Una joven enamorada de su esposo, recibe la peor de las noticias después descubre la traición del hombre al que ama, dejándola sola en su lucha por recuperar la vida y felicidad que algún día tuvo.
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capítulo 4
Ha llegado la hora de reunir a su familia y ponerlos al tanto sobre su enfermedad, es un momento que por más que lo haya querido postergar es imposible hacerlo, su familia tiene derecho de estar informada sobre lo que está ocurriendo en su vida.
-Sí quieres gritar hazlo, maldecir, incluso desquitar tu frustración y dolor con nosotros lo puedes hacer, pero con eso no vas a conseguir alejarnos de tu lado, te amamos y entendemos tu dolor, cree cuando te digo que daría hasta mi vida por evitarte este sufrimiento
El abrazo de su mamá se hace tan fuerte que siente que la asfixia, justo es todo eso lo que quiere hacer, pero no lo quiere hacer estando ellos presentes, ellos entienden por el sufrimiento que ella está pasando y saben que no le pueden reprochar nada sobre su comportamiento, solo brindarle su amor, la enferma chica no puede evitar llorar y abrazarse a su mamá buscando consuelo, sus hermanos y su papá se unen a ellas y así todos lloran por el mismo dolor.
-No tengas miedo, siempre voy a estar contigo
Rafael le muestra su apoyo a su esposa
Ella asiente, después de la plática que tuvo con su familia reaccionó un poco y va a tratar de ser fuerte y así recuperar su vida, volver a sonreír ante la adversidad
Hoy es el día en que se tiene que someter a su primer quimioterapia, está muy nerviosa, los ojos los tiene rojos e hinchados de tanto llorar, Rafael no la ha dejado sola un minuto, incluso pidió permiso en su trabajo para estar faltando y así poder acompañar a su esposa en este proceso tan doloroso. Sus papás y sus hermanos también se han hecho presentes en la clínica, verlos en la sala de espera ocasiona sus ganas de llorar, para ella ese apoyo, ese amor que le demuestran es de suma importancia, es como el combustible que necesita para ser fuerte.
La señorita vestida de un reluciente blanco la llama para poder guiarla hasta la sala en la que recibirá el tratamiento, sus nervios son evidentes, la palidez es su rostro indica lo asustada que está, pero su triste sonrisa indica que por muy poca que sea aún tiene esperanza de salir bien de esta enfermedad
Ver el catéter incrustado en su brazo no duele tanto como el alma, en qué momento la vida decide darle la peor de sus batallas, siempre se ha caracterizado por ser una chica dulce y amable, nunca le ha hecho daño a nadie, no cree merecer lo que está viviendo, las lágrimas ruedan por su rostro, el sufrimiento es indescriptible, no solo saberse enferma, también el saber que está martirizando a su familia y a su esposo, siendo tan jóvenes les está tocando vivir una prueba muy difícil de superar.
Al salir de la clínica la chica aún no procesaba todo lo que comenzaba a vivir, el mal estado que la ha dejado ese cóctel de medicamentos es apenas el inicio de los días difíciles. La palidez en su rostro rompió el corazón de las personas que la estuvieron esperando llenos de angustia, pero ocultado sus sentimientos para no hacer más infeliz a la enferma chica.
-Me quiero ir a descansar un poco
Dice Mariana, el tratamiento la ha dejado agotada, su esposo y su familia entienden que su estado de ánimo no es el mejor en este momento, por lo que la ayudan a llegar a su habitación no sin antes darle un beso y un abrazo, sin una sola palabra ellos también tienen un nudo en la garganta y no desean hacerle saber que también están sufriendo, por lo que dan la vuelta y se retiran
Mariana llena de dolor corporal así como en su alma no ha podido evitar que salgan las lágrimas, apenas comienza este calvario y ya se está dando por vencida, sabe bien que no es fácil lo que está por venir, daría todo por evitar que sus seres queridos pasen por ese dolor y verlos sonreír, pero no puede evitar este sentimiento de rencor contra la vida, ella siente que ésto no lo merece y no haya a quien culpar para poder disipar su frustración
-Tú eres muy fuerte, ya verás que pronto recordaremos todo esto como una pesadilla, además yo siempre voy a estar a tu lado
Rafael está recostado a un lado de su esposa tratando de consolarla, pasa su mano por su espalda tratando de transmitirle su apoyo y su amor
-Es gracias a qué tú estás a mi lado, sin ti no lo podría soportar, te amo
Contestó ella poniéndose frente a su esposo para darle un beso
Él la atrae a su cuerpo para demostrarle su amor, ella solo pasa su brazo por su abdomen, tiene su rostro sobre su pecho en este momento es el único lugar en el que encuentra paz, el escuchar el sonido del corazón de su esposo la hace sentir que es por ella por quién late