Ya No Soy Una Extra

Todo estaba meticulosamente preparado, los libros que analizarían estaban colocados en los puestos de las invitadas, cada una tendría uno (aunque no era necesario, pues se suponía que ya los habían leído). El espacio estaba delicadamente decorado: flores de colores pálidos y adornos con tonos pastel; manteles que hacían juego con los centros de mesa; sillas con un tapizado elegante y lujoso.

Isabella mira a su alrededor y asiente, estaba complacida; pero el trabajo de decoración no lo había hecho ella, había sido obra de Christal. La albina caminaba buscando algún detalle que corregir, mas todo estaba listo, sonríe confiada y brinca en el lugar emocionada.

- Isa, gracias por dejarme hacer ésto, ¿cómo sabías que me gustaba decorar?- Isabella hace un gesto despreocupado con los hombros.

- Tú hermano- dice Isabella.

- ¿No vendrá Liam?- la pelirroja niega.

- Es una actividad para las jovencitas, aunque lo invité, pero tiene planes con el príncipe.

- Vaya, el príncipe, quisiera conocerlo alguna vez, dicen que es muy guapo.

Isabella solo la mira, si Christal supiera que su destino sea probablemente casarse con el príncipe. Ignorando a la chica se sienta y toma un libro, comienza a hacer algunas anotaciones en una hoja que había pedido con anterioridad; Christal se sienta a su lado y solo se queda mirando al frente, aunque era evidente que estaba ansiosa, los pies le colgaban en la silla y la chica los balanceaba.

- Christal, ¿te leíste al menos uno de los libros?- dice mientras escribía Isabella.

- La verdad es que no, Isa, eran muy largos, quería estar con las chicas hoy y conocer a tú nueva amiga- Isabella rueda los ojos.

- Christal, los libros no eran tan largos, al menos hubieras tratado de leer por arriba de qué trataban. Por favor, compórtate, no me avergüences, mantente callada mientras estemos analizando los libros, después puedes charlar con quién quieras.

La albina asiente alegre, una doncella les avisa que ya llegaba su primera invitada. Sophia entra y traía en sus manos una cesta con frutas. Les hace una leve reverencia a modo de saludo cuando ve a Christal; Isabella se levanta y va hasta donde ella estaba y la saluda.

- Veo que soy la primera, toma, las traje de mi casa en el campo, están frescas todas- señala una en particular- esa que ves de color rosado con escamas, es una fruta del dragón. Dicen que ayuda a curar enfermedades, pero a mi me gusta mucho por su sabor- dice alegre Sophia, Isabella solo asiente, ella conocía bien esa fruta.

- Muchas gracias Sophia, ven- toma la cesta y se la entrega a una doncella- te presento a mi hermanastra, Christal Grant- Sophia hace una reverencia como cortesía- Christal, ella es Sophia Long, hija del marqués Long- Christal le devuelve la mirada y hace una reverencia en saludo.

- Mucho gusto, señorita Grant.

- Igualmente, señorita Long- dice Christal- Isa me ha hablado de ti- Sophia le sonríe.

- Me alegro, la próxima reunión la podemos hacer en mi casa, Isabella, así puedes conocer a mi hermano, tiene la misma edad que su hermanastro. Es muy apuesto también, y recién llegó de un viaje, aunque ahora que recuerdo, creo que vendrá a buscarme luego.

- Encantada iré Sophia, ahora sentémonos, el resto no debe tardar en llegar.

Isabella le muestra el asiento a su otro lado, quedando ella entre Christal y Sophia. Después de un pequeño lapso de tiempo van llegando las otras chicas y dan inicio a la tertulia literaria. Todo iba bien y las jóvenes daban su opinión sin ser interrumpidas, pero Isabella podía ver la incomodidad en el rostro de Christal cada vez que ella se acercaba a Sophia.

Al finalizar, Isabella hace llamar a las empleadas para que retiraran los libros, les comenta a las chicas que serían donados a una escuela pública al igual que el resto de materiales que no utilizaron esa tarde. Las jóvenes estaban encantadas con la noticia y algunas, como Sophia, se brindan a dar también otros libros.

Luego de que el espacio había sido recogido, varias doncellas llegan con postres de diferentes colores y formas, colocan sobre la mesa los platos con varios pisos y los demás cubiertos, para luego poner también los juegos de tetera y tazas con sus azucareras. Christal, que se había mantenido en silencio todo ese tiempo, finalmente comienza a hablar con las chicas, pero siempre trataba de llamar la atención de Isabella.

Isabella, en cambio, ya comenzaba a aburrirse, ese tipo de actividades le parecían un desperdicio, la comida que no utilizaran, también la iba a donar a algún centro de necesitados. Sophia se acerca con un plato en la mano, tenía varios dulces dentro, le tiende el recipiente a la pelirroja y le sonríe.

- Toma uno, Isabella, y si quieres- habla más bajo- después de que lo comas, nos fugamos un rato a la terraza. A mi también me está aburriendo ésto- dice tapando su boca para que solo Isabella la entendiera- el club de las cotorras ya me está agobiando.

Isabella trata de reírse bajo, para que nadie se diera cuenta y asiente. Mira curiosa el plato de dulces y escoge uno que parecía una trufa de chocolate; efectivamente, el sabor explota en su boca impregnado su paladar y cierra los ojos un segundo para disfrutar la sensación. Cuando abre los ojos tenía a Sophia pendiente de su reacción.

- Estaba muy bueno, ¿verdad? Por tu rostro lo noté- se ríe- también me gusta mucho el chocolate.

Pero Sophia no había sido la única que había mirado su reacción, Christal las estaba mirando desde su posición. La albina aprieta la cuchara en su mano molesta.

- Espera aquí, ahora regreso, te traeré algo- le dice Isabella a Sophia.

Isabella sale del salón y camina hasta su habitación, abre un cajón y toma unos chocolates. Antes de que su madre y el conde se fueran de viaje, Katherine, le había dejado varios bombones a su hija para que los comiera cuando se sintiera triste o la extrañara.

Cuando regresa al salón abre la puerta y va a entrar, pero se detiene cuando ve a Christal acercarse con una taza de té en la mano a donde Sophia estaba conversando, aparentemente no parecía nada sospechoso; pero la albina finge derramar por accidente el contenido de la taza sobre Sophia. Isabella entra molesta, no iba a hacer una escena ahora, pero después hablaría con su hermanastra por tan mal comportamiento.

- Sophy- le dice con voz calmada y dulce- ven, te prestaré algo para que te cambies- se gira a Christal y su metal de voz cambia a uno más frío y siniestro- tú y yo hablaremos luego.

Sophia no entendía nada, pero ve cómo Christal se estremece del temor al ser señalada por la pelirroja. Isabella le toma la mano a la azabache y se disculpa con el resto de las chicas por un momento para poder ayudar a la joven que tenía ahora el vestido todo mojado y machado en el frente. Juntas caminan por el pasillo.

- Toma, te los traía cuando todo pasó- le da los chocolates- disculpa el comportamiento de Christal, esa chica necesita más modales y que alguien le enseñe una lección.

- No te preocupes, Isabella, fue un accidente.

Isabella no le dice nada, pero ella sabía que no había sido así. Llegan hasta su habitación, pero antes llama a varias doncellas, les da instrucciones para que le buscaran algo adecuado que le sirviera a la chica, entonces las deja para que Sophia se cambiara. No mucho tiempo después, la azabache sale del dormitorio luciendo un vestido distinto.

- Gracias, te lo devolveré después, o si deseas, te puedo regalar uno, podemos ir juntas al atelier, ¿qué me dices?- Isabella dice que no con la cabeza.

- No te preocupes, Sophia, ese vestido no lo he usado nunca, y no lo voy a usar, lo trajo mi madre en uno de sus viajes, pero no es mi estilo, puedes quedártelo- le dice cálidamente.

- Está bien, y me gustó que me llamaras Sophy, me puedes llamar así si deseas.

- Entonces tú me puedes llamar Isa- Sophia salta de la emoción y le toma una mano, Isabella se ríe- tranquila, es sólo un nombre- la azabache niega.

- No, es más que eso, eres la única chica que ha sido amigable conmigo, todas son muy frías y superficiales, gracias, Isa.

- Para mí ha sido igual, Sophy, eres muy genuina, me agradas mucho.

- ¡Qué emoción, siento que seremos mejores amigas!- Sophia hace un gesto como pensando.- Espero que en la academia nuestra habitación esté en el mismo dormitorio.

- Sí, sería agradable tenerte cerca, pero vamos, que ya pronto termina la reunión.

Las dos regresan al salón, Christal continuaba hablando con las jóvenes; pero cuando ve que Isabella llega, cambia, baja su cabeza y se aparta un poco del grupo. Sophia les muestra el nuevo vestido y presume de él, ya que era un regalo de Isabella.

Más tarde, las chicas ya se iban, algunos familiares las iban a buscar. Isabella estaba con Sophia esperando al hermano de la chica. Christal miraba molesta de lejos, aprieta los puños en su falda y da la vuelta entrando a la casa.

Un carruaje con el escudo de la familia Long llega, se veía alegante y fino. La puerta se abre y de él se baja un chico alto, apuesto, con rasgos como los de Sophia, sus ojos eran púrpuras y su cabello oscuro como el de la chica; pero Isabella al verlo se paraliza, siente cómo un aire frío le baja por su columna vertebral y en silencio intercambia miradas con él.

Sophia jala a la chica hasta donde estaba su hermano para presentarlos. El chico también estaba en silencio, la azabache suelta la mano de Isabella y se cuelga del brazo del joven.

- Isa, éste es mi hermano, Drake Long- los chicos seguían sólo mirándose- hermano, ella es mi amiga Isabella James- Sophia siente que el brazo de su hermano se estremece un poco al escuchar el nombre- es la hermanastra de Liam Grant, creo que están en el mismo año en la academia.

Finalmente, Isabella sale de su trance y le hace una reverencia muy sería al chico, él le corresponde el saludo, pero ahora tenía una sonrisa en su rostro. Drake hace una reverencia también.

- Un placer verla- la mira a los ojos- Lady Isabella- y pronuncia despacio su nombre.

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Música de suspenso insertada 🎶:

Hola 👋 chic@s:

Ahora sí, las dejé con más dudas 😆✌️ estaré encantada de escuchar las teorías, seguro que algun@ se acerca a la respuesta.

Hoy me sentí inspirada 😏 y les subí dos capítulos seguidos, espero mañana seguir así 🤭

Mua Mua 😚❤️