Un Amor Para Recordar

Creo que me he quedado sin lágrimas de tanto llorar ayer cuando escuché que Alejandro no vendría por qué se irá para donde sus abuelos sentí que el alma me dolía por eso preferí contar la llamada el teléfono volvió a sonar y mi mamá contesto le pedí que le dijera que no estaba ella lo hizo y luego me abrazo

Verónica:Qué ha pasado hija

Edelis: no vendrá mamá

Verónica: que te ha dicho

Edelis: sus padres lo llevarán con sus abuelos, mamá y yo que mamá no soy importante

Verónica: hija

no deje que me dijera nada más me encerré en mi habitación y solo he estado llorando, hoy me levanté y desayuné algo con mis papás

Verónica:cómo estás

Edelis: bien

Felipe: quien haya hecho llorar a mi hija las pagará

Verónica: son las hormonas, verdad cariño

Edelis: si papá

Felipe: está bien, pero Sabe que yo haría cualquier cosa por ti te amo mi bebé

Edelis: gracias papi

Verónica: suficiente, hija me acompañas a comprar la despensa

Edelis: es necesario que vaya me gustaría quedarme en casa

Verónica: claro que es necesario

Felipe: mujer yo iré contigo deja que la niña descanse, ya que no quiso ir al colegio

Edelis: hoy no había colegio

Verónica: bien vamos estamos, te portas bien

Le sonreí a ambos y ellos me dieron un beso en la frente, de verdad que estoy agradecida con la vida por los padres que me tocaron creo que yo ya he ganado

Después de que ellos se fueron a comprar yo me fui a mi habitación y creo me quedo dormida por qué me sobresalto el sonido del timbre de la puerta miro el reloj y ya es muy tarde pasada las cuatro, primero busco por toda la casa para ver si mis padres habían llegado sé que es algo estúpido

Al ver que no estaban pensé que tal vez se les había olvidado las llaves así que fui a abrir la puerta, quedé en shock al verlo a él hay parado frente a mí, acaso estaba alucinando

Alejandro: no me vas a saludar

Edelis: ale---jandro

Alejandro: cómo estás

Edelis: que haces aquí

Alejandro: siempre que venga me vas a preguntar lo mismo

Negué y salte a sus brazos él me abrazo al sentir su calor mi cuerpo se erizó y mi corazón latía a mil, pero estaba feliz, muy feliz

Edelis: te he extrañado tanto

Alejandro: y yo a ti

Me dijo dejándome ver esa hermosa sonrisa que lo hace ver más sexi

Alejandro: te he traído algo

Dijo dándome un pequeño detalle

Edelis: gracias, pero no tengo nada que darte, bueno si

Alejandro: si

Edelis: si lo he estado guardando para ti

Pase mi mano por detrás de su cuello para que bajara su rostro hacia mí él fue bajando lentamente y cuando roce mis labios con los de él

Felipe: que está pasando aquí

Edelis: papá

Yo estaba muy asustada y él se veía tan tranquilo y eso que era él al que mi papá tenía agarrado del cuello de la camisa

Verónica: suéltalo

Felipe: por eso no querías salir de casa

Alejandro: señor podemos hablar, tranquilo

Felipe: tranquilo te arrancaré las pelotas si has tocado a mi hija

El alzo las cejas, cosa que hizo enfurecer más a mi papá, pero por suerte mamá logró que lo soltará

Verónica: vamos a hablar dentro, así que por favor

Le hizo seña a Alejandro para que ingrese y ella va tras él y yo más atrás lo invito a sentarse y aún a mi papá se le veía el coraje en el rostro

Verónica: usted no estaba en los ángeles

Alejandro: acabo de llegar

Verónica: entiendo Edelis me había dicho que no vendrías a visitar

Alejandro: si, pero cambie de opinión, y me disculpo señor Felipe creo que todo ha Sido un malentendido

Felipe: estabas a punto de besarte con mi hija fuera de mi casa y vas a decir que es un simple malentendido acaso me quieres ver la cara

Alejandro: me disculpo por eso hace meses que estoy interesado en su hija y si no había venido a pedir permiso para pretender la es por qué no estaba en la ciudad

Verónica: Felipe vamos a la cocina por algo de tomar

Mi padre miró a mi mamá como pidiendo una explicación y ella le hizo seña con la cabeza de ir a la cocina

Felipe: te quedas ahí

me dijo a mí para que no me vaya a acercar a Alejandro, quien me mira de forma pícara desde que mi papá nos da la espalda

Edelis: fue mi culpa

Alejandro: no pasa nada

Edelis: no sé que siento, estoy muy feliz de que estés aquí

Alejandro: yo también tenía ganas de verte, por cierto me debe mi regalo

Yo le sonreí pues sabía a qué se refería

Edelis: pues no será hoy

Alejandro: estamos solos

Edelis: pueden venir en cualquier momento

Él se fue acercando a dónde está y se inclinó frente a mí

Alejandro: y entonces

Le di un beso fugaz que llaman pico, pero no me di cuenta en que momento él atrapó de nuevo mis labios entre los de él, el beso fue tierno y dulce y cada parte de mi cuerpo reaccionó a su tacto, luego se separó de mi dejándome con ganas de más sus labios eran adictivos, pero él solo se regresó a su puesto y espero a que mis padres volvieran, no sabía cómo era capaz de actuar como si nada hubiera pasado, como si no nos acabamos de besar

Felipe: entonces de dónde conoce a mi hija

Alejandro: del colegio

Felipe: estudia usted ahí

Alejandro: estudiaba, ahora no

Felipe: por qué se salió, no me diga que no le gusta estudiar

Alejandro: al contrario, estoy adelantando mis estudios para terminar lo más pronto posible

Felipe: no me dijo su apellido y de quién es hijo

Alejandro: Montalvo, mi padre es Mauricio Montalvo

Felipe: que

Alejandro: créame que no voy a hacerle daño a su hija de verdad la quiero

Felipe: Sabe que trabajo para su familia

Edelis: como

Felipe: su padre es el presidente de la empresa para la que trabajo de vigilante

Alejandro: si estaba enterado y creo que en alguna ocasión me valí de eso, pero de nada me sirvió

Yo lo miré integrada , pues no sabía a qué se refería

Felipe: me imagino a qué se refiere

Alejandro: me disculpo

Felipe: me llegó más sueldo ese mes

Y los dos rieron y la verdad mi madre y yo estaban confundidas

Felipe: sus padres no aceptarán a mi hija, usted sabe eso verdad

Alejandro: por qué piensas eso, si yo le demuestro lo contrario usted me dejaría hacer parte de la vida de su hija

Mi papá lo pensó un rato y luego acepto

Felipe: está bien

Alejandro: bien ahora me voy, pero volveré

Felipe: claro

Alejandro se despidió de todos y yo lo acompañé a la puerta

Edelis: y si mi padre tiene razón

Alejandro: todo estará bien, vendré pronto

Edelis: cuídate

Alejandro: adiós nena

Lo ví subir en un auto y marcharse y no se por que me sentía tan nerviosa no sé si volverá o no