La Villana Cambiará Su Destino.

Al día siguiente, tras el ataque, la habitación de Emma quedo destruida, así que mientras la reparación termina, dijo que se quedaría en la zona donde Lukas se queda, había una habitación a lado del niño y eso sería bueno, porque estaría al pendiente de él, después de todo no se descarta que pueda haber otro ataque, y es que ha Gilbert se le hizo extraño que las bestias atacaran directamente en la habitación de Emma, habiendo otras y estando la residencia de Gilbert antes, que es por donde las bestias aparecieron.

—¿cree que el objetivo haya sido la duquesa?— pregunta el mayordomo.

— es una posibilidad, hay quienes suelen hacer tratos con demonios, aunque, ¿por qué ella?— todos saben que entre ellos no existe una buena relación.

— al archiduque Sander, la señora golpeo a su hija, aunque se haya disculpado con usted, no descarta una venganza.— conociendo a los nobles, muchos detestan cuando son humillados.

— manda a investigar a los Sander, si fueron ellos no les tendré piedad.— aprieta el puño.

Si Emma no se hubiera defendido al momento del ataque, probablemente habría resultado herida o muerta para cuando el llegará hasta su habitación, debido a esto, esta considerada instalar a Emma y al pequeño cerca de su habitación, de ese modo estará más cerca de ellos en casa de un nuevo ataque.

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En una enorme mansión, Ralph no estaba del todo equivocado, la chica rubia estaba molestaba, había tirado sus cosas, su habitación estaba destrozada, porque se enteró que Emma nisiquiera resulto herida por el ataque de los demonios. Ella había ido al mercado negro, donde contacto a un grupo de mercenarios que son aliados de demonios y pago una gran suma para que matarán a Emma, la rubia, llamada Nina, quería muerte a Emma, por aquella humillación que le hizo pasar en la joyería.

— maldita, pero ni creas que me rendiré...no solo me humillaste, tampoco perdonó que te hayas casado con él...— grita furiosa.

Pidió a sus doncellas y escoltas que se preparen, porque tenía que salir nuevamente.

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Gilbert salió en busca de Emma, como el pequeño estaba en clases, le dijeron que la albina estaba en el salón de té de su residencia, al llegar, nota la puerta ligeramente abierta y puede ver a Emma golpeando un saco colgado del techo, ve como da golpes con los puños, lo cual hace mecer el saco y aprovecha para patearlo con los pies descalzos.

— ¿acaso estás entrenando?— habla entrando y cierra la puerta.

Emma detiene el movimiento del saco, asintiendo ante la pregunta del duque.

— así es, habías dicho que tenía magia, pero realmente no se de eso, pero quiero fortalecer mi cuerpo.— doble el brazo para ejercer presión, pero solo era un brazo flaco.

Emma deja salir un pesado suspiro, esa mujer en la que ha reencarnado esta muy fuera de condición, tiene los brazos de fideos.

— nunca tuviste un maestro de magia, supongo que es normal que no sepas como usarla, eso se aprende desde que somos pequeños.— Gilbert levanta la mano y en su palma se forma una flama.

Emma al verlo se acerca a observar, era sorprendente ver algo así, eso le hace querer aprender.

— ¿crees que si contrato un maestro pueda aprender?— pregunta con curiosidad.

— se puede, por lo que vi, solo te hace falta el aprender lo básico para poder usarla.—

Pues según lo que paso aquella noche, su cuerpo reaccionó ante el peligro y la voluntad de la chica de pelear, así que eso debió despertar la magia como una forma de protegerse. Gilbert se acerca al saco y al tocarlo puede notar que era bastante pesado y duro.

— esta lleno de arena, le pedí a los guardias que me ayudaran a subirlo.— explica Emma.

Gilbert rápidamente sujeta las manos de la albina para mirar sus nudillos, los cuales se ven algo rojos.

— ¿acaso no te duele?, el saco esta demasiado duro y pesado.— hace un momento vio que el saco de mecía por los golpes de Emma.

— si, dolerá más tarde, pero es cuestión de tiempo para que mis puños se acostumbren a golpear de esa forma sin que duelan.— aparta las manos.— en la noche le pongo crema para que no se inflame.

Gilbert se veía preocupado y no dejaba de observar las manos de la albina, pero era admirable la forma en la que se esfuerza, nunca antes había conocido ese lado de Emma, su cambio ha sido demasiado en poco tiempo. Anne no demoró en llegar para avisar que Lukas ha terminado sus clases, así que Emma se despide de Gilbert, pues irá a darse un baño e irá con el pequeño, pues ha quedado de ir con él al pueblo para comprar dulces.

— Emma, ¿puedo acompañarlos?— pregunta Gilbert.

Emma deja ver una leve sonrisa.— por supuesto, al mini-tú, le hará bien.— responde.

Estaba por quejarse por como llama al pequeño, pero ella se apresuro para salir de la sala, así que mejor se va para pedir que preparen un carruaje y un escuadrón de guardias. Si van a salir debe ir prevenidos, porque si es como Ralph ha dicho y el ataque fue planeado, no pueden descartar que siguen en peligro.

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Ya en la dulceria, era Emma quien se veía más emocionada por tantos dulces y postres, no creyó que hubiese tanta variedad ya que ese mundo esta ambientado en una época antigua, pero supone que ya no debe sorprenderse, pues incluso en lugar de velas se usan lámparas de cristales mágicos. Tomo algunas gomitas cuya forma eran de joyas, también algunos malvaviscos, chocolates y panes rellenos de crema. Gilbert al ver que fue al mostrador, se acercó para pagar por todo, incluso lo que Lukas había escogido y están eran dos paletas, una con forma de un conejo y el otro parecía ser manzana.

— no era necesario que pagarás, yo también traiga efectivo.— da unos toquecitos al pequeño bolso que cuelga de su cintura.

— ¿acaso tiene algo de malo que pague lo que consumen mi esposa e hijo?— pregunta curioso.

— ahora que lo dices, no, quizás aproveche que tengo un esposo adinerado y pedir una casa.— sonríe con burla.

— ¿para que querrías una casa?, la mansión es lo suficientemente grande.— pregunta con cierta confusión.

— no lo se, uno nunca sabe cuando puede necesitarlo. Pero bromeo, si quiero una casa trabajaré yo misma para conseguirla.— sujeta la mano del pequeño para salir de la tienda.

Todos los que los ven pasar, se sorprenden, era la primera vez que veían al duque caminar por el pueblo en compañía de su esposa e hijo, el niño era tan idéntico a él y la duquesa, sin duda era una belleza. No entendían como es que durante años, ella solo salía sola, aunque si habían rumores de que el matrimonio tenía problemas, pero en ese momento no lo parecía, ya que incluso el niño iba sostenido de la mano de cada uno y claro, no muy lejos de ahí, Nina observa la escena y no se veía nada feliz por verlos caminar juntos como si fueran una familia feliz.

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