El Barón Y La Plabeya

Sandra juega con el pequeño que ya camina y está más grande, ella escribe una carta para Noah, Sandra le dice están bien, Philip crece cada día más, ambos se extrañan, el padre de Sandra la ve y sabe que ella ama a Noah.

-Sandra, ven un momento.

-Si, que paso padre?

-Tengo que ir al norte, sé que el viaje es un poco largo Pero quiero saber si quieres ir?

-Al norte?

-No hace mucho frío?

-No es esta época no, es para que se distraigan un poco.

-Bien, sí, vamos contigo.

En el sur, la madre de Noah muere de calor.

-Dios! Se me había olvidado el calor que hace aquí, Noah me acompañaras a ver a tu hermana?

-Madre tengo trabajo si vamos es prácticamente ir más de un mes.

-Pues tu asistente te puede ayudar, para eso está.

-Madre...

-Vamos, dejaras que tú madre viaje sola...

-Esta bien vamos, solo dame dos días para organizarme.

-Esta bien.

Noah no sabe que su madre comparte cartas con el padre de Sandra y ellos saben perfectamente de los sentimientos de ambos, al menos si van al norte se verán unos días.

Por otro lado, en estos meses Marco ha planeado como averiguar lo del niño, primero necesita dinero y debe ir con un contacto en el norte, ahí será más fácil moverse con dinero.

-Entonces te vas?

-Si capitán, gracias.

Ambos se despiden en este tiempo han hecho negocios gracias a los contactos de Marco en Terán, desde contrabando de personas y de otros artículos.

El capitán lo ayudó a ser incluido en los hombres que custodian las piedras de luz entonces va con esa identidad, los Capitanes de los barcos se encargarían de vigilar a los marineros, aquí ambos se volvieron cómplices.

Sandra va camino al norte y está feliz en conocer nuevos lugares, su pequeño es tranquilo así que el viaje no es tan complicado para él, al llegar un gran hotel se ve a lo lejos, ahí los recibe Susan que la saluda amablemente, ahí también está la Duquesa Eliana, con dos niños uno pequeño y otro más grande, ambas se saludan y Sandra pide disculpas, Eliana le dice qué no hay problema eso quedó en el pasado.

En el jardín salen todos a jugar, ahí dos niños se le acercan, una niña llamada Camila y Arthur.

-Eres igual a tu padre.

-Señora, ella es Camila, mi prometida

-Heee!! cómo dices, si mucho gusto.

Camila es una niña bonita, Sandra solo se sorprende al saber que están comprometidos, una risa la hace voltear.

-jajaja, esa misma cara puse yo -Era Noah quien llegaba y los niños lo saludan-

los niños se despiden y se van a sus actividades, Sandra no podia creer que Noah esta ahí frente a ella, detrás de él llega su madre.

-Sandra que bueno que llegaron con bien, dame a Philip lo llevaré a dentro de ve que tiene sueño.

Sin poder reaccionar la madre de Noah se lleva al niño y su niñera va detrás de ella, solo le cierra un ojo a Noah y el entiende que su mamá ya sabía.

Noah se acerca a Sandra para besar su mano, ella también lo saluda, pero el la abraza.

-Te extraño... cómo están? ¿Fue cansado el viaje?

-No mucho, Noah...

-Solo un momento, me gusta tu perfume, casi corro al verte, me alegra mucho la sorpresa.

-Presiento que nuestros padres lo planearon.

-Bueno, al menos sé que ya fui aceptado je, je, je.

-Si, yo también, tu madre cambio mucho.

-Tu también cambiaste -El no resiste y le da un beso en la frente-

A lo lejos unos ojos ajenos los ven.

-Asi que ella está aquí? Debo ver al niño.

-Quien? Los conoces?

-No, son nobles, vamos sigamos terminando de comer debemos continuar.

Sandra y Noah entran para ir a la mansión al fondo, ahí en una gran mesa ya los esperan, así ambos comen juntos, los dos están felices de verse.

Marco continúa su viaje hasta llegar a las minas, ahí él solo descansa, los obreros son los que se encargan de subir y bajar la mercancía.

Él aprovecha para ir al bar, ahí se encuentra con una persona que le da dinero.

-El duque dice que es el resto de lo que se te debe, están muertos.

-Si lo están, están en el fondo de mar.

**No diré nada, si lo hago no me pagará y me matara.**

-Bien, puedes regresar si quieres.

-Estoy bien por el momento en el mar, los otros negocios también dejan dinero.

-Bien, entonces me voy, te dejaré a unos hombres, necesito que los lleves a la capital, al Rey le interesa tener gente ahí.

-Bien, lo haré.

Así él va al cuartel, los anoto como aspirantes con papeles falsos, ahora solo debe averiguar algo, al otro día va de regreso para ver lo que necesita.

Sandra está en el pueblo con Noah y el niño que ya camina perfectamente, está por cumplir tres años, va de la mano de Noah, Sandra pensaba que talvez sería juzgada Pero no es así, pues para todos es normal que ella busque a alguien la cuide, Noah es un barón y hermano de Susan una persona muy querida en la región.

-Que piensas

-Pensé que me jugarían por estar contigo.

-No, al que van a criticar es a mí, pensaran que ...

-Si, que como es posible que te involucraras con una viuda.

-Sandra, sé que no lo amaste, dime la verdad, el niño es tuyo?

-Noah, te diré todo, pero no aquí, solo debes saber que te amo, que Collins fue alguien importante en mi vida y que Philip también lo es, si tú me aceptasélon el y me juras que lo cuidaras, yo estaré contigo

-Yo te amo, sé que Philip es importante para ti, claro que lo acepto, él será parte de nuestra familia.

Sandra le sonríe y le da las gracias, la niñera llega con él pequeño que abraza a Noah, es ahí donde Marco los ve, no puede creer lo que ve, el niño es el príncipe Edward, debe desaparecerlo.

-Maldita sea, ahora entiendo todo, el niño fue rescatado y el almirante cubrió todo, fue listo, es por eso que aquella dama se casó con él, bien ahora debo planear todo, ese mocoso debe morir.

Sandra siente su mirada, pero al voltear no ve a nadie, con ella está la niñera y el doctor, son sus amigos, solo ellos saben quién es el niño, ahora debe decirle a Noah, no solo por qué debe aceptarla con el, sino que es una gran responsabilidad cuidarlo.