La única manera de ayudar a su padre enfermo, es casándose con un hombre que no ama.
Sabiendo que la vida de su padre dependía de aquello, debía seguir con la farsa que su matrimonio conllevaba.
No obstante, jamás pensó que su vida cambiaría de manera tan radical, sobre todo porque hacía tan solo unos meses estaba no solo por graduarse, sino haciendo otros planes.
¿Podrá la vida depararle algo más?
¿Podrá ella conocer el amor en aquella situación tan crítica?
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Capítulo 23 ¿Bebé en camino?
Esa mañana, Alexander estaba a buscando a Isabela, cuando se cruzo con Amalia, tenía la misma ropa que la noche anterior, así que había pasado la noche afuera, deshacerse de ella sería mucho más fácil de lo que pensó al principio.
Más tarde averiguaría sobre eso con Frank, ahora quería encontrar a Isabela, cuando se despertó esta mañana ella no estaba en cama, le preguntó a Cora y esta le dijo donde estaba.
Llego al gimnasio y le encontró sudando en la caminadora, de nuevo debía estar con la estúpida idea de que estaba gorda.
La madre de Isabela la había hecho que hiciera dietas toda su vida, por lo que su esposa desarrollo la costumbre de comer a escondidas, Alexander no entendía porque su suegra estaba tan obsesionada con el peso de sus hijas.
-ya bájate de ahí, vas a deshidratarte
- 5 minutos más – respondió la joven
Alexander detuvo la caminadora – suficiente
-pero -
-pero nada, ya fue suficiente -
-okey, pero cuando me ponga gorda, no vayas a quejarte -
-que no estás gorda, carajo ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Además te encanta nadar, eso también es un excelente ejercicio -
-¿Por qué me estas gritando? – dijo Isabela haciendo pucheros como si fuera a llorar -
- en ningún momento te grite, ¿y esa cara? ¿De verdad vas a llorar? -
- si- respondió Isabela
- pero no te hice nada, por favor no llores, sabes que no soy bueno tratando contigo cuando lloras, me pones de nervios -
- ni siquiera sé porque estoy llorando, solo tuve ganas llorar y las lagrimas me salieron solas, estoy muy sensible últimamente, ayer llore con un comercial -
Alexander se echo a reír y la abrazo
- ¿de qué te ríes? - dijo Isabela tratando de empujarlo
- no me estoy riendo -
-lo haces, suéltame, que estoy toda sudada -
Alexander la soltó y ella le arrojo la tolla que uso para limpiarse el sudor y salió del gimnasio.
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Isabela se estaba parada en ropa interior frente al espejo, pensando si de verdad eran exageraciones suyas que subió de peso
-Cora, dime la verdad ¿subí de peso otra vez? -
-señora perdón que se lo diga, pero ¿y si su aumento de peso es por otra cosa? -
Isabela la miro - ¿a qué te refieres?
-a un embarazo, señora, a estado muy sensible últimamente también -
-como crees Cora – al momento que dijo eso se puso a pensar, cuando había sido su último periodo, porque nunca se le ocurrió pensar en eso
-aunque pesándolo bien, también he tenido otro síntomas, como nauseas o mareos – volvió a mirarse en el espejo – después fue la closet y se puso un vestido y se calzo unas sandalias
- Cora, cámbiate de ropa vamos a salir -
-¿A dónde vamos, señora? -
- al doctor, necesitó salir de esta duda -
Más tarde ese día estaban entrando a una clínica de maternidad, sin saber que para el final de día, todos estarían comentado su supuesto embarazo.
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Al final de día Alexander salió de su oficina, y noto que su secretaria lo veía de reojo pero no le prestó atención, lo mismo paso con la mayoría de los empleados que se cruzaron en su camino, algunos parecía que querían preguntarle algo pero ninguno de se atrevió, al entrar al elevador se encontró con dos secretarias, que veían algo en el celular de una de ellas, se quedaron calladas al verlo, todo esto estaba comenzando a hartarlo.
Salió de elevador de malas y se encontró con una de las señoras de la limpieza, la cual lo saludo y lo felicito, el no entendió porque lo estaba felicitando, que carajos les pasaba a todos en esa oficina.
Camino a casa noto que Frank también lo miraba de reojo por el espejo retrovisor.
-¿Cuál es tu maldito problema? -
- por tu cara adivino que aun no lo sabes -
-¿saber qué? – aprovechando el alto Frank le paso su teléfono
-es de lo que todo mundo habla -
-que carajos- dijo Alexander, alguien le había tomado fotos a su esposa entrando a una clínica de maternidad, esta persona las publico en sus redes sociales y las fotos se hicieron virales, todo mundo estaba hablando del supuesto embarazo de Isabela, saco su propio celular para marcarle, el celular sonó varias veces y nadie contesto, volvió a marcar y nada, a la tercera vez alguien contesto.
- ¿Qué haces, que no contestas?
- señor, soy yo Cora, conteste porque no dejaba de sonar -
-¿Dónde está mi esposa? -
-está encerrada en el baño, ya lleva media hora ahí, le pregunte si está bien y no me responde, ya me tiene algo preocupada -
-quédate ahí en la habitación, ya voy para allá, puedes ir más rápido- le dijo a Frank, mientras seguía revisando las redes sociales.
Cuando llego a la casa entró casi corriendo, llegó a la habitación y encontró a Cora parada a un lado de la puerta del baño.
-¿aun no abre la puerta? -
- no señor -
-dame las llaves -
Cora se las dio y el abrió la puerta –déjanos solos – dijo Alexander entrando al baño y cerrando la puerta, encontró a Isabela sentada en el piso del baño mirando a la nada.
-¿Qué haces en el piso cachorrito, sucede algo? – dijo él sentándose a su lado
-sucede todo – dijo Isabela mirándolo, tenía la cara llena de lágrimas
-podrías ser mas específica -
-acaso no has visto las fotos, ¿Qué le sucede a la gente? ¿Por qué les importa tanto si estoy embarazada o no? es mi vida privada -
- a mi también me molesta eso, pero quiero saber como te fue
-no lo sé, los resultados me los dan mañana, pero no quiero ir sola -
-¿quieres que vaya contigo? -
Isabela dijo que si, con la cabeza
-¿Qué es lo que tienes en el pelo? -
-no lo sé, tal vez vomito, me sentí pésima después de que comenzaron a llegar mensajes y notificaciones, las personas no dejaban de hacerme preguntas y de mandarme felicitaciones, no sé quien tomo estas esas fotos, pero estoy tan molesta-
Alexander se levantó y comenzó a prepararle un baño, salió del baño un momento hizo una llamada y volvió.
-arriba, entra a la bañera – Isabela se puso de pie y se desnudó en silencio y entró en la bañera, Alexander tomo la esponja le puso un poco de jabón y comenzó a enjabonarla.
-la próxima vez que pase algo así, por favor llámame, en lugar de encerrarte en el baño -
-¿Qué podrías hacer tu? -
- cariño tengo dinero, abogados y contactos, eso soluciona muchas cosas -
-como digas, pero tampoco puedes demandar a todo el mundo -
Isabela se quedo en silencio después de eso.
Más tarde cuando él le estaba secando el cabello al fin ella hablo.
-si te compartas más seguido como hoy, no me será difícil enamorarme de ti, es mas creo que ya te quiero un poquito más -
-¿todo lo que hecho antes por ti no cuenta, acaso? -
- por eso digo que ya te quiero un poquito mas que ayer, y probablemente te quiera más mañana - respondió ella.
- por el momento estoy bien con eso, no voy a presionarte, se que algún día estarás loca por mi -
-pero si loca ya me tienes con ese humor tu cambios de humor tan repentinos -
Alexander apago la secadora – anda vamos a la cama
-¿cómo puedes pensar en eso en un momento así? ¿Acaso no te a caído el veinte de que podríamos ser papás? - dijo Isabela
- ¿quién está pensando en eso? Pero si eso quieres por mí no hay problema, no es como que puedas embarazarte mas de lo que ya estas- respondió el
-deja de decir tonterías, me voy a dormir -
Alexander se salió de la habitación una vez que ella se acostó, sacó su teléfono y siguió haciendo llamadas, iba a averiguar quien subió esas fotos, esa persona pagaría las consecuencias de haberse metido con él, después de todo no era la primera vez que hacía que ese tipo de publicaciones desaparecieran, por el bien de Isabela.