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Tentación

Tentación

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Traiciones y engaños / Pareja destinada / Amor eterno / Donde hubo fuego cenizas quedan
Popularitas:307.2k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Diana Castro sandoval

Mía Montenegro una dulce chica engañada por su prometido, un viaje de olvido le permitió conocer la tentación, una lucha interna entre el deseo y sus principios, serán la clave del amor, pero también del dolor.

NovelToon tiene autorización de Diana Castro sandoval para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 12

Sofía

Las palabras de Mía me habían dejado fría, ella y yo nunca hemos sido tan unidas, pero al fin y al cabo éramos hermanas, no sé en que estaba pensando cuando me meti con Felipe, solo me pareció divertido.

Mi hermano se acerca, sabía que me iba a reprochar.

- No sé que te dijo Mía, pero me imagino que fue algo que te hizo reflexionar y entender que te pasaste. - él tenía razón.

No tenía palabras, no había nada que justificara lo que hice, mi hermano me abrazó tan fuerte que eso me hacía sentir protegida.

- Gracias Salva. - le digo a mi hermano, en ese momento mi papá y mi mamá se acercan a nosotros.

- No encontré a Mía, sabes para donde se fue.- le pregunta mi mamá a mi hermano.

- Tranquila mami, creo que el esposo de Pamela la llevó al piso de Bella.

- Ella que tiene que estar haciendo con el esposo de Pamela, Salvador. - si la música no estuviera sonando duro, creo que todos lo hubieran escuchado.

- Al parecer es el profesor de Mía y se llevan muy bien, pues eso me comentó Bella.

- Claro tu papá tenía que estar metido en esto. - le reprocha a mi madre.

- Bueno ya papá, ni siquiera Pamela está molesta por eso y si lo vas a hacer tú, recuerda que Mía no es ni como tú, ni como yo.- su actitud me molestaba.

- Sofí. - me reprocha mi madre.

- Estamos aquí por una sola cosa, así que porque no terminamos mejor con esto.

No me estaba sintiendo bien, así que quería terminar con todo esto, suficiente tenía con que me mirarán como un bicho raro.

Mía

El camino al edificio donde vivía Bella fue en completo silencio, Manolo no pregunto ni dijo nada y yo la verdad no quería hablar con nadie, así que me relaje un poco.

- Bueno creo que este es su destino señorita Montenegro. - sus palabras me hicieron volver en sí.

- Gracias, para que no se vaya en taxi, si quieres puede quedarse con el auto, mañana no tengo clases y no tengo pensado salir, así que puede usarlo para que vaya a la universidad.

- Se lo agradezco, pero no creo que su familia lo tome muy bien. - en eso tenía razón, más que mi familia, creería que Pamela.

- No te preocupes, si alguien te pregunta, diles que estás interesado en comprarlo y que solo lo estás probando a ver cómo está.

- Está bien, lo tendré en cuenta. - le doy un beso en la mejilla para despedirme, cuando me voy a bajar del auto, me detiene. - espera, ¿Vas a estar bien? - su pregunta me tomo por sorpresa.

- Sabes, porque no entras y te tomas un café conmigo. -no entendía por qué le dije eso, pero realmente no quería estar sola y sabía que Bella se iba a demorar.

Nos bajamos del auto y entramos al piso, Manolo se sienta en el sofá y voy a preparar el café, pero él me sostiene de la mano.

- Ven, no tomo café a estas horas, pero decidí aceptar tu invitación porque quería acompañarte. - me siento a su lado y lo miro, era realmente un hombre muy guapo.

- Sabes que esto no está bien verdad. -intento ser lo más sincera posible.

- Sé que te afectó ir a ese lugar, pero el tiempo te ayuda a sanar, te lo digo yo. - sus palabras sonaban sinceras.

- Sabes más que por Felipe, la traición que más me duele es la de Sofía, ella y yo nunca hemos sido súper cercanas, pero es mi hermana, y su traición me dolió.

Su abrazo me tomo por sorpresa, pero solo me dejé llevar, nos separamos un poco, pero sus manos tomaron mi cara.

- Las cosas mejorarán, sé porque te lo digo.

Sin decir más lo besé, está vez no fue el sino yo, necesitaba besarlo, sentir sus labios, sabía que estaba mal, sabía que no debía, pero estaba cansada de luchar con mis propios deseos.

Nos separamos un poco y su mirada solo me decía estás segura, así que me subí en sus piernas para que entendiera que en estos momentos solo quería olvidarme de todo y sentirlo a él, nuestras bocas bailaban al compás de nuestras lenguas, sus manos hacían círculos en mi espalda.

Me encantaba sentirlo, poco a poco desabroché los botones de su camisa logrando retirarla, de un solo movimiento se deshizo de mi vestido, quedando solo en bragas.

Sus manos jugaban con mis pechos, Manolo sabía llevarme al cielo, en tampoco tiempo conocía mis puntos más sensibles, no solo era sexo, era una conexión inexplicable, sentirlo y escucharlo gemir era una maravilla, era algo único.

Mis caderas se movían al ritmo de sus embestidas, primero era lento, pero después éramos dos salvajes llegando al clímax, nuestra respiración empezó a normalizarse.

- Necesitamos una ducha. -su ocurrencia solo me hizo reír, le di un beso y lo dirigí a la ducha del cuarto de huéspedes de Bella. - Quieres saber algo.- me dice mientras el agua fría caía por nuestros cuerpos y su boca recorría mi cuello.

- Dime. - su boca abandono mi cuello, para mirarme fijamente.

- Algo me hiciste, porque resulta que no soy capaz de estar con otra mujer. -pensé que me diría cualquier cosa menos eso.

- ¿Tu estás hablando en serio? - le cuestiono.

- Muy en serio, Mía. - no podía creer lo que estaba escuchando así que solo lo bese, me aferre a su cuello, mientras sus manos se apropiaban de mi cuerpo

Bella

Junto con Salvador tomamos la decisión de irnos, por obligación debo estar presente, sé que Mía no la estaba pasando bien, así que esperamos que Felipe le pidiera matrimonio a Sofía para poder salir de allí.

Haber visto a Felipe arrodillado frente a Sofía me pareció tan extraño, Mía me describía mil veces esa escena, como sería y hoy que era el día no estuvo ella.

- Mía porque no guardo el auto en el parqueadero. - la voz de salvador me saco de mis pensamientos, que no me había dado cuenta de que ya habíamos llegado.

Si el auto de Mía estaba afuera, eso solo significaba que Manolo estaba arriba con ella.

- Me encantaría subir contigo, pero mañana tengo que salir temprano a la oficina. - y una parte se lo agradecía, pero otra no quería

- ¿Nos vemos mañana?.

- Claro que sí bonita. - me despido de el de un beso en la boca, me bajo del auto y me dirijo a la entrada del edificio encontrándome a un profesor Cortes, sonriente y con el cabello mojado.

- Profesor Cortes, no pensé verlo por aquí. - le digo sonriendo.

- Hola señorita Pedraza, estaba tomándome un café, permiso. - su nerviosismo, me hacía reírme por dentro.

Lo veo montarse en el auto de Mía y alejarse poco a poco, ingreso al edificio y saludo a Oswaldo quien era el portero del lugar, me dirijo al ascensor y al mismo tiempo veo que toma el citófono y llama a alguien, lo cual solo me hace pensar en Mía.

Mía

Antes que saliera Manolo, llame a Oswaldo para pedirle el favor que me llamara cuando llegara Bella, me estoy tomando un café, cuando el citófono empieza a sonar lo cual me notificaba que la pelirroja había llegado.

Escucho que abren la puerta y una Bella sonriendo entrando a la cocina.

- Debí imaginarlo. - a veces era imposible ocultarle algo a ella.

- ¿Quieres café? - le pregunto, tratando de evitar su interrogatorio.

- Por favor, porque creo que la charla es un poco larga no. - obviamente, no me iba a salvar.

Le sirvo el café mientras se sienta en la silla que está al frente de la barra.

- ¿Qué estás pensando?

- Yo no estoy pensando en nada, solo ato cabos.

- ¿Cómo cuáles?. - me generaba intriga saber

- En serio quieres saber, bueno, tu auto afuera, después me encuentro en la entrada a un Manolo feliz y con el cabello mojado, luego Oswaldo me ve y llama a alguien y para terminar una Mía sonriente, pero pensativa y con el cabello mojado, algo más que tenga que añadirle.

Era muy buena si de analizar se trataba. -Bueno está bien si paso algo. - le confieso.

- Lo sabía, y tu hermano se dio cuenta del auto, no sabía que decirle, a todas estas le dejaste el auto a Manolo.

- Si, me parece que tomar un taxi a estas horas es un poco peligroso y como mañana no tenemos clases se lo preste.

- Ya prestamos el auto, cómo avanzas tú.

- Si alguien te pregunta, lo está probando porque estaba pensando en vendérselo.

- Eso no lo va a creer nadie Mía, pero bueno quiero que me digas algo, yo entiendo la tensión entre ustedes dos, pero amiga es casado, ¿Te vas a convertir en su amante?

- Lo sé, pero no, sabes perfectamente lo que pienso de eso, pero Bella no lo pude evitar, lo intente, pero no lo pude evitar.

- Bueno al menos lo hicieron una vez, y así pueden calmarse un poco y dejar esa calentura que tienen. - asiento con mi cabeza y me tomo mi café. - Mía Montenegro confiesa.

- Bella con ese hombre no se puede una sola vez, por más que trate su cuerpo es una tentación para mí. - abre su boca para responderme, pero la vuelve a cerrar, pero su mirada me cuestiona. - está bien fueron tres.

- Es en serio, Mía. - más que cuestionarme, le sorprendía. - prefiero no opinar, pero si te digo si no estás dispuesta a quemarte, no juegues con fuego, Mía yo entiendo todo lo que sientes, pero él tiene una historia con Pamela, una cosa es el deseo, pero otra muy distinta es lo que estás empezando a sentir. - sé que tiene razón.

- Yo no estoy sintiendo nada. -lo dije, pero no sabía si era mentira o verdad.

- Ojalá, porque no quiero verte llorar de nuevo, juega si estás dispuesta a quemarte, pero si no llenate de fuerzas y aléjalo.

Sus palabras me dieron vueltas toda la noche, pero los recuerdos de las manos de Manolo podian mas que eso, si antes estaba confundida, ahora estaba mas perdida.

1
Rebeca Martinez Ruiz
Excelente
María Felicitas Arellano Jiménez
felicidades
María Felicitas Arellano Jiménez
muchas felicidades excelente novela
María Felicitas Arellano Jiménez
se me hace que se gradúa de mamá también jajajaja jajajaja jajaja jajajaja jajaja
María Felicitas Arellano Jiménez
jajajaja no sabe que se la dió en bandeja de plata
María Felicitas Arellano Jiménez
que la metan al manicomio
María Felicitas Arellano Jiménez
es falso esa vieja no está panzona y si lo está no es de el que haga los estudios y se va dar cuenta que lo engañaron
María Felicitas Arellano Jiménez
empezar con insultos aburren
María Felicitas Arellano Jiménez
si no le gusta ya no la lea
María Felicitas Arellano Jiménez
ojalá que pierda el chamaco por vibora
María Felicitas Arellano Jiménez
pues te equivocaste por qué el también va para allá pero no por ti sino por su familia jajaja jajajaja jajaja jajaja jajajaja jajajaja
María Felicitas Arellano Jiménez
primero lean bien y luego hacen sus comentarios
María Felicitas Arellano Jiménez
tienen que hablar
María Felicitas Arellano Jiménez
esa si está más quemada que un bombón y pues la otra tienen hablar porque se me hace que algo escondido que a él lo tiene atado la tal Pamela
María Felicitas Arellano Jiménez
hay gato encerrado puede que ella lo tenga amenazado con con algo o alguien
María Felicitas Arellano Jiménez
que salga embarazada es lo que falta
María Felicitas Arellano Jiménez
que salga embarazada es lo que falta
María Felicitas Arellano Jiménez
con un maestro haci yo aprendo
María Felicitas Arellano Jiménez
ojala que regrese y lo busque hacen bonita pareja
Lisbeth Valbuena
bueno bella espero de salvador no te decepcione ya que la Sofía le dió el.numero de tu amado a la.Kanny🤷🤷🤷
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