La Princesa Villana

El almirante recibe a la princesa y la emperatriz desde que bajan del barco, se admira que ambas sean amables Pero está sorprendido por la gran guardia que traen, no solo eso, hay un barco solo de mujeres con trajes extraños.

-Le sorprende?

-A decir verdad si, perdón alteza, no había visto algo así.

-Es mi regalo para la futura reina y mi nuera.

-Ya veo, entonces adelante vamos al palacio, está todo listo, en tres días partiremos, el viaje es un poco cansado.

-Esta bien, no se preocupe, estamos acostumbradas a viajar.

Él las lleva y se instalan, Diana en su cuarto ve por el balcón.

-Jamás imaginé regresar, pero todo saldrá bien.

Después de tres días ellos salen, el Almirante casi se desmaya cuando la emperatriz le dijo que irá a caballo, por obvias razones no la contradijo, por una parte, es más rápido.

Así todos parten, en el camino Aina supervisa a sus caballeros, Diana sabe perfectamente manejar el arco y las dagas, así como la espada.

-Almirante, ella es la princesa? preguntaban algunos caballeros -.

-Si, se ve que su educación fue bastante buena, debemos seguir, manda caballeros para que revisen el camino.

-Si, en seguida.

Aina sube nuevamente a su caballo, Diana también, ella duerme y come con las mujeres que van con ella, sin distinción y sin ningún capricho, algo muy extraño para una dama.

Para el almirante es normal, su esposa es igual, la conoció desde joven, pero solo la veía de lejos, jamás pudo imaginar que ella fuera su esposa, cuando se enteró que estaba embarazada su padre la golpeo el intento defenderla y se llevó varios azotes de castigo, hasta que la madre de ella intervino, así sin más su padre la mando lejos, él fue uno de los marineros asignado a su cuidado, él vio nacer al pequeño niño y en el lugar donde vivía ella, lo vio crecer, él poco a poco subió de rango y la visitaba con frecuencia, ambos se enamoraron y el acepto al niño como suyo.

-Almirante, se encuentra bien -Le preguntaba Aina que se sentaba junto a él en la fogata-

-Alteza, pensé que dormía, estoy bien, solo recuerdo parte de mi pasado.

-Espero que no sea nada desagradable.

-No para nada, no dormirá?

-Si en un rato, falta mucho para llegar?

-No, ya estamos cerca, si le soy sincero no imaginé viajar así, tenía preparado los carruajes y las tiendas.

-Jaja, eso no es necesario, Diana está acostumbrada, ella tiene entrenamiento, mucho más del que se imagina.

-Eso me alegra, debe ser fuerte, hay nobles que no la aceptarán, muchos que si y otros que decidirán no intervenir.

-Duque...

-No, Almirante o Ernesto si gusta, no tengo el título de Duque.

-Entiendo, bueno almirante, con la boda Thaslis debe tener tropas en el sur y en la frontera, quien es el almirante que comanda la flota?

-Es mi hijo, él está en el palacio con su madre.

-Ya veo, entonces ahí podré hablar con él.

-Así es, desde niño ha estado en barcos, esa es su vida, él es el heredero del ducado.

-Debe estar orgulloso de su hijo.

-Mucho **Él es mi hijo, que dirá ella cuando lo conozca**

-Entonces me retiro, dormiré un poco, también, no es necesario que avisé de nuestra llegada, primero llegamos y los cambiamos, si nos ven a si sería muy extraño.

-Está bien como usted diga.

Diana solo siente el viento en su rostro, tres días de viaje por fin ve las grandes puertas de la ciudad, un lugar que jamás pensó en visitar de nuevo, ahí debe Luciel, quiere verlo, así que todos los caballos entran en fila, al llegar al palacio entran y llegan a las caballerizas, ahí dejan todo y el almirante les indica el camino.

Dunkan y Luciel son avisados, ellos van a la entrada del palacio para esperarlas.

-Mi madre te va a golpear.

-Yo no sabía, además fue mucho antes de mi matrimonio con tu madre y con Aina.

-Ese no es el punto.

-Estas molesto?

-Un poco, se que no ambas a mi madre, Pero no entiendo cómo puedes haber estado con muchas mujeres.

-Luciel, fui criado de manera diferente, técnicamente me crío el general, común soldado, fuera de casa, además Liliana era muy hermosa.

-Ya entendí, no quiere decir que este de acuerdo, yo nunca he...

-Fuiste criado por Aina, ella jamás vio con buenos ojos lo de las concubinas, no está de acuerdo, Pero para mi era algo normal, solo desde que me case con ella deje mis aventuras, ella era tan frágil que nunca quise lastimarla, amo a tu madre jamás dudes de eso, le he sido fiel desde nuestro matrimonio.

-Aun así te va a golpear

-Solo de ver sus ojos ya me dió miedo, no crees que ya se tardaron

Diana bajo del caballo y corrió hacia el palacio, solo se distrajo porque a lo lejos vio de espaldas a Luciel leyendo

-Le creció el cabello?

Ella corrió hacia el, le tapó los ojos y el joven no supo cómo reaccionar, Aina solo los ve de lejos pero nota algo, Luciel no usa esa ropa y el cabello es más largo, asi que ella lentamente va hacia ellos.

-Adivina quien soy, no es tan difícil o si.

Diana reía pero el joven voltea y retira sus manos

-Quien eres? No me toques.

Al ponerse de pie es un poco más alto y con voz diferente, su cabello es largo, es atractivo, se parece a...

-Y tú quién eres

-Quien eres tú, que tocas a alguien tan descuidadamente

-Diana de Terán, princesa y próxima heredera al trono.

El joven con una rodilla al piso agacha la cabeza, un poco apenado

-Perdon Alteza, no la reconocí, perdóneme, soy William de Lara, heredero del duque del sur, Comandante de la flota de Terán.

-Haas, que nombre tan largo, ponte de pie, eres muy parecido a alguien.

-Caballero, quien es tú padre? Le pregunta Aina.

-Ella es la Emperatriz de Thaslis -Le dice Diana para que la salude-

El joven solo ve aquellos ojos morados y son hermosos, Diana le da un codazo para que reaccione.

-Disculpe Alteza, mi padre es el almirante Ernesto, encargado de la seguridad del puerto.

-Q? Estoto debe ser un mal chiste, niño cuántos años tienes?

-Tengo 19 años estoy por cumplir 20 años.

-Haaa menos mal...aun así alguien será golpeado.

El joven solo la veía y ve como Luciel llega y abraza a Diana, desde lo alto vio la escena y no le gusto que ella lo tocara, así que corrió porque no entendió lo que sintió, eran celos, si son celos por qué ella lo ha confundido,

-Mi amor que bueno que llegas te extrañe.

Diana también lo abraza pero se extraña de como le dice, ella siente que su corazon late tan rapido.

-Luciel! Te extrañe.

-Enserio? Ven vamos al palacio, madre padre está ahí en los arcos

Luciel señala dónde está su padre, el se va con Diana.

-Cobarde -Aina solo lo mira y con sus manos le señala sus ojos y que lo tiene en la mira, Dunkan solo siente un escalofrío en su espalda -

-Alteza quiere que la acompañe?

-Hee? No, así está bien, debo hablar con el Emperador.

-Bien, Alteza yo... Yo no soy una amenaza, fui criado por el almirante, el es mi padre, siempre supe quien era mi verdadero padre pero mi madre me explico la situación, ella está ahí junto al emperador.

Liliana había llegado y Dunkan no la vio, ella está a su lado, Aina pensó que era un Caballero por su forma de vestir.

-Es atractiva, felicidades, mmm y suerte, yo voy con mi esposo.

-Dios! No te vi, quieres verme morir verdad, te vas, deberías quedarte.

-No, paso, me voy, ella se ve muy intimidante.

Ella se va dándole una palmada en la espalda, Aina solo lo ve de lejos con su cara sería.