Nick es un hombre millonario, exitoso, guapo, y amable, alguien que lo ha tenido todo… Pero su pasado es mucho más gris y profundo que aquella fachada, porque años atrás, luego de perder la memoria, terminó en un orfanato donde la pasó abusos, humillaciones y problemas, pero gracias a la bondad de un hombre que lo adoptó, su vida mejoró. Sin embargo, ¿quién podría imaginarse que, aun así, le faltaba un obstáculo mucho más complicado que enfrentar? El amor llegó a su puerta, de una manera singular e incluso puede parecer incorrecta.
Por otra parte, Jennifer creció como una hermosa joven, que aunque no tenía a su madre, sí tenía un hogar lleno de amor junto a su padre y sus cuatro hermanos adoptivos. Sí, adoptivos, que aunque no tenían un lazo de sangre que los uniera, el lazo de la familia… o del amor, era más fuerte. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
ESTA NUEVA NOVELA ESTARÁ LLENA DE EMOCIONES, PROBLEMAS Y CONFLICTOS… PERO IGUAL QUE EN MIS OTRAS NOVELAS, EL AMOR PREVALECE.
LOS AMO
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Capitulo 22
JEN
Hoy nos iremos a un viaje familiar. La noche del baile donde Nick y yo bailamos y solo nos faltó besarnos frente a todos, papá estuvo. No me ha preguntado nada, solo me dijo que quiere que tengamos un viaje familiar. Podemos invitar a algunos amigos cercanos, así que invité a Kate. Además, irá Ryers como invitado.
Ryers es un buen amigo, y me agrada… aunque admito que jamás ocuparía el lugar de Nick, aun así es bastante divertido verlo tratar de controlarse, pero Nick se lo buscó al alejarme. Incluso así estoy casi muerta de los nervios por este viaje.
Ver a Nick en pantalones de shorts de piscina no alimenta el amor fraternal. Por el contrario, enciende las muchas ganas que tengo de mandar todo a la mierda y lanzarme a sus brazos.
— ¡Jenny, solo faltas tu,muevete!—gritó Bry desde la entrada y di un brinco. Si que esta loca
—¡Voy! —tomé mi maleta y salí apresuradamente, Matt pasó y sin decir nada tomó mi maleta azul claro y me ayudó a bajarla por las escaleras. Al llegar todos tenían ropa cómoda y sus lentes de sol, incluida yo —¿Por qué tanta gritería? Sé que no se irán sin mí
—Si, además Nick no a llegado — dijo papá bostezando perezosamente.Y como si hubiera sido invocado, Nick llegó en su auto deportivo negro con destellos azul oscuro.
El auto se detuvo y bajó con un porte tan elegante que se me hizo agua la boca. Se acomodó los lentes de sol y caminó hacia nosotros con un buso manga larga blanco que se pega a sus músculos como una segunda piel, además tiene unos vaqueros color arena junto a unas botas del mismo tono.
—¡¿Qué hace ese traficante aquí?! —gritó Bry de la nada haciendo que el amigo de Nick retrocediera apretando su mandíbula
—¡Te dije que no soy un traficante, loca demente!
—¡Para tu información, loca y demente, son sinónimos, idiota!
—Pues solo para reafirmártelo, pájaro loco y parlanchín—le devolvió al amigo de Nick a Bry igual o más enojado que ella. Ambos parecían que iba a echar humo, entonces Nick carraspeó
—Brydelis, compórtate por una vez en la vida.
—Tú no me das órdenes, Nicolas
—Bry—advirtió papá y se calló — Bien, Ryers, disculpa esta actitud. Generalmente, cuando estamos juntos, esto es una locura. No faltarán las risas
—No se preocupe, me encanta este ambiente —sonrió Ryers, pero en cuando vio a Nick acribillarlo con los ojos, dejó de hacerlo y desvió la mirada.
—En ese caso, vámonos familia.
Todos aplaudimos felices, bueno, todos excepto Matt, y nos dirigimos a los autos de cada uno.
El de Bry es un auto color morado claro mate con negro que se puede confundir con una galleta con lo tierno que es. Muy diferente a ella, que suele parecer bravucona a donde va
El de Matt es un convertible color gris oscuro y rojo deportivo
El de James es un auto verde claro deportivo y el de papá es de color azul oscuro.
Todos subieron a sus autos. Sam en el de Nick. Yo en el de papá, al igual que Ryers. Bry va sola en el de ella. James va con una muchacha que hasta ahora jamás habíamos visto, se ve bastante joven y sencilla, ya me agrada. Por otro lado, Kate iba a subir conmigo, pero le cerré la puerta. La llevé hasta el de Matt y literalmente la subí en el de él y le eché seguro a la puerta.
Todos vamos hacia una playa a la que papá dice que venia con mamá cuando venían de vacaciones. Luego de que mamá murió papá compró un terreno muy serca practicamente en la playa y construyó una casa para toda la familia, en el interior hay un jacuzzi y una gran barra isla en la cocina.Uno delos deleites que casi todos compartimos en la familia es cocinar.
Al llegar todos entramos a la mansión. Me estiré,después de todo fue un viaje de dos horas
—¡Pido la suite! —grité tomando mi maleta al igual que Bry. Ambas corrimos y gracias a que mi maleta no es tan grande le gané y toque la puerta entes —¡Te gané!
—Soy mayor que tu, apartarte —me trató de quitar a empujones, pero abri los brazos sosteniéndome del marco de la puerta
—¡Ni loca, no voy a compartir habitación!
—¡Es la suite, tendrás la mejor cama de la casa!
— Pues aguántate, te gané yo.
—La suite la tomaré yo—sentenció papá con su típico tono de calma profunda y literalmente pasó en medio de nosotras. Entró tranquilamente a la suite dejándonos pasmadas y nos cerró la puerta en la cara.
Bry y yo nos vimos por un momento pasmadas, entonces vimos la misma habitacion del fondo, es la segunda mejor dela casa. Y como si fuera uan carrera por la vida, corrimos hacia ella como locas
—¡Yeiiiii te gané! ¡ajá, ajá, ajá, soy yo, soy yo, gané wuuuu! —festejó Bry en mi cara con un baile muy improvisado moviendo el trasero, entonces le saqué el dedo y ella me cerró la puerta en la cara
—¡Ojala tenga chinches tu cama! —le grité desde afuera y me di por satisfecha. Entonces Matt pasó por mi lado sin inmutarse pero me le adelanté y tomé la habitacion de al lado
—¿Si sabes que hay diez habitaciones aparte de las de los empleados, no? —preguntó con aburrimiento
—Es cuestion de honor —me defendí y alzó los hombros como si nada y tomó la de un lado.Entonces Nick llegó y tomó la de mi izquierda junto a Sam. James llegó de ultimo con la muchacha que aún no ha hablado y tomaron la más alejada de todos.
Genial. Al menso tengo la tercera mejor habitación de la mansion.
NICK
—Hermano, ya me arrepentí de esto. Tu hermana me va a ahogar, sino es que antes me atraganta con algun calamar —se quejó Sam dejándole caer en mi cama
—Tu habitación es la que está al lado de la de ella. Quítate —lo pateé y rodó hasta el suelo con aburrimiento.
—¡¿Al lado de la de esa loca?! —asentí y se arrodilló a mis pies dramáticamente —te lo advierto, o me mata, o la mato, pero no podemos convivir.
—¿Desde cuando eres de los que tiene miedo? Siempre encuentras una solución, solo juega más inteligente que ella —de la nada sonrió y se sentó en la cama de manera maliciosa.
—Tienes razón. Voy a enseñarle que soy el veterano. La volveré loca hasta que ella misma quiera meterse a un manicomio.
—Deja de sonreír así, das miedo. Ahora, fuera.
—Bye, colocaré manos en acción.
Sam se fue y después de un rato de acomodar todo salí y me encontré a papá acomodando sus lentes mientras leía un libro en medio del gran sofá. No veo a nadie alrededor.
— Hola, papá —Adrián levantó el rostro, se quitó los lentes y acomodó su camisa en los antebrazos.
—Sí, dime.
—He… bueno. Quería disculparme por cómo te hablé la otra vez. Yo… —suspiró con aburrimiento y luego sonrió.
— Está en el olvido, hijo. Haz lo que mejor te parezca, tienes mi apoyo. Iré a tomar algo en la cocina, no me busques.
—Eh, claro —lo vi irse nerviosamente y no entendí. Entonces salí por la puerta de cristal y vi a lo lejos a Jen
Tiene un bikini color rojo con dos tiras que se ajusta perfecto a sus suaves y redondos pechos. Y además de la ropa inferior, tiene un velo de color rojo.
Me acerqué a verla y mi sonrisa se esfumó al ver a Ryers a su lado con unos shorts mostrando sus músculos de gelatina.
—Ah, hola, Nicolas—soltó Jen con desagrado y sonreí con sarcasmo.
—Nicolas, qué bueno verte. No sabía que tenían un lugar tan hermoso para vacacionar, gracias por invitarme —habló el rábano entrometido.
—Señor Monroe, para usted. Y no lo invité, de hecho sería la última persona en el planeta a la que invitaría —pasé de largo y me acomodé en una de las camillas de sol al lado de Jen. Vi por el rabillo que ella contenía una sonrisa.
—Jenny, ¿quieres algo de tomar? Hay un puesto de bebidas frescas a solo unos minutos de aquí.
—Ay sí, nos encantarían unas bebidas de coco fresco. Gracias —lo interrumpí antes de que Jen accediera a ir con él. Entonces Ryers sonrió apretando la mandíbula y fue por bebidas para los tres. Genial, por fin se fue.
—¿No crees que eso es bastante inmaduro?
—No.
—Él no te ha hecho nada.
—Lo sé.
—¿Y entonces por qué lo tratas así?
—Porque sí.
—¡NICK! —me gritó exasperada levantándose mientras me apuntaba con el dedo índice.
— Extrañaba escuchar eso—admití con media sonrisa, entonces me incliné hacia delante, me quité los lentes y tomé el bloqueador solar.
—¿Qué?
—Te vas a quemar, ven.
—Puedo sola —intentó quitarme la crema, pero la esquivé y luego la tomé de la mano sentándola en mi camilla.
—Solo déjame hacerlo —a regañadientes aceptó y apliqué crema en mi mano, tomé su brazo y lo esparcí en los suyos, luego ella se inclinó.
—Si vas a hacerlo, hazlo bien. ¿O tienes miedo? —Literalmente me colocó su hecho frente a los ojos, mandé saliva con dificultad, pero aun así tomé crema y la esparcí por su cuello, me deslice a su clavícula y, por último, en el inicio de sus pechos y entonces de la nada mordió su labio inferior mirándome a los ojos. Sentí mis manos temblorosas al ver su expresión sonrojada.
—Jen —advertí en voz baja, pero antes de poder seguir hablando se volteó y se acostó boca abajo en la camilla.
—Si iniciaste algo, asegúrate de terminarlo —sentenció y no me quedó de otra. Aunque admito que tener el placer de poder tocar su cuerpo de esa forma me excita demasiado. Su piel es tan sedosa que puedo pasarme toda la vida aplicando cremas con tal de sentir el roce de su piel en la palma de mi mano.
Me senté a su lado y saqué bastante crema, inicié esparciéndola en sus piernas, poco a poco subí y masajeé sus muslos con la sangre corriendo a toda velocidad. Entonces de la nada Jen gimió, me detuve al escucharla y carraspeé moviéndome incómodo al sentir como crecía el bulto en mis shorts de baño
—Jen
—Cállate y continua —me cortó de una vez y no tuve otra opción que continuar, masajeé su cadera y justo cuando iba a iniciar su espalda de la nada ella tomó la tira de su sujetador y lo zafó —si no se esparce bien me quedaran marcas. Sigue
Al ver su espalda hermosa blanca y sedosa, casi con un tono dorado mandé salida con mayor dificultad. Entonces sonreí
—Eres imposible, mi vida —la elogié y tomé más bloqueador el cual esparcí con media sonrisa por toda la espalda, el inicio de sus pechos y a ambos lados de sus costillas el bloqueador mientras ella soltaba pequeños quejidos de vez en cuando
Al terminar ella se acomodó el sujetador y volteó, su rostro, estaba completamente rojo y sus labios mostraban señales de haber estado mordiéndose, pero entonces sonrió victoriosa al ver mi parte baja
—¿eso te excita? —pregunté en voz baja y profunda, pero no respondió y contrario a eso sonrió y me quitó el bloqueador
Aunque una parte de mí me gritaba que me alejara, que no era correcto, mi instinto y todo mi ser solo anhelaban quedarse. no podía irme al ver la manera en la cual me miraba.
sus ojos con aquellas pupilas dilatadas cargadas de deseo me vuelven loco. esos labios entreabiertos rojos e hinchados, es como si me llamarán a gritos. Vi como en medio de mi perdición su delgada y delicada mano se posó en mi pecho y de un empujón caí a la camilla de descanso
