¿Cómo inició? como para terminar de este modo. Frente al Archiduque Maximilian yacía la mujer que creyó muerta.
Aquella dama que todo el mundo creyó muerta. Pero ante la conmoción de todos en aquel banquete Imperial, la voz del principe heredero que no ocultaba su molestia frente a la situación resonó en todo el salón.
«¡¿Cómo te atreves?!»
Él era un hombre que estuvo en la guerra desde hace 15 años, pero lo que los sorprendía no era la cara del principe heredero lleno de un aura asesina, sino el niño pequeño que traía en sus brazos, uno que tenía su mismo cabello blanco.
Y para Maximilian la cara de la dama no era lo que él conocía.
Ella no podía ser Jadella, ella no podría ser su difunta esposa, ella no podía serlo, por qué la Jadella que él conocía... jamás lo miraría con tanto desprecio.
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OBSEQUIOS
Yair observaba a Jadella mirando una tienda lleno de accesorios de bebés, revisaba uno por uno con cuidado.
«mi señora, ¿Por qué viene aquí?, ¿Está embarazada?»
«Maximilian no me a mirado ni tocado desde que volvió, ¿Tú crees que tengo la capacidad de hacer un bebé sola?»
Yair se sonrojó apenado.
«n-no quise decir eso, lo siento. Entonces ¿Es por la Condesa de Turín?»
«si, quiero regalarle algo a Leonor»
«ya veo»
Compró algunas cosas y los sirvientes llenaban de bolsas de compras las manos del caballero, Jadella aprovechó la distracción para pasar dinero a la cajera en secreto.
«un encargo al cofre de Agar»
«claro»
«averigüe si la líder mercenaria ha regresado»
La cajera guardó el dinero con una sonrisa cálida, como si esta no fuera la primera vez que ocurriera eso.
«por supuesto querida clienta. Por favor tome asiento, esto tardará unos minutos»
«se lo agradezco»
Jadella se acercó a Yair cubierto hasta el tope de cajas y bolsas.
«mi señora, dígame que ya terminó»
«no, la dueña me va mostrar si todavía posee un artículo que quería»
«entiendo, por lo pronto subiré todo esto al carruaje»
«sólo espera, no debería tardar»
Sin más opción Yair tuvo que esperar, las cosas no eran tan pesadas, pero eran molestas.
Después de una hora la cajera volvió con una flor roja para Jadella.
«lo lamento querida clienta, se nos a acabado lo que solicitó, ofrezco mis disculpas con esta humilde flor. Sólo espero que tenga una linda mañana»
Jadella tomó la flor con colocandola en su cabeza.
«no se preocupe, gracias»
Se levantó y empezó su camino a la salida.
«Vamos Yair»
***
Jadella fue recibida por el Conde Lucían en la entrada.
«Archiduquesa, ¿Gusta una taza de té?»
«me encantaría Conde Turín»
«por favor adelante»
«gracias. Yair, por favor ayuda a bajar todos los obsequios»
«no se hubiera molestado»
«no es ninguna molestia Conde»
Yair los vió irse dentro de la mansión y sólo ayudó a bajar los obsequios, sabía que a su señora no le pasaría nada en la mansión del Conde Turín.
Mientras caminaban por el jardín hacía adentro de mansión, el Conde cambió su expresión a una sería.
«Archiduquesa, supongo que no vino sólo a entregar regalos, ¿Acaso el Archiduque eliminó los documentos de divorcio?, ¿Quiere que le redacte más?»
«ciertamente, aún no se lo he pedido»
«entiendo. Tómese su tiempo»
«...si»
«¿Entonces en que quiere que la ayude?»
«quiero encontrarme con alguien sin que nadie sepa, necesito que me cubra por mínimo dos horas»
«He de suponer que el Archiduque no sabe»
«está vez e salido acompañada de Sir Yair y le dije a la sirvienta que le dijera que fui a visitar a Leonor. Si estando en la mansión me ignora, no debería importarle cuando estoy fuera»
Las palabras tan secas de Jadella sorprendieron al Conde.
«...» [su relación esta yendo de mal en peor, mi Leonor ésta en lo cierto, el Archiduque está llegando a los extremos]
«entonces ¿Me ayudará Conde?»
«por supuesto, Leonor no puede ya que está en un momento delicado de su embarazo, pero le prometí ayudarle en su lugar»
«... se lo agradezco»
«es mejor que se vaya de una vez, supongo que quiere ir sola»
«si»
***
Rophelia dentro de la taberna en el barrio bajo abrió una habitación.
«está es la mejor habitación de le puedo ofrecer»
Le dijo a una figura encapuchada a su lado. A lo que el hombre solo pudo asentir»
«bueno, ahora me voy a tomar, lo extraño después de tantos meses. Relajese, nadie se atreve a entrar a esta habitación»
La figura volvió a asentir y Rophelia cerró la puerta dejándolo sólo y bajando al primer piso de la taberna para de inmediato empezar a beber levantando a lo alto su enorme vaso de cerveza.
«¡¡A su salud mis amigos!!»
Todos los mercenarios levantaron su cerveza contestando un:
«¡A su salud!»
Rophelia bebió por un par de horas antes de decir:
«voy al baño»
En ese momento que su líder se fue al baño, Jadella entró, obviamente todos la reconocieron a pesar de estar cubierta con una capa y sentían unas inmensas ganas de saludarla, pero ella puso su dedo en su labios con "shh".
Todos se sonrojaron y asintieron mientras borrachos la veían subir al segundo piso directo a la habitación de su líder. No se interpusieron ya Jadella solía hacer lo que quisiera en aquella taberna, era la única en poder para invadir la habitación de la indomable Rophelia.
Empezaron a hablar entre ellos.
«la señora sigue siendo hermosa ¿No es así?»
«qué suerte tiene el Archiduque Reiban, la envidia de muchos hombres siempre lo persiguen»
«ni que lo digas, hay muy poco dignos de ella»
La voz de su líder que salía del baño los interrumpió preguntando:
«¿Ella quién?»
«la señora Jadella, líder. Decimos que muy pocos son dignos de la señora Jadella»
Rophelia sonrió y puso su brazo alrededor de sus hombres.
«jajajaja, mis hombres han aprendido bien. Pero Maximilian se la llevó, bueno eso es lo que ella quería, estaba tan feliz en su boda que ya se me hizo imposible gritar "¡Yo me opongo!" O algo así»
Se estaban riendo como grandes camaradas, como estaban borrachos se les olvidó decirle a su líder que Jadella había subido a su habitación.
***
Jadella ni se la pensó para entrar a la habitación de Rophelia y cuando a penas si vio la figura encapuchada de alguien le sostuvo el brazo.
«Rophelia ayuda...me?»
Cuando le dio vuelta al cuerpo notó de inmediato que esa persona no era su amiga y en cambio por lo brusco que le había sostenido el brazo le hizo caer la capucha que cubría su cabeza.
El cabello blanco del hombre y su hermosa cara que no entendía lo que estaba pasando hicieron sonrojaron a Jadella por un momento. Se quedaron estáticos mirándose por primera vez en su vida.
«disculpe señorita-»
Sólo entonces Jadella lo soltó.
«l-lo siento. Pero que está haciendo en la habitación de Rophelia»
Antes de que el hombre contestara la fuerte voz de Rophelia atravesó toda la estructura de la taberna con un...
«¡¡¡¿Qué?!!!»
Para luego escuchar la carrera que hizo la mercenaria para subir al segundo piso directo a su habitación en tan solo cinco segundos.
«¡Jadella!»
Rophelia entró poniéndose delante de Jadella.
«lo siento, mi amiga no lo hizo con mala intención»
Jadella no entendía y no reconocía al hombre delante para nada y con la ropa que traía sólo pudo preguntar.
«¿Reclutaste a un nuevo mercenario Rophelia? Siempre eres tan buena»
«¿Eh?»
Ante el shock de Rophelia y lo dicho por Jadella el hombre no pudo evitar soltar una risilla.
«pfff jajajaja, lo siento»
Trató de cubrirse la boca.
«es la primera vez que me llaman así. Que interesante señorita»
«ella está felizmente casada así que ni lo intente»
Aquella declaración confiada de su amiga hizo oscurecer el semblante de Jadella. Después de todo, ni ella misma sabía si se sentía "felizmente casada".
Rophelia tomó la mano de su amiga y mientras se la llevaba, Jadella volvió a mirar atrás para volver a mirar al hombre desconocido, jamás lo había visto y estaba algo curiosa, pero no tenía tiempo para una charla amistosa.
Su amiga la llevó a una habitación diferencia en dónde no perdió tiempo para darle un fuerte abrazo.
«mi linda Jadella me da gusto que estés tan al pendiente de mi llegada~»
Jadella se sintió cálida y recibió con agrado el abrazo de su amiga del alma.
«ma da gusto verte sana y al igual que el resto, pero de verdad, no tengo mucho tiempo»
«¡¿....?!»
«así que por favor hazme un favor por que yo no puedo moverme libremente»
