Alex, un joven con una apariencia ruda pero un corazón amable, sacrifica su vida para salvar a unos gatitos abandonados. Como recompensa, reencarna en un mundo mágico en el cuerpo de una ardilla hembra de color blanco. En este nuevo mundo, Alex, ahora conocida como Lucía, descubre habilidades mágicas y forma alianzas con otros animales del bosque. Juntos, enfrentan amenazas tanto de depredadores como de humanos que quieren destruir su hogar. Con la ayuda del sistema Gran Oyama, Lucía lidera a sus amigos en una batalla épica para proteger el bosque y encuentra un nuevo propósito en su vida como ardilla mágica.
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capítulo 12
Capítulo 12: La Torre de Entrenamiento y el Conflicto con Eldric
Después de haber decorado su casa y hacerla más grande, Nieve decidió crear un lugar donde pudiera entrenar sus habilidades sin que nadie la molestara. Así que le preguntó al sistema Gran Oyama si había una habilidad en la tienda que permitiera hacer el material de las paredes más reforzado.
—Sí, hay una habilidad que viene en un paquete llamado “Clase Artesano Maestra”. Este paquete incluye cinco habilidades: Reforzar, Encantar, Agricultura, Maestro de la Madera y Mapa de Estructuras. Cuesta exactamente los puntos que te quedan —respondió el sistema.
Nieve, sin dudarlo, compró el paquete y se puso en marcha para crear un lugar de entrenamiento. Construyó una torre con diferentes áreas para practicar sus habilidades de ardilla dragón de nieve y su magia. La torre tenía dos pisos, cada uno diseñado para diferentes tipos de entrenamiento. El primer piso estaba equipado con obstáculos y estructuras para que Nieve pudiera practicar su agilidad y destreza en su forma de ardilla dragón. El segundo piso estaba dedicado a la práctica de magia, con áreas específicas para cada tipo de magia que dominaba.
Mientras Nieve trabajaba en su torre, Eldric comenzó a sospechar de sus crecientes poderes y decidió ponerla a prueba. Esto llevó a un enfrentamiento inesperado entre ellos.
—Nieve, he notado que tus habilidades han crecido considerablemente. Necesito asegurarme de que sigues siendo la misma persona en la que confié —dijo Eldric, con una mirada seria.
Nieve, sorprendida pero decidida, aceptó el desafío de Eldric. Durante el enfrentamiento, Nieve demostró sus nuevas habilidades, lo que llevó a una conversación más relajada y amistosa entre ellos. Ella le presentó a su mayordomo, Murciélago, y le mostró las construcciones que había realizado.
—¿Qué es esta torre? —preguntó Eldric, intrigado.
—Es un lugar secreto para entrenar —respondió Nieve.
Eldric, curioso y desconfiado, replicó:
—Si ocultas algo, podría considerarse traición. Debes mostrármelo.
Sin querer, el tiempo de la transformación humana de Nieve se agotó y volvió a su forma original de ardilla dragón de nieve. Eldric, sorprendido, exclamó:
—¿Qué eres tú?
En un acto impulsivo, Eldric agarró a Nieve por la cola, como si fuera un animal salvaje, y comenzó a explorar la torre de entrenamiento por dentro. Nieve, aunque incómoda, decidió no resistirse y dejar que Eldric viera todo por sí mismo.
Mientras Eldric recorría la torre, observó las diversas áreas de entrenamiento y quedó impresionado por la complejidad y el detalle de las construcciones. Cada sección estaba diseñada meticulosamente para maximizar el potencial de entrenamiento de Nieve. Eldric comenzó a entender la dedicación y el esfuerzo que Nieve había puesto en su desarrollo.
—Nieve, esto es impresionante. No esperaba encontrar algo tan elaborado —dijo Eldric, soltando la cola de Nieve y mirándola con una mezcla de admiración y respeto.
Nieve, aliviada de que Eldric no estuviera enfadado, respondió:
—Gracias, Eldric. He trabajado duro para mejorar mis habilidades y estar preparada para cualquier desafío que enfrentemos.
Eldric asintió, aún procesando lo que había visto.
—Entiendo tus motivos, pero debes ser más abierta conmigo. Somos aliados, y la confianza es esencial. No quiero que haya secretos entre nosotros.
Nieve asintió, comprendiendo la importancia de la transparencia en su relación con Eldric.
—Lo siento, Eldric. No era mi intención ocultarte nada. Solo quería asegurarme de estar lista para proteger a nuestros amigos y nuestro hogar.
Eldric sonrió ligeramente, mostrando un lado más comprensivo.
—Lo sé, Nieve. Y aprecio tu dedicación. Solo quiero asegurarme de que estamos en la misma página.
Con la tensión disipándose, Nieve y Eldric continuaron explorando la torre juntos. Nieve le mostró cómo utilizaba cada área para entrenar sus habilidades y mejorar su control sobre la magia. Eldric, impresionado por la capacidad de Nieve para adaptarse y aprender, comenzó a verla bajo una nueva luz.
—Nieve, tienes un potencial increíble. Con estas habilidades, podrías ser una de las protectoras más poderosas de nuestro reino —dijo Eldric, con un tono de admiración.
Nieve sonrió, agradecida por el reconocimiento.
—Gracias, Eldric. Haré todo lo posible para estar a la altura de esa expectativa.
Después de su recorrido por la torre, Eldric y Nieve se sentaron a charlar sobre sus próximos pasos. Eldric compartió sus preocupaciones sobre las amenazas que se avecinaban y cómo podrían prepararse mejor para enfrentarlas. Nieve, con su renovada confianza y habilidades, se sintió más preparada que nunca para cualquier desafío.
—Eldric, con nuestras habilidades combinadas, podemos proteger a nuestro reino de cualquier peligro. Estoy lista para enfrentar lo que venga —dijo Nieve, con determinación.
Eldric asintió, sintiendo una renovada esperanza.
—Juntos, seremos invencibles. Vamos a mostrarle al mundo de lo que somos capaces.
Con una nueva alianza fortalecida y un entendimiento más profundo entre ellos, Nieve y Eldric se prepararon para las próximas aventuras que el destino les tenía reservadas.