Mi Hermano Me Odia

Narra Samanta.

Estaba caminando por los pasillos del instituto sacándome las basuritas de lápices que me tiraron en la primera clase.

Hoy no vino Luther, en la mañana me llamó para decirme que no podría pasar por mí y que no iba a poder venir ya que su madre le pidió ayuda con lo de la cena, y un par de cosas mas.

—Sal de mi camino rata de mierda —dijo su voz profunda, No lo miré y sólo me aparté, sabia que si lo miraba me iría peor.

Stephen botó mis cuadernos y Justin los pateó lejos de mí, los recogí de inmediato, sin reclamar nada, sin decir nada, ni siquiera darles una mirada, eso solo empeoraría las cosas, Corrí a mi casillero a guardarlos y una vez listo fui a los vestidores...Sí, hoy me toca gimnasia.

Las chicas que habían me miraron con asco y salieron riéndose de mi, diciendo las típicas cosas feas sobre mi.

Me puse el buzo...Ya que no quiero ir con mini-short como todas, por la simple razón que no quiero que vean mis cicatrices, ademas es una especie de pequeña protección, ya que si me tiran al suelo, no me raspo las piernas oh las manos directamente con el suelo.

Cuando me estoy poniendo la polera miro mis brazos y las cortadas que hay en ellos, Recuerdos de aquella mala y horrible noche llegan a mi mente, que solo me producen mas dolor.

La sangre, los gritos de mi madre, mi llanto... Ésa es una pesadilla que me persigue día y noche.

Cierro mis ojos al sentir un dolor en mi cabeza, algo fuerte. Seguro es por lo mucho que he llorado, por aguantar las ganas de gritar, de desahogarme.

Me termino de vestir y saco una pastilla para el dolor de cabeza, me la tomo y luego de dar un pequeño suspiro salgo de los vestidores para ir a la cancha.

Muchas de mis compañeras se reían de mi, mis compañeros hombres sólo me miraban con asco, la verdad eso no me afectaba ya, era cosa de todos los días que ya se me iso costumbre.

Sé que no soy de su tipo y no me preocupo en serlo, no estoy desesperada por llamar su atención.

—¿Hoy no te acompaña tu noviesito rata?—la voz chillona de Susy me hace saber que estoy en éste horrible lugar, y no en mi mundo —Oh, ya se dio cuenta de lo asquerosa que eres.—todos rieron por su comentario, y no le encontré mucha gracia la verdad, no se porque el resto de las personas se reían, si era algo incluso sin sentido.

Miré a todos como se burlaba,  pero a lo lejos, cerca de las gradas pude ver a dos personas que no se reían...estaban tan serios que me llego a asustar, a pesar de que siempre son así de serios, es poco usual que estén los dos solos, siempre están las chicas a su alrededor.

Justin y Stephen miraban la escena serios, mi impresión fue tanta que me pellizque el brazo, pero era real, en otra ocasión ellos serian los primeros que estuvieran siguiéndole el juego a Susi.

Rara vez los he visto tan serios, siempre se están burlando de mi o de otra persona, pero siempre con esa sonrisa burlesca, y cuando están serios, es cuando están los dos solos, pero en realidad esta vez es mas raro que otra veces.

—Bien chicos, quiero que troten lento 15 minutos, después haremos ejercicios en parejas... Pero estas las elegiré yo.—dijo el profesor, se escucharon muchas quejas de los chicos, pero el profesor les dio una mirada y todos guardaron silencio.

Comencé a moverme entre empujones y tirones de cabello por parte de "mis compañeros".

hoy seria un día algo agotado.

—————————————————————

Escritora: Natalia Manriquez.