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El Aura De La Luna

El Aura De La Luna

Status: Terminada
Genre:Hombre lobo / Magia / Pareja destinada / Brujas / Mundo de fantasía / Espadas y magia / Completas
Popularitas:21.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Una Joven Amante

Ivonne Bellarose, una joven con el don —o maldición— de ver las auras, busca una vida tranquila tras la muerte de su madre. Se muda a un remoto pueblo en el bosque de Northumberland, donde comparte piso con Violeta, una bruja con un pasado doloroso.

Su intento de llevar una vida pacífica se desmorona al conocer a Jarlen Blade y Claus Northam, dos hombres lobo que despiertab su interes por la magia, alianzas rotas y oscuros secretos que su madre intentó proteger.

Mientras espíritus vengativos la acechan y un peligroso hechicero, Jerico Carrion, se acerca, Ivonne deberá enfrentar la verdad sobre su pasado y el poder que lleva dentro… antes de que la oscuridad lo consuma todo.

NovelToon tiene autorización de Una Joven Amante para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 10

El lobo de Jarlen permaneció inmóvil entre los restos de la sombra deshecha, su respiración agitada y entrecortada, su pelaje negro azabache brillando bajo la luz espectral de la luna que se colaba entre los cristales rotos de su ventana. Sus ojos carmesí, inyectados en sangre, no se apartaban de Ivonne, que seguía de pie en el centro de su habitación, con la piel de gallina y las piernas temblorosas.

La marca en su mejilla izquierda ardía, un dolor punzante que se extendía por todo su rostro. La sangre resbalaba por su piel, pero Ivonne, ajena al dolor, apenas lo notó. Su mente, presa del terror, seguía atrapada en la sensación de esa oscuridad viscosa intentando devorarla, en los susurros guturales que aún resonaban en su cabeza como ecos malditos. Sintió su piel helarse, como si la sombra hubiera drenado todo el calor de su cuerpo. Un instante fugaz en el que creyó perder el control, sus extremidades entumecidas, su voluntad cediendo ante una fuerza maligna.

Jarlen se sacudió con violencia y su forma cambió. La transformación siempre era un proceso complicado, un desgarro interno mientras la bestia se replegaba, dejando paso al humano. Sus huesos se reacomodaban, su pelaje se retraía, y la rabia que lo consumía se transformaba en una furia contenida, dirigida ahora hacia quienes habían atacado a Ivonne. Ahora era él de nuevo, el joven de cabello y ojos negros que Ivonne conocía. Su camisa blanca estaba arrugada, su cabello ligeramente despeinado, mostrando sutilmente que la bestia aún latía en su interior. Su pecho subía y bajaba con violencia, la mandíbula tensa, los ojos aún brillando con una rabia contenida.

—Estás herida —dijo con voz ronca.

Ivonne, paralizada por el miedo, apenas asintió.

Jarlen se acercó a ella, su presencia imponente llenando la habitación. Pero Ivonne, presa del pánico, retrocedió instintivamente. No era a él a quien temía, sino a lo que acababa de ocurrir, a esa sombra maligna que había intentado consumirla.

Lágrimas resbalaron por sus mejillas, se cubrió el rostro con ambas manos y se encogió sintiéndose vulnerable. El frío y la brisa que movía sus cortinas se lo recordaban.

—Estaban aquí —susurró Ivonne, con la voz temblorosa—. Lo sabían... me estaban buscando.

La sensación de asco la invadió. Recordar cómo su cuerpo casi no era suyo y aquella sombra buscaba robarlo, la atormentaba.

Jarlen apretó los puños con fuerza. Sus colmillos se alargaron apenas un segundo, amenazando con rasgar su labio inferior, antes de que lograra contenerse, dominando la bestia que luchaba por salir.

Gruñó con voz grave, su mirada recorriendo la habitación—. Alguien las envió.

Su mirada se detuvo en el suelo, ahora cubierto de vidrios rotos y astillas afiladas. Vio huellas con sangre bajo los pies descalzos de Ivonne. Con pasos decididos se acercó y la cargó, acurrucándola entre sus brazos. Ivonne, sin mediar palabra, se aferró a su camisa.

En ese momento, la puerta de la habitación se abrió de golpe, revelando a Violeta, con el cabello revuelto y los ojos azules brillantes de ira y preocupación. Claus estaba detrás de ella, con Erasmos envuelto en su cuello, ambos con el ceño fruncido y una expresión de alarma—. ¿Qué pasó aquí? —preguntó Violeta, inspeccionando rápidamente la habitación. Justo en el centro de la habitación, donde la sombra había desaparecido, había un montón de ceniza oscura. Sus pupilas se contrajeron en un gesto de sorpresa y temor. Su vista volvió hasta Ivonne, quien había manchado la camisa de Jarlen y el piso por el goteo de su sangre.

—Me pueden explicar lo que pasó... No, olvídalo. Primero curemos eso.

Violeta salió de la habitación a buscar el botiquín. Mientras, Jarlen llevaba a Ivonne hasta una de las sillas del comedor. Se había sentado con ella aún entre sus brazos. Él aún no se sentía capaz de soltarla, no mientras estuviera herida, no mientras estuviera aún llorando. Claus, quien los seguía de cerca y miraba con una expresión seria, fue interrumpido por Violeta, quien rápidamente le pasó un frasco de cristal con unos símbolos dibujados—. Escúchame, Fido, ve y recoge las cenizas de lo que sea que haya atacado a estos dos —lo detuvo antes de que se marchara, sosteniendo su camisa—. Por favor, no lo toques. Al menos hasta que sepamos qué es. En la cocina encontrarás escoba y recogedor.

—¿No me darás tu escoba de bruja? —Claus soltó una risita, la cual fue acompañada del suspiro de Violeta.

Tras esto, la sala de estar del apartamento quedó sumida en un silencio tenso, roto solo por los suaves suspiros de Ivonne y los gruñidos bajos de Jarlen. Violeta, aún despeinada por la conmoción, limpiaba con cuidado las heridas de Ivonne, quien con cierta comodidad reposaba sobre las piernas de Jarlen, apretando su camiza a modo de desahogo.

Jarlen, con el rostro sombrío, observaba cada movimiento de Violeta, su mirada llena de preocupación y rabia contenida.

—Listo —anunció Violeta finalmente, retirando los últimos fragmentos de vidrio de los pies de Ivonne—. Ya está, Ivonne. No te preocupes, estarás bien. Te puse algunos ungüentos para acelerar la recuperación.

Ivonne asintió en silencio, pero su cuerpo seguía temblando. El recuerdo de la sombra, de su oscuridad palpable, la aterraba hasta la médula.

Hizo el ademán de ponerse en pie, pero Jarlen la sostuvo.

Un escalofrío helado recorrió la espalda de Ivonne, haciéndola temblar de pies a cabeza.

—No me iré de tu lado —gruñó Jarlen, apretando suavemente a Ivonne contra su pecho—. No pienso dejarte sola ni un segundo.

Ivonne intentó decir algo, pero no encontraba las palabras adecuadas y, por alguna razón, tampoco las fuerzas para alejarse demasiado de Jarlen. Miró a Violeta buscando ayuda y ella soltó una pequeña carcajada que rápidamente contuvo.

—Jarlen, ¿qué tal si le traes un vaso con agua? Y luego vuelven a explicarme qué carajos pasó.— Él asintió y, con cuidado de no lastimarla, se levantó con Ivonne en brazos y la llevó hasta el sofá. La arropó con una manta y le aseguró que volvería en un segundo

Jarlen asintió y, con cuidado de no lastimarla, se levantó con Ivonne en brazos y la llevó hasta el sofá. La arropó con una manta y le aseguró que volvería en un segundo.

Mientras Jarlen iba a la cocina por el agua, Violeta se sentó frente a Ivonne y le tomó las manos.

—Ahora sí, cuéntame todo —dijo con dulzura—. No te guardes nada.

Ivonne respiró hondo, tratando de ordenar sus pensamientos. La imagen de la sombra, su presencia malévola, seguía grabada en su mente, pero poco a poco, con la ayuda de Violeta, comenzó a relatar lo sucedido.

1
Karla Chacon
Estoy muy confundida🤯
Seguiré leyendo
Una Joven Amante
Lo tomaré en cuenta para las próximas novelas
Gregory Hdezz
me gusta la novela solo que la protagonista es demasiado miedosa un poco nas de valor y confianza en ella estaria bien
Marina Simón
/Ok/
Alicia Josefina Ortiz Correa
excelente
Imelda Rejon
me gustó mucho esta novela, así como la luna de invierno pues en ellas reflejas diversas emociones que nos contagias y nos llevas a vivirlas. Gracias por haber compartido con nosotras y espero seguir leyéndote. Bendiciones 🙏😘
Imelda Rejon
que bueno que despertó y aún en pesadilla venció al ser obscuro y aunque vuelva otra vez ella podrá fortalecer su poder
Imelda Rejon
uffff este capítulo estuvo estresante, me mantuvo en vilo, saben que no ha terminado la amenaza pero tendrán un respiro y así poder prepararse para lo que vendrá
Imelda Rejon
Dios ojalá y puedan salvarse, que pueda Ivonne invocar a Rosa y Theo para que la ayuden
Imelda Rejon
ojalá y que sea así y logren escapar antes de que ese malvado ser de cuenta del embarazo
Imelda Rejon
que consecuencias tendrá el trato que hizo Ivonne
Imelda Rejon
pobre Ivonne es horrible haber cedido a la presión de ese mago maldito quien es traicionero, ojalá y encuentren pronto como salir de ahí
Imelda Rejon
que la convierta en espíritu para que pueda salir y avisar donde se encuentran y así ella se redima
Imelda Rejon
así es, que pretende hacer Elizabeth, aunque su mirada refleje arrepentimiento ojalá y sea verdad y las ayude.
Imelda Rejon
entonces Elizabeth se alio con Jericó para expulsarlos y quedara desprotegida y está detrás de los ataques, ojalá la expongan shia y la otra
Imelda Rejon
la manada va a utilizar eso para ponerse mas en contra de ivonn6
Imelda Rejon
los del consejo quisieron atemorizar e Ivonne azuzados por Elizabeth que aunque estaba aterrada no se los demostró y les calló la boca
Imelda Rejon
ya empezaron los problemas por el poder de ser la luna de manada y Elizabeth no se va a quedar de brazos cruzados
Imelda Rejon
que será lo que quiere el mensajero de Terra, de que pacto habla para que Ivonne potencialice sus poderes?
Imelda Rejon
que bueno que Violet pudo romper hechizo y salvar a Ivonne, ojalá y despierte su poder y pueda luchar en contra su padre
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