Josefina Valle, venía del mundo de copas y pooldance, bailaba en un antro de la ciudad. Fue testigo de un asesinato y debió esconderse en un convento.
Gustavo Singer, empresario, viudo, nunca pudo recomponerse del accidente que hizo perder a su mujer, y esto lo llevó a no hacerse cargo de su hija Emilia.
Por esas cosas de la vida, y a través de una mentira, Josefina será su niñera y nadie sabe que pasará cuando esa mentira salga a la luz. Pero será solo la mentira de Josefina?, o también la mentira de Gustavo que harán de Josefina ser una prisionera de ellas...
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capítulo 12
*Gustavo
- realmente, le agradezco su relato, nunca me imaginé que mi hija sufriria tanto, con respecto a su labor, se a lo que se refiere, usted no quiere tener la responsabilidad de equivocarse o la de tener que defender a sus padres.
- y de tampoco reemplazarlos.
- está bien, creo que tendré que estar más presente en la vida de mi pequeña, yo hasta ahora, pensaba que ella al ser tan pequeña, nunca iba a extrañar otra cosa que no fuese su estilo de vida, no pensé que la muerte de su madre, a pesar de tener un año, la iba a afectar. Por eso me aferré a mi dolor, considerando que yo era el único. Quiero agradecerle, el hecho de defendernos y reemplazarnos, sé que no es su trabajo, y a pesar de ello, lo hizo.
- y lo volvería a hacer, si Emilia, fuese huérfana, lo haría, sin dudarlo, el tema señor Gustavo, es que no quiero sobrepasar mi lugar en este vínculo, porque Emi, tiene a sus padres, aunque uno sólo esté vivo.
Justo me entra un llamado miro mi teléfono y es Amalia, que suerte justo en este momento...
- discúlpeme debo atender
- Si usted necesita, me retiro.
- no es necesario, espéreme aquí sentada, ya vuelvo.
Me levanto y voy lo más alejado que puedo de mi escritorio.
- hola Amalia.
- hola donde estás?, te estoy esperando en nuestro hotel.
- dijiste que no iba a haber encuentro, ya que te fuiste ofendida. Estoy en la mansión, con mi hija.
- y me creíste?, como iba a dejar pasar la oportunidad de verte?, ya te lo dije, te amo Gus, soy capaz de perdonarte hasta lo último que me dijiste en tu oficina.
- no tenés que perdonarme nada, porque no dije ni hice nada malo, de última, deberías perdonar mi sinceridad. Además, no me obligues a decirte, de que no quiero que me repitas que me amas, por que yo no te correspondo a ese amor.
- Gustavo, basta, no busques excusas, vos no querés soltar a Lorena, porque te encanta el lugar de víctima, y de esa manera, no hacerte cargo de los sentimientos que tenes conmigo.
- ya deja de reclamar lo de mi amor a Lorena, vos nunca vas a reemplazarla. Y aquí no hay sentimientos de por medio, te respeto, pero no siento nada por vos, estuviste donde quisiste estar, nadie te obligó a nada.
- mira Gustavo, no me pongas nerviosa es lo que te dije anteriormente, o..., hasta me cuesta decirlo.
- o que?, no me amenaces.
- no te estoy amenazando, necesito hacerye esta pregunta. Vos te enamoraste de otra persona Gustavo?, quiero que me digas la verdad.
Guardo silencio, me doy vuelta, mirando hacia mi escritorio, Josefina, miraba todo a su alrededor con mucha atención, hasta que se quedó mirando algunas fotografías de nosotros tres, cuando éramos una familia, sonriendo levemente, y asi, teniendo esta imagen frente a mi, sin pensarlo...
- está bien, queres la verdad?, pues si, me enamoré de otra persona.
- que???, es una broma..., vos no podes...
- Amalia, terminala, si te digo que es por Lorena, no entendés, y si te digo que me enamoré de otra mujer, no lo crees..., Amalia, se que te duele, pero lo nuestro terminó.
- no, no, no Gus, no podes dejarme por telefono, hablemos personalmente, estas confundido.
- ya está todo dicho, te lo advertí en mi oficina, te hiciste la ofendida y te fuiste. Ya no tengo nada que aclarar, no existe ninguna confusión, se terminó, ya no hay nada mas entre nosotros.
- no lo acepto, porque siempre cualquiera menos yo?
- de que estás hablando?
- hace años fue por Lorena, ahora por quien diablos es?
- yo jamás te cambié por nadie, porque jamás sentí amor por vos, ni antes, ni ahora. Tu reclamo está completamente fuera de lugar.
- esto no va a quedar así, Gustavo, te recuperé una vez, y te volveré a recuperar.
- Amalia, estás enferma, vos no recuperas lo que nunca se tuvo.
- ya vas a tener noticias mías.
Me corta el teléfono, al final, tengo que darle nuevamente la razón a Damián, es Maléfica o está loca. Hice bien en terminar la relación, pero lo más mal estuvo, fue aceptar de que me había enamorado, no puede ser, me resisto que tan solo con su presencia, de vuelta mi mundo, dejando toda mi vida, patas para arriba. Vuelvo al escritorio, todavía estoy nervioso por lo de recién, trató de alejarme de lo que descubrí con respecto a mis sentimientos. Así que saco el contrato, y voy directo al grano.
- señorita Josefina, aquí está el contrato, por favor léalo y si está de acuerdo fírmelo, ya es muy tarde.
*Josefina
Aquí estoy esperando en el escritorio, el señor Gustavo recibió una llamada, no sé dé quien era, pero cuando volvió, todo lo que veníamos hablando quedó ahí, se ve que quedó molesto y me salió directamente con lo del contrato. Lo empiezo a leer, todo estaba bien, pero no encuentro algo que Susana que había adelantado y que no figuraba en el mismo.
- disculpe señor, la señora Susana, me había adelantado que se podría rescindir del mismo a los 6 meses, y tampoco me dijo que debía pagar si no cumplía.
- así es, lo pensé bien, si usted se encuentra bien en su puesto, con Emilia, y por otra parte, nosotros, estamos más que conformes con sus servicios, no veo la necesidad de volver a tener que buscar dentro de 6 meses, una nueva niñera, además de lograr de que se lleve bien con Emilia.
- es que pensé que podría volver a mi país mas pronto, a mi hogar, extraño mucho a mi familia.
- créame que la entiendo, pero nosotros somos adultos y podemos soportar la frustración, no quiero volver a ver sufrir a mi pequeña, hasta yo tengo que aceptar en cambiar muchas cosas...
está a tiempo, puede no firmar, se le pagaría lo que trabajo y aquí no ha pasado nada.
Me quedo pensando, si no acepto, nunca podré volver a mi hogar, además que tendría que buscar un nuevo trabajo, vaya a saber cuando sería eso, siento que estoy obligada a aceptar una situación para poder conseguir mi libertad, mis lágrimas están a punto de salir.
- veo que está conmocionada, puedo decirle algo para su tranquilidad. Le prometo que para sus vacaciones, le pagaré el pasaje de ida y vuelta, para que vaya a ver a su familia.
- lo agregara al contrato?
- veo que no confia en mi palabra.
- usted lo haria?, me cambiaron 2 veces la condición de mi estadía.
- entiendo, ya se lo agrego de puño y letra, aguardeme unos segundos.
Bueno, si bien quedo atada por 3 años a esta familia, quizás las vacaciones sirvan para apaciguar un poco mi vuelta definitiva.
- aquí tiene, ya deje explícita mi promesa.
- está bien, entonces acepto.
Me alcanza un bolígrafo, lo tomó y a pesar de mis manos temblorosas, firmo el contrato.
- perfecto, a partir de este momento, y por 3 años, el contrato debe ser cumplido.