Sonia Montserrat es una mujer linda, soñadora, romántica, inteligente, apasionada y emprendedora, a la cual le han roto el corazón en dos oportunidades, el primero le fue infiel y el segundo la dejó plantada el día de la boda, sin embargo lo que ha vivido no han sido obstáculos para superarse y ser una mujer exitosa, pero para superar este dolor cambia su actitud ante la vida y ante las demás personas, decidiendo no enamorarse mas.
Patrick un hombre con un hermoso físico, empresario y millonario, alegre, deportista, pero oculta una verdad, es de la mafia Croata y no quiere enamorarse, por miedo a perder algo valioso.
¿crees que todo sea cuestión de decidir si se enamora o no?, ¿Sonia y Patrick conseguiran el verdadero amor?. Acompañame en esta nueva historia a descubrir que tan maravillosa puede ser la historia de amor de estos dos.
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capítulo 23, DESAHOGARSE
Una vez que llegaron al sitio donde tenían a Joan, Patrick entró como alma que lleva el diablo, mientras caminaba por el pasillo se iba quitando la chaqueta y lanzando al piso, se aflojó y quitó la corbata y arremango su camisa.
Joan estaba desesperado, molesto, vociferaba maldiciones y gritos y golpeaba la puerta y las ventanas pero no conseguía salir de allí.
Cuando escucha que abren la puerta se sorprende al ver a Patrick.
—¡Ah! Eres tú, me tienes aquí en contra de mi voluntad, te voy a denunciar.
Patrick ni siquiera dijo nada se abalanzo sobre Joan y le dió un golpe certero en su estómago dejandolo sin aire.
— Esto es por ser un desgraciado cobarde
Joan entendió todo y desde el piso le dijo a Patrick.
—Es por ella verdad, por Sonia , te gusta mi mujer.
Patrick lo levanto sujetándolo de la chaqueta colocándolo frente a él y le dijo.
—Jamás fue tu mujer y jamás lo será por qué nunca la valoraste, la despreciaste, te burlaste de ella y ahora estás perdido, no la vas a recuperar.
—Y tú crees que te hará caso a ti—gritó Joan molesto.
—¡ mmmm!, por supuesto que sí, estoy seguro— dijo Patrick con vanidad.
— Ja, ja, ja ella no se fijará en tí— hablo Joan seguro.
—Sus besos me dicen que sí.
El rostro de Joan se puso pálido y serio y en seguida brincó sobre Patrick para golpearlo, pero todos sus golpes fueron esquivados, no estaba peleando con cualquiera, Patrick era un profesional en las artes marciales mixtas.
Por un rato se mantuvo la pelea, la cual sin duda ganó Patrick, sus guantes estaban rojos de sangre y Joan aún cociente pero herido.
—Eres un maldito desgraciado, no sé cómo piensas salir de esto, te voy a denunciar— comentó Joan.
—La policía no hará nada Joan todos están bajo mis órdenes, ellos hacen lo que yo les pida, es que de verdad me das lástima.
—Le diré a Sonia sobre esto.
—Esa es la idea que le digas que yo te golpee, por defenderla a ella, así ella me lo agradecerá y yo la conquistare.
—No, desgraciado deja a mi Sonia— gritó Joan.
—Déjala tu Joan te lo advierto, no te acerques a Sonia porque no respondo, de ahora en adelante, ella estará protegida por mi.
La discusión verbal seguía pero Patrick le dejo bien claro que no se acercara a Sonia.
Unos cuantos golpes más le dió, antes de salir del sitio y se volvió a dirigir a él diciéndole.
—Que esto te sirva de escarmiento para que aprendas a valorar a las mujeres, maldito imbécil, y sepas que Sonia es mía, te lo repito no te le acerques estás advertido.
Patrick salió de ese cuarto dejando a Joan tendido en el suelo, le dió instrucciones a sus hombres y se fue.
Durante los días siguientes Patrick no podía estar tranquilo, pensando en Sonia, quería llamarla y escribirle, pero entonces se detenía a pensar que ella podría malinterpretar todo y se alejaría más de él.
Fue tanto su agobio que decidió ir donde Zamantha para hablar de lo ocurrido, necesitaba consejos, necesitaba desahogarse.
Al llegar a la mansión Morrinson, como siempre fue recibido con mucho amor por sus sobrinos y su hermana Zamantha. Después de saludar y compartir algo con sus sobrinos decidió hablar con Zamantha en privado.
Entraron al despacho y fue allí donde Patrick por primera vez dejo ver sus sentimientos por una mujer.
—¡Tenías razón Zamantha!.
Fue lo primero que dijo Patrick al entrar al despacho.
—¿De qué?— interrogó Zami.
—De Sonia, me gusta mucho, tanto que anoche casi cometo una locura, dominado por la rabia.
—¿De qué estás hablando?.
Zamantha estaba preocupada y se puso nerviosa.
— Ella es hermosa, desde que la ví llamo mi atención, me negué millones de veces a no fijarme en ella ni en ninguna mujer y menos en mi ámbito laboral, pero...
Patrick mordía sus labios, y apretaba sus puños.
—¿Pero qué?, tu mismo pusiste esa regla tu mismo la puedes quitar.
—Es lo que quiero, pero entonces ahora ella no quiere saber más de mí, está enojada.
—¿Pero que hiciste tonto, habla claro?.
— La traté como si fuera una mujer fácil, por estúpido de andar creyendo en un imbécil contador de la empresa, debo reconocer que ella me llamaba la atención y al escuchar lo que ese hombre me dijo simplemente creí que podía tenerla usarlas y luego despedirla de la empresa.
—¿Cómo puedes hablar asi de una mujer Patrick?
—Lo siento sé que fui un idiota, pero eso no es la peor parte.
—¡Ay no!, cuéntame lo otro.
Patrick contó todo con lujos y detalles y Zamantha lo pudo entender.
—¿Entonces que hago? Ayúdame quiero conquistarla
Zamantha se quedó en silencio un momento y luego respondió.
—Lo mejor que puedes hacer, es no hacer nada
_ ¿! Qué, que!? como que no haga nada.
–Su corazón está herido y si tú no vas a cuidarlo, curarlo y llenarlo de amor, mejor mantente alejado de ella, no la busques solo por qué te atrae, ese encanto pasará y entonces la dejarás más dolida.
— No puedo Zamantha no hay un minuto del día en que no piense en ella— sentándose frente a Zamantha— es dulce, tierna, hermosa, inteligente, trabajadora, para mí sale del típico estereotipo, cuando hablo con ella todo a mi alrededor se detiene, me tiene loco Zamantha, ella simplemente me tiene en un estado emocional extraño, es que no sé cómo describirlo.
—¡Wao! estás enamorado, Patrick,estoy sorprendida por lo que me acabas de contar.
— Detesto sentirme así, es una sensación extraña, pero a la vez recordarla o pensarla me pone feliz— pasando sus manos por la cara.
— jajaja, Puedo entenderte perfectamente, pero mi consejo es que la dejes tranquila su corazón está roto, herido, lastimado y si tú no vienes con intenciones de curarlo, sanarlo y cuidarlo, es mejor que te vayas olvidando de ella, no creas que para ella es fácil volver a confiar en un hombre.
—¡Pues! Si quiero sanarlo, quiero hacerla feliz, amarla...¿¡Pero qué locura estoy diciendo!?, ya ni sé que hablo, no sé que me pasa, siento esa necesidad de protegerla de mantenerla segura.
— Tranquilo, puedes tomarte estos días y averiguar más de ella, conocerla más, darle detalles lindos, y poco a poco te ganas su confianza y su corazón, eso sí debes hacer./
😜😜REFLEXIÓN DE HOY😜😜