Es un libro sobre un romance entre dos jovenes universitarios, Nyx Frost y Jasper Brooks. Nyx es fría y distante, mientras que Jasper es cariñoso y comprensivo. La historia se centra en cómo Jasper se involucra en el oscuro mundo de Nyx, afectando su relación con sus seres queridos y explorando temas de manipulación y relaciones tóxicas.
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Capitulo 11: La Noche del Abismo
La cabaña estaba envuelta en un silencio inquietante mientras Nyx y yo nos recuperábamos del operativo. Emily había sido asegurada en el lugar preparado, y el primer paso de nuestro plan había salido a la perfección. La tensión del secuestro aún me mantenía en alerta, pero había un alivio palpable en el aire.
Nyx se acercó a la mesa donde había colocado el equipo después de la operación. Sus movimientos eran tranquilos, pero había una nota de satisfacción en su voz.
—Lo hicimos bien —dijo Nyx, revisando el equipo —El plan salió exactamente como lo habíamos planeado.
La observé mientras organizaba las herramientas y los materiales usados. El sonido de sus movimientos era el único ruido en la habitación. Sentí un peso de alivio al escuchar sus palabras, y me acerqué para unirme a ella.
—Sí, creo que lo hicimos —respondí, mi voz aún tensa —Todo salió según lo previsto. Emily no tuvo oportunidad de reaccionar.
Nyx asintió, sus ojos mostraban un brillo. Se giró hacia mí y me ofreció una leve sonrisa, un gesto que, aunque pequeño, llevaba consigo un aire de aprobación.
—Tu actuación fue impecable. Seguiste el plan con precisión, y eso es crucial. No podemos permitirnos errores en esto —dijo, su voz calmada pero firme.
—Gracias —respondí, sintiendo una mezcla de orgullo y agotamiento. —La verdad, el momento antes de actuar fue el más difícil. Cada ruido, cada sombra, parecía amplificar la tensión.
Nyx se inclinó hacia la mesa, organizando los últimos detalles con meticulosidad. Sus movimientos eran precisos, reflejando la atención al detalle que habíamos puesto en el plan.
—La tensión es parte del proceso —dijo Nyx sin levantar la vista. —Es lo que mantiene nuestra mente afilada y alerta. Pero lo importante es que logramos lo que nos propusimos.
Miré alrededor de la cabaña, sintiendo el peso de la misión recién cumplida. Cada paso del operativo había sido calculado y ejecutado con precisión, y ahora estábamos en la fase de consolidación.
—¿Y ahora qué? —pregunté, mirando a Nyx con curiosidad. —¿Cuál es el siguiente paso?
Nyx se volvió hacia mí, su expresión seria pero con una leve chispa de satisfacción en sus ojos.
—Ahora, debemos asegurarnos de que todo esté en su lugar. El siguiente paso es preparar la escena y mantener la situación bajo control. Hay que actuar con rapidez y discreción para que no haya sorpresas.
Asentí, entendiendo la importancia de cada detalle en el plan. La primera fase estaba completa, pero aún quedaban pasos críticos por seguir. La sensación de éxito era fuerte, pero la realidad de la situación seguía presente.
Nyx se acercó a mí, colocó una mano en mi hombro en un gesto de camaradería.
—Lo hiciste bien, Jasper. Pero no olvides que esto es solo el principio. Mantén la calma y sigue el plan. Estamos en esto juntos.
Sentí una oleada de alivio al escuchar sus palabras, y el peso de la misión parecía un poco más ligero. Sabíamos que lo que habíamos logrado era solo el primer paso en un camino más largo y complicado. Pero por ahora, el éxito de la operación nos daba una pausa, un momento para apreciar el resultado de nuestro esfuerzo.
La mañana siguiente se alzó gris y opaca, y el sol apenas lograba atravesar la niebla que envolvía la ciudad. La cabaña había estado tranquila durante la noche, pero mi mente seguía en alerta máxima. Al regresar a casa, la vista de una patrulla policial estacionada frente a la entrada me llenó de inquietud. Los oficiales estaban conversando con mis padres, que parecían visiblemente preocupados.
Me acerqué, sintiendo una creciente irritación. Un oficial se volvió hacia mí con una expresión profesional.
—Buenos días, Jasper Brooks, ¿verdad? —preguntó, anotando algo en su libreta.
—Sí, soy yo. ¿Qué está pasando aquí? —respondí, mi tono cargado de desdén —¿Otra vez la policía en mi casa? ¿Qué más podrían inventar ahora?
El oficial frunció el ceño, sin inmutarse ante mi actitud.
_Hemos recibido un informe sobre el secuestro de una mujer que ocurrió anoche en las cercanías. Necesitamos saber a dónde estuviste durante ese tiempo. Tu paradero es crucial para nuestra investigación.
Me sentí atrapado entre la frustración y la desesperación. La presión de la situación me hizo responder con más hostilidad.
—Anoche estuve dando una vuelta por la ciudad. —dije con sarcasmo. —¿Ahora también me van a culpar de este secuestro, igual que están haciendo con el asesinato de Luke? ¿No tienen algo mejor que hacer que acosarme?
El oficial levantó una ceja, claramente sorprendido por mi respuesta. Sin embargo, continuó tomando notas mientras mis padres intentaban intervenir.
—Jasper estuvo fuera, pero no tenemos una confirmación exacta de su paradero —dijo mi padre, tratando de calmar la situación. —Solo necesitaba despejarse.
El oficial mantuvo su mirada seria y continuó con el interrogatorio.
—Queremos que sepas que estamos investigando el caso con toda nuestra capacidad. Dado tu historial reciente, cada detalle es importante. Si recuerdas algo relevante o ves algo sospechoso, debes informarnos de inmediato.
—¿De verdad? —dije, con un tono cargado de frustración. —¿Así que además de ser el principal sospechoso del asesinato de Luke, ahora también estoy bajo la lupa por este secuestro? No es justo que me acusen de todo lo que ocurre en esta ciudad.
El oficial me lanzó una última mirada antes de dar instrucciones a los otros oficiales. Mi madre, con una expresión de preocupación, se acercó a mí.
—¿Qué pasa, Jasper? ¿Todo está bien?
—Sí, mamá —respondí, tratando de suavizar mi tono mientras entraba en la casa. —Solo están revisando cosas. Es molesto, pero ya pasará.
Entré en la casa con una mezcla de alivio y agitación. La visita de la policía había sido un recordatorio inquietante de que la investigación estaba avanzando, y la presión de mantener todo bajo control se hacía cada vez más intensa.
Subí las escaleras con pasos pesados, sintiendo el peso de la tensión y la frustración acumulándose en mis hombros. La mañana había sido un torbellino de emociones, y la visita de la policía solo había añadido más presión a una situación ya complicada. Una vez en mi habitación, me dejé caer en la silla frente a mi escritorio, encendí el ordenador portátil y saqué el teléfono para enviar un mensaje a Nyx.
Con dedos temblorosos, abrí la aplicación de mensajes y escribí:
Jasper:_"Los oficiales estuvieron otra vez en mi casa esta mañana. Están investigando el secuestro de anoche y, como era de esperar, me han vuelto a meter en el centro de la sospecha. Me están presionando como si fuera culpable de todo lo que sucede en esta ciudad. Esto está empezando a volverse insostenible."
Esperé mientras el mensaje se enviaba, y poco después vi la notificación de que Nyx lo había recibido. No tardó en responder.
Nyx:_"Entiendo. La presión debe ser inmensa. Mantén la calma y sigue con el plan. Necesitamos ser cuidadosos y asegurar que todo quede cubierto. No dejes que la policía te agobie. La situación debe seguir bajo control."
Su respuesta, aunque breve, me recordó la importancia de mantener la compostura. Asentí para mí mismo, aunque mi mente estaba llena de incertidumbres. Sabía que debía seguir el plan al pie de la letra y no permitir que la creciente presión afectara nuestra misión.
Respiré hondo y comencé a repasar los detalles del próximo paso en el plan. El éxito de la noche anterior era sólo el principio, y la vigilancia de la policía solo añadía un nuevo nivel de dificultad. Sin embargo, era crucial mantener la calma y no permitir que las circunstancias nos desbordaran.
Con la determinación renovada, me preparé para enfrentar el día, sabiendo que la colaboración con Nyx sería fundamental para seguir adelante sin problemas. La situación era delicada, pero con cada paso, estábamos un paso más cerca de alcanzar nuestros objetivos.
Mientras me concentraba en los mensajes y en la planificación, escuché un leve golpe en la puerta de mi habitación. Mi madre asomó la cabeza, con una expresión preocupada y curiosa.
—¿Puedo pasar? —preguntó, antes de abrir la puerta y entrar con cautela.
Asentí, sintiéndome algo avergonzado por la tensión que había mostrado frente a los oficiales y que ahora también se reflejaba en mi actitud.
—Claro, mamá. ¿Qué pasa?
Ella se sentó en el borde de mi cama, su mirada fija en mí con una mezcla de preocupación y confusión.
—He notado que has estado actuando extraño últimamente. —dijo, con un tono suave pero firme —La policía en la mañana, tu actitud... No puedo evitar preguntarme qué está pasando. ¿Hay algo que no me estés diciendo?
La pregunta me sorprendió y me hizo sentir un nudo en el estómago. No quería preocuparla más, pero la presión de la situación me estaba llevando al límite.
—Solo... es todo el estrés, mamá. —dije, tratando de sonar tranquilo. —Las cosas se han complicado y siento que no puedo escapar de los problemas. La policía está siempre en mi caso, y eso solo hace que todo sea más difícil.
Ella me miró con una mezcla de tristeza y preocupación.
—No quiero que cargues con todo esto solo. Si hay algo que pueda hacer para ayudarte, dime. Sé que las cosas no están bien, pero quiero que sepas que estoy aquí para ti.
Su preocupación era sincera, y sentí una ola de culpa por no haberle contado más. Pero también sabía que debía mantener las cosas bajo control para no preocuparla demasiado.
—Gracias, mamá. Lo aprecio. —dije, tratando de ofrecerle una sonrisa. —Solo necesito resolver algunas cosas por mi cuenta. No quiero que te preocupes más de lo necesario.
Ella asintió lentamente, aún con una expresión de preocupación en su rostro.
—Está bien, pero recuerda que siempre puedes hablar conmigo. No estás solo en esto.
Me levanté y me acerqué a ella para darle un abrazo breve pero reconfortante. Aunque su preocupación era difícil de enfrentar, apreciaba su apoyo y entendimiento. Después de un momento, ella se levantó y se dirigió a la puerta.
—Voy a dejarte en paz por ahora. Solo recuerda que estoy aquí si me necesitas.
—Lo sé, mamá. Gracias.
La puerta se cerró detrás de ella, dejándome solo en la habitación nuevamente. La conversación había sido un recordatorio de lo importante que era mantener el equilibrio entre mis problemas y el bienestar de los que me rodeaban. Mientras volvía a mi escritorio, me esforzaba por recuperar mi enfoque y continuar con el plan, sabiendo que cada paso debía ser cuidadoso para evitar más complicaciones.
Esa mañana me dirigí a la universidad con una sensación de pesadez en el pecho. Las conversaciones con la policía y la preocupación de mi madre seguían pesando en mi mente. El campus estaba lleno de estudiantes, pero me sentía desconectado del bullicio habitual.
Al llegar a mi clase, me sorprendió ver a Zack esperándome cerca del edificio principal. Su expresión era una mezcla de ansiedad y determinación. Se acercó a mí tan pronto como me vio.
—Jasper, ¡oye! —exclamó, su tono cargado de urgencia. —Necesito hablar contigo.
Me detuve, sintiendo un nudo de tensión en el estómago. No había estado en el mejor estado de ánimo para enfrentar a Zack, pero sabía que no podía evitarlo para siempre.
—¿Qué pasa, Zack? —dije con un tono que intentó ser neutral pero que probablemente sonó más cortante de lo que pretendía. —¿No ves que tengo cosas más importantes en las que pensar?
Zack frunció el ceño, claramente herido por mi actitud.
—Sé que estás pasando por un momento difícil. —dijo. —Pero no podemos seguir así. Quiero arreglar las cosas entre nosotros.
Sus palabras me hicieron detenerme. La tensión entre nosotros había sido palpable desde la desaparición de Luke, y su deseo de arreglar las cosas era un cambio inesperado.
—¿Arreglar las cosas? —repetí, con una mezcla de sorpresa y escepticismo —¿Después de todo lo que ha pasado? ¿De verdad crees que es el momento adecuado para eso?
Zack suspiró, mirando al suelo antes de volver a levantar la vista.
—Sí, creo que es el momento adecuado. He estado pensando mucho en lo que pasó, y me doy cuenta de que no he estado justo contigo. No sé qué está pasando con Luke, pero quiero que sepas que estoy aquí para ti. Podemos resolver esto, pero necesito que me des una oportunidad.
Su sinceridad hizo que me detuviera por un momento. La tensión entre nosotros había sido fuerte, y sus palabras, aunque inesperadas, ofrecían una posible salida a la amargura que nos había separado.
—Mira, Zack —dije finalmente, con un tono más conciliador. —No sé si estoy listo para hablar sobre todo eso ahora mismo. Tengo muchas cosas en la cabeza y no estoy en mi mejor momento. Pero aprecio que quieras arreglar las cosas. Solo... dame un poco de tiempo para procesar todo.
Zack asintió, con una expresión de comprensión.
—Lo entiendo. Solo quería que supieras que estoy aquí y que me importa. Cuando estés listo, hablemos.
Me sentí un poco más aliviado al ver que Zack estaba dispuesto a darme espacio. Aunque la conversación no resolvía todos los problemas, era un primer paso hacia la reconciliación.
—Gracias, Zack —dije. —Hablaremos pronto.
Con una última mirada de comprensión, Zack se alejó, dejándome con una mezcla de alivio y preocupación. Mientras entraba a la clase, traté de enfocar mi mente en las lecciones del día, sabiendo que la tensión entre Zack y yo aún no se había resuelto por completo, pero que era un problema que, al menos, comenzaba a desmoronarse.
Mientras me dirigía a mi siguiente clase, con la mente aún revuelta por la conversación con Zack, me encontré con Nyx en el pasillo principal del campus. Ella se detuvo al verme, y su mirada, cargada de determinación, me hizo una señal para que la siguiera.
Sin intercambiar palabras, me guió hasta la biblioteca. Nos dirigimos a una esquina apartada donde, al asegurar que no había nadie cerca, Nyx se sentó frente a mí, con un semblante grave.
—Necesitamos hablar —dijo, su tono casi inmutable. —Hemos avanzado, pero ahora es el momento de actuar.
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. La manera en que lo decía no dejaba lugar a dudas: la situación estaba a punto de volverse aún más intensa.
—¿Qué es lo que necesitas? —pregunté, tratando de mantener la calma.
Nyx sacó una hoja de papel de su bolso y comenzó a trazar un esquema meticuloso. Mientras lo hacía, sus ojos se fijaron en mí, sin apartar la vista.
— Necesitamos asegurarnos de que todo esté listo. Esta noche, te tocará a ti encargarte del asesinato.
Mi corazón se aceleró al escuchar sus palabras. Sabía que había llegado el momento de enfrentar el desafío final. La presión de cumplir con las expectativas de Nyx era inmensa.
—¿Qué debo hacer exactamente? —pregunté, tratando de mantener un tono decidido.
Nyx se inclinó hacia adelante, sus ojos reflejando una intensidad fría.
—Primero, asegúrate de que no queden huellas. El traje de plástico que llevas es crucial para esto. —dijo.
Mientras la escuchaba, la tensión en la biblioteca aumentaba. Cada palabra de Nyx reforzaba la gravedad de la tarea que me esperaba.
—¿A qué hora nos encontraremos? —pregunté, con el deseo de establecer los detalles finales.
—A las once en la cabaña —respondió Nyx. —Asegúrate de estar listo antes de eso. Yo estaré allí para supervisar y asegurarme de que todo salga según lo planeado.
Su voz tenía una nota de satisfacción fría, como si el éxito de la misión estuviera garantizado. Me levanté, con la mente llena de un torbellino de emociones, y salí de la biblioteca con la firme intención de prepararme para la noche.
Más tarde, con el anochecer aproximándose, me dirigí a mi casa para prepararme. Me cambié al traje de plástico negro, diseñado para evitar dejar huellas, y revisé todo lo necesario para el plan. La combinación de nervios y determinación me mantenía en un estado de alerta constante.
A las once en punto, llegué a la cabaña en el bosque. La oscuridad envolvía el área y el silencio era palpable. Nyx ya estaba en la entrada, su presencia imponente en el umbral de la cabaña.
—Todo está listo —dijo, mientras me hacía un gesto para entrar. —La víctima está en el lugar que preparamos. El éxito depende de ti ahora.
Me dirigí a la habitación donde Emily estaba atada. La visión de la joven atada y semiinconciente sobre una mesa metálica hizo que un escalofrío recoriera mi columna vertebral. El miedo en sus ojos, al abrirse lentamente dándose cuenta de la situación era evidente. Ella estaba amarrada con cintas fuertes, sus manos y pies inmovilizados.
Me incline hacia ella, y su cuerpo se sacudió en un espasmo de terror. Su respiración era irregular, su piel palida y sudorosa. Trate de mantener la calma mientras preparaba los instrumentos. El plan requería tanto tortura psicológica como física, y sabía que debía ejecutarlo con precisión para que todo saliera como Nyx esperaba.
—Por favor, por favor, no me hagas daño —murmuro Emily, su voz temblando.
—Tranquila —dije con un tono que intentó ser tranquilizador, aúnque mis palabras no tenían sinceridad —Solo necesitas contestar algunas preguntas y todo terminará pronto.
Comencé con la tortura psicológica. Me acerque a ella y comencé a hablarle con calma, pero con un toque de crueldad en mi tono.
—¿Sabes por qué estás aquí? —pregunté —no estás en peligro solo por casualidad. La gente como tú no entiendes el verdadero peligro hasta que es demasiado tarde.
Emily sollozó, sus lágrimas se mezclaban con el sudor. Sus ojos buscaban desesperadamente una salida, cualquier cosa que pudiera darle un rato de esperanza. Pero sabia que no había escape.
Con una calma inquietante, procedí con la tortura física. Usé una pinza de metal para presionar contra su piel, comenzando con los dedos de los pies y subiendo lentamente. Cada pinza causaba un dolor agudo y penetrante, y sus gritos llenaron la habitación, mezclándose con el eco de la cabaña vacía.
—¡No! ¡Por favor, para! —suplicó Emily, sus palabras mezclándose con el dolor que estaba sintiendo.
Me detuve solo para cambiar de método, aplicando una pequeña descarga en áreas seleccionadas de su cuerpo. Sus espasmos eran violentos, sus gritos se volvían más frenéticos. Observe su sufrimiento con una mezcla de repulsión y frialdad, sabiendo que todo esto era todo lo que Nyx esperaba.
Cada movimiento estaba calculado para maximizar su dolor y desesperación, y durante todo el proceso mantuve un monólogo constante, haciendo comentarios despectivos y amenazadores.
—Esto no es nada comparado con lo que te espera si no cooperas —dije —En este momento todo depende de ti. Puedes hacer esto fácil o difícil.
A medida que el tiempo pasaba, su residencia se debilitaba. Los gritos se convertían en gemidos de dolor, y sus esfuerzos por liberarse se volvían cada vez más débiles. Su cuerpo estaba cubierto de sangre y sudor.
Finalmente, después de un tiempo que pareció eterno, concluí el acto. La cabaña estaba llena de un silencio ominoso. La tarea estaba completa, y el peso de lo que acababa de hacer de asentó en mi mente. Limpie el área con cuidado, asegurándome de eliminar cualquier evidencia y de que no quedarán rastros.
Cuando me encontré a Nyx en el centro de la cabaña, observando el resultado con una fría satisfacción, sabía que había cumplido con su espera.
—Bien hecho —dijo, sin emoción en su voz —Este es solo el comienzo, tu y yo somos iguales, y estamos destinados a doblegar al mundo. Aseguraré de que todo quede en orden antes de irte —dijo y dejo un beso en mi mejilla —y no te preocupes, yo me deshago del cuerpo.
Mientras me preparaba para salir, sentí una mezcla de alivio y horror. La noche había sido una prueba definitiva, y mientras me dirigía de regreso a casa, la realidad de lo que había hecho me pesaba enormemente.