omega su padre era un alfa muy importante y consideraba que tener a un hijo omega dañaría su reputación aún era muy conservador, pues, en estos tiempos ya los omegas no eran menospreciados por los demás, pero el papa de camus Mistorya era muy conservador con las tradiciones.
Por otra parte, estaba Milo, es un Alfa muy popular, pero él quería Camus y sabía de su condición, se conocían desde muy pequeños y Milo al darse cuenta para no dañar a lo que más quería empezó a tomar supresores y prometió que lo cuidaría siempre y que lo protegería de su padre.
Los personajes no me pertenecen son de mangaka Masami Kurumada.
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Capítulo 13 ( Un día inolvidable)
Después de aquel encuentro Milo y Camus subieron al auto en el camino que iban decidiendo a qué lugar irían.
- Que te parece si primero vamos a la feria que queda en Rodorio después podemos ir a la playa de Cabo Sunion y para finalizar nos quedamos en el Hotel Atenas que está cerca de las antiguas construcciones griegas y damos un tour por los templos de los antiguos dioses.
- Me parece perfecto Milo me encanta esa idea, es más me gustaría conocer más de cerca los templos, y aprender más.
- Muy bien Camie en Marcha, una cosa más a qué hora te toca tomar tus supresores.
- En la noche amor por- alzando una ceja, curioso-
- Genial tenemos tiempo entonces hasta la noche, no te los tomes - sobrio de lado- aunque ya no será tan necesario con mi maraca eso da por entendido a los otros alfas que eres mío
- Oh ya sé en qué estás pensando-asintió con un beso-
- Ahora sin más en marcha cariño.
Llegaron al primer lugar planeado en aquella feria había un sin fin de cosas Camus se emocionaba fácilmente con todos los juegos que allí había y eso le parecía muy tierno a Milo parecía un niño, cosa que no era de esperarse la mayoría de su infancia y adolescencia Camus paso bajo los maltratos de Mystoria, y no pudo disfrutas de las cosas de un niño normal es así que todo le que le mostraba Milo parecía fascinarle.
Subieron a varios juegos en algunos salían como si el mundo estuviera dando vueltas, en otro salían muertos del susto, pues, las casitas del horror de esa feria eran muy buenas sin contar con los dulces y golosinas que degustaban, también los premios que ganaba Milo para Camus a decir verdad es muy bien en cuestión de tiro al blanco, Camus también gano uno que otro premio para finalizar se subieron a la rueda de la fortuna en el dónde Camus quedó admirado por la vista.
- Está vista es hermosa -dijo feliz- todo este día fue maravilloso.
- Sabes es tierno verte así de feliz, me encanta verte así.
- Con mi padre nunca pude disfrutar de estas cosas, solo tenía que estudiar y estar bajo sus maltratos desde pequeño.
- Eso hace que odie más a tu padre, sobre todo por qué no soporto lo que te hizo y de las cuales muchas veces fui testigo- molesto-
- Pero sé que ahora será diferente - sonriéndole a Milo-.
- Así es yo me encargaré de que si sea ya lo verás - lo besa tiernamente.-
Después de haber subido a todas atracciones existentes de le feria se dirigieron al hotel en donde ya tenían reservación y el celo de Camus se había hecho notorio hace ya largo rato, pues, no se tomó los supresores como lo había sugerido Milo, aquel aroma empezó a invadir las fosas nasales del, peli azul y los síntomas ya los empezó a sentir Camus no había de que preocuparse, pues, estaba con alfa.
Milo tomó a Camus entre sus brazos por la cintura y empezó a darle besitos en el cuello estimulando aún más sus zonas erógenas, en lo cual suspiros de Camus no se hicieron esperar antes de avanzar a lo que realmente quería Milo vendo los ojos de Camus.
- ¡MILO!
- Shh tranquilo solo déjate guiar.
Milo llevó de la mano a Camus por la habitación hasta llegar aquel punto en donde le esperaba una sorpresa, al quitar la venda a Camus, este vio una de las mejores vistas que tenía de la ciudad Griega en un balcón de la habitación les esperaba una cena muy romántica y decorada con rosas, y acompañada de la vista era lo más perfecto que podía esperarse la vista de algunos templos en ruinas con el camino que llevaba hasta la costa de Cabo Sunion en donde se contaban muchas leyendas.
Camus no pudo contener sus lágrimas de felicidad, pues, en realidad Milo le hacía sentirse muy especial al fin alguien le hacía sentir lo que realmente valía, no lo pensó mucho y se lanzó a darle un beso muy fuerte al Milo correspondió con gusto.
- Me alegra que te haya gustado la sorpresa- besando la frente de Camus-
- Es más que perfecta, gracias Milo - feliz-
- Sé que anoche por mensaje no fue la mejor manera de decírtelo, pero te amo Camus y te lo repito mientras yo viva nunca te dejaré. - sujetando con sus manos las mejillas de Camus-
- yo también te amo Milo y también te prometo que siempre estaré contigo pase lo que pase
Aquella promesa quedó sellada con beso uno que poco a poco subía su intensidad, Milo ágilmente tomó a Camus de la cintura y lo levanto llevándolo entre besos a la cama del lugar, En dónde Milo empezó a recorrer con sus manos el hermoso cuerpo de Camus el cual se estremecía con cada toque que le proporcionaba este, poco después la ropa empieza a estorbar y la piel de Camus ardía su estrada no hacía más que pedir sentir a Milo.
Milo recorría el cuerpo de Camus con muchos besos y caricias esta vez quería que sea especial y no lago esporádico como sucedió en el centro comercial.
- Ahh Camus te amo, amo cada parte de ti - repartiendo besos-
- Milo yo también te amo - con la respiración entre cortada-
- Eres perfecto mi amor tu aroma tu esencia es mejor de lo que esperaba.
- Tú para mí, igual lo eres, amor cada cosa de ti.
- Estás listo cariño - lamiendo su cello-.
- Si amor quiero ya sentirte.
Milo sonriendo de lado entro en Camus amaba sentir lo apretado que era su francés y con cada movimiento Camus se estremecía arqueando su espalda como señal de que disfrutaba cada movimiento, al principio eran lentos, pero llenos de pasión así paso un rato hasta que cambiaron de posición.
Dejando a Camus en cuatro en dónde Camus no podía dejar de estremecerse y dar gemidos pues, la posición ayudaba a qué Milo llegara hasta su zona uterina eh ahí donde es la zona donde los omegas sienten más placer y eso hacía que Camus sintiera una electricidad por su piel haciendo aquí también que su espalda sé arquera dando la mejor vista que Milo podía ver.
- Ahh Milo más sigue así
- Camus esto es increíble tu bella silueta me trae loco - seguía con los movimientos y su respiración agitada-.
- Se siente bien todos mi cuerpo responde a ti.
Los movimientos de Milo se volvieron embestidas que hacían delirar de placer al bello francés que con cada movimiento pedía más y por las hormonas del celo se sentía en el mismo paraíso, Milo cambio de posición lo cargo por su cintura y continuo con las embestidas es aquí en donde los dos llegaron al orgasmo y cayeron rendidos en la Cama solo con un suspiro alcanzaron a decirse y te amo y en un profundo abrazo se quedaron dormidos.
Al día siguiente se despertaron algo tarde, nada fuera de lo común después de tal agotamiento necesitaban reponer energías, el desayuno ya estaba en la puerta de la habitación y mientras desayunaban las miradas puras no se hicieron esperar.
- Lo de anoche fue magnífico cielo.
- Así es mi amor no creí que el celo pudiera hacer eso -dijo el pelirrojo con rubor en sus mejillas-.
- Te agradezco el que me hayas aceptado en tu vida no solo como amigos Camie -besando la mano de Camus.-
- Y yo a ti por siempre estar en ella y tenerme ese cuidado.
- Estamos justos todo el tiempo que se pueda lo prometo - dándole un beso tierno.
Lo que quedaba de la mañana paso volando se alistaron para ir a los museos en los templos antiguos, algo que Camus disfrutaba mucho cada cosa ale parecía curiosa, después de ello fueron a Cabo Sunion a disfrutar de la playa que ahí había cabe decir que se trataba de una costa espectacular y así paso su fin de semana poco después de una agradable cena se dispusieron a emprender su viaje de regreso, ya que lo que les esperaba en el juzgado no era fácil.