16 extraños han sido abducidos para ser parte de un juego mortal, a manos de un fanático peligroso quién quiere recrear los escenarios macabros de sus series de terror y thriller favoritas ¿quién sobrevivirá a las reglas absurdas del autoproclamado Señor Cornamenta?
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La piscina
Blonde estaba furioso. Neo podía intuir que el muchacho se sentía severamente dolido por la actitud de Úrsula ¿Acaso no se daba cuenta de que estaban en una situación límite? ¿De que necesitaban confiar unos en otros para sobrevivir? Miró alrededor de la mesa y vio las caras de sus compañeros. Algunos parecían asustados, otros indignados y otros resignados. Se preguntó quién sería el próximo en abandonar el grupo.
_¿Alguien más se va a ir?_ -inquirió Blonde con voz áspera, como si se esperara a un traidor más entre ellos.
Nadie respondió. Solo se escuchó el silencio que les dejó la amarga actuación de la chica de morado. Arturo se levantó lentamente de su silla. Neo sintió un nudo en el estómago. ¿También él? ¿El chico de azul que hasta ahora había sido tan afable y diplomático? Neo presintió que Blonde estaba a punto de soltarle una sarta de insultos con sólo verle la cara enrojecida, pero de manera inesperada, Arturo alzó la voz.
_Esta situación es muy preocupante -comenzó con su tono sereno y profundo -. Úrsula ha sembrado la semilla de la discordia con sus palabras llenas de brutal sinceridad y eso ha provocado que nuestro grupo se desintegre poco a poco. Sin embargo, no creo que la chica haga esto con mala intención -se llevó una mano al corazón-. Y no con esto quiero decir que piense que ustedes son capaces de hacerle daño a uno de los nuestros, pero es necesario ver nuestra situación con objetividad. Estamos siendo obligados a matarnos entre nosotros mismos sin tener la mínima idea en beneficio a quién. Lo único que sabemos es que tenemos familias ahí fuera que nos están esperando, una vida y recuerdos que necesitamos recuperar y eso puede ser suficiente razón para que alguien cometa una locura. Necesitamos formar un plan para protegernos a nosotros mismos de hacernos daño. Un plan que también les demuestre a aquellos que han decidido romper lazos con nosotros que somos capaces de avanzar a pesar de la adversidad. De que podemos recobrar su confianza. Ahora nos toca a nosotros sembrar la semilla de la esperanza en este: nuestro grupo. Pero para ello también debemos poner de nuestra parte y hacer algunos votos de confianza y colocar reglas. Realizar acuerdos que tengan un valor simbólico.
Todos quedaron asombrados con las palabras de Arturo. Era como si hubiera leído sus mentes y les hubiera dado voz. Sky, quién ahora parecía haber tomado el rol de la líder del grupo, se aclaró la garganta y asintió.
_No podría estar más de acuerdo, Arturo. Necesitamos sí o sí crear normas y establecer reglas para prevenir incidentes.
Arturo sonrió levemente y continuó.
_Hay algo, si se me permite -prosiguió-, que quiero preguntarles: ustedes recibieron también un regalo, por así decirlo, del señor Cornamenta, ¿cierto?
Neo recordó la cámara que había tirado al suelo. Era una cámara fotográfica antigua, de esas que usaban rollos de película. No entendía qué sentido tenía ese objeto en ese lugar. ¿Acaso era una pista, una broma o una amenaza? Miró a los demás y se dio cuenta de que todos tenían una expresión de desconcierto o de temor.
_Por ejemplo, yo recibí un cutter -explicó Arturo.
La chica de azul levantó su mano.
_¡Es cierto! Pegué un brinco cuando vi que me habían puesto una inyectadora junto a una botella que decía que era un veneno de algo. No entendí el por qué estaba eso ahí.
A algunos se les contorsionó la cara del susto, otros parecieron sorprendidos y algunos sencillamente asintieron.
_Yo me encontré con una botella de ácido fluorhídrico -comentó Cobalt-. No sé para qué sirve eso.
_Esos no son regalos -dijo Blonde- son armas para matar.
_¡Qué horror! ¿Exactamente qué pretenden que haga con una cuerda para saltar? -dijo Esmeralda asustada.
_¿O con una máscara de gas? -preguntó Germán incrédulo.
Olivia se quitó un trapo negro que tenía puesto en la cabeza y lo mostró al grupo.
_Yo recibí esta pañoleta con una botella de cloroformo. De las dos cosas, esto es lo único con lo que me voy a quedar.
Olivia alzó trozo de tela para que todos lo pudieran ver y dijo decidida.
_Y lo voy a usar sólo para atarme el pelo y nada más. Es mi forma de decirle al responsable que no jugaré su juego.
Algunos le aplaudieron. Neo se sorprendió de la actitud de Olivia, quien no se había mostrado desafiante hasta ahora, pero entendió que hasta el alma más pura tenía que sufrir algún cambio en la personalidad para afrontar la situación que estaban viviendo. Él mismo se sentía diferente desde que había despertado en ese hotel maldito, sin recuerdos de su pasado ni pistas de su futuro. Se preguntó si alguna vez volvería a ser el mismo, si es que alguna vez había sido alguien. Miró a los demás y se dio cuenta de que todos tenían una expresión de determinación.
A partir de ese momento, el resto de sus compañeros empezaron a describir los objetos que habían recibido. La chica de morado a quien Neo no había tenido la oportunidad de conocer hasta ese momento, le había tocado un blíster de pastillas de cianuro. Por boca de Julio, se enteró que ella se había decidido apodar como Violeta. Por su parte, Julio había obtenido una botella de luminol. El otro chico que Neo no conocía, quién llevaba una pijama amarilla, se llamaba Helio y a él le había tocado unos nunchakus. Blonde demostró lo que le habían dado sacando un encendedor de su bolsillo, aunque se había quejado de que mucho no le iba a servir si no encontraba cigarrillos en el hotel. Por último, a Sky le había tocado una navaja.
_Bueno -sonrió Arturo complacido- este ha sido un excelente ejercicio para demostrar la confianza que nos tenemos y que necesitamos tener los unos a los otros.
Todos estuvieron de acuerdo en que había sido una buena dinámica para relajar las aguas. Después de agradecerle a Arturo, Sky pidió sugerencias para establecer las reglas del grupo. El primero que dio su opinión fue Julio, quién aseveró que era importante dictaminar un toque de queda para el horario nocturno. Para él, estaba claro que aunque en el día todos eran capaces de estar al tanto de lo que hacían los demás, de noche les era imposible. A eso, Sky añadió que no era prudente vagar en solitario sin importar la hora, aunque de todas formas en la noche tanto el gimnasio como el restaurante se encontraban cerrados. Cuándo mencionó que el acceso a la cocina y a la piscina estaba también restringido en el horario nocturno, Neo tuvo que aclarar que lo que les impedía ingresar como tal a la cocina era la puerta trasera, que por alguna razón inexplicable estaba bloqueada desde el pasillo del área de empleados. Sky prometió que investigarían las posibilidades de destrabarla en la tarde.
Después de discutir un poco más las pautas, cada uno se unió al grupo que le correspondía. Neo, Blonde, Sky y Germán se preparaban para salir, cuando la voz de Esmeralda los detuvo.
—Esperen un segundo —les exigió con firmeza.
Los demás, que también iban en camino a sus destinos, se volvieron hacia ella. Esmeralda los miró con reproche y les planteó su queja:
—No van a esperar que Olivia y yo limpiemos los platos de todos otra vez, ¿no?
Germán frunció el ceño y le respondió con incredulidad:
—¿De qué hablas?
Esmeralda les contó cómo habían encontrado el restaurante hecho un desastre esa mañana, y cómo habían tenido que limpiar todo lo que los demás habían dejado la noche anterior. El señor Cornamenta les había dicho que la limpieza era parte de sus responsabilidades, y eso incluía todo tipo de limpieza.
—Lo que significa —concluyó Esmeralda— que necesitamos crear también grupos de limpieza. No nos pueden dejar este trabajo solo a nosotras.
Los demás comprendieron la situación y se pusieron de acuerdo para ayudar en turnos diferentes. Germán fue el único que se resistió, pero al final aceptó a regañadientes. Sin embargo, objetó que había 4 personas que se habían marchado del grupo y que ellos no tenían intenciones de ayudar. Olivia, para evitar una disputa innecesaria, se ofreció a limpiar lo que esos cuatro ensuciasen.
El grupo de Neo se dirigió al gimnasio para explorar las instalaciones. La piscina era grande y reluciente, con el agua azul y cristalina. Había casilleros para colocar la ropa, tablas auxiliares para nadar, pelotas de playa e incluso una red central para jugar voleibol dentro del agua. En una esquina también se situaba una diminuta oficina que Neo intuyó era para el salvavidas, aunque no encontró nada útil en el escritorio.
Blonde se acercó al borde de la piscina y observó el agua con admiración. Le tentaba darse un chapuzón y sentir el frescor en su piel. Quizás así podría relajarse un poco y olvidarse de la situación por un momento.
—Se ve estupenda, ¿no? —comentó con entusiasmo.
Sky lo miró con sarcasmo y le soltó una frase que lo dejó helado:
—Perfecta para ahogar a alguien.
Blonde frunció el ceño y le reprochó su actitud negativa. No entendía por qué ella tenía que ser tan pesimista y aguafiestas.
Sky se llevó la mano a la cara en señal de frustración. No podía creer que Blonde fuera tan inmaduro e irresponsable.
—Me refiero a que no es un lugar seguro, al menos no para nadar solo. Lo ideal sería venir aquí en grupos, aunque sean pequeños, para que cada quién vigile y supervise que todo vaya de manera normal, sin incidentes —explicó manteniendo la paciencia.
Neo miró su folleto. Había varias salidas en la planta baja pero todas estaban bloqueadas. Se preguntó si habría alguna forma de activarlas. Tal vez había algún mecanismo oculto o algún código secreto que debían descifrar.
Mientras tanto, Germán observaba los mapas del folleto con curiosidad. Le parecían muy extraños y difíciles de interpretar.
—¿De casualidad ustedes han revisado los mapas? —les preguntó a los demás.
—Sí, pero no entiendo mucho —respondió Sky—. Es que son planos de arquitectura y para ser honesta, lo que no entiendo es por qué los usaron para describir el mapa. Son difíciles de interpretar.
_Vaya que sí -Asintió Germán.
_Aún así... -continuó Sky- Se supone que debería haber...
Neo completó su frase al mismo tiempo que ella:
—... 3 salidas.
Germán se sorprendió y les dijo:
—¿En serio? Pensé que sólo había una.
Sky le reveló otro dato sorprendente:
—Entonces te vas a caer para atrás cuando sepas que de hecho en el plano hay ventanas. En teoría todo el Lobby debería estar recubierto de estas, pero en nuestra realidad, ya no están.
_Yo sospecho que debe existir una forma de abrirlas desde dentro, porque estoy casi seguro de que mientras estábamos en el gimnasio, el señor Cornamenta ingresó al restaurante desde la salida que está allí para dejar la comida en las mesas -confesó Neo.
_Yo también sospecho lo mismo - asintió Sky- Si al tipo se le hubiese cerrado las puertas o lo que sea por dónde ingresó, lo más seguro es que tuviese un algo, un botón, cualquier cosa para volver a activarlas.
_¿Como un control remoto? -preguntó Blonde que se estaba quitando la camisa.
_Vaya, no lo había pensado -suspiró Sky- pero creo que es la opción más realista.
Germán frunció el entrecejo mientras se acomodaba los lentes.
_Aunque eso está muy bien, no comprendo de qué nos sirve saber si el tipo tiene un control a la mano para abrir o cerrar las puertas. Vamos, no es tan fácil dilucidar cuándo sale a dejar la comida.
_Supongo que tendremos que armar un plan -sonrió Sky. Luego miró a Blonde- ¿Qué haces?
Blonde, que ya se había quitado toda la pijama se acercó al borde de la piscina.
_¿Qué más? Darme un chapuzón, ¿O qué sueles hacer tú cuando ves una piscina? -le lanzó una sonrisa pícara.
Sky lo miró perpleja.
_¿Pero ahora? -soltó con un tono de reproche - estamos discutiendo algo importante.
Blonde se alzó de hombros.
_Justo por eso lo hago -respondió con naturalidad.
Se sentó y metió los pies en el agua.
_Deberíamos dejarlo para más tarde -comentó mientras se rascaba la cabeza con la mano vendada- Recuerda que las paredes oyen.
Neo rápidamente entendió lo que Blonde había querido decir: habían expresado sus ideas de manera muy despreocupada y era seguro que el señor Cornamenta los estaba escuchando con especial atención.
_¿Por qué no nos damos un baño todos? -insistió Blonde, tratando de cambiar el tema.
_Alto ahí -se escuchó desde los parlantes que estaban instalados en las esquinas de la piscina- ¿Qué estás tratando de hacer, ESTP?
El chico arqueó una ceja y levantó los brazos en señal de no saber qué significaba aquello.
_Creo que son tus siglas -le respondió Neo intuyendo que Blonde necesitaba respuestas.
_No se puede entrar a la piscina sin el adecuado traje de baño. Existe un código de vestimenta para ingresar a ciertos espacios que se deben respetar -continuó el señor Cornamenta con voz autoritaria.
Nada más escuchar esas palabras, Sky le reprochó al cabeza de ciervo por no haber incluído eso en las reglas.
_Creo que es obvio que no se debe entrar a una piscina con tu ropa interior -expresó con arrogancia el ciervo- para eso están los trajes de baño. Pero como veo que hay que literalmente explicarles hasta aquello que es de conocimiento general y de sentido común, se los voy a añadir en las libretas.
_¿Y en dónde se supone que debo agarrar esos trajes de baño? Porque aquí no se ven en ninguna parte -Escupió Blonde.
_Se los dejé en sus dormitorios.
_¿Cómo es que nos ves? -preguntó de repente Germán que se había quedado callado hasta ese momento.
_He puesto cámaras en todas partes.
Germán sonrió con malicia y se acercó al borde de la piscina. Colocó sus lentes y la camisa de la pijama a un lado Pero dejándose el mono encima. Se puso el índice sobre sus labios y procedió a hundirse en el agua lentamente, procurando hacer el menor ruido posible, hasta tener medio cuerpo adentro. A Sky y a Julio se le salían los ojos, pensando que pasaría lo peor; Pero el cabeza de ciervo no pronunció ninguna palabra por medio de los parlantes. Germán se agarró fuertemente de la escalerilla de la piscina y volvió a salir del agua.
_Vaya, no sé ustedes, compañeros, pero me parece que nuestro anfitrión es un burdo pervertido.
_Eso no es de tu incumbencia, INFJ. Deberías guardar más respeto hacia los demás.
Germán levantó los dos dedos pulgares en señal de éxito y luego se puso el índice entre los labios, de nuevo, mientras que con la otra mano señalaba los altavoces.
_De verdad que no sabes con quién se metes?, ¿eh? -comentó sarcásticamente- Si crees que nosotros te debemos algún tipo de respeto, entonces estás delirando ¿Por qué mejor no te vas a espiar a otra persona?
_No me interesa tampoco perder mi tiempo con pusilánimes cómo lo son ustedes -expresó el cabeza de ciervo- Sólo les advierto que no deben ingresar a la piscina sin traje de baño.
Y así, después de algo de ruido seco, los parlantes se apagaron.
_Agradezcanme por ser un genio -susurró Germán con una sonrisa.
_He de admitir que eso fue brillante -le devolvió la sonrisa Sky- aunque hablar tan bajo no nos asegura de que el ciervo no nos pueda escuchar. Necesitamos crear un sistema de comunicación no verbal para cuando estemos aquí, aprovechando que el tipo no nos puede ver.
_No necesitamos crear nada, con escribir basta -razonó Germán.
_¿Escribir? -preguntó Neo- pero no nos han dejado plumillas ni lápices para escribir.
_Neo tiene razón -adimitió Sky- eso es un problema.
_Eso lo podemos resolver después -comentó Blonde- lo que no entiendo es cómo supo que ya estaba en ropa interior si se supone que no nos puede ver.
Sky suspiró.
_Mira dónde te quitaste la ropa -señaló el suelo.
_¿Qué pasa con ello?
_Eres un imprudente -le reprochó German- está claro que desde ahí te pueden ver desde el gimnasio.
_¿Y yo cómo iba a saber que aquí dentro no hay cámaras? Además ¿Por qué están tan seguros de que en el gimnasio sí hay? Hasta donde sé el tipo se podría estar guiando de nuestras voces.
_Eso podría ser cierto -comentó Sky- aunque creo que las cámaras están en los monitores de los televisores.
_Hay dos lugares que tienen sólo cornetas, sin televisores: la cocina y aquí -dijo Neo- si queremos armar un plan, debemos usar estas instalaciones en nuestro beneficio. Y para ello, vamos a tener que usar estas libretas -indicó mientras sacaba la suya del bolsillo de su pantalón.
_Y también vamos a tener que inventar una buena excusa para que el mismo ciervo nos proporcione los instrumentos para escribir en ellas -finalizó Sky.