Juliet ha reencarnado en Rosalie, quien ha estado casada con el Marqués Paul, un hombre que le ha sido indiferente por 4 años, hasta que un día trae a casa a Aina, le mujer que siempre ha amado y la hace su concubina, pero Rosalie ya no es la misma y hará lo posible por librarse de ese matrimonio, para no convertirse en la villana de la historia.
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capítulo 13- ¿que paso?
Martha al salir por la mañana vio a todos esos hombres unos dormidos, otros apenas despertándose y uno que otro devolviendo el estómago entre los matorrales, la mujer dejo salir un largo suspiro y vio a su hijo dormido entre las flores, así que no dudo en tirarle una jarra de agua, de inmediato se despertó sobresaltado.
- miren nada más, bola de borrachos ¿donde esta Rosalie?
- m-madre...¿eh? No se...en su habitación creo yo...
Jonh se rasca la cabeza y después sacude al otro tipo que dormía cerca de él para preguntar por Rosalie pero nadie sabía, Martha supone que se ha ido a dormir en alguna otra habitación. No puede creer el desastre que esos jóvenes han hecho, por suerte su esposo no esta ahí o habría hecho que les tiren agua fría a todos. Mientras tanto, un rayo de sol ilumina el rostro del albino, quien estaba desnudo, se mueve y aprieta en sus brazos el pequeño cuerpo a su lado.
Después de unos segundos abre los ojos rápidamente y se aparta cayendo de la cama y llevándose la sábana con él, para dejar al descubierto el cuerpo de Rosalie, quien solo lleva un ligero camisón, la chica dormía profundamente, el albino se veía completamente asustado, miro por todos lados, eran los únicos en esa habitación pero no lograba recordar bien, solo recuerda haberse quedado bebiendo con la chica, se mira así mismo, no llevaba absolutamente nada, su cara quedo pálida una expresión de terror se formo en su rostro.
- no me digas que yo...carajos...esto no puede ser...
¿Acaso se había acostado con la esposa de su amigo?
Rosalie se mueve y estira sus brazos mientras bosteza, mira el techo por un momento y reconoce que esa no era su habitación así que se sienta rápidamente y se queja de un dolor en su cadera, después voltea y ve al albino que la observa todo paniqueado, Rosalie queda con la cara azul, se mira así misma, recuerda el dolor en la cadera y voltea cubriendo su rostro con la mano.
- caraj*
Rápidamente recobra la compostura y se recuesta de lado en la cama apoyando su mentón en el dorso de la mano y sonríe de manera seductora.
- buenos días chikistrikis.
Le da un guiño de ojo y le manda un beso, notando que el albino se había puesto más horrorizado y es que claro que lo estaba, acaba de despertar y estaba en la cama con la esposa de su amigo, no importa en que circunstancias estén ella y Paul, hacer algo así era de lo más inadecuado.
- o-oye no tienes que poner esa cara, agradece que no era hugo o paco, o cualquier otro hombre.
El albino Rápidamente se puso de pié molesto, pues la castaña se lo estaba tomando como si nada.
- eres la esposa del marqués, una mujer casada, lo que paso, no esta bien.
- lo se, pero si nadie sabe, nada paso ¿no?
- si, pero...no, esto no puede estar pasando...
Rosalie baja de la cama buscando su vestido y zapatos que habían quedado tirados a media habitación, vaya que si tenían prisa por llegar a la cama.
- hablemos después.
Rosalie se metió al baño, llenando la tina, había algo que recién recordó y era preocupante, si se acostó con el albino habría una probabilidad de embarazo, no, no estaba lista para algo, aunque se divorcie, tener un hijo por una aventura no era bien visto, le sería complicada la vida, pero, al desvestirse, nota que en su cuerpo no hay marcas de que haya pasado algo, así que se da una revisión más detallada; el albino se había vestido y estaba sentado en la orilla de cama, no sabe como va actuar ahora ante todos, la puerta del baño se abre bruscamente después de unos minutos, Rosalie ya estaba vestida y dejaba ver una sonrisa amplia en sus labios.
- no hicimos nada...si fuese así habría evidencia en mi cuerpo y lo sentiría si hubiese pasado.
Rosalie se acerca la cama y quita las sábanas dejando al descubierto el colchón, donde no había ninguna mancha, obviamente el cuerpo era virgen y habría evidencia de que lo dejo de ser.
- ¿ves? No hay nada, se que estoy casada pero ya te había dicho que con el marqués no he hecho nada.
Rosalie respiro aliviada y albino también, no es que Rosalie no fuese una mujer deseable, pero no le gusta la idea de que haya pasado de esa manera y más cuando Rosalie sigue casada, no quiere que Rosalie este al mismo nivel que Paul, quien ya tiene una amante.
- ahora solo falta recordar como llegamos hasta aquí y acabamos de esa manera.
- no creo que eso importe, mientras no hayamos cometido adulterio estoy bien.
- uy ¿tan mal te caigo? Estoy sana así, no actúes como si fuese lo peor del mundo.
- eres hermosa, pero éstas casada, no hagas lo mismo que él.
- mmm...entonces si soy soltera ¿tú y yo podemos darle duro?
- ¿que? ¿Es que nunca te tomas en serios las cosas?
- que amargado. En fin, la fiesta si que estuvo buena, hora de prepararse para volver, nos vemos.
Rosalie abre la puerta mirando por todos lados, al no ver a nadie sale a prisa y corre a cualquier otra habitación, ahí revuelve la sábana para que piensen que durmió ahí y cuando ve que alguien viene, sale como si fuese casualidad, saluda a las doncellas que pasaban y sigue su camino. Mientras empaca trata de recordar como llegaron los dos a esa habitación, conforme pasaban las horas el recuerdo fue más claro; ambos estando ya ebrios, declaran empate, así que Rosalie dice retirarse a dormir, el albino hace lo mismo, ambos se van tambaleando por todo el jardín hasta entrar a la casa, pero ninguno recuerda hacía donde debe ir, así que Rosalie al ver que el albino es quien menos puede mantenerse de pié, le ayuda haciendo que cruce su brazo sobre el hombro de ella y así ambos se van tambaleando por los pasillos hasta llegar a una habitación, Rosalie deja al albino en la cama, este se comienza a desvestir, Rosalie se despide, pero solo rodea la cama y se sienta del otro lado, quitándose los zapatos y el vestido, ambos se acuestan quedando de frente, se miran un rato y sonríen.
- buenas noches papucho dios griego.
- descansa, chica rara.
Se dan un beso de piquito y se quedan dormidos, el como terminaron abrazados, eso fue durante el transcurso de la noche, el albino la abrazo y Rosalie aprovecho para acurrucarse en su pecho. Rosalie sintió vergüenza al recordar todo eso, al menos es un secreto que solo ellos recordaran.
Debido a todo lo sucedido, Rosalie tuvo que esperar un día más para volver, pues estaba toda adolorida por la resaca, afortunadamente nada más paso con el albino y ambos mantuvieron su distancia. Esa mañana en la mansión del marqués, los sirvientes estaban algo curiosos pues vieron detenerse en la entrada de la propiedad al grupo de caballeros, sabían a que familia pertenece debido a las insignias que llevan, pero hasta donde saben, el Duque De Angelis no tenía anunciada una visita a la mansión, Tabatha al escuchar el escándalo sale para averiguar lo que estaba pasando, viendo que con ellos venía el carruaje de Rosalie, este al entrar a la propiedad se detiene, Rosalie baja para poder despedirse de los chicos.
- gracias por escoltarme chicos, los veo pronto. Hugo, Paco, Luis, son chidos nunca cambien.
Rosalie levanta las manos para formar un corazón.
- los quiero chicos, regresen con bien.
"Hasta luego señorita"
"Que gusto conocerla, la veremos pronto"
"No olvide escribirnos"
Y así todos se fueron despidiendo, el albino que estaba al frente, solo inclino levemente la cabeza ante ella y siguió su camino. Pero Tabatha al ver todo, estaba furiosa, debido a que Rosalie parecía llevarse bien con ese grupo de hombres y además los sirvientes habían visto todo, de inmediato corrió hacía Rosalie levantando la mano lista para golpearla, pero Rosalie le detiene sosteniendo su muñeca.
- maldita zorra! Así que eso hacías, te fuiste a divertir con esos hombres.
Rosalie rodó los ojos con molestia, que vieja tan ridícula, seguramente de joven nunca fue popular y tuvo que agarrar lo que hubo y por eso amargo.
- zorra será su abuela. Y si, me divertí mucho con ellos, son muy buena compañía.
- maldita descarada! Eres una zorra igual que tu madre.
Tabatha de pronto sintió un fuerte golpe en la cara, esto la hizo perder el equilibrio y caer.
- mi madre era una buena mujer, la zorra era la reina que se metió entre dos personas que se amaban.
- m-me golpeaste....esto no se quedará así...juro que voy a echarte de esta casa, perra estúpida.
- ay por favor, perra, zorra, sus insultos son tan repetidos.
- voy a matarte maldita bastarda.
Tabatha se puso de pié y se lanzó sobre Rosalie logrando sostenerle el cabello, buscando tirarla al suelo, de pronto se escuchan las voces de distintas mujeres y cuando Tabatha voltea, eras aquellas mujeres a las que Rosalie les había contado sobre la supuesta enfermedad mental de Tabatha.
- oh! Por los dioses, madam ¿que esta haciendo?
Rápidamente se acercan a apartar a Tabatha de Rosalie, la castaña se muestra llorando.
- que vergüenza que vean todo esto...
- no diga eso, venga hay que llamar un médico.
- n-no...esperen, no es lo que...
- madam, no puede tratar de ese modo a su nuera, ella solo la esta cuidando.
- ¿que? No! Es mentira...esa perra invento todo, la estaba disciplinando porque llego en compañía de varios hombres.
Todas miran a Rosalie, así que ella llora un poco más.
- eran los caballeros de la casa De Angelis. Fui a visitar a mi tía, mi primo es un caballero de la familia. Ellos me escoltaron a hasta aquí...yo solo quería despejarme un poco, no sabía que me recibiría así.
Todas esas mujeres miran a Rosalie con pena y voltean su mirada hacía Tabatha, pero a ella la miran con desaprobación y enojó.