Rindiendome A Tu Piel

Vannesa salió del baño, miró a todos lados y él no se encontraba en la habitación.

Su habitación era igual a como la recordaba así que se dirigió al clóset, tomó un suéter deportivo y se lo colocó, luego se acercó a la ventana corrediza que se encontraba en la habitación, viendo la espléndida vista que poseía desde este lugar hacia el jardín.

Cuando vio la fuente del jardín esos recuerdos escondidos empezaron a llegar a su mente, su piel se erizó y empezó a ver ese día nuevamente frente a sus ojos y las lágrimas empezaron a caer.

De repente la puerta se abrió, supo que era Will limpio sus lágrimas, para que él no se sintiera igual a ella y volteo lentamente observándolo con una bolsa en sus manos de una tienda de butik en su mano.

En ese momento el celular de Will sonó, lo tomó vio el número y contestó.

—Itzel que perdida has estado.

Dijo Will ofreciendo la bolsa a Vannesa.

Ella lo quedó mirando había escuchado muchas cosas sobre la persona que había llamado a Will.

—¿Esta noche?

Preguntó él.

—Déjame hacer una llamada, sabes que siempre serás bienvenida en el harén.

Terminó de decir él cortando la llamada.

En ese momento el celular de vannesa también sonó, ella miró la llamada y su rostro se tenso, ella no llamaba mucho.

—Hola .

Dijo Vannesa al responder.

Will se alejó para hacer varias llamada, sin embargo estaba atento a los movimientos de Vannesa.

—¿Quieres ir a ese lugar?

Preguntó Vannesa alzando la voz, llamando aún más la atención de Will.

—Esta bien yo voy, ¿con quién vas?.

Preguntó Vanessa.

—¿Tu amiga y dónde está tu novio?, no lo conozco aun.

Dijo Vannesa.

—Está de viaje.

 respondió la alegre chica.

—Nos vemos allá, respondió Vannesa cortando la llamada.

Will corto la llamada que hacía cuando vio que Vannesa corto la de ella.

—Debo irme, me llamo Isabel, ¿te acuerdas?, mi prima, la que iba a traer mi abuela a vivir junto a nosotras.

Dijo Vannesa viendo lo que habían traído en la bolsa.

—Si me acuerdo, ¿no están tan unidas?.

Preguntó él, viéndola revisar la bolsa.

—Así es, pero, es la única familia que me queda, ella pasa muy ocupada, y yo igual, sin embargo le dije que estaba trabajando en el harén y quiere ir, dice que está allá junto a una amiga, esperandoen la puerta.

Dijo Vanessa caminando al baño.

—Yo también debo ir al harén, Itzel llegó de su viaje y va a ir con su sumiso.

Vannesa se detuvo.

—He oído cosas de esa mujer que me atemorizan, pero, creo que más locos son los que aceptan ser sus sumisos.

Dijo Vannesa en la puerta del baño.

—¿Crees que puedas llevar la situación en el club hoy?

Preguntó Will mirándola fijamente.

—No me subestimes Will, tengo mis trucos.

El sonrió levemente.

—Aun tenemos una conversación pendiente.

Dijo él cambiando el tema del club.

Vannesa no respondió solo entró al baño, cuando salió estaba lista y Will también.

Will se ofreció llevarla y emprendieron hacia el harén, llegaron encontrándose a Sebastian junto a su novia Lila, en espera de ellos.

Vannesa saludo a la pareja y enseguida se sirigioba la entrada en busca de su prima y amiga, en la puerta se encontró con Mario.

Te iba a llamar Vanne, en la entrada hay una chica dice ser tu prima y que te está esperando.

—Así es Mario olvide avisarte, pero ya me encargo del tema.

dijo ella amablemente.

Mario hizo un movimiento de cabeza de aceptación y se retiró.

Vannesa llegó y ahí se encontraba su prima junto a su amiga ya había visto a la chica en varias ocasiones.

—Ben, las dos chicas son invitadas mías.

Dijo Vannesa al hombre de la entrada.

—¿Serán espectadores únicamente?.

Preguntó Ben.

—Si, el día de hoy si.

dijo Vannesa rápidamente sabiendo que Itzel llegaría en cualquier momento.

—Yo soy manilla blanca tipo 3.

Respondió Alicia la amiga que había llegado con Isabel.

—Hoy vendrá una de las manillas doradas, imagino que va a ver un espectáculo.

Explicó Vannesa.

—Entonces acepto la manilla anaranjada.

Dijo Alicia emocionada estirando su mano derecha.

Isabel hizo lo mismo.

Ben colocó las manillas de acceso y las dos chicas entraron con Vannesa.

Isabel abrazo a Vannesa.

—Debemos vernos más, este lugar te consume.

Dijo Isabel tomando a Vannesa de ambas manos.

—Tienes razón.

Respondió Vannesa.

Miró a Alicia.

—Gracias por no dejarla sola.

Alicia sonrió y dijo.

—Sabes que es imposible quererla.

Las tres entraron, era la primera vez de Isabel y Alicia en este lugar.

—¿Crees que lo veas aquí?, es su club.

Susurró Isabel, en el oído de Alicia.

Alicia por primera vez sintió nervios y no podía negar, que deseaba verlo,ese hombre le hizo sentir lo que nunca había sentido.

Vannesa guió a sus invitadas a donde dejó a Will junto a Sebastian y Lila.

Cuando llegaron Vannesa habló.

—Chicos, miren ella es mi prima Isabel y su amiga Alicia.

Will estaba de espalda y volteó encontrándose con la chica de la noche anterior.

Alicia palideció, en cambio Isabel dio una enorme sonrisa.

Sebastian no supo si reír o sentir lástima de Will ya qu3 su vida era un desastre, ase unos momentos les decía que ya estaba cansado que quería arreglar su situación con vannesa a ver que rumbo tomaba cada vida y ahora se aparece la mesera de la noche anterior.

Lila conocía muy bien a su prometido y a Will y supo que algo sucedía que ella no sabía.

El lugar, como de costumbre, se encontraba concurrido de diversas parejas con roles diferentes; sin embargo en ese momento se sintio una tensión diferente.

Will se puso de pie.

—Mucho gusto Isabel, Will García.

Dijo el extendiendo su mano.

La sonrisa de Isabel se borró, entendió su mano, y saludo secamente. Sabía que ese nombre le parecía conocido, pero al ver a Vannesa cerca de él, supo quien era.

Will no reaccionó sabía que debía odiarlo, lo que sucedió no fue un secreto, *que haiga quedado impune es muy diferente*.

—Un placer verte nuevamente.

Dijo esta vez extendiendo su mano hacia Alicia.

Alicia no pensó que aceptaría que la conocía.

Extendió su mano y saludo.

Sebastian y Lila saludaron de igual manera; sin embargo, en el aire se sentía la tensión.

—¿Se conocen?.

Preguntó Vannesa.

—Así es.

Respondió Will.

Vannesa noto su cambió.

—Siéntense, ya vuelvo.

Comentó Will a sus acompañantes y se alejo.

Sebastian se disculpo y se fue detrás de Will.

Llegó y ahí estaba en la oficina sentado en su collar con la cabeza aarrecostada hacia atrás con sus ojos cerrados.

Will no necesito abrir sus ojos para saber que era Sebastian.

—¡Dilo!

Exclamó Will.

—Tu vida es una mierda.

Dijo Sebastian, sentándose en el escritorio.

—¿Que piensas hacer?.

Preguntó Sebastian.

—Nada, dejar que mi vida siga siendo él desastre que es, no se, pensaré en otro momento, ahora vamos a esperar, Itzel debe ir llegando.

Dijo colocándose de pie.

—¿Y si Vannesa pregunta?.

Volvió a preguntar Sebastian.

—Diré la verdad

Contestó amargamente

Sebastian solo negó con la cabeza y caminó detrás de él.