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Pasiones Ocultas.

Pasiones Ocultas.

Status: Terminada
Genre:Romance / Yaoi / Completas / Posesivo / Arrogante / Mujeriego enamorado
Popularitas:95.6k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Wang Chao

Samuel odia a Dereck, y Dereck disfruta molestar a Samuel. La razón detrás del odio de Samuel es un misterio para Dereck, quien no entiende por qué su antiguo amigo de repente se distanció y lo mira con desprecio. Sin embargo, el destino parece empeñado en reunirlos, y constantemente se encuentran forzados a pasar tiempo juntos. A medida que pasan más tiempo juntos, sus sentimientos comienzan a cambiar, aunque la desconfianza de uno y el miedo del otro complican las cosas.

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Capítulo 12.Por curiosidad.

—¿Dónde estabas? —La mirada de Derek era sombría y la poca luz lo hacía parecer mucho más molesto. Se encontraba recargado sobre la motocicleta con los brazos cruzados sobre su pecho, con un aire de arrogancia y superioridad.

—¿Ya nos vamos? —preguntó Samuel, ignorando la pregunta. No era necesario darle una explicación a él. Caminó hacia la motocicleta y agarró el casco de repuesto, no obstante, cuando estaba por colocarlo en su cabeza, sus dos manos fueron agarradas por Derek.

—Dije, ¿dónde estabas? —Derek se inclinó hacia su cuerpo, haciéndolo retroceder y quedar pegado a la motocicleta. Samuel arrugó las cejas, completamente confundido.

—Por ahí —se negaba a dar una explicación mayor. No había razones para ello. Los dos no eran más que viejos amigos, amigos que jamás iban a recuperar esa amistad.

—¿Por ahí con quién? —él se inclinó más hacia Samuel, oliendo el perfume con toques de vainilla y cedro, no obstante, pudo oler el sutil aroma de cítrico.

—¿Eso importa? Ya estoy aquí, ¿no? Vámonos —Samuel desvió la mirada y trató de salir del agarre, pero Derek no planeaba dejarlo ir—, suéltame, Derek.

—No hasta que me respondas —Derek estaba tan cerca que su aliento golpeaba la cabeza de Samuel. Sus manos se apretaron con un poco más de fuerza sobre las delgadas muñecas de Samuel.

—Te fuiste con esa chica, ¿qué esperabas que hiciera? Me aburrí y odio el ruido que hay aquí, así que fui a caminar, eso es todo. —Samuel regresó la mirada a Derek y sus ojos brillaban con rabia—. Ahora suéltame, o te golpearé.

Derek lo soltó lentamente y lo vio acariciar sus muñecas. Esa explicación había sido demasiado vaga y no le aclaraba la duda de a quién pertenecía ese aroma diferente.

—Sube, vámonos —ordenó. Samuel rodó los ojos con irritación pero aún así hizo caso.

Samuel se agarró fuertemente de los hombros de Derek y los dos dejaron el lugar. Al final, no había sido tan malo ir ahí, se reencontró con Elbert y eso lo ponía muy feliz. Sin saberlo, una sonrisa se asomó en su rostro y la mala actitud de Derek quedó en el olvido.

—No iremos a tu casa —comentó después de estacionarse en una gasolinera a cien metros del puente.

—¿Qué? ¿De qué estás hablando? —Samuel se bajó de la motocicleta enojado.

—Tanque lleno, por favor —Derek se dirigió al empleado antes de poner sus ojos en Samuel—. Son las tres de la mañana, Samuel. Además, me hablaron cuando no respondiste el celular, les dije que estabas bien y que hubo un accidente en la carretera así que regresaríamos más tarde, ellos dijeron que no porque tenías que dormir temprano.

—¿Y ellos dijeron que durmiera contigo? —Samuel lo vio bajar de la motocicleta y llevarla al estacionamiento de la tienda de conveniencia que había ahí.

—¿Por qué asumes que dormirás conmigo? —preguntó con una sonrisa burlona. El rostro de Samuel se puso caliente y las palabras se quedaron atascadas en su boca. Derek se divirtió al ver que la pequeña princesa no podía decir algo—. Aunque estás en lo correcto. Les dije que mi departamento quedaba cerca de donde estábamos, así que les sugerí que durmieras ahí en lugar de una habitación de hotel, ellos, naturalmente, aceptaron.

Samuel mordió su mejilla interna con frustración. Él no quería dormir en la misma habitación que Derek, es más, no quería verlo jamás. Pero no había otra opción, porque tampoco quería dormir en el mismo lugar donde dormían docenas de personas desconocidas.

—Vamos, sube. No te haré nada, no te preocupes —dijo Derek con un tono más suave. Samuel, resignado, subió de nuevo a la motocicleta.

El trayecto fue silencioso. Samuel estaba cansado y abrumado por la noche. Llegaron al departamento de Derek y subieron en silencio. Al entrar, Derek señaló una puerta.

—Ese es tu cuarto. Hay ropa limpia en el armario. Si necesitas algo, estaré en la sala.

Samuel asintió sin decir nada y se dirigió a la habitación. Cerró la puerta tras de sí y se dejó caer en la cama. El agotamiento lo venció rápidamente, y en pocos minutos, se quedó dormido.

Mientras tanto, Derek se quedó mirando la puerta cerrada de la habitación de Samuel. Sus pensamientos eran un torbellino. ¿Por qué le importaba tanto lo que Samuel hacía? ¿Por qué se sentía tan molesto al verlo con otro? Con un suspiro, decidió dejar de pensar en ello por esa noche. Se dirigió a la sala de estar, esperando que el sueño lo alcanzara pronto y le diera un respiro de sus confusos sentimientos.

...----------------...

La alarma programada en el celular lo hizo abrir los ojos con cansancio. Había llegado a las cuatro de la mañana al departamento y ni siquiera se dio una ducha; estaba sucio y con sueño, pero no podía perder su asistencia perfecta a la universidad.

Después de media hora, salió de la ducha y miró su ropa sucia. Ir hasta su casa le quitaría la primera hora de clases y el francés no era un idioma que le gustara mucho, así que debía prestar mayor atención. Mordió su labio inferior y puso una mano sobre su barbilla contemplando la única opción que tenía.

—Princesa, ¿ya estás despierto? Hice el desayuno, ven a comer algo antes de irnos —la voz de Derek llegó desde afuera, pero él no se atrevió a responder, estaba avergonzado por sus propios pensamientos—. Samuel, ¿estás despierto? Se hará tarde si no sales ahora —Derek golpeó la puerta tres veces, al no obtener respuesta alguna pensó que Samuel se había quedado dormido, así que entró.

Sus ojos recorrieron a Samuel de pies a cabeza, el cabello rojo estaba un poco húmedo y estaba cubierto por una bata de baño grande que cubría bien su cuerpo, aunque, por ser de mayor tamaño, su hombro y clavícula derecha quedaron expuestas. Derek regresó rápidamente la mirada a los ojos verdes.

—¿Qué sucede? —preguntó sin ninguna fluctuación en su voz aunque su pecho se sentía extrañamente caliente.

—Mi ropa... está sucia —murmuró apenas audible. Derek se divirtió por el rostro sonrojado y lo inocente que se veía. Adivinó de inmediato sus pensamientos.

—Tengo ropa interior nueva, pero eres más pequeño que yo —dijo con una mirada sugerente. Samuel enrojeció aún más y le lanzó una almohada que Derek atrapó muy hábilmente—. Bien, bien, no te enojes, veremos qué hay.

Derek entró y fue directamente al armario. Él no era una persona que tuviera un estilo muy especial, la mayor parte de su ropa era de color negro o gris, había algunas camisas blancas pero todas del mismo modelo. Buscó entre varias y encontró una camisa blanca que se había encogido con la secadora. Abrió el cajón de sus pantalones, aunque no había de la medida de Samuel.

—Solamente tengo esta, hay ropa interior nueva recién lavada, puedes usarla si te queda, está en el cajón de abajo —dijo mientras le entregaba la camisa a Samuel—. Te espero para desayunar, date prisa.

Derek salió sin hacer ningún comentario burlón más y Samuel se cubrió el rostro con la almohada. Aunque había utilizado ropa de James antes, utilizar ropa de Derek lo ponía nervioso y su corazón latía fuertemente.

Finalmente, después de veinte minutos, Samuel salió a la cocina. Derek estaba de espaldas sirviendo un poco de café y al escuchar la puerta abrirse, se dio media vuelta para verlo.

—Te queda bien —Samuel miró hacia otro lado, avergonzado. La camisa no era tan grande, pero aún así le quedaba un poco larga, aunque no tenía problemas con la ropa oversize—. Ven, desayunemos.

Derek se sentó en la pequeña mesa de cuatro sillas y le hizo una señal a Samuel. Samuel miró la comida servida: huevos revueltos, pan tostado y un vaso de jugo de naranja. Estaba un poco sorprendido por lo meticuloso que había sido Derek al acomodar todo.

—No sabía que sabías cocinar —comentó Samuel, tomando asiento frente a él.

—Hay muchas cosas que no sabes de mí —respondió Derek con una media sonrisa—. Come, tenemos que salir pronto.

Samuel tomó un bocado de los huevos y no pudo evitar sonreír. Estaban realmente buenos. Desayunaron en silencio, pero una tensión flotaba en el aire, una mezcla de incomodidad y algo más, algo que ninguno de los dos quería reconocer.

—Gracias por la ropa y el desayuno —dijo Samuel al terminar, mirando a Derek con sinceridad.

—De nada. Vamos, no quiero que llegues tarde —respondió Derek, levantándose de la mesa y tomando las llaves de la motocicleta.

Después de lavarse los dientes, ambos salieron del departamento y se dirigieron al auto aparcado en el estacionamiento del edificio, Samuel no pudo evitar míralo con irritación, pero Derek decidió ignorarlo. El viaje hacia la universidad fue silencioso, pero Samuel no pudo evitar pensar en lo extraño que era todo. Derek parecía ser dos personas distintas: el chico arrogante y despreocupado y el hombre atento y sensible. Decidió que, por el momento, se conformaría con conocer ambas facetas y tratar de entender un poco más a su antiguo amigo, aunque no planeaba recuperar esa amistad. Se podría decir que era únicamente por curiosidad.

...----------------...

Bajo un enorme árbol de sauce llorón, el rostro de Samuel era tocado débilmente por los rayos de sol que se filtraban en las espesas hojas del árbol. Estaba descansando en el jardín trasero, alejado del bullicio que causaban los estudiantes por doquier. Sus ojos pesaban por el sueño acumulado y su cabeza dolía por la misma razón.

Había terminado la primera mitad de sus clases y lo único que deseaba era ir a su casa, darse una ducha de agua caliente y dormir hasta el siguiente día; sin embargo, aún quedaban cuatro horas más de clases. Además, ese día también tenía un ensayo de ballet porque las competencias de primavera estaban cerca. Pero estaba tan cansado que, por primera vez en años, Samuel quiso mentir y decir que estaba enfermo para no ir. No obstante, eso iba en contra de su conciencia.

Cerró los ojos sintiendo el lento viento. El sonido de las hojas meciéndose por el viento era relajante y llenaba el espíritu de una paz inquebrantable. Nadie imaginaría que, detrás de una institución ruidosa llena de estudiantes que buscan sobresalir en los medios académicos o en sus grupos de amigos, se encontraría un lugar que podía ser perfectamente un refugio de reflexión.

Quién sabe cuánto tiempo pasó, pero sus ojos se cerraron por completo y perdió la noción del tiempo.

—Samuel, Sam —una débil voz se escuchó lejana en sus sueños. Un movimiento en su hombro y una caricia en su rostro lo hicieron abrir los ojos lentamente.

—¡Mis clases! —exclamó mientras se incorporaba sobre el pasto.

—Casi todos se han ido ya —Samuel miró a su derecha encontrándose con Derek.

—¿Hace cuánto estás aquí? —sus cejas se arrugaron. Por un momento pensó en lo que sintió entre sueños, pero sería imposible que Derek hubiese acariciado su rostro.

—Te estuve esperando para irnos, pero no llegaste, así que comencé a buscarte y te encontré dormido aquí —explicó. Aunque había llegado hace tres horas, no planeaba decirlo; no quería que Samuel se enojara con él nuevamente.

Samuel asintió y Derek suspiró internamente al ver que no se negaba a creer en sus palabras. En un principio, pensó en despertarlo, sin embargo, Samuel seguramente tenía demasiado sueño por su culpa. Después de todo, él fue quien lo llevó a esas carreras sin su consentimiento.

—Llevé tus cosas al auto, vamos.

—Gracias —murmuró Samuel, todavía adormilado.

Caminando juntos hacia el auto, Samuel se sentía agradecido y al mismo tiempo abrumado por la confusión de sus sentimientos hacia Derek. ¿Cómo alguien podía ser tan contradictorio? Por un lado, lo llevaba a lugares peligrosos sin consideración y lo hacía dormir hasta tarde, y por otro, lo cuidaba con tanta atención.

—Deberías dormir más —comentó Derek mientras arrancaba el auto.

—Lo sé, pero tengo muchas responsabilidades —respondió Samuel, mirando por la ventana.

—Tómate un descanso hoy. Salta el ensayo de ballet y descansa. Te llevará al límite si sigues así.

—No puedo. Las competencias son importantes —respondió Samuel con firmeza, aunque internamente sabía que Derek tenía razón.

—Eres increíblemente terco, ¿lo sabías? —Derek sonrió, pero su voz tenía un tono de preocupación.

Samuel no respondió, solo cerró los ojos y dejó que el suave ronroneo del motor lo arrullara mientras el auto se alejaba de la universidad. A veces, el silencio compartido era más elocuente que cualquier palabra.

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Anonymous
uh problemas, esa jenni, no es de confiar y la madre tampoco por su
Ale Must
el padre es un maricón como ella dice pero no entiendo por qué abandona a su hijo con él
Kore🌸
Excelente
Ale Must
exactamente eso mismo pensé yo ........esto es una perreta de celos
Ale Must
la familia trata a Samuel como si fuera una mujer y no un hombre y la forma de interactuar entre él y Derek también da la impresión de que es una relación hombre-mujer, no dos ex amigos. Si fuera una novela de omegaverse lo entendería pero no es el caso, o sí?
Stella Maris Scaraballo
es obvio de quién será el nuevo chófer 😚😉😉😉😉😆 siempre disponible ese chico
Ale Must
a mí a los 20 ya nadie me decía que hacer.
Stella Maris Scaraballo
lindos pero será que ellos saben los verdaderos sentimientos de su amigo? 😂
Stella Maris Scaraballo
al fin veo terminada tu novela, no elijo novela a medio terminar porque no aguanto esperar actualización de capitulos el día a día,ya abia ojeado el comienzo y deseaba leerte,me gusta un buen comienzo y intriga
La Loca
Hermoso ✨
Rocío Carballo
padre no es quien engendra sino quien cría, quien esta presente y te brinda cuidado y apoyo. Alaan es su padre, no hay duda en ello no importa lo que la bruja que solo tiene título de madre pero no es mas que palabras vacías.
Andrea Suarez
Excelente
Raiza Rada
Gracias 🫂 por esa historia de amor perseverante
Yolanda Beatriz Lagos Celarien
yo pienso que estos dos van a terminar juntos
Angel
no siguió en contacto con Elbert?
Angel
que paso con el conductor?, cuando paso el accidente, Samuel no se podía comunicar con Dereck ni el conductor (se me olvidó el nombre). también que paso con la mamá de Samuel? y Jenny?
Maria Isabel Fernandez
coño!!!! pero que falta de carácter de este niño, porque se deja , ne da coraje 😡
Maria Isabel Fernandez
muy buena la historia, ya empecé a hacer coraje con este personaje , es tan predecible tan manipulable, que me da triste, va a sufrir y mucho....
Tomasa Aguirre
cómo me ases sufrir
Tomasa Aguirre
me quedé tonta nunca unnaguine que fuera tan perverso el padre da Sami
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