Final Feliz? Talvez

Esmeralda estaba entrenando con sus soldados cuando ve a Sussi llegando.

-Buenas tardes, señorita Esmeralda.

-¿Cómo has estado Sussi?

-Muy bien señorita. Le traigo toda la información sobre la localización de los rebeldes.

-Vayamos a un lugar más privado.

Esmeralda se dirige a su habitación, donde se da un baño y se pone un hermoso vestido. Al ir bajando las escaleras para reunirse con Sussi, ve al príncipe Alexander parado en el recibidor.

-No esperaba verlo tan pronto por aquí, alteza.

Esmeralda se aproxima y realiza una reverencia. La cual Alexander corresponde sin quitarle los ojos de encima a tan bella dama. En verdad sabe cómo impresionar con su manera de vestir y esa mirada cautivante.

-No me pude resistir y tuve que venir a ver tamaña belleza.

-Tenga cuidado alteza, los sirvientes pueden creer que me está cortejando.

-No me molestaría que lo piensen, señorita.

Esmeralda prefiere mudar de asunto y lo invita a tomar un poco de té. Ya hablará con Sussi después.

-Por favor, me haría el honor de acompañarme a tomar el té.

-Me encantaría.

Al llegar en dicho lugar Sussi se encontraba esperando.

-Príncipe Alexander, me gustaría presentarle a Sussi, es mi doncella y una excelente soldado de los Checer.

Sussi hace una reverencia ante el príncipe.

-Es un honor tenerlo aquí, su alteza real.

-Es un honor conocerte Sussi.

-Sussi, por favor, deja el informe en la oficina de mi padre.

-No es necesario, hija. (responde el duque entrando en la habitación). El príncipe Alexander sabe sobre la investigación que Sussi ha hecho y nos ayudará en la misión de acabar con los rebeldes.

-Mi madre me ha informado sobre lo que están haciendo y me ofrecí en ayudar, después de todo los rebeldes son un problema para todo el imperio.

Esmeralda ya se hace una idea del porqué la emperatriz envío a su hijo para ayudarla en esa misión. Pero no puede decirles todo lo que sabe, nadie además de ella y la emperatriz saben lo que ocurrirá en el futuro.

Esmeralda pide a Sussi decir lo que ha descubierto.

-Los rebeldes se encuentra acampando cerca de la frontera con el imperio de Destay. Son 5 días de viaje a caballo, supieron montar un campamento escondido entre las montañas. Al llegar la ex duquesa se reunió con el actual líder, Gabriel Doral.

-¿Puedes decir aproximadamente cuántos hombres tienen? (pregunta Alexander)

-En el campamento tienen a mil hombres, pero los estuve vigilando y todo indica a qué tienen 200 hombres esparcidos de manera estratégica cerca de la capital.

-Es decir que planean atacar en cualquier momento.

-Exactamente, con la llegada de la señora Alicia en el campamento, están acelerando su plan por miedo a ser descubiertos antes.

-Debemos actuar rápido. Hija haré que los soldados se preparen, tú tienes que ir con el príncipe, informa todo esto a la emperatriz, ella y el emperador nos darán su apoyo.

-Si padre. Vamos alteza, debemos darnos prisa.

Ambos se dirigen al carruaje para ir directamente al palacio.

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Estando en el carruaje, Alexander la observa detenidamente, no cabe duda de que es una mujer hermosa. Ya no soporta el silencio y decide tomar la iniciativa en la conversación.

-Antes de que comience la batalla me gustaría tener la oportunidad de salir con usted, señorita.

-Antes de esa batalla, me gustaría poder hacer algunas cosas.

-¿Qué cosas le gustaría realizar?

Se ha dado cuenta de que ha desviado la pregunta que le hizo, pero prefiere dejarlo pasar.

Esmeralda ya tenía algo en mente, así que se acerca un poco más al príncipe. Este se pone un poco nervioso al tenerla tan cerca.

-Señorita debería tener más cuidado, podría yo ser un mal hombre que se aproveche de esta situación.

-Sé que no haría algo indebido, alteza, pero si llegase a hacerlo no me molestaría, al contrario, me encantaría que tomase una actitud con respecto a esta proximidad entre ambos.

Alexander no se resiste más y une sus labios en un beso, al principio era un simple roce entre sus labios, pero fue aumentando. Ambos se encontraban con la respiración agitada y con un evidente deseó.

Se miran por un instante y vuelven a besarse, Alexander pasa su mano en el cuello de Esmeralda, dando un leve apretón.

Luego la carga y la acomoda en su regazo, quedando Esmeralda en una posición bastante éxit*nte. Alexander pasa una de sus manos por debajo del tejido del vestido y sube lentamente. Ocasionando que Esmeralda deje salir un leve jadeo.

Esmeralda abre la camisa del mismo y pasa sus manos por el abdomen, Alexander no pierde el tiempo y toma en una mano el pecho de la joven. Ambos ahogan un g*mido entre besos para no ser descubiertos por los escoltas.

Luego de algunos momentos de besos y caricias ambos tuvieron que parar y arreglarse para poder ir junto a la emperatriz.

-Esto quiero continuarlo después Esmeralda.

Ella siente su piel responder al escucharlo decir su nombre y puede notar qué el príncipe tenía un gran problema a solucionar antes de presentarse ante su madre.

-Veo que se ha quedado con bastantes ganas de continuar. Ya tendrás la oportunidad de probar de este hermoso cuerpo y tener más un poco de estos sabrosos labios, Alexander.

Escucharla pronunciar su nombre de manera lenta y seductora solo provocó que Alexander se sintiera con más ganas de hacerla suya.

-Lo veo dentro, alteza.

Esmeralda se baja del carruaje y se dirige al palacio de la emperatriz con una sonrisa en el rostro.