Despreciada y desterrada por su manada, traicionada por su Alfa, quien la acusó falsamente de infidelidad para proteger su orgullo, Cristal da a luz en secreto a sus adorables gemelos. El destino, sin embargo, la obliga a volver al mundo que la hirió, aceptando un trabajo para curar a un misterioso y frío Rey Lobo, un hombre que carga con una maldición y un corazón roto.
Mientras el Rey encuentra en ella una inesperada luz en su oscuridad, Cristal descubre un inquietante parecido entre él y sus hijos. Sus vidas se entrelazan de forma irreversible, justo cuando su pasado regresa con sed de venganza. Con su exmarido y la hija del Rey conspirando contra ella y sus hijos, la verdad oculta sobre el origen de sus gemelos sale a la luz.
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Capitulo 12:Amigos
El rey alfa deslizó sus manos por sus muñecas hasta tomar sus manos entre las suyas y comenzar a dejar suaves caricias.
—Necesitó que me digas todo omega. Todo lo que sea necesario saber.
Cristal tomo una bocanada de aire intentando llenarse de valor. No tenia mas opcion que confiar en el, aunque le costara la vida.
—El... El Alfa Eishter...era mi alfa—el rey gruño bajo, aquellas simples palabras habian quemado su interior—Me converti en la luna del Alfa Eishter cuando tenia 16. El...el...me cortejo por un año completo, hasta que acepte ser su luna. Vivimos juntos por años en lo que todo parecia ser perfecto... Hasta que intentamos tener cachorros... por mas que lo intentamos no lograba quedarme embarazada. Y entonces un dia el medico de la manada nos dio la noticia de que Eishter era infertil. Nos dijo que podríamos adoptar o... intentar la inseminacion artificial. al principio Eishter no estaba de acuerdo, pero al final acepto. Todo parecia ir bien, por razones obvias la manada nunca se entero de su problema y tampoco de que el bebe que llevaba en mi vientre no era de Eishter... pero dos meses antes del nacimiento de mis cachorros...el... me pidio abortar. Dijo que solo habia accedido porque yo lo habia presionado, que esos no eran sus hijos, que pudimos haberlo seguido intentando. Obviamente yo me negue. Eran mis hijos preciados. ¡Soy una omega¡. Jamas seria capaz de quitarle la vida a un bebe y menos a mis bebes... Entonces el me amenazo, dijo que si no abortaba el le diria a todos que mis hijos eran producto de una infidelidad... y eso hizo. Me llevaron a juicio y me desterraron de la manada.
El rey alfa la miraba incredulo, la furia que crecía en su interior cada vez con mas fuerza parecia incapaz de parar. Ese imbecil ni siquiera deberia tener el descaro de llamarse alfa. Abandonar a una omega embarazada era una atrocidad.
La mujer delante de el sollozaba desconsolada, sus ojos lo miraron dudosos.
—Alfa... lo que digo es verdad, por favor, creeme.
El rey acaricio sus manos suavemente dejando salir sus aroma para calmarla.
—Te creo omega... tranquila. No debes tener miedo, te dije que te cuidaría y eso hare ¿comprendes?. No dejare que nadie vuelva a lastimarte.
La mujer asintio conmovida. Los dos se miraron en completo silencio, atrapados en el otro. Aquellos ojos oscuros y que le habian parecido sin vida la primera vez que los vio, hoy la miraban con un brillo diferente.
El alfa se sentia hipnotizado por su mirada. ¿Que era lo que tenia aquella omega que lo hechizaba por completo? ¿Era su dulce olor? ¿La mirada nerviosa que siempre le dedicaba? ¿Era el poder que tenia sobre ella? ¿o el saber que ella era la primera persona que lograba conseguir poder sobre el? Talvez era aquel aura desolado que la rodeaba. La necesidad de protegerla que parecia burbujear en su interior.
Su mano se movio a su mejilla como si tuviera vida propia y miles de chispas recorrieron toda su piel. ¿Por que se sentia asi? ¿Como podria siquiera sentirlo? estaba maldito. Y nada de lo que ha intentado ha podido parar aquella maldicion.
Pero cuando estaba a su lado. Cuando aquella pequeña e indefensa mujer lo tocaba, cuando su olor lo rodeaba, todo el dolor desaparecía. Y solo podia sentirse en paz.
—Voy a cuidarte... Cristal.
La omega asintio, bajo la cabeza escapando de su mirada.
—Gracias Alfa...
—Kadosh.
La omega subio la mirada confundida.
—Ese es mi nombre, Kadosh. Puedes llamarme por mi nombre, Cristal. Seamos... amigos.
Aquella corta palabra de solo seis letras se habia sentido como acido en sus labios. Pero que podia hacer... no podia ofrecerle mas que una amistad a la dulce omega... aunque en el fondo quisiera mas que eso.
Cristal asintio. Se movio hacia atras alejándose de su caricia. Estaba aliviada. A la misma vez un profundo sentimiento de desilusion se habría paso en su interior. Se sentia estupida. Era estupido de su parte esperar mas que eso. Que el Rey Alfa quisiera algo mas que una amistad con ella. Una omega rechazada con dos cachorros.
—Gracias... Kadosh... Ahora podemos seguir con lo que estábamos.
El rey alfa la miro escaneando su rostro. Juraría que había visto desilusión en su rostro. Pero ahora parecía tranquila, su rostro ilegible.
¿Seria posible que ella se sintiera de la misma manera que el?
No. Era imposible. ¿Que podria tener el para agradarle? Era un alfa cascarrabias, impaciente, silencioso. Alguien con una oscuridad que lo perseguia y una incapacidad de amar. Cualquiera que mirara a sus ojos por mas de un segundo podria detallar el vacio en su mirada. Y ella... aquella dulzura merecía ser cuidada y adorada... como el nunca podria hacerlo.
—Esta bien sigamos.
y por qué tengo la extraña sensación que esa omega no es su hija 😯
Espero que esos locos no le hagan nada a ella y los cachorros