El Retorno De La Princesa.

Lo dicho por Andrea a Mauricio generó en él una gran vergüenza y tampoco puede negar que su amor es Keila, ella es la mejor mujer que podría tener en su vida y cuando la vio llorar le dolió aunque no podía defenderla. Caminó rápidamente hacia la habitación de su madre quien estaba acostada en la cama pensando en la forma de lidiar con Andrea

—Señora, su hijo la busca.

—¿Mauricio? —la doncella asintió por lo que se levantó sonriendo.

Mauricio entró serio a la habitación y miró a la duquesa a los ojos.

—Mamá, ¿Estás feliz? —ella quien iba a abrazarlo se detuvo.

—¡Hijo!

—Nunca pensaste en que podrías dañarme a mí ¿Verdad?

—Eso nunca debió pasar, Keila solo debía dejarla…

—Pero ya ves que eso no pasó, ¿Ahora como yo camino con la cabeza erguida por la calle? Mi esposa fue la que terminó enredada en un amorío y sufriendo.

—Si lo sé, después de sacar a Andrea de la mansión resolveremos eso —dijo la duquesa con urgencia —no te preocupes por ahora.

—Ya basta mamá, solo vine a decirte que me voy, no me interesa seguir en esta mansión.

—No hijo, no puedes decir eso, tú serás el duque.

—No me interesa, la vergüenza que tengo no se me quitará con eso, estoy seguro que Keila terminó fuera de la mansión de su padre, la buscaré y me iré con ella lejos de ti. —dicho esto se dio la vuelta.

—No hijo, por favor quédate —la duquesa quien lloraba caminaba tras él pero este no volteo a mirarla —hijo, no lo hagas.

La duquesa no dejaba de llorar, a pesar de que Mauricio ya se había alejado e iba a su habitación. Maldijo en sus adentros a Andrea ya que por culpa de ella uno de sus hijos se iba.

Mauricio agarró un saco de tela y metió en ella varias cosas entre esas muchas cosas de valor y muchos taeles de plata que servirían para vivir cómodo en otro lugar con Keila a quien pensaba buscar.

Silvia hizo lo que Andrea pidió por lo que salió tiempo después dejándola sola.

En la cama Andrea sonreía.

—No creí que fuera tan fácil Mauricio, de ambos hermanos creí que él sería el que me daría más problemas.

Max llegó tiempo después para enterarse de lo ocurrido. Se puede decir que para todos en la mansión fue una sorpresa incluidos Edgar y Soila.

—Mi hermano se fue, no puedo creerlo.

—Creo que fue mucho para él lo que sucedió con Keila.

—Me lo imagino, pero si eso me hubiera pasado a mí Andrea en este momento estuviera muerta —dijo Edgar frunciendo el ceño.

—Sí me parece que tú hermano se comportó como un cobarde, tenía que hacerla pagar por lo que hizo.

—Exacto. Es un cobarde.

Saber que su hermano se fue sin avisar le molestó, aún así para él era una buena noticia, si su madre lograba deshacerse de Max él sería el elegido para duque, por lo que se relajo y dejo de darle importancia.

Los siguientes siete días la duquesa se quedó en su habitación y Andrea hizo lo mismo, Silvia se encargó de la nueva chica quien ya se encontraba trabajando para ella, aparte de enviar a las personas que se encargarían de Mauricio.

Tal y como Andrea pensaba en el ducado ya todos hablaban de lo que pasó con Keila y Mauricio siendo esta la razón del encierro de la duquesa.

Se enteró debido a Silvia quien fue en busca de los sujetos para terminar de pagar por la tarea que esté llevaba a Keila con el, de igual forma cumplieron lo que debían, Andrea sintió algo de pena, Mauricio a pesar de todo la busco, se sintió mal unos segundos hasta recordar que ellos no tuvieran contemplación alguna.

La relación con Max continúa siendo buena, cada cosa que ella le pide él la consigue como por ejemplo la información de lo que pasa en el palacio.

Se enteró que los últimos seis días solo han servido para que la emperatriz y Martha supliquen al emperador por Jacoob, sin embargo, este no está dispuesto a perdonarlo.

Franchesca muy al contrario, intentaba que su hijo se hiciera notar mucho más con el emperador, es la mejor forma de que sea nombrado heredero cuanto antes, por lo que ambas mujeres tienen una lucha, una por no perder su poder y la otra por obtenerlo.

Andrea se siente bien con eso, ya que esto le permitirá seguir encargándose de la duquesa, la emperatriz aún no tendrá tiempo para ella.

—Silvia, en unos días necesito que compres nuevamente un tinte.

—Está bien, saldré mañana a comprarlo. —respondió Silvia quien aún no sabía exactamente para que Andrea lo necesitaría, sin embargo, no tenía sentido refutar una orden.

Andrea regresa a su habitación después de pasar casi todo el día en el jardín.

Eugenia la nueva doncella solo las acompaña en silencio y su misión principal es quedarse en la habitación en caso de que deban ir al comedor, salir de la mansión o simplemente tener que alejarse de ella mucho tiempo.

Max y el duque continúan con los asuntos del ducado, esté ayudando a Max en cada paso para ser el mejor, Edgar intentó unirse a ellos pero no fue aceptado, el duque sabe sus intenciones.

Esto solo llevó a la duquesa a salir de su encierro después de una semana de llorar por su hijo y pensar en la forma de destruir a Andrea.

Está mañana la duquesa invitó a todos a desayunar en el comedor, Andrea al enterarse después de estar lista solo sonrió, se imagina que la duquesa estará intentando algo nuevo.

Sin embargo, la comida fue tranquila, la duquesa se limitó en mirar a Andrea solo en dos ocasiones y mantenía su semblante tranquilo.

Al terminar la comida y antes de salir del comedor con su esposo la duquesa habló.

—Andrea, te encargas hoy del almuerzo, yo saldré y regresaré a la hora de la comida.

—Está bien madre, no te preocupes.

—Espero no pase nada malo, serás responsable de eso —sonrio al decir esto y salió.

—Todo saldrá bien madre —Andrea sonrió, la duquesa hará su movimiento por fin.