Desde pequeño he sido un experimento, tengo sangre especial....
Datos de la historia:
°Género apocalíptico y de ciencia ficción, con elementos de drama, romance y temas LGBT. Tiene una combinación de aventuras post-apocalípticas, conflictos interpersonales, y exploraciones sobre la supervivencia y la reconstrucción de la sociedad.
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Capítulo 12: Corazón Zombificado
En ese momento, bajo la vasta extensión del cielo estrellado, Nikko supo que había encontrado algo más que amor en Liam. Había encontrado un compañero en quien podía confiar, alguien con quien podía compartir sus esperanzas y miedos sin reservas. Juntos, enfrentarían los desafíos que el mundo post-apocalíptico les lanzara, sabiendo que mientras estuvieran juntos, nada sería insuperable.
Sin embargo, no todos compartían su decisión. Nikki, su hermana gemela, también había optado por rechazar la cura. Ambos habían sentido que sus nuevas habilidades eran una bendición en lugar de una maldición, algo que los hacía especiales en un mundo que había perdido casi toda esperanza.
Esa noche, mientras caminaban de regreso al refugio, Liam y Ladys los esperaban con miradas de comprensión y amor. Habían aceptado a Nikki y Nikko tal como eran, entendiendo que la elección de los gemelos de no tomar la cura no era un acto de rebeldía, sino una afirmación de su verdadera naturaleza.
"Nikko," murmuró Nikki, su voz apenas un susurro en la quietud nocturna. "¿Crees que alguna vez podrán entendernos?"
Nikko apretó la mano de su hermana, su mirada fija en las luces del refugio. "No todos lo harán, pero no importa. Tenemos a Liam y a Ladys. Juntos, somos más fuertes."
Liam se acercó y rodeó a Nikko con un brazo protector, mientras Ladys hacía lo mismo con Nikki. "No importa lo que venga," dijo Liam con voz firme. "Mientras estemos juntos, enfrentaremos cualquier cosa."
Las estrellas brillaban con un fulgor inusual aquella noche, como si el cielo mismo quisiera recordarles que incluso en la oscuridad más profunda, siempre hay un rayo de luz. Con sus corazones unidos y su decisión firme, Nikki y Nikko sabían que, aunque el camino por delante estaría lleno de desafíos, su amor y el apoyo de Liam y Ladys serían suficientes para superar cualquier obstáculo.
El amanecer trajo consigo un aire de renovada esperanza. Los primeros rayos de sol se filtraban a través de las hojas, iluminando suavemente el refugio. Nikki fue la primera en despertar, su mirada se dirigió a la figura de Ladys, dormida a su lado. Con una sonrisa, acarició suavemente su cabello antes de levantarse y preparar algo de comida para el grupo.
Mientras el aroma del café llenaba el aire, uno a uno fueron despertando los demás. Nikko y Liam se acercaron a la hoguera apagada, donde Nikki ya había dispuesto algunas provisiones.
"Es hora de empezar," dijo Nikko, con una mirada determinada. "Tenemos que encontrar a esos otros grupos cuanto antes. Cada día que pasa sin establecer alianzas es un día más en el que estamos vulnerables."
"Pero, ¿cómo los encontraremos?" preguntó Ladys, aún somnolienta. "No tenemos ninguna pista sobre dónde podrían estar."
Liam sacó un mapa desgastado y lo desplegó sobre una roca cercana. "He escuchado rumores de una comunidad al norte, cerca de las montañas. Es un viaje largo, pero podría valer la pena."
"Entonces, nos dirigiremos al norte," confirmó Nikko. "Pero debemos estar preparados para cualquier cosa. No sabemos qué o quién nos espera allí."
Con la decisión tomada, el grupo comenzó a empacar sus pertenencias. Nikki y Nikko, con sus habilidades mejoradas, lideraban el camino, sus sentidos alerta a cualquier señal de peligro. Liam y Ladys, aunque más humanos en comparación, aportaban su experiencia y conocimientos tácticos, formando un equipo equilibrado y eficiente.
El viaje fue arduo. Los caminos, antes transitados por miles de personas, ahora estaban desiertos y llenos de peligros. Las ruinas de antiguas ciudades se alzaban como recordatorios sombríos del mundo que una vez fue. Pero a pesar de las dificultades, el grupo se mantuvo unido, su determinación inquebrantable.
En una de las noches más frías, mientras acampaban bajo las estrellas, Liam se acercó a Nikko, quien estaba de guardia. "¿Estás bien?" preguntó, sentándose a su lado.
Nikko asintió, aunque sus pensamientos estaban lejos. "Sí, solo pensando en lo que nos espera. Espero que encontrar a esos otros grupos realmente haga una diferencia."
Liam tomó la mano de Nikko, sus ojos llenos de sinceridad. "Lo hará. Hemos llegado hasta aquí, y lo haremos juntos. No estamos solos en esto."
El consuelo de Liam le dio a Nikko la fuerza que necesitaba. Sabía que con Liam a su lado, podía enfrentar cualquier cosa. "Gracias," murmuró, apretando la mano de Liam con gratitud.
A medida que avanzaban hacia el norte, empezaron a notar señales de vida. Huellas recientes, fogatas apagadas y, finalmente, un sonido distante que hizo eco en el silencio de la noche: voces humanas. Cautelosos pero esperanzados, el grupo se acercó a la fuente del sonido, sus corazones latiendo con anticipación.
Lo que encontraron fue una pequeña comunidad de sobrevivientes, igual de cautelosos pero abiertos a nuevas alianzas. Los líderes de esta comunidad, al ver a Nikki y Nikko, comprendieron de inmediato que compartían algo en común: la decisión de rechazar la cura y abrazar sus nuevas habilidades.
"Bienvenidos," dijo uno de los líderes, una mujer de mirada firme y voz serena. "Hemos estado esperando a otros como nosotros. Juntos, podemos construir algo nuevo en este mundo devastado."
Con esas palabras, una nueva esperanza surgió en los corazones de Nikki, Nikko, Liam y Ladys. Sabían que este encuentro era solo el comienzo de algo más grande, algo que podría cambiar el destino de todos los que aún luchaban por sobrevivir.
El encuentro con la comunidad trajo consigo un aire de optimismo. La mujer que los había recibido se presentó como Hana, una líder firme y visionaria que había formado este grupo de supervivientes rechazando la cura y abrazando sus nuevas habilidades. Hana los condujo a través del asentamiento, mostrando cómo habían adaptado su entorno para sobrevivir y prosperar.
"Nuestros sentidos mejorados nos permiten detectar amenazas antes de que lleguen," explicó Hana mientras caminaban. "Hemos utilizado nuestras habilidades para cultivar y proteger este lugar. Aquí, no somos vistos como monstruos, sino como guardianes."
Nikki y Nikko intercambiaron una mirada de comprensión y esperanza. Este lugar, este refugio, era exactamente lo que habían estado buscando. Un hogar donde sus habilidades fueran apreciadas y donde pudieran construir un futuro.
Liam, siempre pragmático, se acercó a Hana. "Queremos ayudar," dijo. "Tenemos habilidades y conocimientos que podrían ser útiles para su comunidad. Pero también necesitamos su ayuda. Hay más sobrevivientes ahí fuera, y juntos podemos ser más fuertes."
Hana asintió, entendiendo la propuesta. "Podemos unir fuerzas," acordó. "Pero primero, deben ganarse la confianza de mi gente. Hay muchos que aún desconfían de los forasteros."
Los siguientes días estuvieron llenos de trabajo y colaboración. Nikki y Nikko demostraron sus habilidades, ayudando en la defensa del asentamiento y en las tareas diarias. Liam y Ladys compartieron su conocimiento táctico y estrategias de supervivencia, mostrando su valía y compromiso con la comunidad.
Una noche, mientras se reunían alrededor de una hoguera, Hana se acercó al grupo. "Han demostrado ser valiosos aliados," dijo, su voz firme. "Pero hay algo más que deben saber. Hemos escuchado rumores sobre un lugar, un santuario, donde otros como nosotros están construyendo una nueva sociedad. Si es real, podríamos unirnos a ellos y formar una alianza aún más fuerte."
Nikko sintió una chispa de esperanza. "¿Dónde está ese lugar?" preguntó, ansioso.
"Al oeste, más allá de las montañas," respondió Hana. "Es un viaje peligroso, pero creo que vale la pena intentarlo. Si logramos llegar, podríamos cambiar el destino de todos los que aún luchan por sobrevivir."
La decisión fue unánime. Al día siguiente, se prepararían para la travesía hacia el santuario. La comunidad de Hana se uniría a ellos, formando una caravana de esperanza y determinación.
La mañana del viaje, el sol se alzó sobre un horizonte despejado, como un presagio de nuevos comienzos. Nikki y Nikko, tomados de la mano, se dirigieron hacia el oeste con Liam y Ladys a su lado. Hana y su comunidad los seguían, formando una fila ordenada pero firme.
El camino fue arduo, lleno de obstáculos y peligros. Atravesaron bosques densos, cruzaron ríos caudalosos y escalaron montañas empinadas. Pero con cada desafío superado, su determinación crecía. Sabían que lo que los esperaba al otro lado de las montañas podría cambiarlo todo.
Finalmente, tras días de arduo viaje, llegaron a una cima desde donde podían ver el valle abajo. Y allí, en la distancia, se alzaba el santuario. Una comunidad vibrante y activa, un faro de esperanza en un mundo oscuro.
"Lo hemos logrado," murmuró Nikki, sus ojos llenos de lágrimas de alivio y felicidad.
Nikko asintió, sintiendo el mismo alivio. "Este es solo el comienzo," dijo, apretando la mano de Liam con fuerza. "Juntos, construiremos un futuro mejor."
Con renovada energía, el grupo descendió hacia el santuario, listos para unir fuerzas con otros como ellos. Sabían que su lucha aún no había terminado, pero con el amor, la amistad y la determinación que los unía, nada sería insuperable.