Kaito Yamato es un estudiante de secundaria que vive en Tokio. Un día, mientras camina por la calle, experimenta una extraña sensación y descubre que puede detener el tiempo. Confundido y asustado, Kaito busca ayuda y se encuentra con Lila, una científica que estudia fenómenos temporales. Lila le explica que Kaito tiene un don especial y que debe aprender a controlarlo para evitar daños en la línea tempo
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El Secreto del Templo
Al abrir la puerta, los héroes se encontraron en una habitación llena de espejos. Los espejos reflejaban imágenes de diferentes dimensiones y mundos, y en el centro de la habitación, había un espejo grande y oscuro.
De repente, el espejo grande se iluminó y mostró una imagen de Lilith. Ella estaba en una dimensión desconocida, rodeada de seres oscuros y peligrosos.
"¿Qué está pasando?", se preguntó Eira.
Lyra se acercó al espejo. "Creo que este espejo está mostrando el futuro. O quizás una posible realidad".
Baphomet se puso serio. "Si es así, debemos detener a Lilith antes de que sea demasiado tarde".
Los héroes se dieron cuenta de que el espejo estaba mostrando una ubicación específica. Era un castillo en una dimensión desconocida, y Lilith estaba en camino hacia allí.
"Debemos ir allí", dijo Eira. "Debemos detener a Lilith antes de que llegue al castillo".
Y con eso, los héroes se prepararon para viajar al castillo y enfrentar a Lilith y sus seguidores.
Los héroes viajaron al castillo, enfrentando obstáculos y peligros en el camino. Cuando llegaron, vieron que el castillo estaba rodeado de un ejército de seres oscuros.
"Esto va a ser difícil", dijo Baphomet.
Eira asintió. "Pero debemos hacerlo. No podemos permitir que Lilith consiga lo que busca".
Lyra se acercó al castillo, examinando las paredes y las ventanas. "Creo que puedo encontrar una entrada secreta", dijo.
Y con eso, Lyra encontró una entrada secreta y los héroes se deslizaron dentro del castillo. Encontraron a Lilith en la sala del trono, rodeada de sus seguidores.
"Ah, héroes", dijo Lilith, sonriendo. "Justo a tiempo para ver el final de todo".
Lilith levantó su mano y mostró un objeto brillante. "Con esto, podré controlar todo el multiverso".
Los héroes se prepararon para la batalla. Sabían que era su última oportunidad para detener a Lilith.
La batalla fue intensa. Los héroes lucharon con todas sus fuerzas, pero Lilith y sus seguidores eran poderosos. Eira luchaba con su espada, Baphomet con sus habilidades demoníacas y Lyra con su magia.
Pero Lilith era demasiado poderosa. Con el objeto brillante en su mano, podía controlar la realidad misma. Los héroes empezaron a caer, uno por uno.
Eira cayó al suelo, herida gravemente. Baphomet fue atrapado por una ilusión y Lyra fue golpeada por una ola de energía.
Lilith se acercó a Eira, sonriendo. "Es el final", dijo. "Nadie puede detenerme ahora".
Pero de repente, apareció una figura misteriosa. Era Arden, el joven que había conocido a los héroes en Nova Terra.
"No te rindas", dijo Arden, mirando a Eira. "Todavía hay esperanza".
Y con eso, Arden se lanzó a la batalla, luchando contra Lilith y sus seguidores.
Arden luchaba con una habilidad sorprendente, como si hubiera estado entrenando en secreto. Lilith se sorprendió por su aparición y su habilidad.
"¿Quién eres tú?", preguntó Lilith, retrocediendo.
Arden sonrió. "Soy alguien que no te dejará ganar".
Con la ayuda de Arden, los héroes pudieron levantarse y volver a la batalla. Juntos, lucharon contra Lilith y sus seguidores.
La batalla fue intensa, pero los héroes y Arden luchaban con todo su poder. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Lilith cayó al suelo, derrotada.
El objeto brillante salió volando de su mano y cayó en las manos de Eira.
"Lo hemos logrado", dijo Eira, sonriendo.
Pero de repente, el objeto brillante empezó a brillar con una luz intensa.
"¿Qué pasa?", preguntó Lyra, preocupada.
Eira miró el objeto, sorprendida. "No lo sé, pero creo que hemos desencadenado algo".
Y con eso, la habitación empezó a temblar y la luz intensa llenó todo el castillo.
La luz intensa llenó todo el castillo, y los héroes se cubrieron los ojos para protegerse. Cuando la luz se disipó, vieron que el castillo había cambiado. Las paredes estaban diferentes, y el aire era distinto.
"¿Qué ha pasado?", preguntó Baphomet, mirando alrededor.
Eira miró el objeto brillante, que aún brillaba en su mano. "Creo que hemos activado un portal", dijo.
Arden se acercó. "Un portal a dónde?", preguntó.
Eira se encogió de hombros. "No lo sé, pero creo que debemos investigar".
Los héroes y Arden se adentraron en el portal, listos para enfrentar lo que fuera que estuviera al otro lado.
Mientras caminaban, notaron que el paisaje cambiaba. Pasaron por bosques oscuros, montañas nevadas y valles verdes.
"Este portal es increíble", dijo Lyra. "Nunca he visto nada como esto".
De repente, escucharon un ruido detrás de ellos. Se dieron la vuelta y vieron a Lilith, que había sobrevivido a la batalla.
"No penséis que habéis ganado", dijo, sonriendo. "Este portal os llevará directamente a vuestra destrucción".
Lilith desapareció en la oscuridad, dejando a los héroes con una sensación de inquietud.
"Debemos seguir adelante", dijo Eira. "No podemos dejar que Lilith nos detenga".
Arden asintió. "Tienes razón. Vamos a ver a dónde nos lleva este portal".
Los héroes y Arden continuaron su viaje, enfrentando nuevos desafíos y peligros en el camino.
Después de horas de caminar, llegaron a un lugar que parecía ser el final del portal. Era un valle amplio, rodeado de montañas altas.
En el centro del valle había un edificio antiguo, rodeado de un jardín lleno de flores y árboles.
"¿Qué es este lugar?", preguntó Lyra.
Eira se encogió de hombros. "No lo sé, pero creo que es el destino del portal".
De repente, una figura salió del edificio. Era una mujer anciana, con cabello blanco y ojos sabios.
" Bienvenidos, héroes", dijo. "He estado esperando por ustedes".
La mujer anciana se acercó a los héroes y les sonrió. "Mi nombre es Aethera", dijo. "Y este es el Jardín de los Dioses".
Aethera les explicó que el Jardín de los Dioses era un lugar sagrado, donde los dioses antiguos habían creado el universo.
"¿Por qué nos ha traído aquí el portal?", preguntó Eira.
Aethera se volvió seria. "El portal ha sido activado para traer a los elegidos. Los que deben salvar el universo de la destrucción".
Los héroes se miraron entre sí, sorprendidos. "¿Qué destrucción?", preguntó Baphomet.
Aethera suspiró. "La oscuridad que Lilith ha desatado. Si no se detiene, destruirá todo el universo".
Arden se puso serio. "No permitiremos que eso suceda. Estamos aquí para detenerla".
Aethera sonrió. "Sé que pueden hacerlo. Pero primero, deben encontrar las Llaves de la Creación".
"¿Las Llaves de la Creación?", preguntó Eira. "¿Qué son?"
Aethera explicó que las Llaves de la Creación eran tres objetos antiguos que tenían el poder de controlar la realidad misma.
"Con las Llaves, podrán detener la oscuridad y salvar el universo", dijo.
Pero Aethera también advirtió que las Llaves estaban escondidas en lugares peligrosos y que Lilith también las buscaba.
"Debemos encontrarlas primero", dijo Arden. "No podemos permitir que Lilith las consiga".
Aethera asintió. "Sí, debéis encontrarlas. Pero tened cuidado, el camino será difícil".
Y con eso, Aethera les dio a los héroes un mapa que les mostraría el camino a las Llaves de la Creación.
Los héroes se prepararon para emprender su búsqueda, listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.
Mientras se iban, Aethera les gritó: "¡Recordad, el destino del universo está en vuestras manos!"