EL AMOR DESCUIDADO

Alana levantó su teléfono. Shaka, al darse cuenta de la situación, se alejó un poco de Alana y Arumi.

Inmediatamente subió a su coche y lo puso en marcha, alejándose del centro comercial.

"¿Qué pasa, cariño."

"Quería preguntar cuánto dinero necesitas. Te voy a transferir."

"Oh, sí, cariño. Estoy con Arumi en este momento."

"Arumi."

"Sí, ¿por qué te sorprendes así."

"Por favor, dale tu teléfono a Arumi."

Alana le dio el teléfono a Arumi. La mujer lo tomó sonriendo. Arumi respiró hondo antes de hablar. No podía evitarlo. Eso haría que Alba sospechara y habría un malentendido.

Arumi se puso el teléfono en la oreja izquierda. Volvió a suspirar.

"Arumi... Arumi."

"Sí, cariño."

"Resulta que estás en Bandung. ¿Por qué apagaste tu teléfono? Estaba muy preocupado. Voy a buscarte ahora mismo. ¿Dónde te hospedas."

"Volveré a casa pronto."

"Vamos, Arumi. Quiero ir a buscarte. No te escondas, si hay un problema deberíamos hablarlo. No huyas. Los problemas no se resolverán solo evitando."

"Volveré a casa."

"Te recojo."

"No es necesario, cariño."

"Te recojo ahora mismo. Solo dime dónde te hospedas."

Arumi no quería discutir, lo que haría que Alana sospechara. La mujer quería a Alana como a su propia hermana menor.

Si Alana sospechaba que había un problema entre ella y Gibran, seguramente Alana se lo contaría a sus padres. Arumi no quería añadir una carga a sus suegros que estaban enfermos.

La mujer le dijo en qué hotel se hospedaba. Arumi invitó a Alana a regresar al centro comercial porque Shaka le envió un mensaje diciendo que había regresado al hotel donde se hospedaba. Shaka no quería entrometerse en sus problemas matrimoniales.

Alana se quedó dormida inmediatamente en la habitación del hotel donde se hospedaba Arumi. La hermana menor de Gibran quería mucho a Arumi.

Antes, Arumi le había comprado ropa para la universidad a Alana y también sus útiles escolares.

Después de ducharse, Arumi también se acostó junto a Alana. La chica abrazó inmediatamente a su cuñada. Alana rompió a llorar de repente, sorprendiendo a Arumi.

"¿Por qué lloras?", preguntó Arumi mientras le secaba las mejillas húmedas a Alana.

"Nunca te separes de Gibran", dijo Alana entrecortadamente.

"¿Por qué dices eso? ¿Quién se va a separar?"

"No quiero que te separes, Arumi. Si Gibran se equivoca, dímelo. ¿Dejaré que yo le regañe?"

"Alana, a veces los problemas en el matrimonio no se pueden resolver así como así. Hay asuntos que no se pueden perdonar. Debe ser separándose para que nuestra pareja se dé cuenta de su error."

"¿Por ejemplo, una infidelidad?", preguntó la chica.

"¿Sabes algo?"

"Arumi, perdóname, Gibran y toda mi familia."

Alana recordó la pelea entre su padre y Gibran. En ese momento, Joana llegó a la casa con Gibran. Toda la familia conocía a Joana como la novia de Gibran.

Su padre se enfadó después de saber que Gibran seguía teniendo una relación con Joana. Sin embargo, sin querer perder, Gibran dijo que todo esto era culpa de su padre.

Si alguna vez traicionaba a Arumi, también era porque su padre les había obligado a casarse. Gibran solo amaba a Joana. Habían estado juntos durante seis años.

"¿Sabes que Gibran me ha estado mintiendo durante nuestro matrimonio?", preguntó Arumi mientras le acariciaba la espalda a su cuñada. Arumi habló deliberadamente en voz baja y suave para que Alana pudiera ser honesta.

"¿Tú también lo sabes?"

"Sí, así que no tienes que ocultarlo. Yo también seré honesta."

"¿Es por esto que fuiste a Bandung sola? Prometiste que en la reunión te pasarías por mi residencia estudiantil."

"Sí..."

Alana se levantó de la cama y se sentó inmediatamente. Golpeó la almohada con todas sus fuerzas.

Alana desahogó su ira hacia Gibran golpeando la almohada.

"Maldito bastardo y perra, si tú y Gibran se separan, nunca os perdonaré a ninguno de los dos. Os odio", gritó Alana.

Arumi se levantó y abrazó el cuerpo de Alana. La chica sollozó en los brazos de su cuñada. Alana podía querer mucho a Arumi porque desde que Gibran se casó con Arumi, Alana se dio cuenta y fue consciente del cambio económico de su familia debido a la ayuda de los padres de Arumi.

"Volveré a ver a esa loca de Joana. La mataré si por su culpa tú y Gibran se separan", dijo Alana todavía entre sollozos.

"Ey, ¿de qué estás hablando? Si alguna vez Gibran y yo nos separamos, seguirás siendo mi hermana. No cometas un error que pueda perjudicarte."

Arumi y Alana se contaron cosas. La chica contó todo lo que sabía sobre Joana y contó sobre todas las relaciones de Gibran que comenzaron desde que estaban en la escuela secundaria.

Después de charlar a gusto, Alana finalmente se quedó dormida.

Mientras tanto, Gibran acababa de poner un pie en la ciudad de Bandung. Actualmente se dirige al hotel donde se hospeda Arumi.

Continuará