ESTA NOVELA ERA ANTES AMARANTA, LA TENGO COMPLETA. QUIEN ME CONOCE SABE DONDE ENCONTRARME.
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YO NO PERDERE
Después de una amena charla entre Amaranta, su tía abuela y la vieja señora Dumas, se dio por iniciado el banquete. El banquete de cumpleaños comenzó oficialmente a las ocho de la noche.
La anciana Madame Dumas vestía un vestido de gala de la más prestigiosa casa de moda italiana y se sentó elegantemente a la cabecera de la mesa, aceptando los buenos deseos de los invitados más jóvenes y de los familiares. Incluso Amaranta fue llevada por Izan Marsans a felicitar a la señora Dumas para desearle un feliz cumpleaños.
—Izan presentó una caja de regalo y dijo: “Señora, esto fue bordado por nuestra Amaranta. Pruébelo y vea si encaja”.
La vieja Madame Dumas aceptó la caja de madera y levantó la tapa. Miró los zapatos de tela bordados a mano en la caja con una amplia sonrisa. El bordado estaba bien hecho y parecía real. La vieja madame Dumas se enamoró de los zapatos cuando los vio.
—¡Esto es increíble! La pequeña Amaranta es muy joven, pero puede bordar muy bien.
—Recién comencé a aprender a bordar. Este es un antiguo método de bordado de Deifont. Pensé que, si no lo aprendía, este tipo de bordado se perdería en el futuro. —Amaranta respondió con gran humildad.
—Eres una preciosidad, Amaranta. Eres un niño tan bueno—dijo la señora Dumas.
A la vieja madame Dumas le gustaba Amaranta cuanto más la miraba. ¿Qué estaba mal con el Feng Shui en su casa? ¿Por qué solo tuvieron niños? ¿Cuándo tendría la familia Dumas una princesita?
Mucha gente se acercó, ofreciendo sus buenos deseos. La vieja madame Dumas estaba besando mejillas y estrechando manos una tras otra.
No importa cuán enérgica fuera la anciana, al final también estaba exhausta.
A la vieja madame Dumas le encantaba ver óperas. La familia Dumas invitó especialmente a famosos actores de la ópera para celebrar el cumpleaños de la anciana. La ópera que cantaron fue 'Teaching Children'.
Amaranta vio a las personas que asistieron al banquete de cumpleaños. Muchas caras conocidas que solamente había visto que aparecían en las noticias. Se podía ver cuán alta era la posición de la familia Dumas.
Este era un círculo social con el que nunca había tenido contacto en el pasado. Aun cuando estaba casada con Óscar Roing, quien era un hijo de familia rica y prominente, no era tanto como para tener el privilegio de conocer a estas personas tan importantes en el ámbito de la política, el comercio internacional, empresarios multimillonarios y militares condecorados.
Un círculo social muy cerrado y elitista, por lo especial y de grandes fortunas, que podían mover no solo el futuro de este país sino el del mundo.
En ese momento, Philip Thompson se sentó junto a Amaranta. Murmuró: —Amaranta, ¿tienes algún plan más tarde?
—Si, Quiero contarles algo. Tanto a Izan como a ti, Philip Thompson, tengo buenas noticias para ustedes dos”. —Comentó Amaranta con una brillante sonrisa.
Izan Marsans rara vez asistía a tales banquetes. Estaba sentado junto a Amaranta y se sentía un poco aburrido, por lo que partió semillas de girasol, piñones, pistachos y otros bocadillos para Amaranta.
—"¿Cuáles son las buenas noticias?" Preguntó Izan.
—"Yo… creo que encontré a la abuela".
—¿Cuándo? ¿Dónde está ella? Philip Thompson exclamó.
—Amaranta señaló a su tía abuela que estaba sentada junto a la anciana Dumas.—Ahí. Es esa vieja señora de allí.
Philip Thompson De repente se puso de pie. Sus labios temblaron cuando comentó: —No te equivocaste de persona, ¿verdad? —Estaba nervioso. Sentía que las piernas le flaqueaban.
—Le pregunté si ella era Eloísa y ella me preguntó cómo sabía su antiguo nombre. También me preocupa haberme equivocado de persona, así que mañana llevaré a la abuela a la capital. Tenemos que hacer una prueba de ADN "pase lo que pase”. Los instintos de Amaranta le dijeron que la anciana era su tía Abuela.
Esa era definitivamente su tía abuela. Ese sentimiento no podía estar equivocado.
—Amaranta, somos parientes— pronunció Philip Thompson.
-"¿Qué?". Amaranta se sorprendió.
Izan Marsans puso las semillas de girasol, los piñones y los pistachos en un plato pequeño y lo empujó frente a Amaranta. Dijo con calma: —Amaranta, la tía abuela que mencionaste es la abuela de Philip Thompson, la madre de su padre.
—Yo…—Amaranta se quedó sin palabras.
No podía creer que esto fuera real. Philip Thompson tampoco podía considerarlo cierto.
—Con razón pensé que tu abuela parecía amable. ¡Ella y mi abuela son hermanas! —Dijo Philip después de un rato de que pasará la conmoción del momento.
Dándose palmaditas en la frente, Philip Thompson continuó:—Me preguntaba por qué esa canción sonaba tan familiar. Lo escuché en el pasado: —¿Qué tan estúpido podría ser? Pensó Philip Thompson.
Todo este tiempo, buscando a la abuela perdida de Amaranta y la tenía en su casa, qué estúpido había sido si esa canción de cuna se la habían cantado cuando fue un niño.
—"Amaranta, ahora estoy muy feliz, somos primos de verdad; haré que tu abuela venga de inmediato para que se reúna con mi abuela; merecen estar juntas después de tantos años de estar separadas por la desgracia", comentó Philip Thompson.
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Mientras ellos se encontraban absortos realizando planes para el recuerdo de las viejas hermanas, dos mujeres llenas de rencor y celos se encontraban observando a Izan Marsans como se comportaba de una manera tan amable con Amaranta, que incluso preparaba aperitivos para ella. Un hombre que nunca asistía a fiestas, que era conocido por lo frío que era para con las mujeres, trajo a una niña con él y, aparte, vestían a juego de manera tan espléndida esta tarde en una de las fiestas más famosas de la alta sociedad de este país. Les resultaba una abominación, casi una monstruosidad, ver a esa pequeña arpía a su lado.
—"Liliana, cómo es posible que soportes tan tranquila ver que Izan Marsans esté con esa muerta de hambre, bastarda, de un pueblo perdido, sin derechos", —dijo de forma altanera y muy despótica Gini Cota a su hermana. —"Has estado enamorada de él por años; no creo que dejarás que una cualquiera te lo quite solo porque sí".
—¿Cómo sabes que Amaranta es una bastarda de un pueblo?
—Gini, te has puesto a pensar que delante de ti, estas personas te darán la razón, pero detrás estarán hablando de mí y burlándose de cómo perdí ante una niña pobre, además de que no estás bien informada.
Amaranta no importa si es pobre; actualmente es reconocida como un genio en el país y una futura estrella del cine en ascenso. Quien te dio la información te utilizó para quitarla de su camino; nunca piensan en las consecuencias de tus actos". —Se levantó de donde estaba sentada Liliana Cota, muy molesta por lo que había hecho su hermana, por lo que estaba viendo de Izan con Amaranta por saber qué podía perder.
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Gracias y enhorabuena.