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Fuego Desatado: Libro #3 De La Trilogía Fuego

Fuego Desatado: Libro #3 De La Trilogía Fuego

Status: Terminada
Genre:Traiciones y engaños / Reencuentro / Matrimonio arreglado / Completas
Popularitas:813
Nilai: 5
nombre de autor: Mar-4538

Reviví de entre los muertos, eso suena descabellado pero es prácticamente lo que sucedio.

NovelToon tiene autorización de Mar-4538 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo: 12

MORGAN.

—¿Puedes ver algo? —pregunta por décima vez.

—Deja de ser tan odioso, Hunter, me pones de los nervios.

—¿Tú de los nervios? Cariño, mi jodido amigo se encuentra ahí tratando de hacer un pacto con el maldito diablo y tú simplemente piensas que solo tú tienes nervios. Es increíble lo egoísta que te volviste —suelta con exasperación.

—Al igual que es increíble lo blandengue que tú te volviste —gruño, tratando de no perder los estribos.

—Tú te volviste una amargada.

—Y tú te volviste un drogadicto —le suelto bruscamente.

—Al menos yo siempre les fui fiel a mis amigos, a los que siempre estuvieron ahí para mí —dice con tanta frialdad que se me pone la piel de gallina.

No dice nada más, mientras yo trato de ver a través de los malditos binoculares para no perder de vista lo que pasa.

Ambos nos encontramos agazapados detrás de unos jodidos arbustos en la cima de una gran colina, con una vista panorámica del lugar. Han pasado dos meses enteros desde que tratamos de buscar a Sofía y no dábamos con ella, y exactamente un mes desde que mi pierna sanó por completo.

En este momento estamos en

España. Sí, el padre de Caleb le pidió que viajara aquí para negociar por la chica. Es tonto que no la buscáramos aquí desde el principio, pero no podíamos hacer eso. No teníamos nada para enfrentar la gran fortaleza que tenía el padre de Caleb. Así que solo vinimos cuando su padre le ofreció a la chica a cambio de que tomara el control de la mafia definitivamente y de que hiciera todo lo que él hacía, incluyendo transportar drogas de aquí para allá.

Esa era una de las razones por las que Caleb no aceptaba, pero hoy, sin importar sus elecciones del pasado, estaba dispuesto a salvar a la chica, y si él estaba dispuesto a hacer eso, este sería el fin.

El fin de él como buena persona…

El fin de él como buen amigo…

El fin de él…

El fin de nosotros…

—Veo algo —le susurro a Hunter, mientras observo con más atención.

—¿Qué está pasando? —pregunta, sumamente intrigado.

—Alguien está caminando hacia la salida —le informo sin perder detalle de nada de lo que está pasando—. Creo que es… diablos, es Caleb. Pero viene solo, ¿dónde diablos está la chica?

—¿Qué? Déjame ver —dice Hunter para quitarme los binoculares de las manos y ver él mismo—. Al menos su cara demuestra tranquilidad.

Solté un ligero suspiro, tratando de dejar los nervios a un lado.

Después de unos minutos, Caleb ya estaba frente a nosotros.

—¿Y bien? Habla de una buena vez, hombre —le espetó Hunter, mientras se jalaba el cabello.

—La dejará libre… —es todo lo que dice.

Se queda callado mientras mira a la nada. ¿Algo estaba mal?

—¿Eso es todo? ¿Solo te harás cargo de la mafia y ya? —pregunté, con curiosidad y temor.

Caleb dirigió su vista a mí lentamente, y cuando nuestros ojos se cruzaron, supe que algo malo estaba pasando.

—¿Caleb?

—Tienen que regresar con los demás al hotel. Yo iré después.

Le dije que solo saldría a hacer una llamada, pero tienen que irse ya, antes de que descubra que están aquí.

—De acuerdo, vamos, Morgan.

La mano de Hunter se cerró alrededor de mi muñeca y tiró ligeramente de mí.

—Promete que no te pasará nada —le supliqué con la mirada, y sí, soy una estúpida débil cuando se trata de él, pero en este momento no me importa.

—Te lo prometo, pero en serio, necesito que se vayan porque no estoy tranquilo pensando que en cualquier momento alguien los encuentre y los mate.

Asentí efusivamente en su dirección. Después de tomar el bolso con las armas, se lo pasé a Hunter. Él se lo colgó del hombro y volvió a tirar de mí.

Segundos después, perdí de vista a Caleb. La oscuridad no ayudaba en nada. Traté de no tropezar con las rocas y ramas que había por doquier, y al mismo tiempo, intenté enfocar la vista para ver el camino frente a nosotros. Un ruido, el de un arma siendo disparada, hizo que ambos nos detuviéramos abruptamente y giráramos la cabeza en dirección de donde vino el sonido. Justo antes de que alguno de los dos echara a correr, mi teléfono sonó, sobresaltándome.

—¿Bueno?

—Morgan —solté todo el aire que tenía retenido al escuchar la voz de Caleb al otro lado de la línea—. Estoy bien, solo fueron los hombres de mi padre, están tonteando. Estoy bien, así que no se preocupen, pero necesitan irse ya.

—Caleb… —hice una ligera pausa y luego cerré los ojos, resignada—. Te amo.

—Te veo luego.

No era la respuesta que esperaba. Definitivamente no era esa la respuesta que quería escuchar. Me decepcionó demasiado ser tan estúpida como para decirle ese "te amo". Fui una ilusa, no debí dejar que mis emociones me controlaran.

—¿Caleb está bien? —preguntó Hunter.

—Sí, tenemos que irnos ya.

Sin darle tiempo a reprochar, pasé por su lado y comencé a caminar colina abajo, tratando de mantenerme en pie. Después de unos minutos, vi la camioneta donde se suponía que estaba Elijah, pero no lo veía por ningún lugar. Cuando estuve lista para tomar el arma que llevaba guardada en la cintura, la puerta trasera de la camioneta se abrió, asustándome.

—¿Todo salió bien? —preguntó Elijah.

—Me asustaste, imbécil.

—Perdón, ¿todo salió bien? ¿Ya nos podemos ir? Tengo hambre.

Hunter y yo asentimos. Todos nos montamos en la camioneta para poder ir al hotel. Durante todo el trayecto, Elijah se la pasó diciendo todo tipo de estupideces. Hunter solo lo miraba con fastidio, y yo… bueno, solo me limité a sobarme la cien, tratando de mantener la compostura para no decirle que se callara o lo echaría de la camioneta.

—¿Cuánto falta para llegar? —le pregunté a Hunter.

—No mucho, tranquila, no eres la única que se quiere arrancar la cabeza.

Unos segundos después, Hunter estacionó la camioneta en el estacionamiento subterráneo del hotel, y todos nos bajamos como si nuestra vida dependiera de ello. Nos adentramos en el elevador en completo silencio.

Mientras subíamos lentamente, sentí una opresión en el pecho, una que claramente me indicaba que algo malo estaba por suceder. Un miedo horripilante me recorrió las entrañas, y las ganas de vomitar me abordaron.

—¿Estás bien? —la voz de Elijah sonaba nerviosa, y por su mirada, supe que él también presentía que algo iba a ocurrir.

Traté de aligerar el ambiente que se había creado en el pequeño espacio y le sonreí para tranquilizarlo.

—Al fin —resopló Hunter, al mismo tiempo que las puertas del elevador se abrían.

Me dirigí a mi habitación sin esperar a ninguno de los dos.

Cuando abrí la puerta, la oscuridad me recibió. Encendí la luz y me encaminé al baño, mientras me despojaba de mi ropa.

30 minutos después, salí del baño, con el cuerpo mojado, sin preocuparme por secarme. Pero me detuve abruptamente cuando vi a Caleb en la habitación, junto a su padre.

—¿Qué hace él aquí?

La risa que brotó de la garganta del monstruo me provocó un temblor en el cuerpo.

—Vengo a asegurarme de que mi hijo haga lo que acordamos. —La mirada siniestra que me dio hizo que retrocediera inconscientemente.

—¿Asegurarse de qué, exactamente? —Ninguno respondió—. ¿De qué trato habla, Caleb?

Lo miré y vi cómo tragaba saliva nerviosamente, pero aun así no se dignó a responder. Solo me miró directamente mientras comenzaba a ponerse de pie.

—Lo hago por Sofía. Ella siempre estuvo ahí conmigo y me ayudó a salir adelante. Ella no se merece nada de esto. No debería estar involucrada en nada de esto, y creo que lo mejor será terminar con esto.

—¿Terminar con qué?

—Vamos, me estoy aburriendo, hijo.

—De verdad, lo siento mucho.

De repente, me percaté de que tenía un arma en la mano. No me había dado cuenta de que la traía hasta el momento en que la levantó en mi dirección.

—Caleb, ¿qué estás haciendo?

—No es obvio, te va a matar —dijo el padre de Caleb de forma tosca.

—¿Eso es verdad? —Mierda, su mirada era diferente—. Responde, maldita sea, Caleb, di algo, no te quedes callado.

—Tienes que morir, para que todo esto acabe, mi ébano.

Voy a morir, y lo haré a manos del chico que amo.

Pero aun así, no deja de ser decepcionante.

1
Rosemary Hernandez
cómo sabe Caleb dónde está Morgan?
Liliana Barros
Viendo tu perfil, entendí que ésta historia viene por partes. No soy de seguir historias, así que creo que debería haber un pequeño prólogo en esta tercera parte, para ubicar al lector.
Liliana Barros
Me gustó lo que leí, pero fue como leer una historia a medias. Faltó contexto y quedaron cabos sueltos. Que pasó con el padre de Caleb? Sentí como que empecé la historia a la mitad.😔
Liliana Barros
A Morgan le falta carácter para la venganza. Todavía se tienta el corazón por quienes la dañaron, en lugar de amarla.
Liliana Barros
Me parece estúpido el plan de Caleb. Solo ocasionó más daño.
Liliana Barros
Vaya amor que le tenía Caleb, metiéndose con su hermana 🤷
Liliana Barros
Pobre Morgan, le hicieron mucho daño. Espero que se empondere y no tenga lástima de nadie que quiera lastimarla
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